La
Haine -19/02/2020
Carta abierta a mis
amigos los socialdemócratas de mierda - Angel Lara
Mis estimados amigos
socialdemocratas de mierda:
Recordaba recientemente
el catedrático universitario e investigador social argentino Marcelo
Colussi a los olvidadizos socialdemócratas europeos, que el
capitalismo está basado esencialmente en la explotación de las
grandes mayorías. Este sistema político social nació, escribía
Colussi, con las manos encharcadas en sangre, y ni siquiera por un
instante a lo largo de su historia se ha torcido ni un ápice de ese
camino.
La cuestión, estimados
reformistas que nada reformáis, es que el capitalismo como sistema
no puede transitar por otros derroteros diferentes a los que ya
transita. Su naturaleza viene determinada por las leyes que marcan su
evolución: beneficios, beneficios y más beneficios Ésa es la razón
por la que, por mucho que os empeñéis, no ha existido ni podrá
existir nunca ese capitalismo "bueno" que tan
perseverantemente nos recomendáis. O sea, un capitalismo que tenga
la debilidad de ocuparse del bienestar de los seres humanos, de su
salud, de su cultura, de su ocio...
Eso no lo comprende todo
el mundo. Bueno, hay quienes son capaces de entenderlo, pero sus
intereses los alinean necesariamente entre sus defensores. Entre
ellos os encontráis vosotros.
Pretendeis empujarnos a
que nos miremos en el espejo de Suecia, Noruega, Finlandia… Cuando,
como fieles valedores del sistema, os veis atrapados por las
contradicciones de la realidad social que os circunda, nos espetáis
a los que no pensamos como vosotros: "¡Hay que mirar hacia
Suecia, compañeros. Ésa es la meta a conquistar!".
¿Podrán ser Suecia,
Finlandia y Noruega un ejemplo a seguir por parte del resto del
planeta? ¿Son estos supuestos "mirlos blancos" del
conjunto del sistema una expectativa real de un capitalismo con
"rostro humano"?
En principio conviene
puntualizaros, amigos socialdemócratas, que esos presuntos "estados
benefactores" nórdicos deben su holgada existencia a la enorme
acumulación de capitales y riqueza, que hace posible para sus
respectivas clases poderosas desprenderse de unas pocas migajas en
favor de aquellos que se encuentran en la puta base de vuestra
pirámide social.
Pero, además, por
simples razones de justicia universal resulta inevitable preguntarse,
¿esa gigantesca acumulación de riqueza de los países nórdicos es
posible en el resto del mundo?
En la respuesta a esta
interesante interrogante reside el quid de la cuestión del tema que
estamos tratando. Los llamados "estados benefactores nórdicos"
sólo han sido posibles gracias a la sobreexplotación y a la miseria
de una buena parte de la población restante del planeta. La
sobreacumulación en los países citados, que tienen además unas
características demográficas excepcionales, se las pueden permitir
porque miles de millones de seres humanos del resto del mundo –en
África, América Latina, Asia y extensas áreas de la propia Europa–
están sometidos a un intercambio brutalmente desigual. El llamado
Tercer Mundo paga los productos manufacturados provenientes de los
complejos industriales del Norte a precio de oro. En cambio, ellos se
ven obligados a vender a precio de retales las valiosas materias
primas que hacen posible que las grandes industrias del Norte
sobreproduzcan y puedan apropiarse de los mercados mundiales. Esta
simple diferencia de "matiz" entre el papel que desempeñan
unos y otros explica la diferencia entre los del Norte y los del Sur
Pero este "intercambio
desigual" entre el Norte y el Sur es sólo una parte de la
explicación que permite entender por qué razón las escuelas de los
niños de Finlandia estén tan bien atendidas y pertrechadas y, en
cambio, los tugurios miserables en los que habitan los niños
congoleños no les ofrezcan siquiera la posibilidad de sobrevivir una
tercera parte de la edad que llegarán a vivir los niños suecos. Así
de simple, mis queridos reformistas que nada reformáis.
A ese factor clave del
intercambio dramáticamente desigual, que se produce entre el Norte y
el Sur del planeta, se unen otros muchos que explican, igualmente,
las injustas diferencias entre la niñez entre algodones de la que
disfrutan los niños fineses, y la podrida miseria que rodea a los
infantes de la República del Congo.
Entre esos otros factores
que también contribuyen al expolio que vosotros defendéis en
vuestras instituciones económicas internacionales, se encuentra
igualmente la apropiación directa de las materias primas, la
especulación financiera a través de vuestras Bolsas y Bancos, la
organización de la economía mundial en función de vuestros
intereses, los suculentos negocios de las armas en los que
hipócritamente paticipáis, el tráfico de drogas, el lavado de
capitales “negros” en vuestros paraísos fiscales, el crimen
organizado, las guerras que organizáis para evitar que los pueblos
del mundo se atrevan a levantar cabeza…
¿Os enteraos, por fin,
mis queridos socialdemócratas de mierda, cuáles son las razones por
las que nunca podréis construir un capitalismo con "rostro
humano"?
✪
Creo que la socialdemocracia se ha transformado en una suerte de conservadurismo compasivo que convierte a los más pobres de Occidente en víctimas-esclavos del Estado, y, lo que es peor, en pupilos ciegos contentos y convencidos. Puestos a construir muros, sería mejor levantarlos alrededor del welfare system que alrededor de los países.
ResponderEliminar¡Más muros no, por favor!
EliminarEl mito del bienestar social en los países nórdicos. Países con altos índices de suicidio, su individualismo feroz hace que mucha gente sobreviva a base de antidepresivos, aumento considerable de conductas racistas y auge de partidos de extrema derecha... En fin la cuna del socialcapitalismo no albergaba otra cosa que una pequeña barbarie que ya ha crecido.
ResponderEliminarCarta abierta que firmo yo también
Salud!
Un mito que globaliza la explotación, pero no la justicia social, y que, como señala la carta, traspasa la riqueza del sur trabajador al norte capitalista.
EliminarSalud!
Sin olvidar añadir al expolio, el suculento negocio de la prostitución, al que han conseguido llamar trabajo sexual, y el porno, que no es otra cosa que odio a las mujeres y violencia machista.
ResponderEliminarTodo ello va incluido en la índole mercantilista del capitalismo, sinónimo de prostitución.
EliminarLa socialdemocracia es la Reforma Protestante del capitalismo.
ResponderEliminarDe la que se deriva el funesto concepto de "progreso".
EliminarHasta que no nos extirpemos al capitalismo y esa clase multimillonaria y armada y criminal, no habrá un cambio real. Todo el sistema social recae en sus decisiones porque se han hecho por la fuerza y la extorsión dueños de lo colectivo. Y nos venden desde su entramado democracia y libre albedrío y supuesta capacidad de elección y esas supuestas bondades, porque eso es lo que nos ciega y vulneraliza y nos hace rentables para la maquinaria y lo que los perpetua.
ResponderEliminarNecesitamos mucha más rabia.
Y radicalismo, ir a la raíz, y desde allí destruir el entramado y regenerar la vida y recuperar lo colectivo desde lo colectivo.
Me gustó leerlo porque es muy directo y esclarecedor.
Hasta el estallidooooooo!Salud
Es interesante ver las mutaciones sociales sufridas en los últimos 50 años a causa del neoliberalismo. Solo comparable a la llegada del cristianismo. Estos socialdemocratillas son los nuevos curillas y no dudan en defender al monstruo.
ResponderEliminarSalud!