Informatión
Clearing House – 25/06/2019
Traducción: Arrezafe.
Artículo completo en inglés → aquí
Desde junio de 2009, los
estadounidenses han vivido en la falsa realidad de una economía
recuperada. Se han utilizado noticias falsas y estadísticas
manipuladas para crear esta falsa impresión. Sin embargo, los
indicadores que realmente cuentan lo desmienten, pero han sido
ignorados.
Por ejemplo, es normal
que en una economía en recuperación o en expansión la tasa de
participación de la fuerza laboral aumente. Sin embargo, durante la
década de la recuperación, desde junio de 2009 hasta mayo de 2019,
la tasa de participación laboral disminuyó de 65.7 a 62.8 por
ciento.
https://www.bls.gov/charts/employment-situation/civilian-labor-force-participation-rate.htm
Otra característica de
un crecimiento sostenido es la alta y creciente inversión
empresarial. Sin embargo, las corporaciones estadounidenses han usado
sus ganancias, no para la expansión, sino para reducir su
capitalización de mercado mediante la recompra de sus acciones.
Además, muchos han ido aún más lejos y han pedido prestamos para
recomprar sus acciones, endeudando así a sus compañías al reducir
su capitalización. Que las juntas, los ejecutivos y los accionistas
decidieran saquear sus propias compañías indica que, tanto los
ejecutivos como los propietarios, no perciben una economía que
justifique nuevas inversiones.
¿Cómo se reconcilia el
supuesto auge de 10 años con una economía en la que las
corporaciones no ven oportunidades de inversión?
En el transcurso de la
supuesta recuperación, el crecimiento real de las ventas minoristas
ha disminuido y se sitúa hoy en el 1,3%.
https://www.multpl.com/us-real-retail-sales-growth
[...]
Las ventas minoristas no
pueden crecer cuando "para la mayoría de los trabajadores de
EE.UU., los salarios reales apenas se han movido en décadas".
https://www.pewresearch.org/fact-tank/2018/08/07/for-most-us-workers-real-wages-have-barely-budged-for-decades/
Para las personas
empleadas a tiempo completo, los salarios reales han caído un 4.4%
desde 1973.
https://www.businessinsider.com/record-median-household-income-is-hiding-a-chilling-fact-2017-9
https://www.businessinsider.com/record-median-household-income-is-hiding-a-chilling-fact-2017-9
Los voceros económicos
explican los hechos. Por ejemplo, argumentan que las personas
trabajan más horas, por lo que sus ganancias aumentan, aunque sus
salarios reales no.
Otros argumentan que la
disminución de la tasa de participación en el ámbito laboral
refleja las jubilaciones del baby-boom. Por supuesto, si mira
a su alrededor en Home Depot y Walmart [grandes almacenes], verá a
muchos jubilados trabajando para complementar sus paupérrimas
pensiones de la Seguridad Social, a las que se les ha negado los
ajustes del costo de vida por la infravaloración de la inflación.
Otros voceros económicos
dicen que la baja tasa de desempleo significa escasez de mano de obra
y que, por tanto, quienes quieren un empleo lo obtienen. Lo que no
nos dicen es que el desempleo se ha enfocado de tal manera que
excluye a millones de trabajadores que, no pudiendo encontrar trabajo
dejaron de buscarlo. Si no has buscado un empleo en las últimas 4
semanas, ya no se te considera parte de la fuerza laboral y, por lo
tanto, tu desempleo no cuenta.
Es caro buscar empleo.
Hay que gastar dinero en vivir y en transporte, dinero que,
finalmente, se acaba. También es anímicamente caro. Los rechazos
constantes difícilmente generan confianza o esperanza. La gente
recurre a trabajos ocasionales para poder sobrevivir. Resulta que
muchas de las personas sin hogar tienen trabajo, pero no ganan lo
suficiente para cubrir un alquiler, por eso viven en las calles.
La propagandística tasa
de desempleo, del 3.5%, no incluye a ninguno de los millones de
trabajadores desmoralizados que no encuentran trabajo. El gobierno sí
tenía una manera, ahora en desuso, de medir el desempleo, que
incluía a los desempleados a corto plazo. Desde el mes pasado, dicha
tasa se mantuvo en el 7.1%, más del doble de la tasa oficial del
3.5%. John Williams, de shadowstats.com,
continúa estimando el desempleo de largo plazo tal como lo hacía
anteriormente el gobierno, y estima que la tasa real de desempleo en
los Estados Unidos es del 21%.
La tasa del 21% tiene
sentido, a la luz de los informes de la Oficina del Censo que indica
que un tercio de los estadounidenses de 18 a 34 años viven en casa
con sus padres porque no ganan lo suficiente como para costearse una
vida independiente.
