Tierra y
Libertad - enero 2018
Nos situamos en abril del 92. Con el comienzo de la Expo 92 -otro
gran fiasco- se inaugura también el primer tramo de AVE español, que uniría
Madrid con Sevilla con el único objetivo de deslumbrar al mundo.
En el pasado mes de abril el actual presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, conmemoraba el 25 aniversario del arranque del AVE con estas
palabras: "Estos 25 años de AVE son la historia de un éxito
colectivo". Habría que especificar que ese colectivo al que se refiere el
presidente no es la sufrida población de este país sino sus élites
empresariales, políticas y financieras que son las únicas que se han
beneficiado de esta infraestructura.
En estos 25 años se han desarrollado 3.240 km de AVE y están en
construcción otros 1.500 km más, lo que coloca a España en el segundo lugar del
mundo después de China en cuanto a número de kilómetros de Tren de Alta
Velocidad (TAV) y el primero en kilómetros por persona y kilómetros cuadrados,
a pesar de su escaso número de pasajeros. Eso sí, la factura ha sido cara:
51.775 millones de euros, y la hemorragia económica continúa.
¿Quién ha promovido semejante hipertrofia? La tupida red de
sobornos del AVE en Castilla-León, Galicia, País Vasco, Asturias, Cataluña y
Murcia por la que hay imputadas decenas de personas al igual que los famosos
papeles de Bárcenas nos lo explican todo. Dos serían los causantes: en primer
lugar, hay que destacar que el papel del poderoso lobby de la construcción es
determinante. Entre las empresas constructoras más potentes del mundo figuran
varias españolas. Esto hace que España sea líder en kilómetros de autopistas y
autovías de Europa (muchas de ellas sin apenas tráfico y rescatadas con dinero
público) y el que más cemento exporta. Este lobby es el que marca la política
de infraestructuras de transportes y en concreto el alocado desarrollo de más y
más kilómetros de TAV.
En segundo lugar, está la corrupta clase política en el poder
habituada a las "mordidas" en las adjudicaciones de obras a sus empresas
amigas. Además, estos políticos sin realizar el más mínimo estudio
coste-beneficio, han continuado con el AVE basándose en fetiches como el
"progreso" y la "modernidad", sabedores de que esa política
les da importantes réditos electorales. En esta alocada carrera hacia el
abismo, ninguna capital de provincia se quería quedar sin su flamante estación
de AVE para eliminar su complejo provinciano, creando al mismo tiempo una
perversa competencia entre diferentes regiones. Además, en las capitales la llegada
del AVE ha ido acompañada de importantes pelotazos urbanísticos que en algunos
casos han rayado en lo estrambótico como la estación de Guadalajara, situada a
10 km de la capital, al lado de la cual se construyó, en terrenos propiedad del
marido de Esperanza Aguirre, una urbanización de lujo para 34.000 personas en
las que actualmente viven sólo 2.000, siendo utilizada la estación por unos 70
viajeros al día.
La chapucería y la improvisación ha sido la norma en el desarrollo
del AVE, con casos realmente espeluznantes, como el servicio
Toledo-Cuenca-Albacete que costaba 18.000 euros diarios para una media de 9
pasajeros por día y que tuvo que ser eliminado en 2011; o el túnel de Pajares
en la línea León-Asturias que tras 12 años de trabajos y haber triplicado su
presupuesto inicial de 1.000 millones de euros ha pinchado importantes
acuíferos provocando un trasvase oculto desde León hacia Asturias de hasta
2.000 litros por segundo, desconociéndose todavía si va a poder entrar en
funcionamiento.
Llegado a este punto, es interesante recordar que ningún
economista de prestigio defiende hoy en día la construcción del AVE, ya que
ninguna de las líneas cuenta con la más mínima rentabilidad, ni económica ni
social, incluyendo el trayecto de mayor tráfico entre Madrid y Barcelona. Esto
quiere decir que en ninguna línea se recuperará la inversión realizada. Este
agujero económico supone una importante hipoteca económica a las generaciones
venideras. Se da el caso de que la línea que va al País Vasco, incluida la "Y
vasca", no sólo no recuperará nunca la inversión realizada, sino que
incluso su explotación comercial va a ser deficitaria, o lo que es lo mismo, va
a ser mantenido vía impuestos. Todo ello se refleja en la actualidad en la
deuda de más de 18.000 millones de euros que acumulan entre Adif y Renfe. El
mismísimo Tribunal de Cuentas nos advierte de "la importante incertidumbre
sobre la viabilidad económica del AVE a largo plazo dado su elevado
endeudamiento".
