NEW COLD WART – 12/04/2023
Traducción del inglés:Arrezafe
Mientras Ucrania se esfuerza por salvar la temporada de cereales, la guerra por delegación, que el imperialismo estadounidense exige prolongar hasta el último ucraniano, continúa devastando el país.
Marzo marca el final del treceavo mes de la operación militar rusa en Ucrania. Las hostilidades se han ralentizado porque marzo es un mes en el que las carreteras están embarradas y el equipo pesado no puede transitar por ellas. Las trincheras se inundan y los desplazamientos y evacuaciones se vuelven problemáticos, especialmente en aquellas zonas de combate donde las carreteras ya están previamente destrozadas. Ambos contendientes reagrupan sus fuerzas y advierten sobre un inminente contraataque a gran escala, una vez que el terreno esté suficientemente seco.
Las fuerzas ucranianas están siendo empujadas a un contraataque por parte de sus patrocinadores occidentales, principalmente Estados Unidos. En Occidente y en Ucrania son muchos los temen que el apoyo a Kiev por parte de la UE pueda disminuir ante el deterioro de las condiciones económicas en sus respectivos países. Los tanques, los vehículos blindados de transporte de personal y las municiones continúan de momento cruzando la frontera occidental de Ucrania y enviados al frente. Armamento que Estados Unidos ha estado solicitando y recolectando de sus satélites en todo el mundo, incluidos Bulgaria, Polonia, Corea del Sur y Canadá.
El parlamentario ucraniano, Geo Leros (anteriormente miembro del partido 'Servidor del Pueblo', del presidente Zelensky) manifestó en marzo que la compra de armas mediante préstamos occidentales ha generado considerables ganancias para su excolega Zelensky. “En 2022, el Ministerio de Defensa, a través de la empresa estatal Progress, adquirió proyectiles de fabricación búlgara. El sobrepago de estos tres contratos ascendió a 6.700 millones de hryvnias (170 millones de euros), lo que significa que fue al bolsillo de alguien”, dijo: “Entendemos que este dinero ha ido a parar a los bolsillos de los grupos del crimen organizado de Yermak y Zelensky.
A fines de marzo, entrevistado por el Suddeutsche Zeitung de Alemania, el presidente checo, Petr Pavel, manifestó que Praga había brindado su máximo apoyo a Ucrania, pero que había llegado al límite de sus capacidades. “La República Checa ha ayudado a Ucrania mediante la entrega de armas tanto como ha podido, pero ya no está capacitada para seguir haciéndolo”, dijo el político.
Según Pavel, la República Checa puede producir municiones y material de defensa aérea, el principal problema es que el país carece de personal calificado, señalando que, en teoría, dicho problema podría resolverse incorporando trabajadores ucranianos, algo con lo que la población checa no parece estar de acuerdo. Se ha producido una ola de manifestaciones exigiendo la expulsión de los refugiados ucranianos.
En otra entrevista, el presidente checo señaló que, además, el apoyo a Ucrania depende por completo de la política interna de EEUU, y enfatizó la naturaleza dependiente de los países de la UE. “Si el apoyo de Estados Unidos disminuye, también disminuirá el apoyo de muchos países europeos. Ucrania debería tener esto en cuenta”.
El pasado 19 de marzo, el medio polaco Rzeczpospolita informó que Pavel cree que Kiev sólo tiene una última oportunidad para una 'contraofensiva', y corre el riesgo de que, en su intento por debilitar a China, la atención de EEUU se desplace y centre en la región del Pacífico. “Creo que Ucrania solo tendrá una oportunidad de lanzar una gran contraofensiva, si fracasa será extremadamente difícil que obtenga fondos para la próxima”, aseguró Pavel.
La situación descrita por el presidente checo no sólo revela la subordinación de los países de la UE a los Estados Unidos, también muestra cómo se está presionando a Ucrania para que lleve a cabo una contraofensiva suicida a costa de miles de vidas de sus ciudadanos y en favor de los intereses globales de Estados Unidos.
