Falsa elección - Carlo Fabretti
Insurgente ★ org 05/04/2018
“La bolsa o la vida” es una falsa elección, puesto que entregando
la vida no se salva la bolsa. En realidad, la propuesta del asaltante es: “La
bolsa solo, o la bolsa y la vida”.
Los que, siguiendo a Goethe, prefieren la injusticia al desorden,
una de dos: o son los beneficiarios directos de la injusticia (como el propio
Goethe), o no se han dado cuenta de que es una elección tan falsa como “la
bolsa o la vida”. Porque la injusticia es el peor de los desórdenes, el
desorden premeditado y alevoso que –con cinismo o hipocresía, según los casos– trastoca deliberadamente el pacto de solidaridad y respeto que hace posible la
convivencia pacífica y libre, el único orden deseable.
La injusticia le impone a la sociedad toda, no solo a quienes la
sufren, una insoportable carga de desorden concentrado, de desorden “ordenado”
(es decir, derivado de una orden), un desorden mucho más nocivo que cualquier
otro, porque no revuelve, sino que desestructura; el polvo con el que intenta
tapar las grietas de la fachada, lo obtiene erosionando los cimientos del
edificio social.
Y de todas las injusticias cometidas en nombre del orden, ninguna
tan abyecta, tan repulsiva y tan desestructurante como la brutalidad policial
en sus dos vertientes: la pública y la oculta.
Los verdaderos terroristas, aquellos que, con el diccionario en la
mano, merecen ese nombre más que cualquier individuo u organización que ejerza
la violencia desde la clandestinidad, son los funcionarios que maltratan y
torturan al amparo del poder. Y más aún que ellos, quienes los dirigen,
justifican y garantizan su impunidad.
Tras el 1-O (Catalunya 1 – España 0, lo que también significa que
Catalunya es una nación y España ninguna), y tras el ignominioso
encarcelamiento de líderes independentistas, el doble objetivo de la violencia
institucional son –y presumiblemente lo serán cada vez más– los Comitès de
Defensa de la República (y de la Realidad, y de la Resistencia, y por ende de
la Revolución). Doble objetivo: de la violencia represiva directa y de la
violencia semántica de los medios, que equiparan las actividades de los CDR a
la kaleborroka, que a su vez asocian con ETA.
Como en otras ocasiones, como cuando nos llaman “antisistema”, rechacemos
la tendenciosa carga connotativa, pero aceptemos con orgullo la literalidad de
la denominación: kale borroka, sí,
por supuesto, lucha callejera. Porque el carrer
serà sempre nostre y la lucha es el único camino.
Nuestra respuesta debe ser cívica y pacífica, sí. Pero el
pacifismo no consiste en dejarse apalear, ni es cívico dejar que apaleen a
nadie. Es el poder el que puede elegir entre el orden del diálogo y el supremo
desorden de la injusticia. Quienes no estamos dispuestos a dejarnos arrebatar la
bolsa ni la vida, no tenemos elección: no nos queda más defensa que el
contraataque.
Defender a los Comitès de Defensa
Una vez más, hay que volver contra el poder su propio discurso.
Hay que dar realidad política al fantasmagórico concepto de “entorno”,
introducido en relación con ETA para criminalizar toda forma de disidencia o
protesta. Los CDR constituyen la punta de lanza de la Resistencia (con
mayúscula, como en Francia durante la ocupación nazi) en Catalunya y un ejemplo
para el resto del Estado (y de Europa), y hay que darles el máximo apoyo a
todos los niveles.
Su “entorno” potencial son más de dos millones de catalanas y
catalanes, y sus aliados naturales, todas las organizaciones genuinamente
antifascistas/anticapitalistas/antiespañolistas (que no es lo mismo que
antiespañolas); si estas potencialidades se activan, puede que incluso los
menos jóvenes lleguemos a celebrar el triunfo de la República.
De lo contrario, la rencorosa agonía del régimen del 78 puede ser
mucho más larga y mucho más dañina de lo necesario. Dicho de otro modo: si no
estamos contra los herederos del franquismo, estamos con ellos. Una vez más, la
neutralidad es una falsa elección.
Una vez más se apela a esa. ... (al menos tambien mi opinion) falsa neutralidad.
ResponderEliminarDónde están las Piedras???
ResponderEliminarLas mías, en pleno y directo lanzamiento.
¡La Empe-intifada ha vuelto!
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