La Declaración de
Balfour tiene casi exactamente 100 años. Fue una declaración por la
que un pueblo daba a un segundo pueblo, la tierra de un tercer
pueblo. Algo único incluso en la historia imperial, porque Gran
Bretaña ni siquiera poseía Palestina, país en cuestión, como una
posesión imperial. Pero, sin embargo, se lo prometieron al
movimiento sionista sin consultar ni al pueblo británico, ni a los
judíos del mundo, la mayoría de los cuales, en ese momento, no eran
sionistas y no tenían ningún deseo de ir a vivir en el mundo árabe,
y por supuesto, los menos consultados fueron los palestinos, de cuya
tierra se trataba. Balfour, que era el Secretario de Relaciones
Exteriores británico, prometió a los sionistas que Palestina podría
ser un hogar nacional para el pueblo judío, aunque incluso la
declaración, por grotesca e injusta que fuera, dejó bien claro que
no se debía hacerse nada que perjudicara los derechos de la población
indígena existente allí, que era mayoritariamente árabe, musulmana
y cristiana.
De modo que, incluso la
propia declaración de Balfour no justifica lo que sucedió
posteriormente. Pero fue una declaración injustificable, en primer
lugar porque no era potestad de Gran Bretaña ceder la tierra de
otras personas y porque, en todo caso, en ese momento no era el deseo
del pueblo judío ir a vivir en el mundo árabe.
Judíos y sionistas son
cosas completamente diferentes. Así, cuando decimos que estamos en
contra del sionismo estamos en contra de una ideología política, no
estamos en contra de la religión que profesan las personas que
apoyan dicha ideología. De hecho, sería pecaminoso para mí, haram
[prohibido] para mí, que yo odiara a los judíos, y no los odio. De
hecho, a nivel personal, los estimo. Pero que una ideología política
se oponga a una ideología política no es lo mismo que estar en
contra de la religión de las personas que tienen esa ideología, y
querer ver el final de esa ideología política, no quiere decir que
deseas ver el final de las personas que la profesan. Por ejemplo,
Gran Bretaña y los Estados Unidos pasaron décadas oponiéndose al
comunismo, una ideología política, estaban en contra de la Unión
Soviética, que era un estado, pero no estaban en contra del pueblo
ruso. No querían matar a los rusos, pretendían liberarlos de una
ideología, de un sistema político, del mismo modo, eso es lo que
decimos sobre el sionismo. El sionismo es una ideología política,
la mayoría de los sionistas no son judíos, muchos judíos no son
sionistas, ya sea por razones religiosas o por razones políticas
políticas. Podría llevarte a Hackney, donde vive toda una comunidad
judía estrictamente ortodoxa que está completamente en contra de
Israel y completamente en contra del sionismo. Igualmente, muchos de
mis compañeros son personas de origen judío que pueden no ser
necesariamente religiosos, más allá de los días festivos, pero que
son culturalmente judíos y que a menudo provienen del ala izquierda
progresista judía, que como anteriormente dije, era políticamente
hegemónica antes del ascenso y triunfo del sionismo. Así pues, el
judaísmo es una religión a la que cualquiera puede convertirse: un
chino y un etíope, yo, cualquiera de nosotros puede convertirse en
judío. Tenemos que solicitarlo tres veces, no es tan fácil como
convertirse a otras religiones, pero se puede, y eso pone
automáticamente en evidencia la falaz idea de que ser judío es ser
de una raza concreta o nación. Una simple mirada a los colonos
israelíes en la televisión, o a los soldados israelíes que invaden
Gaza, nos muestra claramente que la mayoría de estas personas son
norteamericanas o europeas, algunos de ellos son africanos negros,
algunos de ellos son de China, algunos de ellos son conversos. La
persona que me asaltó frente a esta misma puerta en agosto de 2014 y
me envió al hospital con heridas graves, se había convertido al
judaísmo sólo unas semanas antes, pero inmediatamente obtuvo el
derecho legal de ir a vivir a Palestina en las tierras de otra
persona, a pesar de ser un cristiano británico convertido al
judaísmo, sin conexión ninguna con la tierra de Palestina, y menos
aún con la tierra perteneciente a otra persona. Pero automáticamente
obtuvo el derecho a la ciudadanía en Palestina. Mientras que a los
millones de palestinos, que todavía poseen las llaves de sus propias
casas, no les está permitido regresar. Qué absurdo es esto.