Dan Rice, asesor del jefe de personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania y presidente de la Universidad Americana de Kiev, aseguró a un medio ucraniano que Ucrania está preparando “una poderosa contraofensiva que conmocionará al mundo entero”. Al respecto, cabe recordar que los funcionarios ucranianos y sus amos estadounidenses han estado hablando de “una poderosa contraofensiva” durante todo el invierno pasado. Las operaciones militares no suelen anunciarse con antelación, aunque sólo sea para salvaguardar el factor sorpresa. Así pues, las tesis de un potencial 'cambio rápido' y los frecuentes anuncios de una 'poderosa contraofensiva' sugieren que EEUU necesita seguir repitiendo 'ya pronto, ya pronto' a su propia población y a la de sus aliados extranjeros. También podría tratarse de un verdadero empujón para que Zelensky lleve a cabo una matanza a toda costa. De hecho, este es el precio que Zelensky y su régimen han estado pagando en su lucha contra un ejército ruso tres o cuatro veces más grande que el de Ucrania.
El estado de las fuerzas armadas de Ucrania y el servicio militar obligatorio sobre el que descansan
A mediados de marzo, un comandante de batallón ucraniano hizo una descripción bastante franca y honesta sobre el estado del ejército de Ucrania al Washington Post: “Kupol, un teniente coronel, dijo que su batallón está irreconocible. De unos 500 soldados, aproximadamente 100 murieron en acción y otros 400 resultaron heridos, lo que provocó su relevo completo. Kupol dijo que era el único profesional militar en el batallón y describió la enorme dificultad que supone liderar una unidad compuesta en su totalidad por tropas sin experiencia”.
Tras la publicación de sus declaraciones en el Post, Kupol fue degradado. Luego describió en una cuenta personal los motivos de esta degradación, diciendo que la dura reacción a su comentario original mostraba el deseo de Kiev de ocultar a toda costa los datos sobre las pérdidas y el estado del ejército para no perder los fondos estadounidenses del próximo año, incluso si ello significa muchas más muertes de ciudadanos ucranianos. Tras ser degradado, Kupol renunció a su carrera militar.
Por motivos adicionales, las autoridades ucranianas se benefician de prolongar la guerra el mayor tiempo posible. Los sobornos que muchos pagan para evitar ser llamados al servicio militar obligatorio han alcanzado los 32.000 dólares estadounidenses, según el canal Open Ukraine: “En este momento, estamos ayudando a uno de nuestros redactores a sacar a su hijo de Bakhmut. En la oficina militar de reclutamiento nos ofrecieron la opción de sacarlo del frente y trasladarlo al otro lado de la frontera, hacia Europa. El costo del servicio fue de 32.000 dólares. De haber hecho lo mismo en la etapa previa, la de la convocatoria para incorporarse a filas, el costo hubiera sido de 12.000. Nunca antes habían visto tanto dinero las oficinas de registro y alistamiento militar, la recaudación debida a los sobornos se distribuye proporcional y verticalmente hacia la parte superior. ¿Crees que alguien rechaza ese dinero ensangrentado? Para EEUU, es rentable luchar 'hasta el último ucraniano', y también lo es para los miembros de la administración ocupante [que es como se refieren al régimen de Kiev los medios de comunicación disidentes en Ucrania] reclutar y enviar hombres a la muerte”.
A finales de marzo, Andriy Demchenko, portavoz del Servicio Estatal de Guardia Fronteriza de Ucrania, dijo estar negociando con países europeos la devolución a Ucrania de los varones ucranianos fugitivos que lograron escapar del país. Así, a pesar de sus continuas declaraciones sobre democracia y derechos humanos, vemos a los países occidentales preparándose para deportar a los ucranianos, condenándoos muy posiblemente a morir. Los funcionarios ucranianos han calificado este asunto como “propaganda rusa”.
El experto militar ruso Sergey Kolyasnikov advierte en Telegram que las fuerzas armadas de Ucrania intentarán contraatacar en abril. “Hoy, toda la Federación Rusa debe concentrarse en infligir una derrota decisiva a los nazis ucranianos y a las potencias estadounidenses y de la OTAN que los apoyan. Sólo después será posible cualquier negociación, porque Occidente, incluidos los funcionarios de las Naciones Unidas, nos están diciendo directamente que: 'Ninguna negociación antes de que intentemos recuperar el territorio perdido'.
"Este afán por 'intentar' debe ser desalentado, si no para siempre, al menos durante mucho tiempo", escribe Kolyasnikov.
