20 agosto, 2015

El vertedero de dioxina de "Okinawa City", base-basurero de los EE.UU.

    The Japan Times

Secretos sucios:  trabajadores japoneses faenan sin equipo de seguridad en el vertedero de dioxina del ejercito de los EE-UU, en Okinawa, inundado el domingo, cuyo terreno formó parte de la base aérea de Kadena, Okinawa, la instalación más utilizada por el Pentágono durante la guerra de Vietnam. | KEN NAKAMURA-HUBER
Un marine de los U.S. consigue una indemnización de su gobierno por haber estado expuesto a la toxina de "Okinawa City" y pide que se realice una revisión médica a los residentes cercanos a Futenma. 

El gobierno de los EEUU ha indemnizado al ex marine enfermo que alegó que el Agente Naranja fue arrojado en la base aérea de Futenma en Okinawa.

El 10 de agosto la Junta de Apelaciones de Veteranos dictaminó que: el teniente coronel retirado Kris Roberts, jefe de mantenimiento en la instalación a principios de 1980, había desarrollado cáncer de próstata debido a "la exposición a sustancias químicas peligrosas." El presidente del tribunal ha basado su decisión en pruebas que incluían informes médicos, declaraciones y "fotografías de los barriles que han sido removidos de la tierra."

Sin embargo, la sentencia, cuidadosamente redactada, evita referencia específica al Agente Naranja, que el Pentágono niega que fuese almacenada en sus bases de Okinawa.

Roberts es el primer veterano que obtiene una compensación por contaminarse en Futenma, y ahora está instando a los militares para que informen sobre lo que realmente sucedió en la base aérea.

"La Infantería de Marina tiene la obligación moral y ética de alertar a otras personas que puedan haber estado expuestas", dijo en una entrevista telefónica.

Según Roberts, en 1981 se le ordenó investigar los altos índices químicos detectados en las aguas residuales que van desde la instalación a las comunidades vecinas y alrededores de Ginowan, ciudad que rodea Futenma. Tras comprobar el área en cuestión, cerca de una de las pistas de la base Roberts y su equipo desenterraron más de 100 barriles de agentes químicos, algunos marcados con las reveladoras rayas naranjas utilizadas para etiquetar defoliantes. Por orden del alto mando de Futenma, Roberts dice que los barriles fueron trasladados por los trabajadores de base de Okinawa a un lugar desconocido.


Tras el descubrimiento, Roberts ha desarrollado una serie de enfermedades graves, incluyendo enfermedades cardíacas y cáncer de próstata.

Roberts, ahora representante del estado de New Hampshire, dijo a The Japan Times que la Infantería de Marina tiene el deber de localizar a los miembros del servicio de Estados Unidos y a los empleados japoneses de la base que manejan los barriles tóxicos. También ha pedido a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos en Japón que informen a los residentes locales.

"Los tubos de drenaje de la base vierten el agua contaminada alrededor de las comunidades civiles cerca de Futenma, no sólo en la ciudad de Ginowan. USFJ debe advertirles del peligro, y los médicos tienen que buscar grupos de enfermedades similares a las que yo tengo", dijo.

Preguntado si USFJ notificaría de otros que pueden haber sido envenenados, Michael Ard, director de la Oficina de Asuntos Públicos (MCIPAC) del Cuerpo de Marines del Pacífico, nos remitió a la Oficina de Información de la marina estadounidense, la cual no ha respondido en el momento de esta publicación. Así mismo, Tiffany Carter (USFJ), jefe de relaciones con los medios, no quiso hacer comentarios.

Tal modo de actuar no sorprende a Manabu Sato, profesor de ciencias políticas en la Universidad Internacional de Okinawa, que está situada junto a la base de Futenma.

"Todos los datos disponibles en relación con la contaminación deben ser entregados a las comunidades de Okinawa, pero ni el gobierno de Estados Unidos va a hacerlo, ni el gobierno japonés se lo solicitará. Ambos quieren ocultar las transgresiones del pasado cometidas por el ejército estadounidense en Okinawa, para no provocar un sentimiento anti militar y contra los Estados Unidos", dijo.

La admisión tácita de la contaminación tóxica en Futenma es particularmente preocupante para el gobierno de Estados Unidos. La base aérea ha sido durante mucho tiempo una espina en las relaciones entre Estados Unidos y Japón.

Okinawa ha exigido durante mucho tiempo el cierre de la Base Aérea Futenma, pero estas últimas evidencias de contaminación de la base aumenta los temores de que, incluso después de su cierre planificado y la reubicación de muchas de sus instalaciones en el noreste, la tierra en Futenma estará contaminada e inutilizable para años, si no décadas.

