21 abril, 2021

La falsa campaña del Washington Post sobre el "genocidio" uigur — Peter Symonds

 



WSWS.org – 21/04/2021

Traducción del inglés: Arrezafe


Han pasado solo tres meses desde que el exsecretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, durante su último día en el cargo, calificara las acciones de China contra la minoría musulmana uigur, en el oeste de Xinjiang, como genocidio, No proporcionó pruebas sobre las que sustentar tal acusación ni siquiera intentó justificar la utilización del término "genocidio", que implica una política deliberada de exterminio aplicada a los uigures.


De hecho, como informó Foreign Policy en febrero, durante las últimas semanas de la administración Trump, la abogacía del Departamento de Estado concluyó que no existían pruebas suficientes como para calificar las medidas del Partido Comunista Chino en Xinjiang de genocidio, advirtiendo que, "emplear el término genocidio sin pruebas conlleva el riesgo de politizar y menoscabar su significado", dada su aplicación a los más atroces casos de exterminio masivo, como los acaecidos en los campos de concentración nazis.


Todas estas objeciones fueron rápidamente obviadas por Pompeo y luego por administración de Biden. De hecho, durante las elecciones presidenciales, Biden atacó a Trump por ser demasiado blando con China, incluyendo los llamados derechos humanos. Su equipo de campaña emitió una declaración en agosto de 2020, concluyendo que las a infundadas afirmaciones de internamiento masivo de uigures constituían un "genocidio", término sostenido posteriormente por el secretario de Estado Antony Blinken.


Con asombrosa premura, los medios de comunicación estadounidenses se han puesto en acción produciendo una creciente avalancha de propaganda con espeluznantes historias de horror sobre la vida en los campos de detención en Xinjiang, llamadas a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y demandas de medidas más duras contra el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh). El vociferante alboroto sobre el "genocidio" uigur tiene como objetivo anular a la opinión pública tras la creciente confrontación de la administración Biden con China y su preparación militar para la guerra.


Un artículo publicado el lunes en el Washington Post titulado "China intensifica la tercera fase de su negación del genocidio" pone en evidencia la carencia de fundamento de las acusaciones estadounidenses. Tras descartar de plano la argumentada negación de Beijing, el Washington Post expone, sin rodeos y sin pizca de evidencia, la consabida letanía de acusaciones: un millón en brutales campos de concentración, mezquitas destruidas, mujeres esterilizadas, niños uigures enviados a instituciones estatales. Añadiendo que, "los comunistas chinos están intentando acabar con una cultura, con una forma de vida, con un pueblo".


Sin duda, el régimen del PCCh en Beijing ha llevado a cabo su propia "guerra antiterrorista" contra los separatistas uigures que han perpetrado violentos ataques dentro de China. Sin embargo, Beijing lo hizo con la aquiescencia de Washington, inicialmente de la administración Bush, que buscaba el respaldo internacional para sus propias actividades criminales bajo la bandera de la “guerra global contra el terrorismo”.


Sin embargo, nadie debería dar crédito a las afirmaciones de Estados Unidos sobre su preocupación por los derechos democráticos, de los uigures o de cualquier otra persona. Washington tiene un largo historial de activar y desactivar los "derechos humanos" para adaptarlos a los intereses estratégicos de su imperialismo. Con el apoyo de la administración Bush, el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM), un violento grupo separatista uigur, fue designado como organización terrorista. El año pasado, cuando la administración Trump intensificó su propaganda sobre los “derechos uigures”, el Departamento de Estado eliminó silenciosamente al ETIM de su lista de terroristas.


¿Cuál es pues la base de la lista de atrocidades aducidas por el Washington Post?: "Sabemos esto gracias a la reportera de Radio Free Asia Gulchehra Hoja y sus colegas, a algunos académicos tenaces y a decenas de sobrevivientes y exiliados que valientemente han dado testimonio", se afirma en dicho artículo. Nada más. No se proporciona evidencia alguna. Nada está fundamentado. El resto del artículo está dedicado a la glorificación de Hoja, quien afirma haber sido declarada "terrorista" y cuya familia en China ha sufrido como resultado de sus actividades. Ni se plantean cuestiones básicas ni mucho menos se responde a ellas.


