Unos pescadores sacaron del fondo del mar una botella.
Había
en ella un papel, y en el papel estas palabras:
"¡Socorro!,
estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta.
Estoy
en la orilla y espero ayuda. ¡Dense prisa. Estoy aquí!"
–No
tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde.
La
botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo un pescador.
–Y
el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano,
dijo
otro pescador.
–Ni
demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla "Aquí" está
en todos lados,
dijo
un tercer pescador.
El
ambiente se volvió incómodo, se hizo el silencio.
Las
verdades generales tienen ese problema.
La trigonometría no es lo mío, pero si, está en todos lados, incluso está en todos nosotros.
ResponderEliminarSalud!
Principalmente en todos nosotros.
EliminarSalud!
Amarga parábola
ResponderEliminar"...y si al alma su hiel toca
Eliminaresconderla es necedad..."
Será que estamos ciegos y no la vemos o lo que es peor nos hacemos los ciegos y miramos para otro lado. El vecino alemán, buen padre y madre de familia, sabía lo que ocurría en los campos de concentración pero callaba y otorgaba. Nada y menos ha cambiado.
ResponderEliminarSalud!
Los trabajadores de Navantia saben que... Los jueces saben que... Los políticos saben que... Nosotros, todos, sabemos que... Pero, como al final de la parábola, "se hizo un gran silencio".
EliminarSalud!