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URUGUAYAS – 30/05/2019
La masiva protesta en la
capital hondureña se concentró en la zona sur, específicamente en
los alrededores del aeropuerto internacional de Toncontín.
Protestas de salud y
educación pasan a ser un movimiento ciudadano colectivo que exige la
salida del poder de Juan Hernández.
Corrupción y vínculos
con el narcotráfico serían el acabose de Juan Hernández.
Tegucigalpa. Los
cuatro puntos cardinales de Honduras son el epicentro de masivas
movilizaciones este jueves. Los ciudadanos se han lanzado a las
calles en contra de un proceso privatizador de la salud y educación,
emprendido desde el año 2011 y que se ha intensificado en los dos
gobiernos de Juan Hernández, salpicado por la corrupción y el
narcotráfico.
Las manifestaciones se
han producido en las principales ciudades y ejes carreteros del país
en contra de varios decretos ejecutivos y la Ley Marco de Seguridad
Social, que atentan contra la salud y la educación pública.
Las protestas iniciaron
desde hace un mes por parte de los gremios de maestros, médicos y
personal de la salud y la educación que, de manera estratégica y
para coordinar acciones, conformaron la Plataforma para la Defensa de
la Salud y la Educación. Hoy jueves la Plataforma convocó a un paro
nacional que continuará mañana.
Al paro de este día se
han sumado, además de los maestros y médicos, varias organizaciones
de sociedad civil, obreros, partidos políticos y ciudadanía en
general, que ya no solo exige la derogación de las leyes que atentan
contra la salud y educación, sino que la salida del poder del
gobernante, por suponerlo responsable de actos de corrupción y de
tener nexos con el narcotráfico.
Las protestas han tomado
fuerza a raíz que saliera a la luz y a través de algunos medios de
comunicación, fragmentos de algunos documentos desclasificados de la
Corte del Distrito Sur de Nueva York que señalan que Hernández y
sus más cercanos colaboradores están siendo investigado por la
Agencia Anti Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en
inglés) por suponerlo responsable de actividades de narcotráfico y
lavado de dinero a gran escala.
"Fuera JOH",
"más medicinas, menos cocaína", es parte de las consignas
más escuchadas en las calles hondureñas, donde se han concentrado
hombres, mujeres, jóvenes, niños y adultos mayores.
Caos y represión
El núcleo de las
protestas ha sido Tegucigalpa donde en horas de la mañana se observó
una inmensa movilización, nunca antes vista en Honduras, superando
las movilizaciones del 2009 en el marco del golpe de Estado y las
marchas de las antorchas de 2015, cuando la ciudadanía salió las
calles a exigir la instalación de una comisión internacional de
combate a la corrupción.
La masiva movilización
registrada en la capital tuvo su concentración en la parte sur,
donde se ubica el aeropuerto internacional de Toncontín, que fue
cerrado por varias horas. En este sector se registró la quema de un
restaurante de comidas rápidas. En otro sector, adyacente se reportó
la quema de una unidad policial.
Otros episodios que se
han registrado, es la quema de una unidad de la Empresa Energía
Honduras (EEH) en la sureña ciudad de Choluteca y la quema de una
cisterna para el transporte de combustible en la zona norte.
Las protestas han sido
reprimidas por la policía, que arroja a discreción gases
lacrimógenos. En la ciudad de Choluteca denunciaron que los
uniformados dispararon sus armas en contra de los manifestantes.
Heridos
En tanto los pobladores
de la comunidad de Guadalupe Carney, en el municipio de Trujillo,
Colón, en el litoral atlántico, denunciaron haber sido objeto de
represión por parte de elementos de la Fuerza Naval de Honduras,
resultando heridos por arma de fuego cuatro campesinos y varios con
golpes de consideración, dijo a CRITERIO el apoderado legal del
Movimiento Campesino del Aguán (MCA), Juan Carlos Zelaya.
En la ciudad de
Siguatepeque a la altura de la carretera CA-5, en el central
departamento de Comayagua, el profesor Carlos Alfonso Sánchez,
resultó herido de bala, supuestamente a manos de elementos de las
fuerzas de seguridad del Estado, según reportes del Comité de
Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
Pérdidas económicas
El Consejo Hondureño de
la Empresa Privada (Cohep) proyectó que un paro nacional podría
dejar pérdidas a la economía nacional por el orden de 1.500
millones de lempiras diarios, es decir más de 61 millones de
dólares.
"Si llegáramos a
tener un día de paro pleno, donde realmente no se produjo nada,
estaríamos hablando de 1,500 millones diarios, ese es el efecto",
dijo el gerente de Política Económica del Cohep, Santiago Herrera.
A raíz de las
manifestaciones y de la toma de ejes carreteros, varios empresarios
decidieron esta tarde cerrar las puertas al público.
Reacción del gobierno
La noche del miércoles
el gobierno emitió un nuevo decreto, prometiendo no privatizar la
salud y la educación y no proceder a despedir masivamente a los
trabajadores de éstos dos sectores.
