02 febrero, 2024

USA: ESTADO TERRORISTA



Una nación fundada por esclavistas sobre el despiadado genocidio de los pueblos indígenas.


Una nación genocida que ha emprendido más guerras que ninguna otra a lo largo de su corta historia.


Una nación cuya codiciosa oligarquía ha hecho de la guerra y la matanza un lucrativo negocio.


Una nación que, en nombre de la democracia y la libertad, ha violado repetidamente la soberanía de otras naciones mediante intriga, manipulación, propaganda, sanciones, bloqueos, cruentos golpes de estado e invasiones, llegando a asesinar a sus legítimos dirigentes.


Una nación que ha chantajeado, endeudado, expoliado y empobrecido a numerosos países abusando de su privilegiada posición económica y militar.


Una nación supremacista que se considera a sí misma modélica, excepcional y superior al resto de las naciones, haciéndoselo creer a su propia y adoctrinada población (1).


Una nación que no respeta más ley que la dictada e impuesta por sus volubles intereses imperialistas.


Una nación con una sombría predilección por las cárceles que cuenta con la mayor población penitenciaria del mundo, que mantiene ilegalmente abierto el campo de concentración de Guantánamo (en territorio ilegalmente ocupado) y que es responsable directo de la existencia de ese otro, el más grande y poblado del mundo, llamado Franja de Gaza.


Una nación que esgrime cuando le conviene el derecho a la libertad de expresión, pero que silencia y encarcela a cualquier periodista (Julian Assange) que ose exponer sus crímenes.


Una nación con más de 800 bases militares diseminadas por todo el planeta y cuyas embajadas se asemejan más a mafiosas oficinas de extorsión que a misiones diplomáticas.


Una nación gobernada por los intereses privados de unas cuantas familias de oligarcas, las únicas que pueden permitirse el lujo de costearse las multimillonarias campañas electorales.


Una nación racista en la que negros e hispanos colman sus cárceles y han de enrolarse en las fuerzas armadas para poder sufragar sus estudios.


Una nación sin seguridad social en la que, para la mayoría, caer enfermo puede suponer la ruina e incluso la muerte.


Una nación capitalista, imperialista, rica y armada hasta los dientes que bombardea a su antojo a cualquier país que no se avenga a su “orden basado en reglas”.


Una nación que tiene en su haber el vil galardón de haber sido la única que ha arrojado bombas atómicas sobre población civil indefensa.


Una nación que apoya y arma al régimen nazi ucraniano y al genocida Estado apartheid sionista.


No sé yo si a este monstruoso engendro se le puede seguir llamando apropiadamente nación, o si es que en realidad se trata de una inefable y "excepcional" especie de truculenta entidad.


(1Durante la desastrosa guerra de Vietnam, se decía que el gobierno de Estados Unidos trataba al público como a una granja de hongos: lo mantenía en la oscuridad y lo alimentaba con estiércol.





2 comentarios :

  1. AFECTADOS DE CEGUERA-SORDERA INTELECTUAL PERSISTENTE, QUE LES IMPIDE COMPRENDER NADA…


    Se te agradece Loam esta necesariamente sucinta y muy certera radiografía –aunque la “imagen” revelada le pueda resultar increíble a los cegatos devotos del “relato oficial”–, que haces del, afortunadamente ya en franca decadencia, hegemón yanqui. En las batallas de las ideas contra la OTAN-CULTURAL, batallas que para las aborregadas grandes audiencias no existen, pero nosotros debemos de hacer ver que “haberlas haylas”, se hace imprescindible por nuestra parte criticar y socavar desde la raíz los tan colosales como falsos mitos que sostienen o apuntalan en el terreno ideológico al realmente criminal orden establecido: Los Valores de Occidente, la Libertad de Mercado, el Orden Basado en Reglas, La libertad de expresión…

    ¿Han oído hablar de los crímenes cometidos por nosotros, los bárbaros de occidente?

    Como decía aquel, “nadie puede nunca cambiar lo ocurrido”, pero, siendo así, cada día somos testigos de cómo los amos de los medios de desinformación pueden mutilar los hechos, tergiversarlos o simplemente borrarlos de las páginas de la “Historia”. Qué así con mayúsculas es la que lamentablemente “campea en el marcador”.


    Vean si no cómo “relatan” la Segunda Guerra Mundial “que por supuesto ganó el soldado Ryan”, el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki “que ni los mismos japoneses se atreven a nombrar al autor”, el asesinato de Lumumba y la imposición de su títere en la República del Congo, el Golpe de Estado en Chile, la destrucción de Yugoslavia o Libia… y casi ahora mismo el Golpe de Estado en Ucrania 2014, el genocidio “con silenciador” en el Dombás, la consiguiente guerra provocada por la OTAN contra Rusia o los cien años de genocidio sionista contra los palestinos…

    Basta conocer un poco la historia, si es un muchito mejor, para comprobar que de los mitos de la propaganda colonialista, neocolonialista e imperialista no queda ni uno solo en pie.

    Una forma de desprestigiar “lo real” es desprestigiar la fuente.

    Y, para los más obtusos, debemos de difundir incansablemente en nuestros modestos “medios”, no sólo nuestros análisis y conclusiones sino sobre todo la base documental y los datos contrastados que, en más casos de lo que se suele creer, proceden de las propias fuentes públicas y privadas que pertenecen a las mismísimas potencias coloniales e imperialistas. Historiadores e investigadores como Joan Garcés, Domenico Losurdo, Luciano Canfora, Michael Parenti, E. P. Thompson, Eric Hobsbawm, Eric Vuillard, Francisco Espinosa… nos ofrecen una visión tan rigurosa y documentada como objetivamente contrahegemónica de lo que podemos calificar como nuestra verdadera “historia”. Sí, de momento así, con minúsculas. Hasta nuevo “orden”, claro está, a ser posible basado en los auténticos valores del comunismo.

    ¿ Puede ser contraproducente reivindicar los valores del comunismo, digo dada la actual correlación de fuerzas tan aplastantemente favorable para la OTAN-CULTURAL, sabiendo que precisamente “ese fantasma que recorre el planeta” es el espantajo que han fabricado y publicitado ininterrumpidamente para asustar a incautos, desinformados e ignorantes?

    ¡Váyanse al carajo. Yanquis de mierda!


    Salud y comunismo

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    1. Se agradece tu alentador y solidario comentario, Luis. Sintetizar la bondad es fácil, o al menos no tan difícil y doloroso como hacer lo propio con la maldad. El ente USAricano ha acumulado tal cantidad de crímenes en tan corto espacio de tiempo, que resulta arduo resumirlos. Sin embargo, es menester que cada cual alce su voz como buenamente pueda contra tanta ignominia.

      «El socialismo, en 1847, era un movimiento de la clase burguesa, y el comunismo lo era de la clase obrera. El socialismo era, al menos en el continente, cosa “respetable”; el comunismo, todo lo contrario. Y como nosotros manteníamos desde un principio que “la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma”, para nosotros no podía haber duda alguna sobre cuál de las dos denominaciones procedía elegir. Más aún, después no se nos ocurrió jamás renunciar a ella».

      Federico Engels, prólogo a la edición inglesa del Manifiesto, 1888.

      "No se nos ocurrió renunciar"... y no hemos renunciado a lo que sin duda constituye el más noble empeño común de justicia social y emancipación de la humanidad.

      Salud y comunismo

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