Theodor Herzl era un
europeo que quería reunir a los judíos del mundo para fundar una
colonia europea, al igual que todas las otras colonias europeas que
en ese momento se fundaban en África, en Asia y en otros lugares. El
pensó, bueno, si los británicos, los alemanes, los franceses, los
belgas, los holandeses y todos los demás... si ellos pueden tener
colonias, ¿por qué nosotros, con nuestra educación superior, con
nuestros niveles superiores de tecnología, incluso un potencial el
poder militar, no podemos ir a algún otro país ajeno y establecer
un asentamiento europeo blanco en él? No estaban en absoluto
preocupados por dónde debería estar ese asentamiento, y negociaron
seriamente con el gobierno británico sobre varios lugares en el
mundo que tenían muchas probabilidades de ser el estado colono de
Israel. Uganda, por ejemplo, negociaron seriamente con los británicos
sobre una parte de Uganda, en la que fundar su colonial estado judío
europeo. Pero había muchos otros, las Seychelles, Patagonia en
Argentina... Todas ellas eran serias propuestas para la fundación de
Israel.
La idea era que los
judíos británicos no eran británicos, los judíos franceses no
eran franceses, los judíos alemanes no eran alemanes, y esto es algo
que el sionismo tiene en común con los antisemitas y los racistas.
Verá, para mí un judío británico es lo mismo que un católico
británico, un protestante británico, un adventista británico del
séptimo día... Sus religiones no tienen nada que ver con el hecho
de que sean o no británicos. Los racistas no lo creyeron así, ni
los antisemitas, más tarde los fascistas tampoco lo creyeron así.
Pero incluso los sionistas no lo creían así, creían que un judío
francés no era francés y debía irse de Francia, debería irse a
vivir a otro lugar, ya fuera a Uganda, a Patagonia, a las Seychelles
o, como resultó finalmente, a Palestina. Este es, pienso yo, la otra
cara de la moneda de los antisemitas racistas. Que vienen a decir
que, no importa cuántos cientos de años, incluso milenios, vivamos
en un lugar, no somos de ese lugar y no tenemos los mismos derechos o
responsabilidades que los habitantes de ese lugar. Esa es una
mentalidad profundamente peligrosa, y la mayoría de los judíos
están de acuerdo con esto que acabo de decir.
Cuando Theodore Herzl y
el Congreso de Basilea, a finales del siglo XIX, declararon este
proyecto sionista, la gran mayoría de judíos en el mundo, me
refiero a más del 90 por ciento de ellos, rechazaron el sionismo, y
de hecho estuvieron a la vanguardia de la política progresista en la
Europa de la época. Marx era judío, Trotsky era judío, Einstein...
Todas estas personas eran judíos no sionistas y referentes del
pensamiento progresista, del pensamiento de izquierda. Muchos eran
comunistas, muchos eran socialistas, muchos eran sindicalistas. En
Londres, por ejemplo, el East End de Londres era una fortaleza del
pensamiento liberal y del activismo progresista de la izquierda. El
sionismo envenenó todo eso y ahora tenemos una situación en la que
la gran mayoría de los judíos, aunque de ninguna manera todos
ellos, apoyan la idea sionista de abandonar sus propios países e
irse a vivir al país ajeno, incluso cuando en realidad no lo hacen
porque, por supuesto, la mayoría de los judíos del mundo no viven
en lo que llaman Israel y no tienen deseo ni intención de hacerlo.
La mayoría de los judíos en el mundo viven en los Estados Unidos o
en Europa y están muy felices de hacerlo, sin embargo, son
principalmente partidarios de la fundación del estado colonial.
