27 abril, 2025

NO LLORA, NO SE LAMENTA, NO GRITA...

 



«No llora. No se lamenta. No grita pidiendo ayuda. Su hiyab está empapado en su propia sangre. Sus pies caminan sobre las ruinas de su vida. Lleva a dos hijos, uno bajo cada brazo, no con fuerza, sino con propósito. A sus espaldas, Gaza está hecha pedazos. Pero ella sigue entera. No porque esté ilesa. Sino porque se niega a desmoronarse. Porque sabe que sus hijos necesitan su calma más que sus llantos. Porque en un mundo que les ha dado la espalda, una madre no puede permitírselo. Esto no es solo fuerza. Esto es sagrado. Esto es resistencia envuelta en un hiyab beige y sangre. Esta es la maternidad en Gaza: cruda, resiliente y radiante. Ella es el titular que nunca se publica. Ella es el grito que nunca llega a las noticias de última hora. Ella es el alma de un pueblo que aún se mantiene en pie bajo los cielos que caen. Comparte este recuerdo imborrable de ella, no solo por lo que sobrevivió, sino por cómo eligió sobrevivir con dignidad, con gracia y con sus hijos aferrados a su corazón. Recuerda siempre quién le hizo esto, cómo y por qué. Los sionistas usan herramientas occidentales para asesinar, simplemente por ser palestinos.


https://t.me/Marwa_OsmanLB/4225


Vía PRAKTIKA




25 abril, 2025

«¡A la mierda con Israel, Palestina libre!» — Caitlin Johnstone

 


Caitlin's Newsletter – 25/04/2025


Que nadie diga: «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!». Decir: «¡A la con mierda Israel, Palestina libre!» es grave ofensa para quienes están a favor del genocidio.


Cuando decís «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!», herís los sentimientos de quienes creen que está bien bombardear todos los hospitales de Gaza. Así que nunca, jamás, debes decir «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!».


¿Quiénes os creéis que sois para decir «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!»? ¿No sabéis que al decir «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!» estáis provocando que quienes aplauden la hambruna deliberada de toda una población civil se pueden alterar emocionalmente?


En lugar de decir «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!», deberíais intentar poneros en el lugar de esos que, compasivos, apoyan la limpieza étnica total del pueblo palestino. Ellos están a lo suyo, celebrando alegremente el bombardeo masivo de un gigantesco campo de concentración colmado de niños, ¿y llegas tú y les arruinas el día diciendo «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!»? ¡Qué crueles y odiosos sois!, cuando lo único que hacen es aplaudir la mutilación, la evisceración y la incineración de niños, el asesinato de periodistas y personal médico, la destrucción sistemática de la infraestructura civil y la destrucción total de una región entera, cuya población están exterminando metódicamente a balazos, bombardeos, hambre y enfermedades. No están haciendo nada tan cruel y repugnante como para decir cosas tan ofensivas como «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!».


Así pues, no volváis a decir «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!» bajo ninguna circunstancia. Nadie debe decir, y mucho menos propagar machaconamente el lema «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!», día tras día hasta que Palestina sea libre, y conseguir que todo el mundo entero lo repita también.


Insisto, la frase que debéis evitar decir a toda costa es: «¡A la mierda con Israel, Palestina libre!».


¡A la mierda con Israel, Palestina libre!







24 abril, 2025

Estados Unidos exporta armas y guerras. Cuba, brigadas médicas — Marcelo Colussi

 


Correo de los trabajadores – 23/04/2025


Unas 38 brigadas médicas cubanas (con dos mil 544 integrantes) del contingente internacional Henry Reeve contribuyeron con los esfuerzos de 26 países ante la crisis sanitaria por la pandemia de la Covid-19.


«Si volviera a nacer sería nuevamente miembro del Ejército de Batas Blancas del Sistema de Salud cubano». Médica cubana


Estados Unidos y Cuba representan dos modelos político-económico-sociales radicalmente distintos: el país capitalista más poderoso del mundo, el primero; una pequeña isla que tuvo la osadía o la dignidad de independizarse de los tentáculos imperiales para construir el socialismo, el segundo. La diferencia de potencial tecnológico, económico y militar es abismal. De todos modos, el gigante del norte, después de más de seis décadas de estar queriendo a toda costa hundir la experiencia socialista, no lo ha logrado. Le ha propinado formidables golpes, con intentos de invasión, bloqueo, campañas negras, espionaje, sabotajes, mentiras difundidas a los cuatro vientos y un largo y vergonzante etcétera de agresiones. Pero no ha podido doblegar el espíritu revolucionario de un pueblo y su dirigencia que, pese a todo, aún muy orgullosamente siguen levantando las banderas del socialismo.