El ingente gasto en AVE está suponiendo un aumento de los recortes
sociales. En los últimos años se observa un claro paralelismo entre gastos de
TAV y la cuantía de dichos recortes. Todo ello hace que, desmintiendo la
propaganda oficial de que el TAV crea riqueza y puestos de trabajo, España es
uno de los países de Europa con mayor tasa de paro, con mayor nivel de
precariedad laboral, con menor gasto social y a nivel mundial uno de los
Estados que más deuda pública acumula tanto en términos absolutos como por
habitante.
Las obras del AVE se están llevando a cabo básicamente por
subcontratas que se valen, en muchas ocasiones, de mano de obra migrante,
extremadamente precarizada, con contratos de trabajo en base a los convenios
laborales de los países de origen, tras agotadoras jornadas de trabajo que
están dejando un importante reguero de muertes (más de 50, y 6 sólo en el País
Vasco).
Por otra parte, el AVE se está constituyendo como el mayor enemigo
del tren convencional. A pesar de que sólo un 6 por ciento de los usuarios del
tren viajan en TAV, casi el 70 por ciento del presupuesto para el ferrocarril
va al AVE. Ha quedado demostrado que cada vez que se inaugura un TAV disminuye
drásticamente o se cierra definitivamente el resto de servicios de la línea. En
estos últimos 25 años se han perdido unos 3.000 km de tren convencional. A esto
habría que añadir que el gasto de mantenimiento del TAV es un 70 por ciento
superior al del tren convencional. Hablamos de 100.000 euros por km por año. De
esta manera el AVE se convierte en un importante factor de desvertebración del
territorio, que empuja a muchos usuarios a la carretera y que encima no
transporta mercancías. Además, ante el proceso de liberalización del sector que
se anuncia para el 2020, mucho nos tememos que los operadores privados se
queden con el beneficio de las líneas rentables mientras el Estado se queda con
la deuda que ha supuesto la construcción de la infraestructura. Para más inri,
nos encontramos con que posiblemente tengamos que pagar en forma de rescate las
aventuras delirantes de ciertos proyectos dirigidos por empresas españolas,
como la construcción del TAV entre La Meca y Medina.
En definitiva, podemos calificar el AVE como un instrumento de
poder clasista. Se construye por pobres, con el dinero de los pobres para
beneficiar a las élites empresariales y políticas; y encima sólo lo utilizan
los ricos ya que el precio del billete es prohibitivo para las clases
populares, que además van a ser gravadas vía impuestos para financiar su
mantenimiento, mientras el tren convencional utilizado por los pobres es
condenado al mayor de los abandonos.
Por último, el TAV, como ha quedado fehacientemente demostrado en
el reciente estudio de Ekopol en el que han participado profesores de la
Universidad del País Vasco, en absoluto se puede justificar como garantía de ahorro
energético y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino
todo lo contrario. Ello unido a la devastación del medio, no solo por donde
pasa, configura al TAV como una de las mayores agresiones del territorio que
junto a otros muchos factores nos conduce en viaje de no retorno y a gran
velocidad hacia el colapso civilizatorio del que cada vez más voces nos
advierten.
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Ni bajo tierra, ni volando. ¡NO AL AVE!
anonerror en alasbarricadas - 22/02/2014
El sábado 15 de febrero, se celebró en Murcia una
manifestación para exigir que la llegada del AVE a la ciudad se haga de forma
soterrada. No se sabe si la exigencia de que la ciudad no quede partida en dos
por las vías del tren es más sensata que acuciante. Pero el AVE merece un
discurso alternativo. Un grupo de personas estuvimos repartiendo octavillas con
el siguiente texto:
El AVE supone el más escalofriante plan de
infraestructuras jamás proyectado en la península, impone un modelo
desarrollista basado en la destrucción y mercantilización del territorio como
recurso central. Solo es útil para conectar los centros económicos de
importancia, dando mayor movilidad a los flujos de capital y potenciando las
ciudades como centros de servicios en feroz competencia, ensanchando aún más la
brecha social entre poseedores y desposeídos.
