EL
OTRO – 11/04/2019
El populacho es sabio, y
por eso no sabe ni quiere saber nada acerca de esa cosa llamada UE y
aún menos sobre esa otra que denominan OTAN o NATO, según la lengua
que los parió. El populacho no es tonto y tiene comprobado ¡Arsa y
olé! que se vive muchísimo mejor ‘fuera’ de la realidad. Así
lo expresaba la otrora popular copla:
“Que no me quiero
enterar,
no me lo cuentes,
vecina,
prefiero vivir soñando
que conocer la verdad”
Y es que, una democracia
sólida como la que disfrutamos los españoles de bien y fútbol
diario, garantiza a todo hijo de vecino el legítimo derecho a la
desinformación, a la cómoda ignorancia de los asuntos banales e
intrascendentes y seguramente por eso no noticiables. A nadie puede
interesar (¡Ni comparación con la fortuna de Piqué o el último
look de Ramos!) que el gasto público social español ocupe uno de
los lugares más bajos de la UE o que ¡Viva España! siga siendo uno
de los países más desiguales de esa UE que dirige con mano y
cartilla de ahorros de hierro la Gran Alemania pos-unificación.
Escribo ‘mano de
hierro’ y se me viene a la memoria que la hoy en declive Europa de
los mercaderes, en sus orígenes (cuando en el autárquico terruño
‘los españoles de bien y camisa azul’ disfrutaban de la placidez
e impunidad que les garantizaba la dictadura fascista), era una
organización para la “planificación económica conjunta” entre
seis países colindantes. Y estaba limitada a la minería del carbón
y la industria del acero, y luego se agregó la energía nuclear…¡Qué
tiempos aquellos de Guerra Fría Mundial y, para algunos que ya
habían vencido al comunismo y dejado atrás el precariado
alimenticio, potajes calientes y para la chusma el ‘…como usted
mande, don Manuel!’
“Más tarde esta
Comunidad Económica se convirtió en una zona de libre comercio,
dedicada a propagar el ‘internacionalismo neoliberal’ (no
confundir con el venenoso internacionalismo proletario de la canalla
marxista), estimulando la libre circulación de bienes, de servicios,
de capital y del trabajo, bajo el pretexto de la creación de un
“mercado interior”.
La desinformación es
la materialización del derecho a ignorar y no comprender las cosas
“Si te tomas la
molestia puedes pensar casi cualquier cosa sobre la UE . Puedes
identificarla con los sueños de un mundo libre de cargas históricas.
O puedes verla como la encarnación de un estilo de vida consumista
agradable: de derechos sin obligaciones, de viajes gratuitos, de mano
de obra inmigrante, de un mercado laboral para graduados
universitarios de habla inglesa. ‘Europa’ es tu coraza: un patio
de recreo para la nueva clase media, los bobos, (como lo llaman los
franceses), los cosmopolitas que creen que al importar mano de obra
barata están haciendo algo por el progreso de la humanidad.”
“Desde la unión
monetaria en 1990 hasta el Pacto de Estabilidad en 1997 ( rematada
con el Acta del Mercado Único de 2011) los poderes de los
parlamentos nacionales fueron anulados por una estructura
supranacional burocrática ajena a la voluntad popular, en
conformidad con lo propuesto por el teórico y economista
ultraliberal Friedrich Hayek. Con una maquinaria puesta a punto, se
impuso a los indefensos electorados europeos una austeridad
draconiana.”
Pobretes pero
alegretes
“La propaganda de la
UE se aprovecha del deseo de paz y amistad de la gente para robarles
su patrimonio institucional más importante: el estado nación. El
estado nacional es el único sitio donde es posible una política con
un estado redistributivo o una democracia igualitaria (sin
embargo, en la parte escabrosa de la Historia Sagrada de la UE, vemos
que multiplicó el número de Estados miembros, por más de cuatro,
con el objetivo de incorporar a la UE a una extensa zona de bajos
salarios de los países del Este –más que nada por enfrentar a los
currantes entre sí y dejarles ‘clarito’ quién les ha quitado su
puesto de trabajo y quién ha tirado los salarios y los demás
derechos laborales por los suelos…- )”.