Ni reconstrucción ni ayuda
A pesar de los miles de millones de ayuda financiera y préstamos occidentales, los residentes de Ucrania aún no han recibido compensación alguna por sus hogares destruidos o dañados. No se está reconstruyendo.
Los residentes de Borodyanka, cerca de Kiev, se quejan de la pasividad de la administración para restaurar sus hogares destruidos. Según Alexander Pinchuk, residente local, nada ha cambiado en la ciudad durante el año pasado. “Borodyanka sigue en ruinas. Lo único que se hizo durante este tiempo fue demoler algunas casas. Nadie hace nada más. En Borodyanka solo hay escándalos, intrigas e investigaciones”. En Telegram, Pinchuk denuncia que ni siquiera se están reparando los daños menores en viviendas y edificios.
Otros residentes de la ciudad también se quejan de que las autoridades ucranianas se niegan deliberadamente a reparar las casas dañadas. Dicen que las autoridades están utilizando la ciudad como un "museo al aire libre" para mostrarlo a los políticos occidentales con fines publicitarios.
Mientras tanto, en las ciudades cercanas al frente, en Donbass, la administración militar ucraniana prepara la evacuación forzosa de civiles de Avdiivka [región de Donetsk] y áreas adyacentes. Algo que se está haciendo a lo largo de la línea del frente en Donbass, desde Seversk hasta Ugledar (aproximadamente a 200 kilómetros de distancia). Avdivka se encuentra a sólo 20 km del centro de la ciudad de Donetsk y a 60 km al sur de Artyomovsk (llamada Bakhmut en Ucrania), ciudad devastada por la guerra.
Muchos residentes de Bajmut (Artyomovsk), ciudad gravemente dañada, se esconden deliberadamente para evitar una evacuación forzada de la ciudad, según Pavlo Kirilenko, jefe de la administración militar ucraniana para el territorio ocupado por Ucrania en la república de Donetsk. En una rueda de prensa, Kirilenko manifestó que, actualmente, unas 3.000 personas siguen viviendo en Bakhmut, incluidos 32 niños. “Estas personas, puedo afirmar responsablemente, no quieren salir de la ciudad en absoluto. Tenemos pendiente un trabajo extremadamente peligroso para evacuarlos. Pero no sólo se niegan a irse, sino que incluso se esconden para evitarlo”, dijo Kirilenko.
Existe una situación similar en Avdiivka, que también casi ha dejado de existir debido al combate. Las autoridades ucranianas se quejan de que los residentes se niegan a evacuar y esconden a los niños del ejército ucraniano. Durante más de un año, estas personas se han estado escondiendo en sótanos con sus hijos, negándose a evacuar una ciudad completamente destruida y en la que casi no quedan casas intactas en pie, así como tampoco electricidad, calefacción o agua corriente. El motivo de que arriesguen sus vidas quedándose donde están, es que esperan la llegada de las tropas rusas.
La Corte Penal Internacional 'acusa' al líder ruso por trasladar a los niños a zonas seguras, lejos de la guerra
En este sentido, cabe señalar que en marzo, la Corte Penal Internacional (que ni EEUU, ni Rusia, ni Ucrania reconocen) emitió una orden de arresto contra el presidente ruso acusándolo a él y su gobierno de la evacuación ilegal de niños de la ciudad de Mariupol durante los intensos combates de la primavera y principios del verano de 2022, combates que provocaron daños generalizados en viviendas e infraestructura civil. Los niños en cuestión fueron trasladados a un lugar seguro y alojados en campamentos de vacaciones en el oeste de Rusia, lo que la CPI ha calificado de 'secuestro'.
Por su parte, Rusia informa que los niños regresarán una vez que sea seguro para ellos hacerlo. Al régimen de Ucrania le molesta, sobre todo, el hecho de que parte de la diversión y ocupación de los niños consista en entretenerse viendo caricaturas y programas infantiles de la era soviética en los que se expresan principios antifascistas, algo que, según los funcionarios ucranianos, puede convertir a los niños en opositores al nacionalismo ucraniano.
