06 junio, 2023

La negación clasista de las clases — Michael Parenti

 



Fragmento extraído de “Blackshirts & REDS (1997), libro de Michael Parenti.

   Traducción del inglés: Arrezafe


Aquellos que ocupan los círculos superiores de riqueza y poder son muy conscientes de sus propios intereses. Si bien a veces difieren seriamente entre sí en temas específicos, exhiben una cohesión impresionante cuando se trata de proteger el sistema de clases existente de poder corporativo, propiedad, privilegio y lucro.


Al mismo tiempo, se cuidan mucho de no alentar la conciencia pública acerca del poder de clase que ejercen. Evitan la palabra clase, especialmente cuando se emplea en referencia a ellos mismos como "clase propietaria", "clase alta" o "clase adinerada", pero sobre todo lo que menos les gusta es ser políticamente denominados como "clase dominante".


En este país, la clase dominante se ha afanado mucho para dar la impresión de que no existe, que no posee la mayor parte de casi todo y que no ejerce una tremenda y desproporcionada influencia sobre los asuntos de la nación. Tales precauciones son en sí mismas claros síntomas de una aguda conciencia de sus intereses de clase.


Sin embargo, los miembros de la clase dominante están lejos de ser invisibles. Sus posiciones de mando en el mundo empresarial, su control de las finanzas y la industria internacionales, su propiedad de los principales medios de comunicación y su influencia sobre el poder estatal y el proceso político son, hasta cierto punto, asuntos de dominio público. Si bien puede parecer cosa sencilla aplicar el término clase a aquellos que ocupan los niveles más altos del mundo, la ideología de la clase dominante descarta cualquier aplicación del término, situándolo despectivamente en la "teoría de la conspiración".


El término clase también es tabú aplicado a los millones que hacen el trabajo social por el que suelen recibir salarios miserables, la "clase trabajadora", un término que se excluye como 'jerga marxista'. También está prohibido referirse a las "clases explotadoras y explotadas", porque entonces se está hablando de la esencia misma del sistema capitalista, la acumulación de riqueza corporativa a expensas del trabajo.


La palabra clase es un término aceptable cuando está precedido por el adjetivo tranquilizador 'media'. Todos los políticos, publicistas y expertos se entusiasman con la clase media, objeto de su apasionada preocupación.


La muy admirada y muy compadecida clase media está supuestamente habitada por personas virtuosamente autosuficientes, libres del presunto despilfarro de aquellos que habitan los niveles más bajos de la sociedad. Al incluir a casi todos, la "clase media" sirve como un concepto convenientemente amorfo que enmascara la explotación y desigualdad de las relaciones sociales. Es una etiqueta de clase que sirve para negar la realidad del poder de clase.



2 comentarios :

  1. Clase media: concepto amorfo, aunque tremendamente eficaz, ya que no solo enmascara la explotación, sino que además construye baluartes ideológicos desde los que es casi imposible divisar cualquier alternativa. Salud y clase!

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    1. Vienen a mi memoria dos canciones de Víctor Jara:

      Usted no es na'
      ni chicha ni limoná

      Y otra que dice así:

      Las casitas del Barrio Alto
      con rejas y antejardin,
      una preciosa entrada de autos
      esperando un Peugeot.

      Hay rosadas, verdecitas,
      blanquitas y celestitas,
      las casitas del Barrio Alto
      todas hechas con resipol.

      Y las gentes de las casitas
      se sonríen y se visitan.
      Van juntitos al supermarket
      y todos tienen un televisor.

      Hay dentistas, comerciantes,
      latifundistas y traficantes,
      abogados y rentistas.

      Y todos visten policrón,
      juegan bridge, toman martini-dry.
      Y los niños son rubiecitos
      y con otros rubiecitos
      van juntitos al colegio high.

      Y el hijito de su papi
      luego va a la universidad
      comenzando su problemática
      y la intringulis social.

      Fuman pitillos en Austin mini,
      juegan con bombas y con políticos,
      asesina generales,
      y es un gangster de la sedición.

      Y las gentes de las casitas
      se sonríen y se visitan.
      Van juntitos al supermarket
      y todos tienen un televisor.

      Hay rosadas, verdecitas,
      blanquitas y celestitas,
      las casitas del Barrio Alto,
      todas hechas con resipol.

      Salud, Conrado!

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