"Yo digo que quienes condenan los tumultos entre los nobles y la plebe atacan lo que fue la causa principal de la libertad de Roma, y que se fijan más en los ruidos y gritos que nacían de esos tumultos que en los buenos efectos que produjeron. En toda República hay dos espíritus contrapuestos, el de los grandes y el del pueblo, y todas las leyes que se hacen en pro de la libertad nacen de la desunión de ambos." Maquiabelo.
Clama alarmada la patriótica
y nacionalista burguesía española ante la posibilidad de que el país se
divida. También se alarmaría la patriótica y nacionalista burguesía catalana si,
alcanzada la ansiada independencia, una parte de su independizado país pugnara
a su vez por la secesión, proceso este que de repetirse en todas las autonomías
conduciría, escisión tras escisión, al punto de partida en el que todo habría
cambiado… y todo seguiría igual. Porque tanto quienes claman por la sacrosanta
unidad de esa franquicia llamada España, como quienes aspiran a establecer la
suya propia, saben o deberían saber que España siempre ha estado dividida y que
Catalunya, independiente o no, también lo está; dividida entre potentados y súbditos
(por más que el eufemístico ciudadanismo
burgués procure correr tupidos y democráticos velos); dividida, porque una
minoría posee a perpetuidad la ilegítima titularidad de un reino anclado en la dictadura, minoría que acapara las riquezas
y los recursos del país (incluidos los mercantilmente denominados recursos humanos), en
tanto que la mayoría de la población (prescindible, punible y desterrable cuando dicha minoría lo
decreta) es simplemente explotada a conveniencia para producir e incrementar el
enajenado patrimonio patrio, supuestamente común según la decorativa Constitución. En
fin, eso que denominamos sistema de clases, y que es donde realmente reside el quid de la cuestión.
La tan publicitada soberanía popular es una insultante falacia proyectada por las mismas instituciones encargadas de impedirla, instituciones a las que la crédula feligresía electoral se encarga de legitimar ritualmente cada cuatro años, en la firme convicción de que mediante dicha farsa es posible alterar el a todas luces injusto orden de los factores. Pero tal ritual no es más que un verbenero placebo, una escenificada ilusión, un espejismo alimentado por el poderoso dispositivo mediático. Privatizado de facto, la función del Estado ha quedado reducida a “mantener el orden”, es decir, a administrar y dirigir un aparato judicial, unas fuerzas armadas y una policía afines al Régimen que las promueve, instituciones cuya principal misión consiste en delimitar y salvaguardar la auténtica frontera, esa que separa a independientes de dependientes, a explotadores de explotados y a la opulencia de una minoría de la miseria de la mayoría. Frontera que atraviesa y fractura cada rincón del país, y que ni el mismísimo dinero –pasaporte que en el mundo capitalista posibilita sortearlas todas– basta para franquearla cuando se trata de acceder a los herméticos dominios del Poder, inaccesibles excepto para esas amorales huestes cuidadosamente aleccionadas, seleccionadas en función de su sumisa y servil obediencia. Roma sí paga traidores.
Entre la chabola y la mansión, entre la escasez y la abundancia, entre el desposeído y el usurpador, media una frontera colmada de obstáculos y trampas de muy diversa índole, todas ellas arteramente dispuestas, todas ellas rematadas por la bandera, oligárquico emblema del dictatorial Poder de la clase dirigente. Sólo hay que observar atentamente el mapa social para comprobar –hasta donde la mirada alcance y la policía nos permita– cuál es, con qué fin se ha establecido y a qué intereses sirve la auténtica frontera. Comprenderemos entonces por qué agitan las banderas.
Nazi-onalismos... que evitan la guerra de clases, pero solo a un bando, el otro es plenamente consciente de ello y lo aprovecha para ocultarlo y continuar manteniendo el poder.
ResponderEliminarSalud!
Scottish independence under the present agenda is no more than transferring control of our lives from one group of institutions to another. This independence comes with all the baggage of the state, and the state is there to protect those who control wealth plundered from the people, and to continue that exploitation of the people.
ResponderEliminarQuite so! Not for me to move one finger to simply change masters.
EliminarGracias Loam por tu brillante articulo, vaya si han agitado las banderas, nos han cebado con ellas,los que mandan en la sombra, se estaran frotando las manos por la excelente pesca que han obtenido.
ResponderEliminarSi la disputa que hubo en el balcon por esos dos trapos de colores,llega a ocurrir abajo entre la masa enfervorizada posiblemente hubiera corrido la sangre.
Este es un buen comienzo para la siguiente reflexion:¨Que recorrido ha hecho ,la masa enfervorizada , para actuar como zombis, automatas,seres nada,engañados,sin personalidad....para defender unos intereses que no son los suyos.
Aqui entra el concepto>realidad de IDENTIDAD PERSONAL.Esta sociedad fabrica seres asustadizos,inseguros,dependientes,manipulables....gente perfecta para ser gobernada.Para esta gente es muy COMODO entregar su vida ,sus hijos.... o lo que que haga falta a los que mandan,a las religiones ,al dinero,o al NACIONALISMO. La teoria de pertenencia al REBAÑO : el que ose criticarlo ...me lo como. En vez de preguntarse ¿QUIEN SOY? ¿QUE ES LO QUE VEO?¿QUE ES VIVIR?
Lo que esta claro es que el pueblo explotado ,su mision no es , crear nuevas naciones ,nuevos estados ,ni cambiar unos por otros....su mision es TRANSFORMAR LA SOCIEDAD COLECTIVAMENTE.
Saludos multidimensionales.
Gracias a ti por tu comentario.
EliminarSalud!
Acabo de leer este post después del de Cuadra y Baños, y explicas perfectamente lo que yo embrolladamente quería señalar.
ResponderEliminarAquí no hay una guerra entre pueblos, sino una lucha de clases, y la estamos perdiendo.
Salud y viva la lucha federalista!
Si tan siquiera la mayoría tuviese eso claro...
EliminarSalud!