telesur
– 14/04/2019
Poco resta por agregar a
todo lo que ya se ha dicho, y se venía diciendo, del caso Assange.
Una operación absolutamente violatoria del derecho internacional tal
como lo estableciera el Grupo de Trabajo de la ONU contra las
Detenciones Arbitrarias que, ya en una extensa resolución fechada el
4 de diciembre de 2015, establecía que la detención del fundador de
la Wikileaks era arbitraria e ilegal y debía ser puesto en
libertad. No sólo eso, en su numeral 100 requería que “los
gobiernos de Suecia y el Reino Unido… garantizaran la situación
del Señor Assange para asegurar su seguridad e integridad física,
facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos de
manera lo más expedita posible y para asegurar el pleno disfrute de
los derechos garantizados por las normas internacionales relativa a
la detención de personas.” (enlace).
Assange y sus villanos
En un sistema
internacional en el cual cada vez con más frecuencia se atropella la
legalidad laboriosamente construida desde fines de la Segunda Guerra
Mundial no sorprende para nada lo ocurrido. En esta verdadera
tragedia para la humanidad –porque eso es lo que significa la
persecución de Julian Assange– hay unos cuantos villanos.
Primero
Lenín Moreno, (a)
“Judarrás”, repugnante síntesis de Judas y Barrabás que le
privó al australiano nacionalizado ecuatoriano del asilo diplomático
concedido hacía ya siete años poco después que aquél, privado de
acceso a Internet y telefonía, habría supuestamente sido quien sacó
a la luz pública los turbios negociados de Moreno. Lo de “Judarrás”
es además doblemente detestable porque ni siquiera tuvo la valentía
de expulsarlo de la sede de la embajada ecuatoriana en Londres sino
que solicitó a la Policía Metropolitana que, violando su inmunidad
diplomática, entrase a dicho recinto a apresar por la fuerza al
asilado. Pocas veces se ha visto un ejemplo de tanta vileza y
servilismo ante las órdenes del imperio, deseoso de propinar un
escarmiento ejemplar a Assange como señal intimidatoria a los muchos
que como él quieren garantizar el derecho a la información,
componente esencial de un orden político democrático.
Segundo
La Casa Blanca es el otro
villano, que desde los tiempos del “progre” Barack Obama hizo lo
imposible para lograr que Assange fuese extraditado a los Estados
Unidos. Si esto llegara a ocurrir al periodista le espera, en caso de
que esa solicitud sea aceptada, el sometimiento a “durísimas
técnicas de interrogación” (eufemismo para evitar decir
torturas), una interminable sucesión de juicios y acusaciones, la
cárcel y, probablemente, su asesinato en una bien orquestada “riña
de convictos” en una prisión poblada de hampones, narcos y
criminales de la peor especie. Su eventual deceso en una pelea de
reos evitaría a Estados Unidos la acusación de haber condenado a
muerte a un hombre que quiso que la verdad fuese conocida.