Israel está realizando
una limpieza étnica del pueblo palestino porque debe hacerlo, porque
toda su tesis es que Palestina era una tierra sin gente que debía
ser tomada por ellos, que era un pueblo sin tierra, y esa gigantesca
mentira, una de las mayores mentiras de la historia de la humanidad,
es tan obviamente falsa una vez que llegas allí, incluso cuando los
colonos sionistas comenzaron a llegar y el movimiento sionista se
aceleró, más del 90% de la población de Palestina era árabe,
musulmana y cristiana. Allí había judíos que habían vivido en paz
durante siglos junto a los musulmanes y los cristianos. De hecho,
cuando Saladino liberó Jerusalén ordenó la protección de los
lugares sagrados de cristianos y judíos en la ciudad santa, y una
cuando sostuvo una larga y sangrienta guerra contra los cruzados,
tan pronto como ocupó Jerusalén y la liberó de ellos, dejó claro
que proteger a los fieles del libro y los lugares santos de los
otros es un artículo de fe para los musulmanes. Así que, siempre ha
habido un pequeño número de judíos religiosos viviendo en
Jerusalén en paz con todos los demás, Pero el sionismo comenzó a
cobrar fuerza, llegaron allí y descubrieron que esta no era una
tierra despoblada, sino colmada de gente. Y se vieron a sí mismos en
primer lugar como palestinos y en segundo lugar como árabes, y esto
fue un desafío existencial para el sionismo. Es por eso que cientos
de miles de palestinos, ochocientos mil, fueron expulsados de
Palestina e internados en campos de refugiados en lo que llamamos la
Nakba, la catástrofe. Y desde 1948 hasta 2016, merced a la alta tasa
de natalidad del pueblo palestino, esos 800 mil se han convertido en
muchos, muchos millones. Ahora hay tal vez trece o catorce millones
de palestinos en el mundo que todavía tienen la llave y el título
de propiedad de la tierra que les fue robada. De manera que la
limpieza étnica es el único modo de resolver esto. Pero, en el
mundo de hoy, ni queriendo podrías asesinar a todos los palestinos
que aún se encuentran en Gaza, en Cisjordania y dentro de lo que se
llama la Línea Verde, la frontera original delimitada por la ONU en
1948. Hay tal vez 7 millones de palestinos que no puedes eliminar,
así que, lo único que puedes hacer es expulsarlos, y hay muchos
sectores de la población sionista, organizaciones políticas y
líderes, que están continuamente ingeniando nuevas formas de
expulsar a estas personas haciéndoles la vida imposible con el fin
de que la desesperación las obligue a marcharse a otro lugar. El
problema para ellos es que el pueblo palestino lejos de desaparecer
es más visible hoy que nunca. En París, estando presente ante el
lecho de muerte de Arafat, que en paz descanse, cuando salí tras su
muerte, a primera hora de la mañana, me encontré frente a una
batería de unas 500 cadenas de televisión. El mundo entero estaba
pendiente de este hombre diminuto, líder de un pequeño pueblo que
ni siquiera tenía un estado, que no tenía un país, pero al que el
mundo entero contemplaba atentamente en el momento de su
desaparición. ¿Por qué?, porque el pueblo palestino es ahora un
factor de suma importancia en la política mundial, en los asuntos
internacionales. Y creo que Arafat es en gran parte responsable pde
tal logro. Así que los palestinos son más grandes ahora que antes,
más numerosos que antes, más indispensables para cualquier solución
en el área que nunca, y no van a desaparecer. Arafat solía decir;
no vamos a engrosar el museo de las ex-naciones para que la gente
venga a contemplar nuestros vestidos, utensilios de cocina y demás
artefactos, no pasaremos a formar parte del museo de las ex-naciones,
y eso es definitivamente cierto.
Bueno, las Naciones
Unidas, por supuesto, tienen una responsabilidad especial en todo
esto por dos razones. Israel nació por decisión de las Naciones
Unidas, fueron las Naciones Unidas las que dieron origen a Israel en
1948. Y, sin embargo, Israel, más que cualquier otro país del
mundo, incumple desafiante todas las resoluciones de las Naciones
Unidas, de hecho, más que todos los demás países del mundo juntos.
