Grupos violentos de Nicaragua utilizan las mismas armas y técnicas aplicadas en el caso de Venezuela. |
Arnaldo Musa
Los hijos del Imperio intentaron en estos días en Nicaragua
utilizar igual procedimiento de desestabilización al llevado a cabo en otras
naciones con gobiernos no simpáticos a Washington, pero la respuesta serena,
firme e inteligente de los revolucionarios sandinistas en el poder ha ido
mermando las posibilidades a la contrarrevolución.
Cierto que el peligro no ha pasado del todo, porque la
inteligencia norteamericana ha seguido maniobrando para confundir a jóvenes
universitarios y otros ciudadanos nicaragüenses que protestaban contra una
resolución oficial que aumentaba sus contribuciones al Instituto Nacional de Seguridad
Social (INSS), detonante del problema, propuesta que posteriormente fue
eliminada por el presidente Daniel Ortega, quien llamó a un diálogo para
resolver la situación.
Estados Unidos no se conforma con que el gobierno sandinista se
haya mantenido once años consecutivos en el poder y ganado inobjetablemente
elección tras elección, el cual, pese a la crisis económica mundial, haya
mantenido un aceptable índice de desarrollo y mantenido conquistas sociales,
además de tener al pueblo alfabetizado y gratuitos los servicios públicos de
salud, además de estar enfrascado en un proyecto de construcción de viviendas
en una nación donde dos terremotos de gran magnitud dejaron escenas dantescas
de desastre.
En cuanto al seguro social, recordemos que desde 1990, los
gobiernos neoliberales que por 16 años consecutivos asumieron el poder, robaron
al INSS, negándoles las pensiones a miles de adultos mayores, pensiones
reducidas que el gobierno revolucionario les había otorgado. O sea, la derecha
utilizó el organismo como una caja chica para robar al pueblo.
Cuando el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional regresó al
poder reincorporó al INSS a 52 000 pensionados y planteó una reforma para
estabilizar al seguro social, debido a que el Fondo Monetario Internacional
(FMI) exigió cambiar la edad mínima para el otorgamiento de pensiones de 60 a
65 años y las cotizaciones de 750 a 1500.
El FMI le exigió a Nicaragua quitar un mes de salario a los
jubilados y que los trabajadores debían aportar el 2% de su salario para
rescatar el INSS.
Ante las exigencias del organismo internacional, Ortega, en aras
de proteger a la población, decidió no incrementar la edad a las jubilaciones y
tampoco las cotizaciones, y lo único que hizo fue incrementar el aporte al INSS
de 0.75%, diferente a lo que establecía el FMI, que era, reitero, el 2%. La
mayor cuota estaba dirigida hacia la empresa privada y hacia el Estado.
No obstante, elementos al servicio del imperialismo, aprovechando
el control mediático, con mucho dinero de por medio, organizaron grupos de
protesta que se infiltraron en las pacíficas demostraciones de personas,
principalmente jubilados, que no estaban de acuerdo con la resolución.
Así, la CIA ya tenía un plan para ponerlo en práctica en la
primera ocasión y, utilizando las recetas para las “guarimbas” venezolanas,
armó a mercenarios con elementos bélicos, armas, gasolinas y modo de hacer
bombas caseras, todo utilizado para atacar a las fuerzas del orden,
manifestantes pacíficos y personal de la prensa, con un saldo de una treintena
de muertos y centenares de heridos. Además se promovieron saqueos de comercios
e incendios de hospitales, escuelas y bibliotecas, una de las cuales fue
quemada totalmente, perdiéndose un valioso patrimonio nacional.
Trump, gusanos y Nica Act
El presidente Donald Trump ha llamado a sus ciudadanos a que no
visiten Nicaragua, reducido la mayor parte de su personal diplomático —no el
relacionado con las cuestiones de inteligencia (léase sabotaje)— e instado al
Congreso a aprobar la denominada Nica Act, que había sido calorizada por la
“gusana” Ileana Ross-Lehtinen y ahora puesta a punto por su adláter Marco
Rubio.
En un comunicado, la legisladora republicana, conocida por sus
posiciones extremas contra los líderes y procesos revolucionarios, refirió en
un comunicado que: “Debemos continuar con el sostenimiento de estándares para
todos los gobiernos de Centroamérica en temas de derechos humanos, corrupción y
transparencia, mientras examinamos dónde usar el dinero de los contribuyentes
estadounidenses”.
Explicó que este nuevo proyecto de Nica Act “es más fuerte” que el
del pasado año, pues exige “que el régimen (de Ortega) combata activamente la
corrupción y tome las medidas significativas para proteger a defensores y
activistas de los derechos humanos. Estas son preocupaciones bipartidistas”,
dijo la representante, que acusó al jefe de Estado de “una trayectoria
destructiva”.
El nuevo proyecto de ley especifica que Estados Unidos solo
aprobaría los préstamos internacionales a Nicaragua por “razones humanitarias o
para promover la democracia” en la nación centroamericana, de poco más de seis
millones de habitantes y una historia de intervenciones del país imperialista.
Aunque debe ser aprobado por la Cámara Baja, luego por el Senado y
finalmente ratificado por Trump, este nuevo movimiento contrarrevolucionario
traería complicaciones internas, pues le cerraría el paso al desarrollo sostenible
que prestigia al gobierno.
La provocación de los congresistas queda clara al contemplar que
la Nica Act sería suspendida solo si Ortega promueve la realización de
elecciones “libres, justas y transparentes”, un viejo cliché injerencista en
los asuntos internos de otros países, al que está habituada la prepotente Casa
Blanca.
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como un calco por una beligerante y agresiva oposición política al Gobierno de
Daniel Ortega.”
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patronales, bajo la dirección del imperialismo llevan adelante una escalada
desestabilizadora contra el gobierno del FSLN y su presidente Daniel Ortega.”
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GRINGO: ¡Saca tus suCIAs garras de América Latina!
El esquema se repite, engaña a los ingenuos y nos devuelve siempre a volver a explicar lo obvio.
ResponderEliminarEl imperialismo existe.
El imperialismo es uno en esencia, aunque sea trino (y más) en persona.
El Imperio cavila y no descansa.
"El músculo duerme, la ambición trabaja".
Hoy había un artículo muy interesante sobre la financiación de la NED y la USAID a la oposición venezolana. Igual en toda américa, incluido Nicaragua. Tienen todos los medios de comunicación, si pegan tiros es realmente por ganas (de vender armas).
ResponderEliminarSalud!