Con esto de Cataluña se ha dado el curioso caso de que la gente aplaude a su policía, los unos y los "jotros", joder, a esto hemos llegado. Como decían en un entierro, no somos nada...y nosotros tampoco, pero dan café gratis..
En fin, tanta liberación y tanto salva patrias acojonan a cualquier persona honrada.
Se me olvidaba, a los salvapatrias se han unido los salva-almas, esos vendedores de humo, que venden una finca (el cielo) desde hace siglos y jamas la han escriturado.
Oye, una pregunta, ¿a ti no te parece que a todos esos de ahi arriba si se pusiesen a cambiar España todos juntos no seria mas practico? España, al fin y al cabo, será lo que decidamos todos... (y para que no existan confusiones, yo hablo de España como estado, no como "patria"). Hablo de dentistas, de vivienda, de acceso a internet, de poner en su sitio la energía y esas cosas. Porque creo que, algunas veces, los árboles impiden ver el bosque.
"Esos de ahí arriba" llevan siglos "cambiando" España para que todo siga igual, es decir, para su propia permanencia en el poder. El problema es precisamente el Estado y la concepción del mismo que "los de ahí arriba" tienen. Somos los de "aquí abajo" los que tenemos que tomar las riendas de nuestras vidas (eso que llaman soberanía popular) y poner a los de "ahí arriba" en su sitio. Pero para eso se precisa una madurez, una conciencia y una voluntad que, al parecer, aún no hemos alcanzado. En el caso del Estado español, es el bosque el que nos impide a los árboles ver.
Evidentemente, sí a la libre decisión de los pueblos para gobernar por sí mismos, libres de las ataduras de un sistema podrido y aberrante. Pero para ello, el pueblo debe tomar plena concienciación de su poder y capaz de ser dueño de su gobierno y destino. No valdrá que el Puigdemont de turno nos inculque sus formas de régimen capitalista y burgués para que se convierta en un mandamal (he dicho bien), con sus formas de represión para el pueblo catalán. ¿Cómo se consigue eso? Eso es lo difícil. El pueblo catalán se encontrará con muchísimos obstáculos para conseguir su objetivo.
Así es. Pero a pesar de Puigdemont y de la burguesía catalana (y de la española), no importa cuales sean las circunstancias, hay que defender el derecho a decidir de los pueblos. En ese sentido, el pueblo catalán y los demás pueblos del Estado español se encontrarán, como siempre, con enormes dificultades. Nadie en su sano juicio puede afirmar lo contrario.
Evidentemente, la autodeterminación es un derecho. A veces la delimitación (territorial, étnica, cultural, histórica) es muy clara. Otras, no tanto.
Me temo que priva en general la administrativa, decidida históricamente y a veces muy arbitraria. Las fronteras de los países que fueron colonizados son una clara demostración.
A estas alturas, el referéndum catalán se hace imprescindible. No así el modo en que lo han planteado. Referéndum, sí, pero no este.
Entre otras cosas, divide a las clases sociales, y mucho más a las populares, porque la burguesía siempre encontrará su acomodo. Pero además, ya de entrada divide entre partidarios y detractores. Tal como está planteado, los que no estén de acuerdo con el modo no votarán, y los que no estén de acuerdo con la independencia, unos sí y otros no.
Los independentistas votarán en masa. Lo más probable es que alcancen una mayoría enorme de votantes, pero exigua del censo. En estas condiciones será una minoría la que decidirá.
Según las reglas democráticas, el que calla otorga. Pero esto no es así, repito, en la situación actual.
Dos "legalidades" se oponen frontalmente. Mi opinión es que sin una reforma de la constitución española (sin una nueva constitución, realmente) el problema no tiene solución. Una República Federal Solidaria (repito, solidaria, equilibradora) es la única forma de mantener en paz a los pueblos de España. No creo que una solución a la yugoslava convenga a nadie, salvo al Gran Capital.
Si a la autodeterminación del pueblo español...
ResponderEliminarCon esto de Cataluña se ha dado el curioso caso de que la gente aplaude a su policía, los unos y los "jotros", joder, a esto hemos llegado.