Inmediatamente después de la revolución de 1959, en 1960, bajo la presidencia de Dwight Eisenhower, comenzaron las medidas restrictivas de Washington contra la isla. Luego del fracasado intento de invasión militar en Bahía de los Cochinos en 1961, fue en 1962, con John F. Kennedy en la Casa Blanca, cuando la gran potencia comenzó un bloqueo total contra la experiencia socialista. Después de 63 años de mantener esa inmoral medida rechazada por prácticamente todos los países del mundo, ninguna administración (ni demócratas ni republicanos) la levantó. Hubo momentos de mayor suavización, así como de endurecimiento, pero la política de Estado se mantuvo inalterable: había que desmantelar ese "mal ejemplo". Pero, aún ocasionando grandes problemas en la nación revolucionaria, no se consiguió ese cometido. Hoy, con la presidencia de este neonazi que es Donald Trump, el imperio ajusta mucho más las tuercas.


En 1960, con motivo del gran terremoto (9.5 en la escala sismológica, el mayor registrado en la historia) sufrido en el sur de Chile, con miles de muertos y destrozos incalculables, se organizó la primera brigada médica de Cuba, para ir a asistir solidariamente al pueblo chileno. Tras evaluar esa experiencia, el gobierno de La Habana instauró formalmente la colaboración médica cubana con el mundo; en este caso fue Argelia, recientemente liberada del imperialismo francés (1961), que luego de ese gran momento político, se quedó casi sin personal médico, porque los galenos franceses partieron rumbo a su país. A pedido del gobierno argelino, Cuba socialista respondió solidariamente, enviando una misión de 54 profesionales: 29 médicos, 4 estomatólogos, 14 enfermeros y 7 técnicos de salud. Todos ellos participaron voluntariamente, como parte de la ética socialista que comenzaba a delinearse en la isla caribeña. Para Estados Unidos, representante por antonomasia del capitalismo donde todo obviamente también la salud es negocio lucrativo, eso era un pésimo ejemplo. Es por ello que, desde aquel entonces, está haciendo lo imposible por doblegar la experiencia socialista.


A partir de ese momento fundacional, el gobierno cubano decidió implementar regularmente esa ayuda al exterior. A lo largo de todos estos años las Brigadas Médicas Cubanas (BMC) se han sabido ganar el reconocimiento de innumerables pueblos donde ayudan. De esa cuenta, habiendo participado en 165 países de los cinco continentes (Estados Unidos rehusó esa colaboración luego del devastador huracán Katrina que sufriera en 2005, mal manejado por la administración federal, causando cerca de 2,000 muertes –población afrodescendiente en su mayoría, la más olvidada y vulnerable– y 100,000 millones de dólares en pérdidas materiales), se atendieron 2,300 millones de consultas, salvando la vida de 12 millones de personas. En la actualidad las Brigadas Médicas Cubanas prestan sus servicios en 56 países con 24,000 personas trabajando (médicos, estomatólogos, enfermeros, técnicos sanitarios), dando consulta en las diferentes especialidades médicas (muchas veces en zonas inhóspitas, donde profesionales locales no van), atendiendo también en catástrofes naturales y crisis sanitarias –epidemias, por ejemplo–, a lo que hay que agregar 1) la Operación Milagro, destinada a la atención de patologías oculares, con 3 millones de personas atendidas, y 2) la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (ELAM), de amplio reconocimiento internacional, dedicada a la formación de personal de salud con un enfoque en solidaridad, atención primaria (preventiva) y servicio a comunidades vulnerables, que hoy forma, en forma totalmente gratuita, a jóvenes de 120 países.


Todas estas intervenciones véase bien: Cuba exporta servicios de salud, no armas ni guerras como sí lo hace Estados Unidos se realizan a partir de la solicitud de los países que las reciben mediante acuerdos bilaterales, claros y transparentes. Valga la importante aclaración, para desvirtuar la horrenda campaña de desprestigio que monta hoy Washington, en muy buena medida impulsada por la saña con que se mueve hacia Cuba el hoy Secretario de Estado, Marco Rubio: aquí no hay exportación de esclavos, no hay trata de personas, hay servicios de salud solidarios.


Estas iniciativas, enmarcadas siempre en una ética de solidaridad con los más vulnerables, con las poblaciones más desvalidas y olvidadas (¡eso es el socialismo!), le han valido a las BMC un importante reconocimiento por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene un enfoque fundamentalmente preventivo para el campo sanitario de toda la población global, y no mercantil, como rige en la concepción capitalista.


Cabe destacar que todo el personal de salud cubano que se integra a las misiones lo hace en forma voluntaria. Su participación siempre se sustenta en convenios bilaterales de colaboración suscritos entre los respectivos ministerios de salud de los países donde actúan, y en algunos casos con participación de la OMS/OPS.