Tercero
Los impresentables
“representantes del pueblo” en la Cámara de los Comunes del
Reino Unido y los congresistas de Estados Unidos. Los primeros
estallaron en grandes manifestaciones de júbilo cuando la primera
ministra Theresa May informó del arresto de Assange. Otro tanto
ocurrió en el Senado y la Cámara de Representantes del Congreso de
EEUU, constituido en buena parte por politiqueros que se
enriquecieron en su función legislativa protegiendo a los lobbies y
las empresas que financiaron sus carreras políticas y condenando a
la mayoría de la población de su país a crecientes penurias
económicas al punto tal que “el 1 por ciento más rico de EEU
detenta mayores ingresos que el 90 % de la población”. Estos
personajes son los que hicieron posible que el asalariado medio de
ese país “necesitase trabajar más de un mes para ganar lo que un
CEO [director ejecutivo] gana en una hora”. Bien: esta es la
gentuza que celebró con alborozo la detención de Assange. (Ver
estos y otros datos en: Nicholas Kristof: "An Idiot's Guide to
Inequality", en New York Times, 22 de Julio, 2014 y en la nota
de William Marsden, “Obama’s State of the Union speech will be
call to arms on wealth gap”, en https://o.canada.com/news, 26 Enero 2014)
Cuarto y último
Los gobiernos europeos
que consienten no sólo este ataque de Washington al libre flujo de
la información y la imprescindible transparencia de la gestión
pública sino que admiten, como indignos vasallos, que los deseos de
la Casa Blanca y las leyes que dicte el Congreso de ese país posean
validez extraterritorial y se apliquen en sus propios países sin
intentar el más mínimo asomo de protesta o resistencia. En ese
sentido, su bochornoso acompañamiento de las decisiones de
Washington: desde el caso Assange hasta las sanciones económicas a
Rusia; o desde la criminal campaña en contra de Gadafi en Libia
hasta la brutal agresión a Siria; o desde el bloqueo a Cuba hasta la
payasesca opereta montada en torno a la figura de Juan Guaidó en
Venezuela, hablan bien a las claras de que el arte del buen gobierno
es algo que parece haberse perdido en una Europa que arrojó por la
borda toda pretensión de soberanía y dignidad nacionales y
resignada a cumplir el deshonroso papel de compinche de cuanta
tropelía desee perpetrar el emperador de turno.
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Fuente: La Tarcoteca
Empiezo a verlo claro: todos los países donde hay militares norteamericanos, son, en realidad, protectorados, cuando no simples colonias.
ResponderEliminarSu soberanía reside en el Pentágono, o más arriba. En la Casa Blanca, o más arriba.
Más arriba...
EliminarPatrimonio familias norteamericanas:
Cox: Cuya fortuna es de aproximadamente $41 mil millones de dólares.
Cargill-MacMillan: Con un patrimonio estimado de $49 mil millones de dólares.
Mars: Con un patrimonio de $79 mil millones de dólares.
Koch: Patrimonio estimado en $82 mil millones de dólares.
Walton: Patrimonio estimado en $130 mil millones de dólares.
Bill Gates: Patrimonio de $89 millones de dólares.
Jeff Bezos (Amazon): Patrimonio de $81 mil millones de dólares.
Warren Buffett: Patrimonio $78 mil millones de dólares.
Mark Zuckerberg Patrimonio de $71 mil millones de dólares.
Larry Ellison: Patrimonio de $59 mil millones de dólares.
George Soros: Patrimonio de $23 mil millones de dólares.
...Y algunos pajarracos más, como Sheldon Adelson, Goldman y Rockefeller. Un auténtico gobierno en la sombra que controla el Congreso de los USA y la gran telaraña mediática.
Cada cual que crea lo que quiera...
ResponderEliminarhttp://www.verdadypaciencia.com/2019/04/julian-assange-y-wikileaks-son-realmente-quienes-dicen-ser.html
Los hechos van en sentido contrario a lo que en ese enlace se afirma, pero no se prueba. Y yo sin pruebas o indicios probados, ni creo ni sospecho. No me hallo entre los enemigos de Assange, sino todo lo contrario.
EliminarSiete años de mentiras sobre Assange no van a parar ahora
Eliminarhttp://www.rebelion.org/noticia.php?id=254782
Estaría bien que se hiciese una lista de los amigos de Assange, tal vez arrojaría más luz sobre quién era y a quién servía. Yo creo que la mayoría de lo que hizo fue altruista, pero no se supo rodear de las personas adecuadas. Par acuando dio con Correa ya era demasiado tarde, su suerte estaba echada. Se tendría que haber pirado a Rusia, Siria o Iran.
ResponderEliminarSalud!
Sabemos quienes son sus enemigos, los mismos que los nuestros.
EliminarSnowden fue más ágil, o tuvo más suerte. Cuando se ataca, siempre hay que tener prevista y planificada una vía segura de escape. Se confió demasiado.
Salud!