Y en segundo lugar, tienen una responsabilidad especial porque el
pueblo palestino, millones de ellos son oficialmente refugiados, y en
el mundo estos son responsabilidad legal y oficial de las Naciones
Unidas. Hay algunos organismos de las Naciones Unidas, como la UNRWA
en los campamentos de refugiados, que luchan por cumplir con su deber
de alimentar, escolarizar y brindar asistencia médica a estos
refugiados palestinos, pero sus presupuestos son recortados con
bastante frecuencia. Hay funcionarios desesperados que no pueden, por
razones logísticas y financieras, cumplir con sus deberes de
proteger al pueblo palestino. Por lo tanto, la ONU tiene una
responsabilidad especial, pero no ha estado a la altura de esa
responsabilidad. Debería estar diciendole a Israel, escuche, le
dimos nacimiento y usted tiene responsabilidades como estado miembro
de las Naciones Unidas y debe obedecerlas. Pero, por supuesto, nunca
se lo exigen y si se lo exigen, Israel nunca está de acuerdo, y
cuando no está de acuerdo no hay sanción o castigo alguno. La
situación puede compararse en contraste con Irak, por ejemplo, que
fue desangrada por las sanciones económicas más draconianas y
criminales impuestas por las Naciones Unidas porque, dijeron, Irak
estaba desafiando sus resoluciones. Por supuesto, como quedó
demostrado, Irak no estaba desafiando a nadie. Pero un millón de
iraquíes murieron bajo las sanciones impuestas por las Naciones
Unidas. O más recientemente, Irán fue sometido a sanciones
draconianas por el asunto de las armas nucleares, aunque Irán no
tiene armas nucleares. Sin embargo, Israel tiene cientos de armas
nucleares adquiridas ilegalmente, no declaradas, no autorizadas,
impunes, mientras que Irán, sin ninguna, es sancionado y castigado.
Así que, puedes ver el doble rasero que se extiende a través de
prácticamente todo lo que está conectado al mundo de Israel en el
sistema político y legal internacional.
Los gobiernos del mundo
hacen la vista gorda ante el sufrimiento del pueblo palestino y
seguirán haciéndolo hasta que sus pueblos se lo impidan. Así que
quiero subrayar este punto porque es demasiado fácil culpar a los
gobiernos. Si los gobiernos sintieran la pérdida de votos al ignorar
al pueblo palestino, tendrían que dejar de hacer la vista gorda.
Puedo afirmarlo como miembro electo del Parlamento que he sido por
casi 30 años. Si mucha gente en su circunscripción está realmente
preocupada por algo usted A: lo sabe, y B: debe tenerlo en cuenta.
Así que vamos a culparnos a nosotros mismos ante todo. Pero los
gobiernos del mundo apoyan a Israel a pesar de que ya no lo estiman.
Tenemos una muestra de lo que realmente piensan los líderes
mundiales, cuando en la cumbre del G8, en el sur de Francia, un
micrófono accidentalmente abierto reveló lo que el presidente
Sarkozy dijo al presidente Obama: Este Netanyahu es tan mentiroso que
no soporto mirarle la cara. A lo que Obama respondió: ¿Tú no
puedes mirarle a la cara?, ¿Y yo, que tengo que tratar con el tipo
todos los días? Eso es lo que realmente piensan de Netanyahu. Pero
la posición pública y el papel de sus países en el día a día con
Israel es muy diferente: continúan brindando cobertura política,
diplomática y de propaganda a sus delitos, continúan negándose a
responsabilizarse de esos delitos, continúan aplicando el doble
rasero del que hemos estado hablando y así continuará siendo hasta
que nosotros mismos le pongamos fin. No es suficiente recordar a
Palestina en las oraciones, debemos hacerlo, pero no es suficiente.
No es suficiente pensar en el pueblo palestino sólo cuando Israel
invade Gaza, o cuando ocurre algún hecho indignante en particular, y
no es suficiente pensar que las lágrimas por los niños palestinos
son suficientes. Una piedra lloraría epor cuanto les sucede a los
niños palestinos, pero esas lágrimas no valen nada si después no
existe la determinación de actuar para cambiar la situación. He
estado aquí antes durante la década de 1970 y en la década de
1980, incluso en el apartheid de Sudáfrica, como representante del
Congreso Nacional Africano, trabajé para ayudar a derrocar el
sistema de apartheid en Sudáfrica. Y fue derribado por el martillo
de la resistencia de los propios sudafricanos y el yunque de la
solidaridad internacional, la significativa solidaridad
internacional: boicoteando, no invirtiendo, imponiendo sanciones,
exigiéndolas, haciendo de Sudáfrica una palabra sucia en boca de
cualquier persona respetable, en cualquiera que apoyara el apartheid,
que pensara que el apartheid de Sudáfrica era algo bueno. Todavía
hemos logrado esto en Palestina y, sin embargo, el destino del pueblo
palestino es incluso peor que el destino del pueblo negro en
Sudáfrica.