Cumplir esas misiones son decisiones absolutamente personales que se respaldan legalmente con la firma de un contrato con la Unidad Central de Colaboración Médica de Cuba, mediante el cual se establecen las condiciones de trabajo y de vida que habrán de tener en el territorio asignado. Ese personal tiene asegurados sus empleos y plazas en Cuba al regreso de su misión. Mientras están fuera de la isla tienen garantizado el pago total de su salario mensual, así como su contribución a la seguridad social, el descanso semanal y las vacaciones anuales pagadas.


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Las BMC tiene dos modalidades: 1) reciben un pago por parte de los gobiernos de los países donde actúan, del cual toman una parte los profesionales actuantes -además de mantener su salario en Cuba- mientras otro porcentaje va al Ministerio de Salud de La Habana; y 2) son completamente gratuitas, como gesto solidario del gobierno revolucionario de la isla en aquellos países de muy escasos recursos. Los ingresos que recibe el Estado cubano, resultado de los contratos pactados por todas las partes, se destinan en Cuba al financiamiento, sostenibilidad y desarrollo de un sistema de salud gratuito, de calidad y de cobertura universal, que otorga índices en esa materia para su población comparables -o en algunos casos: mejores- que muchas potencias capitalistas. Allí rige la idea de que la salud es un derecho humano, por tanto, debe ser gratuita. Recuérdese, tangencialmente, que el negocio de los medicamentos es uno de los cinco rubros empresariales más poderosos del mundo.


A inicios de este año regresó a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, un magnate que manejó sus negocios –5,500 millones de dólares de patrimonio– con muy cuestionables métodos nada transparentes. Esa modalidad -abusiva, impositiva, irrespetuosa, transgresora de las leyes en muchos casos- es la que está implementando ahora en su posición desde la Casa Blanca. Desde una ideología de derecha ultra conservadora rayana en el fascismo –supremacista, xenófoba, patriarcal– ha tomado a Cuba y su ejemplo revolucionario –las BMC evidencian esa actitud solidaria– como un principal blanco de ataque.


De hecho, Trump intenta llevar más lejos la asfixia a la revolución profundizando el bloqueo; por lo pronto volvió a incluir a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, ha reactivado el Título III de la Ley Helms-Burton, restableciendo así el derecho de los ciudadanos estadounidenses a presentar demandas por propiedades confiscadas en la isla hace décadas en el momento de la revolución, y ha incluido a la nación caribeña en la lista de “adversarios extranjeros” (¿eje del mal, como decía Bush?), junto a Venezuela, Irán, Rusia y China, es decir: países que, según un retorcido criterio, atentan con la seguridad nacional de Estados Unidos.


En ese orden de ideas, el gobierno de Trump ha empezado a retirar los visados estadounidenses a los funcionarios de países que mantengan Brigadas Médicas Cubanas. La intención –maléfica, por cierto– es muy clara: 1) dañar la imagen de Cuba, haciendo pasar estas misiones como “trata de personas” (sic), mostrando al personal de salud como “esclavos” de los que se beneficia la “dictadura castrista”, y 2) privar a la isla del ingreso que le representa el pago por esas misiones, que sirve para financiar su propio servicio de salud, buscando así profundizar el ahogo de la revolución.


Así, en ese marco, Washington intenta crear una imagen sombríamente negativa de las brigadas, por lo que está difundiendo mensajes que intentan dañar su credibilidad. Se difunden noticias (“Una mentira repetida mil veces se termina transformando en una verdad”, no olvidemos esa máxima del nazismo goebbeliano) que presentan a los profesionales de la salud cubanos como esclavos a los que se les quitan sus pasaportes, no permitiéndoseles relacionarse con la población local donde intervienen, no pudiendo llevar a esos territorios a sus familias y, en algunos casos, debiendo cumplir un estricto toque de queda a partir de las 6 horas de la tarde. Son infames patrañas, sin dudas, pero sabemos que el poder de la comunicación masiva es fenomenal; tantas mentiras terminan creando un clima, una matriz de opinión. Está claro que el objeto es seguir dañando, cada vez más, al proceso revolucionario.


Mauricio Claver-Carone, cubano-estadounidense y visceral enemigo de Cuba y Venezuela, a las que acusa de “dictaduras corruptas”, hoy enviado especial de la Casa Blanca para América Latina y el Caribe, expulsado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2022 (donde había sido impuesto por Donald Trump en su primer mandato, contrariando las normas vigentes que exigen un presidente latinoamericano, siendo él ciudadano estadounidense) por groseros actos de corrupción (aumentando en forma obscena el sueldo de su amante, también contratada en la institución, contraviniendo los reglamentos internos), fue descaradamente sincero en la actual cruzada emprendida por Washington contra las BMC: a la revolución hay que propiciarle un “golpe duro”.