La Corte Penal Internacional, al igual que los medios de comunicación occidentales, ha guardado convenientemente silencio sobre las evacuaciones masivas de niños en Vietnam, durante la Guerra de los Estados Unidos en contra de dicho país. La Operación Babylift, por ejemplo, secuestró a miles de niños vietnamitas sin el consentimiento de sus familias, enviándolos a Estados Unidos, así como a Australia, Francia, Alemania Occidental y Canadá. Varias docenas de niños murieron en accidentes aéreos.
Como resultado de la 'acusación' de la CPI, el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ahora manifiesta un curioso concepto de paz en Ucrania. Dice que Kiev no se niega a negociar la paz, pero que la orden de la CPI hace que las conversaciones directas con el presidente ruso, Vladimir Putin, sean imposibles. En otras palabras, incluso si Moscú accediera a retirar sus tropas más allá de las fronteras de 1991 de la Ucrania postsoviética, Zelensky no podría firmar tal paz con el presidente ruso debido al “proceso penal” emprendido contra él.
Muchos observadores pro-Ucrania señalan que la orden de la CPI se programó específicamente para que coincidiera con la visita del presidente de China, Xi Jinping, a Moscú el 20 al 22 de marzo. Esperaban que la orden hiciera que el presidente chino cancelara su visita y así impedir el desarrollo la alianza Rusia-China (que los ideólogos de Ucrania comienzan a denominar 'eje del mal').
Metro antifascista en Ucrania
En marzo, miembros de un grupo clandestino antifascista fueron detenidos por servicios policiales especiales en el oeste de Ucrania. Todos eran miembros del Partido Comunista clandestino de la Unión Soviética, organización que exige la desnazificación de Ucrania y que, según la policía secreta ucraniana, constaba de 45 personas que se reunían clandestinamente en casas seguras.
La temporada de siembra está llegando en medio de condiciones económicas muy duras.
En marzo, Ucrania comenzó la siembra de cereales de primavera. El país, considerado durante mucho tiempo el granero de Europa, es un importante proveedor de cereales y aceite de girasol para la misma. Pero los agricultores ucranianos afirman que sus reservas financieras están a punto de agotarse, por lo que buscan desesperadamente asistencia financiera de patrocinadores occidentales. El 'Club Ucraniano de Negocios Agrarios' informa de un fuerte aumento del 25 por ciento en los gastos para la temporada de siembra de 2023, en comparación con 2022. Algunos agricultores autónomos hablan de aumentos del 50 por ciento en los costos en comparación con el año anterior, para ellos, el artículo más costoso son los fertilizantes minerales.
Este año, la campaña de siembra en la región de Kirovograd (en el centro geográfico de Ucrania) será realizada principalmente por jubilados de edad avanzada. Ya casi no quedan tractoristas en la región, fueron reclutados previamente por las fuerzas armadas. Vladimir Voloshanovsky, jefe de una empresa agrícola en el pueblo de Velyka Vyska, afirma que, solamente en su granja, fueron reclutados 12 conductores de tractores y maquinistas. Él es el único varón adulto que queda, pero solo porque, al cumplir 60 años, fue desmovilizado en agosto de 2022. Ahora trata de negociar con cinco jubilados que alguna vez tuvieron experiencia de trabajo en un tractor.
Por su parte, el comerciante agrícola Rafael Goroyan, en nombre de la empresa ucraniana de cereales Prometheus, manifestó recientemente a la revista Forbes que espera muchas quiebras de comerciantes agrícolas en 2023. “El país cosechó alrededor de 60 millones de toneladas en la última temporada de cultivo, en comparación con las 120 millones de toneladas el año anterior. La próxima temporada, probablemente cosecharemos 40 millones de toneladas y las exportaciones caerán a 20 millones de toneladas”, dijo Goroyan. Y añade que la producción agrícola no será rentable en esta nueva temporada de cultivo.
Según Forbes Ukraine, las empresas agroindustriales de Ucrania exportaron productos por valor de 21.000 millones de dólares estadounidenses en 2022, frente a los 24.000 millones de dólares de 2021.
Ucrania corre el riesgo de perder su estatus como proveedor global seguro de productos agrícolas, al tiempo que las sanciones contra Rusia interrumpen la venta de sus productos agrícolas en muchos países, lo que aumentará la amenaza de hambre global e incluso generará serias interrupciones en el suministro de alimentos en los países occidentales desarrollados.
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