David Cameron no es
diferente de todos los del primeros ministros británicos: todos han
apoyado al Estado sionista y se han negado a actuar contra sus
crímenes. La única cosa que puedo decir a favor de David Cameron,
es que fue el único líder político en Gran Bretaña, tanto del
gobierno como de la oposición, que describió Gaza como un campo
de concentración al aire libre. Los sionistas se enojaron mucho
por eso, pero él no se retracto, así que, al menos tuvo las agallas
de describir Gaza exactamente como lo que, obviamente, es para
cualquiera observador. Pero Cameron es partidario de la ideología
política sionista, como anteriormente fue un apologista del
apartheid de Sudáfrica. Así que eso no debería sorprendernos. Pero
todos los primeros ministros británicos, laboralistas y
conservadores, han suscrito los crímenes del estado sionista: han
vendido armas al estado sionista, se han comprometido en una
cooperación militar y de inteligencia con el estado sionista, e
incluso cuando ese estado sionista robó los pasaportes de los
ciudadanos británicos con el fin de para asesinar a un líder
palestino en Dubai, ordenamos la expulsión del jefe del Mossad en
Londres y cuando su avión llegó a Tel Aviv, el nuevo jefe del
Mossad subió a bordo, voló de regreso a Londres y continuó
ejerciendo su función aquí. Así que, Cameron no es ni mejor, ni
peor, es tan malo como todos los demás.
El apartheid de Sudáfrica
estaba condenado y todos sabían, que, finalmente, antes de que se
derrumbara, nadie tendría nada que ver con él, y no deberíamos
tener nada que ver con los partidarios israelíes del sionismo. Por
supuesto, tenemos que acoger a las personas en Israel que están con
nosotros, sean judíos o no, y muchos de los luchadores propalestinos
más valientes del mundo están en Israel. Los ves en la televisión
enfrentándose a las excavadoras, intentando detener la demolición
de casas o registrando pormenorizadamente delitos y llevándolos a
los tribunales... Sé del heroismo de muchas de estas personas. Pero
el partidario israelí del sionismo y el estado del apartheid está
más allá de toda limitación.
Los medios sociales han
transformado el panorama. Todo el mundo sabe que casi todos los
periódicos y casi todas las cadenas de televisión apoyan
absolutamente a Israel, absolutamente envueltos en el doble rasero a
los que me he referido anteriormente, tratan las vidas de los
israelíes y palestinos de manera totalmente diferente: los israelíes
son asesinados, los palestinos “mueren”, como por accidente o por
cualquier otro motivo que no sea que alguien los mató. Así, verás
rutinariamente en las noticias que los palestinos “mueren” en
Cisjordania, mientras que los israelís siempre son “asesinados”.
Para los medios internacionales la sangre de los israelíes es
siempre mucho más valiosa que la sangre de los palestinos. Estos
tres niños pequeños que fueron asesinados en la playa en Gaza
cuando jugaban al fútbol, por ejemplo, esta historia fue enterrada
casi tan rápidamente como los niños fueron enterrados, ese no
habría sido el caso si el zapato hubiera estado en el otro pie.
Entonces, ante la ausencia de una cobertura justa de este problema,
incluso una cobertura equilibrada, incluso un poco sesgada, en
ausencia de todo eso, la gente ha recurrido a las nuevas herramientas
de las que ahora disponen. Yo tengo 1 millón de seguidores en las
redes sociales. Estoy denunciando insistentemente, diariamente el
caso palestino y ese millón se engrosa cada vez que se comparte y
así sucesivamente. No soy, en absoluto, la única persona haciendo
esto. Durante la última guerra a gran escala en Gaza, en 2014,
reunimos a cientos de miles de personas solamente en Gran Bretaña,
casi en su totalidad en las redes sociales. La gente se informó
sobre las manifestaciones, dónde empezaban, por dónde transcurrían
y quiénes hablaban, casi en su totalidad a través de las redes
sociales.