Marco Rubio, actual Secretario de Estado, que en realidad no es cubano sino que aprovecha el hecho de que sus padres sí lo son –pero habiendo salido de la isla en 1956, antes de la revolución–, quien ahora curiosamente habla de lucha contra la corrupción –las brigadas serían una expresión de eso, según su visión– pero que fuera acusado en numerosas ocasiones de corrupto por recibir cuantiosos sobornos cuando era senador por el estado de Florida relacionándosele directamente con las mafiosas ayudas prestadas a su cuñado, Orlando Cicilia, acusado de narcotráfico en nada transparentes negocios aprovechando su anterior posición como funcionario, está buscando denodadamente desprestigiar a las BMC. En su reciente viaje por Centroamérica y el Caribe buscó la sumisión de los funcionarios gubernamentales con quienes se entrevistó, amenazándolos con el retiro de visas si continúan aceptando la presencia de personal de salud cubano en sus territorios.


Su obsesión en este tema no es nada nuevo; esto viene desde tiempo atrás, habiendo exhibido siempre, desde hace años, este odio visceral por el proceso cubano, al que no deja pasar oportunidad para criticar de la manera más amarga. Ahora, en el gobierno neofascista de Trump y con su nuevo cargo, encuentra un espacio propicio para aumentar esos ataques. Hace cuatro años presentó, junto a otros actores políticos de la derecha más recalcitrante, el Proyecto de Ley para Combatir la Trata de Médicos Cubanos, afirmando que las brigadas médicas constituían “una trampa coercitiva”, pues “El régimen de Castro y de Díaz-Canel puede tratar de disfrazar estas misiones como esfuerzos humanitarios, pero la realidad es que son brigadas de trata de personas patrocinadas por el Estado”.


No queda ninguna duda el porqué de esta avanzada contra las misiones sanitarias cubanas, que ya se han ganado profundo respeto y reconocimiento internacionales: son un mal ejemplo contrario a la ideología del principal país capitalista del mundo. Mientras Estados Unidos (capitalista) exporta armas –uno de sus negocios más redituables– y fabrica guerras por doquier, Cuba (socialista) envía muestras de solidaridad con ayuda sanitaria.


Cerramos este texto con las emotivas palabras de una médica cubana, de quien omitimos su nombre, pero que representa el sentir de cualquiera de esos profesionales que prestan sus servicios en alguna parte del mundo:


"Desde la Brigada Médica Cubana (BMC) en Guatemala reafirmo mis convicciones como revolucionaria, nacida y criada con los beneficios de la Revolución Cubana, orgullosa de ser una profesional de la Salud, que he tenido la oportunidad por voluntad y disposición propia de brindar mis servicios en 2 países: Bolivia y Guatemala. Si volviera a nacer sería nuevamente miembro del Ejército de Batas Blancas del Sistema de Salud cubano, siguiendo el ejemplo de todos los Internacionalistas que me antecedieron y las enseñanzas de nuestro invencible Comandante en jefe Fidel Castro Ruz y demás líderes de la Revolución, siempre poniendo en alto el prestigio y los resultados demostrados con hechos y no con palabras en 56 países donde estamos representados".





23 abril, 2025

La adquisición de Wiz pone tus datos de Google en manos de la inteligencia israelí — Alan Macleod

 



MPN – 17/04/2025


Google anunció recientemente la adquisición de Wiz, empresa israelí-estadounidense de seguridad en la nube, por 32.000 millones de dólares. El precio —65 veces los ingresos anuales de Wiz— ha generado controversia y consolidado aún más la estrecha relación entre Google y el ejército israelí.


En su comunicado de prensa, el gigante de Silicon Valley afirmó que la compra “mejorará enormemente la forma en que se diseña, opera y automatiza la seguridad, proporcionando una plataforma de extrema seguridad para clientes, de todo tipo y tamaño, en la era de la IA”.


Sin embargo, también ha suscitado temores sobre la seguridad de los datos de los usuarios, en particular de aquellos que se oponen a las acciones israelíes contra sus vecinos, dada la larga historia de la Unidad-8200 de utilizar tecnología para espiar a sus oponentes, reunir información y utilizar ese conocimiento para la extorsión y el chantaje.


La red global de espionaje de Israel


Wiz se fundó hace tan sólo cinco años, y sus cuatro cofundadores —Yinon Costica, Assaf Rappaport, Ami Luttwak y Roy Reznik— fueron líderes de la unidad de inteligencia militar de élite de Israel, la Unidad-8200. Al igual que muchas empresas tecnológicas israelíes, Wiz es una derivación directa de esta unidad de inteligencia militar. Un estudio reciente reveló que casi cincuenta de sus empleados actuales son veteranos de la Unidad-8200.


"Esa experiencia me mostró el impacto que se puede lograr cuando se combina un gran talento con una tecnología increíble", dijo Rappaport sobre su experiencia en el ejército.


