Ambroise Boimbo
El hombre que arrebató el sable al rey Balduino de Bélgica, sobrino del sanguinario criminal Leopoldo II.
Ambroise Boimbo, un compatriota que confiscó la espada del Rey Baudoin, durante su paseo triunfal por las calles de Leopoldville, actual Kinshasa, capital del país, el 29 de junio de 1960 para la declaración de la Independencia del entonces Congo Belga. Durante los festejos de tan señalado día, Boimbo, antiguo combatiente que más tarde se hizo electricista, llevó a cabo un acto impensable entonces: confiscar la espada real, símbolo del poder, al rey de Bélgica en su coche descapotable.
Para que su acto no se quede en una simple anécdota, y sin necesidad de recordar la oscura historia colonial belga en el Congo, es importante puntualizar que este país, la República Democrática del Congo, se diferencia de todos los demás países africanos por el hecho de que no fue una colonia belga sino más bien una propiedad privada, personal del rey Leopoldo II de Bélgica.
El Rey mandó al periodista y explorador británico, Henri Morgan Stanley, a una expedición para que le buscara a su medida un trozo del magnífico pastel africano. Después de convencer a más de 400 jefes tribales que abandonaran sus reinados, Stanley adquirió para el enriquecimiento personal del rey belga, una superficie equivalente a 75 veces el tamaño de Bélgica.
Y tras casi 80 largos años de saqueo sistemático de los recursos, tanto humanos como naturales del Congo, el rey Boudoin llega para conceder la Independencia a un pueblo valiente, haciendo unas declaraciones, a nuestro entender, inoportunas, de que esta independencia que se va a dar al pueblo congoleño es fruto del ingenio político de su tío Leopoldo II, olvidando que este ha sido responsable de muertes, amputaciones de brazos y violaciones de más quince millones de víctimas congoleñas. Es en este contexto insultante para la dignidad humana que Ambroise Boimbo, desafío así a la autoridad establecida como diciendo muy alto y claro “No recibimos esta libertad en forma de regalo real, lo hemos arrancado con sufrimiento y sacrificio”.
Para muchos congoleños, la declaración de la Independencia no se hizo por el discurso del rey del 30 de junio de 1930, si no por la confiscación de la espada un día antes (29 de junio de 1960).
Papy Sylvain Nsala
qué bello Ambroise Boimbo y su acto contra la hegemonía del poder corrupto, devolver la espada al pueblo! desarmar la infamia! descoronar a esa gente que se sustenta a través del robo!
ResponderEliminarsalud Loam! abrazos
te abrazo Mareva. Salud!
EliminarEl gesto del robo de la espada pudo ser lo que pusiera a todos de acuerdo, el punto de partida o punto culmen, que concienció a los habitantes de que estaban todos bajo el mismo yugo. Después de los estragos del colonialismo los estados africanos son mosaicos de naciones sometidos a constantes presiones. Un polvorín. Qué malos son los nacionalismos.
ResponderEliminarSalud!
En realidad no fue un robo. Boimbo le arrebata al rey un símbolo del poder que, en todo caso, pertenece al pueblo.
EliminarEstamos de acuerdo: los nacionalismos son indeseables.
Salud!
Los actos individuales son los más heroicos y a veces útiles, también son los menos controlables por el poder y por tanto los más perseguidos y temidos.
ResponderEliminarSalud!
Para mal o para bien, ciertamente la acción de una sola persona puede tener consecuencias imprevisibles, y el poder (el orden establecido) teme lo imprevisible, la pérdida del control.
EliminarSalud!