Y en esa doble vara de medir, y sobre todo en las tragaderas que tenemos para aceptarla, se compendia toda la sumisión que la gente amansada padece frente a cualquier poderío. Salud!
La razón del dominio es tan centrípeta como arbitraria. En el caso del régimen sionista alcanza cotas verdaderamente obscenas.Salud!
Y en esa doble vara de medir, y sobre todo en las tragaderas que tenemos para aceptarla, se compendia toda la sumisión que la gente amansada padece frente a cualquier poderío. Salud!
ResponderEliminarLa razón del dominio es tan centrípeta como arbitraria. En el caso del régimen sionista alcanza cotas verdaderamente obscenas.
EliminarSalud!