Así que, por supuesto, los partidarios de Israel lo saben
y se reclutan, a veces incluso pagan –y no lo digo yo, ellos mismos
lo han admitido–, pagan a estudiantes israelíes y otros
estudiantes de todo el mundo para que sean, efectivamente, trolls. en
Twitter, por ejemplo, y en Facebook, mintiendo, enfangando,
etiquetando y difamando sin cesar a cualquiera que defienda al pueblo
palestino. Y a veces les funciona. Algunas personas son intimidadas
para que abandonen la plataforma o para que abandonen el tema. Pero
nosotros somos muchos y ellos son muy pocos, somos cientos de
millones y ellos muchos menos. El número de personas involucradas es
ahora diferente de cuando yo era joven. Por cierto, me involucré en
la cuestión palestina en 1975. A mediados de los 60 y mediados de
los 70, a casi todo el mundo le gustaba Israel, tenía una muy buena
imagen, era musical, era genial, había amor libre y alimento
compartido. Kibutz's, que decían ser ejemplos de vida y trabajo
cooperativos, etc. Israel tenía una reputación muy alta y muchos
seguidores, y decir, como lo hice en 1975, que uno era partidario de
la OLP, era algo muy controvertido. De hecho, podría mostrarle las
cicatrices de aquellos días. Pero ahora eso ha cambiado
completamente. Casi nadie ama ya a Israel. Por supuesto, no aquellos
judíos que están totalmente comprometidos con el sionismo, aunque
de ninguna manera todos los judíos, como dije, hay muchos judíos
religiosos y muchos judíos laicos e izquierdistas en contra, pero la
mayoría está a favor del sionismo, son ya las últimas personas que
realmente aman Israel. Incluso los cristianos evangélicos en los
Estados Unidos, que son decenas de millones y que son grandes
partidarios de Israel, no son partidarios de Israel porque amen a los
judíos, son grandes partidarios de Israel porque esperan que traiga
a Jesús de regreso y entonces todos los judíos serán obligados a
convertirse o ser asesinados. Así que, no aman a los judíos. Quien
piense que George Bush amaba a los judíos es que nunca visitó su
Club de Golf, donde no hay miembros judíos en absoluto, aunque sí
que hay sionistas, pero no hay judíos y no les gustan los judíos. A
veces incluso odian a los judíos. El mismo Sr. Balfour, de quien he
hablado, quería que todos los judíos de Inglaterra se fueran porque
no le gustaban los judíos, no porque él apoyara sus “derechos”
a ir y a vivir en Palestina, sino porque quería verlos marchar por
los puertos británicos. De tal modo que tenemos este extraño
fenómeno consistente en que las personas a quienes no les gustan los
judíos están con Israel, y las personas que aman a los judíos,
como yo, están en contra de Israel. Y nosotros somos los acusados de
ser antisemitas, lo que, por supuesto, es absolutamente ridículo,
risible. ¿Qué pasará? No tengo una bola de cristal, solía pensar
que podría llegar el día en que yo mismo caminaría en una
Palestina libre. Ahora ni siquiera puedo entrar en la Palestina
ocupada, ni en Cisjordania, ni en Gaza porque me está vetado por
Egipto e Israel cruzar las fronteras de la Palestina ocupada.
Francamente, ya no creo que viva para ver una Palestina libre, pero,
si dios quiere, tengo muchos hijos y son jóvenes, y estoy seguro de
que un día caminarán en una Palestina libre. Y si los ves,
simplemente diles que recuerdas a su viejo.
No me duele la cabeza: me duele el cerebro, porque no se me acomoda a estas cosas.
ResponderEliminarEso es síntoma de justa cordura.
EliminarMuy completo. Volvemos a lo mismo (más bien yo a lo mio). El régimen israelí se basa en un ingente aporte de dinero que es el que defiende las fronteras y los asentamientos. Con cada crisis este régimen se debilita, mientras que la fuerza de las gentes se que agolpan en sus fronteras aumenta. Bien venida sea la próxima crisis.
ResponderEliminarSalud!
Para crisis, perpetua y deliberada, la que padecen en Gaza.
EliminarSalud!
Se me ocurren tres palabras. Terrible, dantesco, grotesco!. O igual juntándnolas todas ellas, no se si atreverme ... "Grotescamente terrible y dantesca! ... esta pantomima de intereses y poderes!.
ResponderEliminarYo lo resumiría en una: injusticia.
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