Como decían en un entierro, no somos nada...y nosotros tampoco, pero dan café gratis..
En fin, tanta liberación y tanto salva patrias acojonan a cualquier persona honrada.
A mí no me dan miedo las consultas populares, me da miedo que las impidan.
EliminarSe me olvidaba, a los salvapatrias se han unido los salva-almas, esos vendedores de humo, que venden una finca (el cielo) desde hace siglos y jamas la han escriturado.
ResponderEliminarEl cóctel perfecto... Nada nuevo bajo el sol.
Salvapatrias y salva-almas ha producido España en cantidades ingentes. Y parece que, una vez más, han vuelto a entrar en acción.
EliminarNada nuevo bajo el sol, efectivamente.
Oye, una pregunta, ¿a ti no te parece que a todos esos de ahi arriba si se pusiesen a cambiar España todos juntos no seria mas practico? España, al fin y al cabo, será lo que decidamos todos... (y para que no existan confusiones, yo hablo de España como estado, no como "patria"). Hablo de dentistas, de vivienda, de acceso a internet, de poner en su sitio la energía y esas cosas.
EliminarPorque creo que, algunas veces, los árboles impiden ver el bosque.
"Esos de ahí arriba" llevan siglos "cambiando" España para que todo siga igual, es decir, para su propia permanencia en el poder. El problema es precisamente el Estado y la concepción del mismo que "los de ahí arriba" tienen. Somos los de "aquí abajo" los que tenemos que tomar las riendas de nuestras vidas (eso que llaman soberanía popular) y poner a los de "ahí arriba" en su sitio. Pero para eso se precisa una madurez, una conciencia y una voluntad que, al parecer, aún no hemos alcanzado.
EliminarEn el caso del Estado español, es el bosque el que nos impide a los árboles ver.
Evidentemente, sí a la libre decisión de los pueblos para gobernar por sí mismos, libres de las ataduras de un sistema podrido y aberrante. Pero para ello, el pueblo debe tomar plena concienciación de su poder y capaz de ser dueño de su gobierno y destino. No valdrá que el Puigdemont de turno nos inculque sus formas de régimen capitalista y burgués para que se convierta en un mandamal (he dicho bien), con sus formas de represión para el pueblo catalán. ¿Cómo se consigue eso? Eso es lo difícil. El pueblo catalán se encontrará con muchísimos obstáculos para conseguir su objetivo.
ResponderEliminarAsí es. Pero a pesar de Puigdemont y de la burguesía catalana (y de la española), no importa cuales sean las circunstancias, hay que defender el derecho a decidir de los pueblos. En ese sentido, el pueblo catalán y los demás pueblos del Estado español se encontrarán, como siempre, con enormes dificultades. Nadie en su sano juicio puede afirmar lo contrario.
EliminarEvidentemente, la autodeterminación es un derecho. A veces la delimitación (territorial, étnica, cultural, histórica) es muy clara. Otras, no tanto.
ResponderEliminarMe temo que priva en general la administrativa, decidida históricamente y a veces muy arbitraria. Las fronteras de los países que fueron colonizados son una clara demostración.
A estas alturas, el referéndum catalán se hace imprescindible. No así el modo en que lo han planteado. Referéndum, sí, pero no este.
Entre otras cosas, divide a las clases sociales, y mucho más a las populares, porque la burguesía siempre encontrará su acomodo. Pero además, ya de entrada divide entre partidarios y detractores. Tal como está planteado, los que no estén de acuerdo con el modo no votarán, y los que no estén de acuerdo con la independencia, unos sí y otros no.
Los independentistas votarán en masa. Lo más probable es que alcancen una mayoría enorme de votantes, pero exigua del censo. En estas condiciones será una minoría la que decidirá.
Según las reglas democráticas, el que calla otorga. Pero esto no es así, repito, en la situación actual.
Dos "legalidades" se oponen frontalmente. Mi opinión es que sin una reforma de la constitución española (sin una nueva constitución, realmente) el problema no tiene solución. Una República Federal Solidaria (repito, solidaria, equilibradora) es la única forma de mantener en paz a los pueblos de España. No creo que una solución a la yugoslava convenga a nadie, salvo al Gran Capital.