¿Quién es Gulchehra Hoja? Durante dos décadas, ha trabajado para Radio Free Asia, un brazo de propaganda del Departamento de Estado de EEUU, después de dejar China, donde trabajó como periodista para los medios estatales. Está estrechamente relacionada con los grupos de exiliados uigures, miembros del Congreso Mundial Uigur y la Asociación Estadounidense Uigur, que piden la formación de un Turkestán Oriental independiente.


Hoja es persona de confianza claramente festejada en los niveles más altos del aparato estatal de EEUU. En marzo de 2019, fue la exiliada uigur elegida a dedo para reunirse con el secretario de Estado Pompeo en calidad de representante de aquellos cuyos familiares están supuestamente detenidos en los campamentos de Xinjiang. En noviembre de 2019, recibió el Premio Magnitsky de Derechos Humanos por su informe sobre "la crisis de los derechos humanos" en Xinjiang y ha sido incluida en la lista jordana de los 500 musulmanes más influyentes del mundo.


¿Qué es Radio Free Asia? RFA fue fundada y financiada en la década de 1950 por la CIA para emitir propaganda estadounidense por toda Asia. La RFA desempeña hoy la misma función esencial, a pesar de que dada la exposición de las operaciones sucias de la CIA en todo el mundo, se situó bajo el Departamento de Estado. Aunque nominalmente "independiente", está financiada y supervisada por el Congreso de los Estados Unidos.


La RFA y Hoja operan en estrecha colaboración con la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) establecida en 1983 como un medio para continuar las actividades vitales para el imperialismo estadounidense que había sido empañado por la funesta fama de la CIA. La NED pronto obtuvo una notoriedad propia por financiar grupos de derecha pro Estados Unidos en todo el mundo y por diseñar las llamadas "revoluciones de color" en las ex repúblicas soviéticas.


Desde su creación en 2004, la NED ha canalizado millones de dólares hacia el Congreso Mundial Uigur y la Asociación Americana Uigur establecida en 1998. Ambas son parte de una red interconectada de organizaciones de exiliados uigures en EEUU, Europa y Asia respaldada por Washington y sus aliados, dirigida contra China. La NED posee una importante base de operaciones es Turquía, con la que los uigures de habla turca tienen una afinidad histórica. Según informes, la AUA tiene conexiones con el fascista Partido del Movimiento Nacional (MHP) de Turquía y sus paramilitares de los Lobos Grises, quienes defienden un nacionalismo pan-turco que abarca a los grupos étnicos de habla turca de Asia Central.


Este es el fétido medio de extrema derecha en el que Gulchehra Hoja opera y funciona como una herramienta útil para el imperialismo estadounidense. Es significativo que, incluso cuando el Washington Post presenta a Hoja como "prueba" del "genocidio" de China y la opresión de los uigures, se vea obligado a reconocer que funcionarios chinos a principios de este mes publicaron un vídeo de su madre y su hermano demostrando que eran libres, que no estaban detenidos. El artículo, sin embargo, no pierde ritmo, descartando el vídeo como propaganda y declarando que nadie puede dudar del infierno que sufren los uigures en los campos de detención de Xinjiang, y citando como prueba otro relato escabroso de un exiliado kazajo en el New Yorker.


Hay muchas razones para dudar, en todos los aspectos, de los relatos interesados de un pequeño número de exiliados uigures bien relacionados y, a menudo, ricos. También es preciso señalar algo sobre los "tenaces académicos" del Washington Post y del más destacado, Adrian Zenz, un comentarista alemán de extrema derecha y cristiano renacido, que declara haber sido "guiado por Dios" para trabajar en pro de las minorías chinas. Zenz está asociado a una red de grupos de think tanks europeos y estadounidenses, anticomunistas de extrema derecha, red que incluye a la Fundación Memorial de Víctimas del Comunismo.