Según los informes de la
Reserva Federal, el 40% de los hogares estadounidenses no disponen de
400 dólares en efectivo.
https://www.cnbc.com/2018/05/22/fed-survey-40-percent-of-adults-cant-cover-400-emergency-expense.html
La economía
estadounidense comenzó su declive por la miopía y la codicia
capitalista. Cuando la Unión Soviética colapsó en la última
década del siglo XX, India y China abrieron sus economías a los
países occidentales. Las corporaciones entonce vieron oportunidades
en el bajo coste de las condiciones laborales de China e India,
oportunidad para aumentar sus ganancias y reducir costes al producir
en ultramar los bienes y servicios destinados a sus mercados
domésticos. Aquellos que dudaban en abandonar sus lugares de origen
y sus fuerzas laborales, fueron empujados a deslocalizarse amenazados
por Wall Street, que dejaría de financiarlos a menos que aumentaran
sustancialmente sus ganancias.
El desplazamiento de
millones de empleos estadounidenses de alta productividad y alto
valor agregado a Asia destruyó las carreras y perspectivas de
millones de estadounidenses, afectando gravemente los presupuestos
estatales, los locales y los fondos de pensiones. El costo derivado
de la deslocalización fue extremadamente alto para la economía,
superó con creces las ganancias obtenidas por la deslocalización.
De la noche a la mañana, ciudades estadounidenses prósperas y que
una vez fueron fuente de pujanza industrial y manufacturera, se
convirtieron en ruinas económicas.
La "guerra
comercial" con China es una orquestación para encubrir el hecho
de que los problemas económicos de Estados Unidos son el resultado
de los errores de sus propias corporaciones y de Wall Street, que
trasladaron los empleos estadounidenses a ultramar, pero también del
gobierno de los Estados Unidos, que no hizo nada para detener el
desmantelamiento de su economía.
[...]
Normalmente, un gobierno
debería proteger los empleos si quiere obtener ingresos fiscales en
lugar de asumir los gastos derivados del desempleo y la asistencia
social. Se supone que los políticos quieren el éxito, no el fracaso
económico. Pero la codicia superó al juicio, y las perspectivas de
la economía a largo plazo se sacrificaron a la avaricia
cortoplacista y corporativa de Wall Street.
Las beneficios de la
deslocalización son a corto plazo, porque la deslocalización se
basa en la siguiente falacia: la suposición según la cual, lo que
es cierto para una parte, es cierto para el conjunto. Una sola
corporación, e incluso varias, puede beneficiarse al abandonar su
fuerza laboral doméstica y producir en el exterior para su mercado
interno, pero cuando muchas empresas hacen lo mismo el impacto en los
ingresos de los consumidores domésticos es grave.
[...]
Gran parte de la
prosperidad de Estados Unidos posterior a la Segunda Guerra Mundial y
la mayor parte de su poder se deben al papel del dólar
estadounidense como moneda de reserva mundial. Esta función
garantiza una demanda mundial de dólares, y esta demanda de dólares
significa que el mundo financia el presupuesto y los déficits
comerciales de los Estados Unidos mediante la compra de deuda
estadounidense. El mundo nos da bienes y servicios a cambio de
nuestros billetes. En otras palabras, ser la moneda de reserva le
permite a un país pagar sus cuentas imprimiendo dinero.
Cualquier persona
pensaría que el gobierno debería proteger tal ventaja y no alentar
a los demás países a abandonar el dólar. Pero el gobierno de los
EE.UU., imprudente en su arrogancia y absoluta ignorancia, ha hecho
todo lo posible para provocar la huida del dólar. El gobierno de los
EE.UU. utiliza el sistema financiero basado en el dólar para obligar
a otros países a acomodar sus propios intereses a los de los EE.UU.
Las sanciones y amenazas de sanciones contra otros países, la
congelación de activos y las confiscaciones, etc., han llevado a
grandes sectores del mundo (Rusia, China, India, Irán) a no utilizar
el dólar en sus transacciones, lo cual reduce la demanda de dólares.
Las amenazas contra los europeos por comprar energía rusa y
productos de tecnología china, son elementos delirantes de la
política imperial de Washington respecto a Europa. Un país con el
endeudamiento masivo de los EE.UU. pronto se vería reducido al
estatus de país tercermundista si el valor del dólar colapsara por
falta de demanda.
Hay muchos países en el
mundo mal liderados, pero el liderazgo de los Estados Unidos es el
peor de todos. Nunca bueno, dicho liderazgo entró en un precipitado
y continuo declive con la llegada de los Clinton, seguido de Bush,
Obama y Trump. La credibilidad estadounidense está en su punto más
bajo. Tontos como John Bolton y Mike Pompeo creen que pueden
restaurar la credibilidad haciendo volar en pedazos a países. A
menos que estos peligrosos idiotas sean despedidos, todos tendremos
la amargura de experimentar cuán equivocados están.
Antaño, la Reserva
Federal llevó a cabo una política monetaria con el fin de minimizar
la inflación y el desempleo, pero hoy, y durante la última década,
la finalidad de su política consiste en proteger los balances de los
bancos, que son "demasiado grandes para quebrar", y otras
Instituciones financieras favorecidas. Por lo tanto, es problemático
esperar los mismos resultados de entonces.
[...]
¿Callejón sin salida?
ResponderEliminarEso parece decir Gianni Vattimo en un titular de hoy mismo:
"Espero morir antes de que reviente todo".
A ratos espero que el "viejo topo" la encuentre. Yo únicamente la busco.