De acuerdo a los informes públicos del Departamento de Asuntos de Veteranos, más de 200 veteranos estadounidenses creen que fueron envenenados por el Agente Naranja durante su servicio en Okinawa. Sus enfermedades incluyen el mieloma múltiple, la enfermedad de Parkinson y neuropatía periférica, enfermedades para las que el Departamento de Asuntos de Veteranos asigna indemnizaciones, pero a los estadounidenses expuestos a defoliantes en Vietnam, Tailandia y la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.

Aunque las fotografías y documentos militares corroboran las afirmaciones de que los defoliantes estaban presentes en Okinawa, Washington sostiene que no existe tal evidencia. Hasta la fecha, sólo un puñado de veteranos estadounidenses han conseguido ser indemnizados por la exposición al agente naranja en Okinawa.

Sin embargo, muchos veteranos esperan que esto cambie tras el descubrimiento de más de los 100 barriles enterrados en Okinawa, en un terreno que formó parte de la base aérea de Kadena (instalación utilizada por el Pentágono durante la guerra de Vietnam). Algunos de los barriles, de los cuales los primeros fueron desenterrados en junio de 2013, contenían rastros de tres ingredientes de Agente Naranja: los herbicidas 2,4,5-T y 2,4-D y la dioxina TCDD. Expertos japoneses e internacionales afirman que el descubrimiento demuestra que los defoliantes militares estaban presentes en Okinawa.

En junio de este año, las pruebas más recientes revelaron que una parte del agua cercana a los barriles contenían niveles de dioxina miles de veces más altas de lo que permiten las normas del medio ambiente. Mientras tanto, el manejo por parte de las autoridades de Okinawa de la "limpieza" ha sido objeto de críticas. Los trabajadores de la construcción encargados de limpiar la zona de descarga carecían de ropa protectora apropiada y las lonas de plástico que cubren la excavación permiten que el agua se acumule. En julio, un tifón inundó el lugar y los residentes manifiestan que el agua fue bombeada a un río cercano sin haber sido revisados sus niveles de contaminación.

El vertedero de dioxina de "Okinawa City" pone de relieve las deficiencias del actual Acuerdo de Estatus de Fuerzas de Estados Unidos y Japón, acuerdo que impide a los funcionarios japoneses la realización de pruebas ambientales en las bases militares y que exime al Pentágono de toda responsabilidad de limpiar la tierra japonesa bajo su control.

Además de las dioxinas, altos niveles de otras sustancias tóxicas, incluyendo plomo, arsénico y PCB, se han descubierto en los últimos años sobre el ex territorio militar de Okinawa.


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¡Y EE.UU. tiene más de 800 pocilgas como la de "Okinawa City" diseminadas por el mundo!...
Con que, armas de destrucción masiva en Irak ¿eh?...
 ¡Banda capitalista de criminales embusteros!

5 comentarios :

  1. Anónimo8/20/2015

    USA........ son un gran hijo de puta.

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  2. Jamás reconocerán nada de esto, al menos en este siglo, eso implicaría reconocer los crímenes de guerra perpetrados en Vietnam y demás, tener que indemnizar a las víctimas japonesas, americanas, vietnamitas, etc. Y abriría la veda para el resto de armás de destrucción masiva, químicas y biológicas usadas por este ejercito y por extensión por el resto: Uranio empobrecido, por ejemplo.

    Ahora solo falta ver quien le pone el cascabel al gato, porque otro estado-gato lacayo no va a ser y los sufridos ratones no están por la labor, prefieren morir en silencio, (como las almorranas).

    Salud!

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    1. Las alfombras del Poder son gruesas y extensas, se barre y oculta la mierda bajo ellas, aunque eso sí, están ecológicamente decoradas. A ver si, emulando a Fraga en Palomares, Obama se da un bañito en la dioxipiscina.

      Salud!

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  3. En Japón no existió radiación en Hirosima ni Nagasaki. Por más de 10 años después de que les tiraran las bombas nucleares fue sistemáticamente ocultado por el gobierno. Hubo cientos de periodistas y activistas detenidos. Y lo mismo ha pasado con Fukusima 70 años después. Esconder la mierda es Política de estado. Con tales antecedentes es normal que el gobierno considera las dioxinas tan peligrosas como gominolas o pica-pica.
    Salud y viva los mutantes!

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    1. No tergiverses la historia, Pablo. Lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki fue un accidente, los bombarderos se perdieron e intentaron deshacerse de las bombas en el mar, pero se equivocaron. ¿Cómo iban a hacer algo así los defensores de la libertad y de la democracia? Con los indios ocurrió algo parecido, palabra de John Wayne. :))

      Salud!...y mira bien donde pisas, lo peor que te puede ocurrir no será precisamente que pises una mierda de perro.

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