Los ex agentes de la Unidad-8200, trabajando en estrecha colaboración con el estado de seguridad nacional israelí, han producido muchos de los programas maliciosos y herramientas de piratería más infames del mundo.


Quizás el más conocido sea Pegasus, un programa espía utilizado por gobiernos de todo el mundo para vigilar y acosar a sus oponentes políticos. Entre ellos se incluyen India, Kazajistán, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, país este último que utilizó la herramienta para espiar al periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi, antes de que fuera asesinado por agentes saudíes en Turquía.


En total, se sabe que más de 50.000 periodistas, defensores de derechos humanos, diplomáticos, líderes empresariales y políticos fueron vigilados en secreto. Esto incluye a jefes de estado como el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro pakistaní, Imran Khan; y el presidente iraquí, Barham Salih. Todas las ventas de Pegasus debían ser aprobadas por el gobierno israelí, que, según se informa, tenía acceso a los datos que recopilaban los clientes extranjeros de Pegasus.


La Unidad-8200 también espía a estadounidenses. El denunciante Edward Snowden reveló que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) compartía regularmente datos y comunicaciones de ciudadanos estadounidenses con el grupo de inteligencia israelí. "Me parece asombroso... Es uno de los mayores abusos que hemos visto", declaró .


Para el gobierno israelí, la utilidad de estas empresas privadas de espionaje, integradas por exmiembros de la inteligencia de las Fuerzas de Ocupación de Israel (FOI), reside en que les permite cierto grado de impunidad ante ataques de espionaje. Como explicó Haaretz: «No está claro quién es el propietario [de estas empresas de espionaje], pero sus empleados, aunque no sean soldados, pueden ser útiles al ejército».


Hoy en día, los ex-agentes de la Unidad-8200 no sólo crean gran parte del software espía mundial, sino también las funciones de seguridad que supuestamente protegen contra la vigilancia no deseada. Una investigación de MintPress descubrió que tres de las seis empresas de VPN más grandes del mundo pertenecen y están controladas por una empresa israelí cofundada por un veterano de la Unidad-8200.


Cómo la Unidad-8200 controla a los palestinos


Sin embargo, es en Palestina donde la Unidad-8200 ha mostrado mayor actividad. Esta unidad es el eje central del aparato represivo estatal de alta tecnología de Israel. Utilizando enormes cantidades de datos recopilados sobre palestinos mediante el seguimiento de cada uno de sus movimientos con cámaras de reconocimiento facial, la monitorización de sus llamadas, mensajes, correos electrónicos y datos personales, la Unidad-8200 ha creado una red digital que utiliza para espiar, acosar y reprimir a los palestinos.


Recopila expedientes de prácticamente todos los residentes de Gaza, incluyendo su historial médico, vida sexual e historial de búsquedas, para que esta información pueda utilizarse posteriormente para extorsionar o chantajear. Si, por ejemplo, una persona engaña a su pareja, necesita urgentemente una operación médica o es homosexual en secreto, esto puede utilizarse como palanca para convertir a civiles en informantes y espías de Israel.


Un ex agente de la Unidad.8200 dijo que, como parte de su entrenamiento, le asignaron memorizar diferentes palabras árabes para "gay" a fin de detectarlas en las conversaciones telefónicas que secretamente escuchaba.


Según se informa, la Unidad-8200 también está detrás del aún más controvertido Proyect Lavender, una gigantesca lista de asesinatos generada por inteligencia artificial de decenas de miles de habitantes de Gaza que las FOI utilizan para atacar a la población civil de la  densamente poblada franja.


A cada habitante de Gaza (incluidos los niños) se le asigna una puntuación del 1 al 100, según su calculada proximidad a Hamás. Diversas características aumentan la puntuación de un individuo, como vivir o trabajar en el mismo edificio o estar en un grupo de WhatsApp con un conocido o presunto miembro de Hamás.


Si el número de personas alcanza cierto umbral, se las añade automáticamente a la lista de eliminación de la Unidad-8200. Esto, según explicó un comandante de las FOI , resolvió el constante cuello de botella humano de Israel en sus ataques, permitiéndoles llevar a cabo decenas de miles de ataques en Gaza tan solo durante las primeras semanas posteriores al ataque del 7 de octubre.


También se ha informado ampliamente que la Unidad-8200 llevó a cabo el ataque mediante buscapersonas en el Líbano, en el que se hicieron estallar miles de dispositivos electrónicos simultáneamente, matando a decenas de personas y hiriendo a miles más. La operación fue ampliamente descrita, incluso por el exdirector de la CIA, Leon Panetta, como un acto de terrorismo.


Esta larga historia de violencia, canalladas y espionaje plantea dudas inquietantes sobre el acceso a miles de millones de datos personales de usuarios por una corporación fundada y compuesta por docenas de personas de dicha organización.