El decreto Ejecutivo
número PCM-023-2019, emitido para su inmediata publicación en el
diario oficial La Gaceta, se limita a hacer dichas promesas. Sin
embargo, el jefe de gobierno, Juan Hernández, no anunció la
derogación de los decretos ejecutivos que se han venido aprobando
desde el año 2011 y que atentan contra la salud y la educación
pública y que es el punto toral de las exigencias de los médicos y
docentes.
Este día el secretario
de Educación, Arnaldo Bueso, condenó y desacreditó las protestas,
sin embargo, manifestó que el gobierno está dispuesto a emprender
un diálogo para solventar la problemática.
Hasta el momento, ni los
docentes, ni los médicos, han aceptado el diálogo prometido por el
gobierno. Tampoco aceptan, como soluciona al problema, la promesa de
no privatizar la salud y de no hacer despidos masivos, mientras no se
deroguen todas las leyes que atentan contra la salud y la educación
pública.
Honduras se enfrenta a un
debilitamiento institucional a partir del golpe de Estado de 2009,
que se ha profundizado en los últimos diez años con varios actos de
corrupción y un floreciente negocio a través del tráfico de drogas
por parte de empresarios, políticos y funcionarios del gobierno.
El gobernante hondureño,
es hermano de Juan Antonio Hernández, alias Tony Hernández,
capturado por agentes de la DEA en el aeropuerto de Miami el 23 de
noviembre de 2018, acusado por la fiscalía estadounidense de
traficar toneladas de cocaína, utilizar armas para proteger sus
cargamentos y brindar información falsa a agentes federales.
Tony Hernández se
enfrenta a un juicio que se ha ido prolongando y que se espera se
retome el 30 septiembre.
Tras el descubrimiento
del saqueo al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), miles
de hondureños salieron masivamente a las calles a protestar para
exigir la salida del poder de Juan Hernández y la instalación de
una comisión internacional anticorrupción, avalada por la
Organización de las Naciones Unidas.
Hernández, que confesó
haber recibido parte de los fondos para financiar su campaña
política en el año 2013, logró hábilmente negociar con el
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),
Luis Almagro, la instalación de la Misión de Apoyo Contra la
Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), que pese a tres años
de su instalación no ha acompañado ningún proceso de investigación
contra Hernández.
En marzo pasado, el
periodista David Romero Ellener, quien guarda prisión por delitos
contra el honor, dijo tener pruebas que Hernández y su entorno
familiar había saqueado varias instituciones del Estado, logrando
canalizar más de 4.000 millones de lempiras. Las supuestas pruebas
fueron entregadas a la MACCIH.
Juan Hernández logró un
segundo mandato pese a que la Constitución hondureña prohíbe la
reelección presidencial. Para dicho propósito se amparó en una
sentencia del Poder Judicial que, sin tener asidero jurídico,
declaró la inaplicabilidad de dos artículos pétreos. Su segundo
periodo gubernamental es producto de unas cuestionadas elecciones
denunciadas por un fraude electoral y que la misma OEA pidió su
repetición.
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La paz de JOH ha
terminado, la guerra del pueblo ha comenzado –
Miguel Marroquín
Respiren mientras puedan,
hártense de lo robado antes que el fuego lo arrase todo, porque
ustedes cachurecos criminales, narcotraficantes y corruptos, están a
punto de conocer el infierno, la fiesta por fin se les terminó, en
adelante este pueblo borrará para siempre la burlona sonrisa de
Mauricio Oliva. La privatización de la salud y de la educación no
pasarán, el pueblo está decidido a llegar hasta las últimas
consecuencias, para que estos dos servicios básicos no se conviertan
en una mercancía más.
El pueblo sabe que
privatizar la salud y la educación, es sinónimo de muerte y
analfabetismo.
Al calendario se le
acabaron los días, así como al reloj los minutos, en consecuencia,
lo que les espera a estos narcos privatizadores, es la cárcel,
ningún delito por pequeño o grande que este sea quedará en la
impunidad, el pueblo ahora mismo reclama los nombres de los banqueros
que dieron la orden de asesinar a Berta Cáceres, todo con la
intención de privatizar los pocos ríos y bosques que le quedan a
Honduras. El soberano quiere conocer toda la verdad, y con ello hacer
justicia de una buena vez y para siempre.
El pueblo también quiere
conocer con nombre y apellido, a todos aquellos que planificaron y
ejecutaron al saqueo del Seguro Social, la sed de justicia es enorme,
y no será saciada hasta no ver a los culpables pudrirse en las
cárceles, hasta que sus inmundos huesos sean roídos por las ratas.
No es la venganza la que mueve al pueblo, sino el deseo de que en
Honduras impere por vez primera la justicia o porque no decirlo, que
impere un Estado de derecho para todos por igual.
Ansiedad hay, en
cualquier rincón de Honduras por conocer quiénes son los asesinos
de los estudiantes, Mario Enrique Suárez y Gerson Daniel Meza; cada
toma de carretera, cada plantón, cada grito en las manifestaciones
de las antorchas, es un permanente reclamo de justicia, para que los
asesinos paguen con largas condenas.