Sin embargo, la "investigación" de Zenz, en extremo tendenciosa, se compone con supuestas evidencias de denuncias de detenciones, trabajo forzoso y esterilización de mujeres uigures. Su investigación, ampliamente citada incluso en documentos oficiales de Estados Unidos y presentada como testimonio en el Congreso, está asociada a republicanos de derecha y exiliados uigures. Cuando el mes pasado el gobierno chino amenazó con emprender acciones legales contra Zenz por daños a las empresas chinas en Xinjiang, el Washington Post salió en defensa de este "académico obstinado", sobre el cual se sostiene en gran medida la acusación del supuesto genocidio uigur.


La campaña de rápida escalada dirigida por Estados Unidos sobre el "genocidio uigur" recuerda la "gran mentira" explotada por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN para iniciar el criminal bombardeo de Serbia en 1999. La administración Clinton justificó su "intervención humanitaria" como una misión para prevenir la masacre de la población de etnia albanesa de Kosovo por parte del nuevo "Hitler", el líder serbio Slobodan Milosevic. Unos medios de comunicación estadounidenses e internacionales completamente dóciles y corruptos se alinearon de inmediato con las sensacionalistas relatos de las atrocidades serbias.


Terminada la guerra, las espeluznantes afirmaciones de que 100.000 personas de etnia albanesa habían sido masacradas resultaron ser completamente falsas. El número real de muertos fue aproximadamente de 2.000 y la mayoría de esos asesinatos fueron cometidos por el grupo separatista armado denominado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), al que Washington había calificado previamente como una organización terrorista debido a sus vínculos con Al Qaeda, y al que, cambiando rápidamente de rumbo, proporcionó dinero y armas, declarando que era el único representante legítimo de la población de Kosovo. Su lider, Hashim Thaçi, quien se convirtió en el jefe del mini-estado de Kosovo respaldado por Estados Unidos, se enfrenta actualmente en La Haya a cargos por crímenes de guerra.


Basada en motivos étnicos y religiosos, la guerra de la OTAN contra Serbia fue sin embargo una guerra del imperialismo estadounidense y sus aliados con el único fin de expoliar a la desintegrada Yugoslavia.


En una escala más amplia, pero no menos criminal, la campaña de Estados Unidos sobre el "genocidio uigur" tiene como objetivo debilitar y dividir a China en grupos étnicos, como parte de los decididos esfuerzos del imperialismo estadounidense por evitar el desafío que China supone para el dominio global de Estados Unidos. En el pasado, Washington centró su propaganda en el Dalai Lama y en las acusaciones de opresión china a la población tibetana. El cambio hacia los uigures no tiene nada que ver con la preocupación por sus derechos democráticos, sino que está determinado por la posición estratégica de Xinjiang, limítrofe con Asia Central, y por sus reservas de energía, esenciales para el suministro de la Iniciativa de la Franja y Ruta de China, que une la masa continental euroasiática mediante carreteras, ferrocarril, oleoductos y telecomunicaciones.


Como en 1999, los medios de comunicación ya se han alineado. Es como si un director de orquesta golpeara su batuta y todos los instrumentos hubieran sonado a su vez. La Casa Blanca ha declarado que lo que está sucediendo en Xinjiang es un "genocidio" y los medios de comunicación de todo el espectro político se hacen eco al unísono, de tal manera que más bien se parecen el "estado policial estalinista de Beijing" al que afirman oponerse.


1 comentario :

  1. Anónimo4/30/2021

    Las acusaciones de USA hacia la URSS y China por genocidio y campos de trabajo son tan viejas como el país. Es un black hat colocado por el establishment que cultivan a nivel internacional y se queda en el subconsciente. Tenemos cantinela para rato.
    Ahora, nadie se acuerda de los 2mill de presos en USA ni de sus guerras de agresión. Eso si son DDHH.
    Salud! PHkl/tctca

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