Las catastróficas condiciones climáticas, la extrema pobreza, la explotación desmedida, el hambre y la incesante guerra empujan a millones de personas a emigrar hacia el llamado mundo desarrollado. Estricta cuestión de supervivencia. De cuantas personas forman parte de este trágico y desesperado éxodo, pocas están al tanto de lo que les aguarda más allá de las fronteras que pretenden cruzar. En esa “tierra prometida” que luchan por alcanzar, apenas quedan unos miles de habitantes, todos ellos cautivos y dependientes de un generalizado y totalitario sistema tecnológico cuyos centros de control se hayan situados en el espacio.
De sus inexpugnables y robotizadas fronteras al corazón del continente, una ubicua red de autómatas de toda índole ha
suplantado con sorprendente eficacia el lugar y las funciones de los seres humanos. Sometida a un ciego criterio de rentabilidad, la tasa de natalidad
descendió velozmente hasta la práctica despoblación del continente. Para cualquiera que hoy se adentre en él, las probabilidades de encontrarse con una persona son escasas, y todos sus movimientos estarán controlados y dirigidos exclusivamente por máquinas.
Nada se
sabe con certeza de las desaparecidas élites, aunque se
sospecha que viven aisladas en fortificados parajes rodeados de opulencia y lujo.
te leo y me arde la rabia y un despoblado grito contra la maquinaria y ese espanto de saber vivo al motor... y veo en tus palabras, a los siglos y a sus historias y a todo lo que ahora sigue pendiendo de esos taxidermismas, y quiero creer, que al desentrañarlo y gotearlo como fuego, en nuestros ojos, habrá alguna vehemencia y necesidad de libertad, que oxide y acabe destruyendo su maquinaria.... salud Loam! y alegría y fuego sentir tu puño destruyendo el televisor! abrazos...
ResponderEliminarOjalá, Mareva, fuera mi modesto puño tan potente... Ojalá!
EliminarQuién no haya entendido aún que el sistema tecnológico es el que dirige nuestras vidas, es que aún no entendido nada.
ResponderEliminarSalut!
Exacto!
EliminarSalut!
Esto sólo ha sido empezar. El cambio está en las puertas. No creo, sin embargo, que el cambio sea positivo, ya sabemos que todo empeora.
ResponderEliminarSalud
¿El cambio? Permíteme que te sea franco, Francesc, desgraciadamente, lo único que va ha cambiar es el maquillaje.
EliminarSalud!
Siempre habrá quien se pelee por ser los que tengan el dudoso privilegio de reparar las máquinas, son ellos los que hacen posible ese mundo, más incluso que los dueños de las máquinas.
ResponderEliminarSalud!
Que cada hardware aguante su software. XD
EliminarSalud!
Una visión muy a lo Elysium. No hace falta que se vayan al espacio, los ricos viven en sus barrios y en sus torres, en sus cortijos, cotos y fincas. Tienen un ejército privado y otro público para asegurar su supremacía. No les hace falta bajar de sus limusinas blindadas para sentirse seguros o en otro planeta.
ResponderEliminarSalud y A comerse al rico!
No, si no se dice que se hayan ido al espacio, se señala, irónicamente, que continúan siendo sus dueños. Ese "futuro" ya está aquí.
EliminarSalud y muerte al capitalismo!