Del joven Isis Obed
Murillo nadie se ha olvidado, su gallardía y su juvenil sonrisa
sigue al lado del pueblo, sus gritos en contra del golpe de Estados
aún resuenan, y no terminarán de sonar sino hasta ver al criminal
Romeo Vásquez Velásquez sentado en el banquillo de los acusados
respondiendo por este y otros crímenes más, y posteriormente
llevado a la cárcel para que purgue sus últimos días encerrado.
En las tomas de
carreteras que llevan a cabo los médicos, docentes y estudiantes
para evitar la privatización de la salud y la educación, Kimberly
Dayana Fonseca, no podía faltar, su espíritu de lucha está
presente.
En cada grito de lucha
también esta Ilse Ivania Velásquez, para oponerse a la
privatización de la salud y la educación.
Policía de Honduras
reprime violentamente a manifestantes que exigen la renuncia de
Hernández
Tegucigalpa.- Las fuerzas
de seguridad del Estado de Honduras reprimen violentamente este
viernes las manifestaciones masivas que se llevan a cabo a nivel
nacional y que exigen la renuncia del jefe del régimen, Juan
Hernández, por suponerlo responsable de actos de corrupción y de
tener nexos con el narcotráfico.
Honduras se enfrenta
nuevamente a episodios violentos que se suscitan en las calles de las
principales ciudades del país, donde se registran manifestaciones,
barricadas y tomas de carreteras, las que están siendo reprimidas
violentamente por policías y militares, que arrojan a discreción
gases lacrimógenos e incluso en algunas zonas han disparado sus
armas de reglamento.
ONU pide no usar
militares para reprimir las manifestaciones en Honduras.
La protesta convocada en
Tegucigalpa fue disuelta por los policías, quienes pese a que la
población se manifestaba de manera pacífica comenzaron a lanzar
bombas lacrimógenas para impedirles el paso. Las protestas han
continuado de manera dispersa en los barrios y colonias. Sin embargo,
los uniformados han llegado hasta estos sectores donde siguen
lanzando a discreción los gases lacrimógenos.
La irregular actuación
de las fuerzas de seguridad del Estado fue denunciada por la
Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación ante el Comisionado
Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
"Queremos decir una
vez más quien es el Comandante General de las Fuerzas Armadas y
quien dicta las acciones: se llama Juan Orlando Hernández, por lo
tanto quien esta violentando los Derechos Humanos en este momento es
justamente él", dijo Suyapa Figueroa, presidenta del Colegio
Médico de Honduras.
Las protestas iniciaron
desde hace un mes por parte de médicos y docentes, que exigen la
derogación de varios decretos ejecutivos y de la Ley Marco de
Seguridad Social, porque atentan contra la salud y la educación
pública.
La lucha magisterial y
médica se ha transformado en un movimiento social colectivo que
exige la salida del poder del gobernante, Juan Hernández, por
suponerlo responsable de actos de corrupción y de tener nexos con el
narcotráfico.
La indignación de los
hondureños, que han salido masivamente a las calles en los 18
departamentos del país, se ha intensificado luego que varios medios
internacionales informaran que la Agencia Anti Drogas de los Estados
Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) está investigando a
Hernández y a sus cercanos colaboradores por tráfico de cocaína y
lavado de activos a gran escala.
Violencia
En horas de la tarde se
registró la quema parcial de la entrada principal de la embajada de
los Estados Unidos, ubicada en Avenida La Paz de Tegucigalpa, en un
sospechoso incidente que no fue repelido por los guardias de
seguridad privada y de elementos de la Policía Tigres que siempre
custodian el lugar.
También se reportan
daños a negocios y algunos saqueos de tiendas en Tegucigalpa.
Las protestas se
verifican en todo el país, siendo la zona norte uno de los
principales epicentros. La ciudad de San Pedro Sula, localizada en
aquel sector, luce semiparalizada, golpeada fuertemente la economía
del país centroamericano donde el 67 por ciento de la población
vive en condiciones de pobreza.
Diálogo
La noche del jueves, el
gobernante pidió a los médicos y docentes que abandonen su lucha y
acepten su promesa de diálogo.
Hernández ha prometido
mediante un decreto ejecutivo que no privatizará la salud y la
educación y que tampoco despedirá el personal de ambos gremios. Sin
embargo, no acepta la derogación de los decretos y de la Ley Marco
de Seguridad Social, que demandan los médicos y docentes.
Al parecer la represión
continuará con mayor intensidad en las próximas horas, luego que la
Policía Nacional, advirtiera esta tarde que procederá a capturar a
las personas que provoquen disturbios callejeros.
Los hondureños, que se
manifiestan en las calles, rechazan que la embajada de los Estados
Unidos haya pedido la noche del jueves que los sectores en conflicto
busquen el diálogo.
"Somos nosotros los
hondureños quienes debemos resolver nuestros problemas", dijo
una docente que participaba en la mañana en la manifestación que
inició en la colonia Kennedy de Tegucigalpa.
La docente acusó al
gobierno estadounidense de haber impuesto en el poder a Juan
Hernández en contra de la voluntad popular de los hondureños.
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