Los estrechos vínculos de Google con la inteligencia israelí


La compra de Wiz por parte de Google refuerza sus ya estrechos vínculos con la Unidad-8200. En 2013, el gigante tecnológico adquirió Waze, un servicio de mapas en línea fundado por tres veteranos de la Unidad 8200, por 1300 millones de dólares. También ha contratado directamente a docenas de exespías para reforzar sus filas; una investigación de MintPress News de 2022 descubrió que al menos 99 exagentes de la Unidad 8200 trabajaban en el gigante de Silicon Valley.


Entre estas figuras se encuentra Gavriel Goidel, Director de Estrategia y Operaciones de Google Research. Goidel se incorporó a Google en 2022 tras una carrera de seis años en inteligencia militar, durante la cual ascendió hasta convertirse en Director de Aprendizaje de la Unidad 8200. Allí, dirigió un amplio equipo de agentes que analizaron datos de inteligencia para "comprender los patrones de los activistas hostiles", según su propio relato.


Google no es la excepción a la hora de contratar a exespías israelíes para sus operaciones. Facebook, Microsoft y Amazon han contratado a un número significativo de exagentes de la Unidad 8200. Incluso TikTok, supuestamente un foco de antisemitismo, emplea a un número considerable de exespías. Quizás lo más sorprendente es que varios importantes medios de comunicación estadounidenses, como CNN y Axios, han reclutado a exespías y analistas de la Unidad 8200 para escribir y producir las noticias estadounidenses sobre Oriente Medio.


Google ha invertido mucho en Israel, abriendo sus primeras oficinas allí en 2006. Su veterano director ejecutivo, Eric Schmidt, es conocido por ser un firme defensor de este controvertido estado. En una reunión en 2012 con el primer ministro Benjamin Netanyahu, declaró: «La decisión de invertir en Israel fue una de las mejores que Google haya tomado jamás».


Pero el acuerdo con Wiz es, sin duda, la mayor inversión israelí de la compañía hasta la fecha. La adquisición, realizada íntegramente en efectivo, representa una inyección masiva de dinero en la economía israelí, debilitada y agotada por la guerra, equivalente al 0,6 % del PIB del país. El dinero, según informa con entusiasmo la prensa israelí, permitirá al gobierno continuar sin implementar grandes medidas de austeridad, reducir el déficit nacional y permitir que Israel se mantenga en pie de guerra durante más tiempo. Por lo tanto, representa una medida que, según los críticos, equivale a una intervención financiera por parte de Israel. Además, envía un mensaje al resto del mundo empresarial para que invierta en el país, impulsando la confianza de los inversores en un momento en que más se necesita.


La magnitud de la operación también sorprendió a muchos. El precio es similar al de la venta de JPMorgan Chase y Wells Fargo en 2008, Visa Europe en 2017 y Twitter en 2022. Sin embargo, Wiz es una empresa nueva y relativamente desconocida, lo que plantea dudas sobre su valoración.


En última instancia, sin embargo, estas consideraciones son secundarias a la cuestión principal: que dicho grupo ahora se encargará de garantizar la seguridad de los datos de miles de millones de usuarios en todo el mundo. Dado el papel de la Unidad-8200 en la vigilancia y el ataque a la población palestina, muchos se preguntarán si, en el futuro, los productos de Google serán seguros.



20 abril, 2025

Los alumnos aventajados de Trump en América Latina

 


Diario Red – 19/04/2025


El magnate mandatario estadounidense ha puesto el foco en América Latina. Para defender los intereses imperiales de Estados Unidos, se valdrá de aliados locales como Javier Milei, Daniel Noboa, José Raúl Mulino o Nayib Bukele.


Donald Trump busca seguidores en América Latina… y no precisamente de bajo rango. Las bases de la ultraderecha latinoamericana acostumbran ya a ser fanáticas trumpistas, fundamentalmente porque han validado el relato mentiroso de la extrema derecha norteamericana sobre "lo woke". El movimiento Make America Great Again (MAGA) es el principal impulsor de las nuevas corrientes del viejo odio contra las mujeres, las diversidades o los migrantes.


Pero no son estos los seguidores que le interesan a Trump; al fin y al cabo, ya cuenta con ellos. No, el Gobierno estadounidense pretende asegurar el favor de ciertos gobiernos en la región, más allá de que le rían las gracias influencers ultraderechistas de tres al cuarto bajo la manida excusa de la "batalla cultural". Y para ello “seduce” a presidentes y líderes afines que están en disposición de arrodillarse ante el jefe: el argentino Javier Milei, el ecuatoriano Daniel Noboa, el panameño José Raúl Mulino y el salvadoreño Nayib Bukele, entre otros.