El Ave es uno de los mayores saqueos, ejecutado
por los gobiernos del PSOE y del PP y alentados por la oposición, de las arcas
públicas de los últimos años en España. En estos tiempos de acoso económico, de
recortes en lo público y en lo social a las clases populares es un insulto
además de un robo y lo convierte en un claro exponente de las políticas
neoliberales.
El AVE es una infraestructura pensada, entre otras
cosas, para seguir favoreciendo la acumulación de capital de las grandes
constructoras nacionales. Todos los gastos son pagados con fondos públicos, en
cambio los billetes de estos trenes elitistas solo pueden ser pagados por unas
pocxs. La alta velocidad simboliza el mal talante de la clase dominante. Es uno
de los mayores depredadores sociales y ambientales actuales pero que con un
gasto en publicidad desmedido es fomentado y ensalzado por los medios de
comunicación que lo denominan el “tren del progreso”. Nada más lejos que eso,
se trata del “tren del dominio”. Absorbe los recursos que el ferrocarril
convencional —que utilizamos todxs— necesita para seguir funcionado con el fin
social que le caracteriza. Además, provoca el cierre de estaciones de cercanías
y potencia el uso del automóvil.
La herida que produce en el territorio a su paso
es profunda y dolorosa. Lo fragmenta, y lo polariza de forma perniciosa. Las
consecuencias ambientales se dejarán sentir por largos años. Además, alienta el
papanatismo territorial y la competencia y envidia malsana entre poblaciones,
sirviendo como reclamo electoral en el circo democrático a los políticos de
turno.
Algunos números: El AVE consume por viaje el
equivalente en electricidad al de una localidad de 25.000 habitantes. En 2011
había 2665 kilómetros de vías en servicio y 4500 kilómetros en construcción. La
media de inversión en cada kilómetro es de 20 millones de €, el mantenimiento
de cada km. de entre 100.000 y 200.000 al año; un tren AVE de 500 pasajeros
cuesta unos 32,5 millones de €, unos 65.000 € por pasajero.
En definitiva, el AVE es una infraestructura
propia de un régimen totalitario, pues es una obra inútil, destructiva y
costosa. Propio de un régimen que siente que puede imponer sus delirios.
La prisa mata, párate y piensa: AVE NO
La lucha es el único camino
LXS CHICXS DEL APEADERO
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Enlaces relacionados:
https://arrezafe.blogspot.com.es/2018/01/comunicado-de-los-miembros-de-la.html
http://halabedi.eus/2018/02/01/corrupcion-alta-velocidad-asi-se-construye-el-tav/
https://www.anboto.net/155/atxarte-en-peligro-por-el-tav/
Saludos.
ResponderEliminarEspero interese está info ya pasada:
https://www.naiz.eus/es/agenda/evento/corrupcion-a-alta-velocidad-asi-se-construye-el-tav-dentrodelonormal
Que trató Sobre este asunto:
http://halabedi.eus/2018/02/01/corrupcion-alta-velocidad-asi-se-construye-el-tav/
Tenemos en nuestra comunidad lugares de alto valor ecológico al que estas alimañas no respetan con "sus proyectos".
https://www.anboto.net/155/atxarte-en-peligro-por-el-tav/
Que siga el buen debate.
Egun on Itxu, eta eskerrik asko!
EliminarIncluyo ambos enlaces en la publicación.
Cuando en la plaza mayor de mi pueblo se construyó la primera casa de cuatro o cinco pisos, en lo que hasta entonces era un conjunto armónico, nos pusimos todos muy contentos porque el pueblo se modernizaba.
ResponderEliminarEn paises como italia no se adapta la via al tren, sino el tren a la via, es decir, tienen trenes que alcanzan los 300kmh.
ResponderEliminar¿De quien es el proyecto? De los mismos que construyen los mencionados TAV, autopistas... y de los que poseen el Real Madrid y se les ha concedido canales publicos de television amen de infinitos rescates bancarios. Macri, Berlusconi y Florentino Perez son ejemplos de unamisma politica bizantina de cuadrigas en el que el anfitrion se combierte en el amo. La despedida del amo del PP, Morgues, se realizo en el palco del Madrid. Si hay un titiritero con poder en Españistan ese es Florentino, y vamos a pagar el AVE si o si. Salud! PabloHeraklio