“La moneda única y
el banco central, diseñados en Maastricht, han convertido la
imposición de la austeridad y la negación de la soberanía popular
en el sistema imperante”.
“… no es extraño
que la casta oligárquica que ha gobernado la UE haya desconocido
sucesivamente la voluntad popular expresada en referendos e incorpore
al derecho constitucional sus dictados presupuestarios…”
“El centro
(Alemania) impone y hace cumplir su orden político y económico
en la periferia (todos los demás con la dosificada ‘excepción’
de Francia. Menos mal que… ‘en mujeres, vino y música como en
España ni hablar’) con una adhesión muy general a los “valores
europeos” (la constante y siempre incumplida y diferida promesa
del ‘happy end’. Véase si no la materialización de los valores
europeos en el delicado asunto de la inmigración: la UE no ha
tenido escrúpulos al encerrar a los refugiados en la Turquía de
Erdogan, con sus decenas de miles de presos políticos, torturas
policiales y la suspensión del ‘estado de derecho’ o en apoyar
los muros de alambre y cuchillas en la frontera norte de Grecia o en
el sur de España… arsa y olé! (…) ‘Por su parte la
extrema derecha ha aprovechado la crisis global para incitar –con
gran éxito de crítica y público-las reacciones xenófobas y
racistas para obtener un amplio apoyo entre los sectores más
vulnerables de la población’)
“Sabido es que el
neoliberalismo, que tiene su expresión más austera y concentrada en
la actual UE, postula un orden supranacional fundado en la reducción
y privatización de los servicios públicos; la supresión de los
controles y de la representación democrática; y la desregulación
de los factores de producción.”
“(En UK) Cuando la
derecha dice que el ‘Brexit’ va a significar menos empleo,
¡vergonzosamente la izquierda parece creerlo! Gran Bretaña es uno
de los países más ricos del mundo. Pero la izquierda se ha
convencido que requiere de las transferencias europeas para financiar
las regiones más desfavorecidas. Esta izquierda ha olvidado que las
desigualdades regionales son un problema estructural del capitalismo
y que el problema no se soluciona con las “tiritas” de una Unión
Europea que, no lo olvidemos, por su construcción neoliberal no es
reformable”
Por otro lado es lícito
pensar (reducir al máximo el número de palabras y precisar al
máximo su significado) que en el curioso fenómeno que protagonizó
el surgimiento simultáneo, aunque con desarrollo escalonado, de
Syriza, Cinco Estrellas, Podemos y Momentum (¿casualmente fueron
fabricados para primero controlar y después reconducir –de vuelta
al corral- el colérico descontento y la furiosa indignación de la
siempre ‘apoquinadora’ mayoría social?), como resultado directo
de la crisis financiera mundial y, ya se acumulaban demasiadas
prostituciones, el desgaste del ‘sex appeal’ socialdemócrata (la
socialdemocracia ya sólo se la toman en serio los niños y niñas de
las escuelas concertadas. lo de los votantes ya es asunto más
inconfesable), y en consecuencia de los carnavalescos simulacros
políticos a mayor gloria del bipartidismo: ora conservador-ora
reformista (o sea el llamado cambio insustancial de las afinidades
electivas).
Mañana, si eso,
hablaremos de la OTAN y, si nos da tiempo, de la NATO. O tampoco, que
ya se cansa uno de meter la pata en el ojo terrorista de GLADIO...
La felicidad es patrimonio de los simples.
ResponderEliminarHasta que la complicación llama a sus puertas (o las derriba sin más).
EliminarPuedes ver las cosas como quieras, como dice el texo, pero si sigues el rastro de la pasta puedes llegar a conclusiones. Pasta y trabajo se concentran entorno a la industria, que solo queda en centroeuropa. El resto somos entre gilis aborregaos y robaos.
ResponderEliminarSalud!