Trump se juega mucho en la región, pues América Latina es plenamente estratégica para un Estados Unidos que parece abrir una nueva etapa en su ciclo imperial decadente. Recursos naturales, energéticos y minerales se suman a las exigencias logísticas y militares de un gobierno que ha puesto sus ojos sobre el continente americano en detrimento de otros como Europa. Y para hacer valer sus intereses, la administración Trump echa mano de los gobiernos cipayos locales, pues esta estrategia es siempre menos violenta que la de la injerencia explícita.


El imperialismo estadounidense tiene una larga experiencia en esto. Así como Oriente Medio, Asia Central o el Sudeste Asiático han exigido a Washington “mancharse” de manera más clara mediante guerras o masacres, en el caso de América Latina, quizá por su cercanía, la estrategia ha sido distinta. Por supuesto, Estados Unidos fue un actor crucial en el establecimiento de dictaduras militares en la región, aunque a menudo su penetración fue a través de las embajadas y de políticos cómplices desde el terreno. Sin duda una injerencia menos cruda, aunque igualmente dañina.


El siglo XXI no es una excepción y, ante lo que se evidencia como un "repliegue americano" como parte del largo ciclo de Pivot to Asia que Estados Unidos promulga en su estrategia contra China, Trump vuelve a activar viejos mecanismos de intervención imperial en América Latina. Para ello, el (no tan) nuevo enfoque para la región es claro: hay gobiernos "muy buenos" (es decir, alineados con los norteamericanos) y gobiernos "muy malos" (es decir, pragmáticos e independientes o directamente confrontativos con Washington). Queda poco espacio para los grises.


En este sentido, Donald Trump perfila a sus súbditos en la región y les recompensa: Javier Milei en Argentina, Daniel Noboa en Ecuador, José Raúl Mulino en Panamá o Nayib Bukele en El Salvador. Estos son algunos de los alumnos aventajados del trumpismo en América Latina, pues de ellos espera Trump obtener sendos réditos estratégicos y económicos a cambio de apoyo cuando lo necesiten. Entretanto, el gobierno de Estados Unidos espera ver emerger futuros gobiernos aliados en la región y, para ello, no dudará en participar directa o indirectamente de las diversas competencias electorales que tengan lugar.


De todos ellos espera obtener grandes cosas… y a todos ellos espera poder ayudarles para que se perpetúen en sus respectivos países. Por supuesto, Trump está dispuesto a deshacerse de cualquiera de ellos si su legitimidad se viene abajo y, entonces, "si te he visto no me acuerdo"… pero, mientras tanto, todos ellos aceptan una sumisión temporalmente ventajosa para sus gobiernos.


Javier Milei está plenamente dispuesto a entregar considerables concesiones a Estados Unidos en el proceso de subasta de los activos públicos argentinos. A su vez, pretende facilitar, mediante mecanismos como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) la penetración del capital privado estadounidense en los recursos minerales y energéticos del país. A cambio, recibe el apoyo de un Fondo Monetario Internacional que nuevamente ha endeudado al país y, de paso, invitaciones personales a Mar-a-Lago. Ciertamente, Milei le sale muy barato a Trump.


José Raúl Mulino amagó con plantarse frente al impulso del imperialismo trumpista contra Panamá, solo para terminar haciendo enormes concesiones. Panamá ha cancelado su participación en la Ruta de la Seda de China y, además, ha firmado un acuerdo que permite el despliegue de tropas estadounidenses en suelo nacional panameño. A su vez, Daniel Noboa pretende modificar la Constitución de Ecuador para que Estados Unidos pueda instalarse militarmente en el país.


El caso de El Salvador es también llamativo. A cambio de un lugar destacado en el ecosistema de la ultraderecha occidental y en conferencias como la CPAC, Bukele ha aceptado asumir parte de la agenda migratoria y racista del gobierno de Trump, poniendo a su disposición su macrocárcel, el CECOT, donde se violan sistemáticamente los derechos humanos. Eventualmente, podría incluso permitir el establecimiento de una suerte de Guantánamo en el departamento salvadoreño de San Vicente. A cambio, es probable que Trump brinde reconocimiento diplomático y apoyo financiero al gobierno de Bukele cuando así lo necesite.


Por supuesto, los perjudicados son los pueblos que pierden soberanía y agravan su dependencia con Estados Unidos. Incluso aquellos gobiernos que puedan ver temporalmente aliviadas sus cargas (es el caso del gobierno argentino), lo hacen a un precio altísimo: someter la política exterior nacional a los intereses norteamericanos y alejarse de la imprescindible integración regional.


Claro que para dirigentes como Noboa, Bukele, Mulino o Milei es muy jugoso. Son poderes cipayos, históricamente asociados a nivel político, económico y cultural con el hegemón del norte, por lo que no hallan contradicción alguna en semejante sumisión. Al contrario, con seguridad encuentran cierto gusto al vender sus países al Tío Sam.



Mhaibib in the south of Lebanon after the Zionists attack — Laith Marouf

 



Free Palestine TV  19 abr 2025 – MHAIBIB


Laith Marouf & Hadi Hotait visit the village of Mhaibib in the south of Lebanon after the Zionists blew up the whole village simultaneously on October 16th, 2024, including the Tomb of Prophet Benjamin (the 12th son of Prophet Jacob and the ancestor of the 12th Tribe).


On the road to Mhabib, the two inspect sites of two separate attacks by Zionist drones on civilian vehicles over the past few days, and have the misfortune of witnessing an attack by a drone on a man driving a scooter.


Laith and Hadi also discuss the latest statements and actions by Lebanon’s new President and PM, including their hinting at disarming the Resistance, and a spat with Iraq after derogatory statements against Iraq’s PMUs.


Filmed on 17/4/2025

Producer: Hadi Hotait

Montage: Rabih Ghannam



19 abril, 2025

"Quiero una muerte que el mundo escuche" — Periodista asesinada por Israel por decir la verdad

 




Caitlin Johnstone – 19/04/2025


Israel asesinó a una fotoperiodista en Gaza mediante un ataque aéreo contra la casa de su familia el miércoles, un día después de que se anunciara que un documental en el que ella aparece se estrenará en Cannes el próximo mes.


Se llamaba Fátima Hassouna. Se informó que nueve miembros de su familia también murieron en el atentado. Fátima iba a casarse en unos días.


El documental se titula Pon tu alma en tu mano y camina y trata sobre los crímenes de Israel en Gaza.


En una publicación de Instagram de agosto del año pasado, Hassouna escribió lo siguiente :


Si muero, quiero una muerte sonora. No quiero ser sólo noticia de última hora, ni un número más en un grupo; quiero una muerte que el mundo escuche, un impacto que perdure en el tiempo y una imagen atemporal que no pueda ser sepultada por el tiempo ni el lugar


https://x.com/MiddleEastEye/status/1912922314515124231


Hassouna decía que veía su cámara como un arma para cambiar el mundo y defender a su familia, e hizo las siguientes declaraciones en un vídeo compartido por Middle East Eye :


Como Fátima, creo que la imagen y la cámara son armas. Por eso considero mi cámara mi rifle. Muchas veces, en tantas situaciones, les digo a mis amigos: «Venid, mirad, no son balas lo que cargamos en el rifle. Bien, voy a poner la tarjeta de memoria en la cámara. Esta es la bala de la cámara, la tarjeta de memoria. Cambia el mundo y me defiende. Muestra al mundo lo que me pasa y lo que les pasa a los demás. Así que solía considerarla el arma con la que me defiendo. Y para que mi familia no sea olvidada. Y para poder documentar las historias de la gente, para que las historias de mi familia tampoco se desvanezcan en el aire».


Israel, al parecer, también consideró la cámara de Hassouna como un arma.


Como observó Ryan Grim en Twitter:


Considerando que este crimen ha sido un acto deliberado —y claramente lo ha sido—, piensen lo que eso significa. Alguien perteneciente a las Fuerzas de Ocupación de Israel, enterado de que la película de Fatma había sido aceptada en Cannes, se propuso asesinarla. Otros consideraron la sugerencia y la aprobaron. Después, otros la llevaron a cabo.


Israel ha estado asesinando a un número récord de periodistas en Gaza, y a la vez bloqueando el acceso de la prensa extranjera al enclave, porque considera a los periodistas sus enemigos. Israel considera a los periodistas sus enemigos porque Israel es enemigo de la verdad.


Israel y sus aliados occidentales entienden que la verdad y el apoyo a Israel son mutuamente excluyentes. Quienes apoyan a Israel no están interesados en la verdad, y quienes están interesados en la verdad no apoyan a Israel.


Es por eso que la luz del periodismo está siendo agresivamente apagada en Gaza, mientras Israel aumenta abundantemente su presupuesto de propaganda para influir en la opinión pública.


Es por eso que periodistas como Fátima Hassouna están siendo asesinados mientras los servicios de propaganda occidentales, conocidos como la prensa dominante, ejercen una atroz práctica periodística para ocultar la verdad de los crímenes de Israel.


Es por eso que a los periodistas occidentales se les prohíbe entrar en Gaza, mientras las instituciones occidentales silencian, deportan, despiden y marginan a quienes denuncian la genocida criminalidad de Israel.


Israel y la verdad no pueden coexistir. Los enemigos de Israel lo saben, e Israel también. Por eso, las principales armas de Israel son las bombas, las balas, la propaganda, la censura y la obstrucción, mientras que el arma principal de los enemigos de Israel es la cámara.


La muerte de Fátima Hassouna sí se ha escuchado. Todos estos estruendos están despertando a más y más personas de su letargo.