15 enero, 2021

USA: El desesperado vandalismo de Pompeo ——— Finian Cunningham

 


Information Clearing House – 15/01/2021

Traducción del inglés: Arrezafe


Qué final tan ignominioso para la administración Trump. Además de un presidente acusado por segunda vez, su principal diplomático, Mike Pompeo, ha estado saboteando frenéticamente tantas relaciones exteriores como le ha sido posible.


En los últimos días, el secretario de Estado Pompeo ha estado revisando una lista de tareas pendientes como loco.


Acusó a Irán de ser la nueva base para el terrorismo internacional de Al Qaeda, intentando así hacer de la República Islámica objetivo para ataques aéreos en nombre de la “guerra contra el terrorismo”. No importa que Pompeo no haya presentado evidencia ninguna que respalde su desquiciada acusación, y no importa que sea absurda e ilógica, dada la histórica antipatía Wahabí-Chií. No importa, tampoco, que la alianza militar de Irán haya estado acabando con los grupos terroristas del tipo de Al Qaeda en Siria e Irak.


El torpe Mike desconoce la lógica y carece de inteligencia. No es más que un propagandista, un matón del imperialismo estadounidense.


También, y por si fuera poco, Pompeo procedió apresuradamente a incluir nuevamente a Cuba en la lista estadounidense de patrocinadores estatales del terrorismo, sin ninguna evidencia y en base a la estúpida acusación de que La Habana apoya al presidente socialista electo de Venezuela, Nicolás Maduro. El patrocinador real del terrorismo aquí es Estados Unidos, que ha estado estrangulando económicamente a Venezuela durante años y a Cuba durante décadas.


La lista de cosas por hacer continúa: Pompeo anunció que Estados Unidos estaba incluyendo a los rebeldes hutíes de Yemen en una lista de grupos terroristas extranjeros. Esa medida fue ampliamente denunciada por las Naciones Unidas y los estados europeos por el impacto desastroso que tendrá al bloquear los esfuerzos para hacer llegar la ayuda humanitaria a millones de yemeníes atrapados en la guerra emprendida por Arabia Saudita contra Yemen –el país más pobre de la región– durante cinco años y respaldada por Estados Unidos.


Pero Mike Pompeo, que declara ser un cristiano devoto, parece demasiado ocupado como para considerar las horrendas consecuencias, dado que estaba en una cena con el jefe de la agencia de espionaje israelí Mossad, en Washington DC, durante la cual, según los informes, "discutieron" (es decir, inteligencia compartida) sobre los ataques aéreos israelíes que se lanzaron en el este de Siria dos días después, con el resultado de decenas de muertes.


Lo siguiente para el evangélico Mike, fue China y Rusia. Pompeo declaró la apertura de contactos oficiales entre los EEUU y Taiwán, el territorio separatista chino, lo que socava la soberanía de China y enfureció a Beijing. En cuanto a Rusia, el Departamento de Estado de EEUU ya está preparando más sanciones económicas contra las empresas europeas involucradas en la construcción del gasoducto Nord Stream 2.


Irónicamente, cuando Trump fue acusado nuevamente esta semana por incitar a un funesto motín en el Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero, el presidente saliente emitió una declaración condenando la conducta ilegal, diciendo que “la violencia y el vandalismo no tienen cabida en nuestro país”. Bueno, eso es noticia para Pompeo, que, en lugar de diplomacia, ha estado colmando de violencia y vandalismo sus últimos días en el cargo.


Es obvio que Pompeo se encuentra en una misión final de demolición para garantizar que la nueva administración de Biden se vea gravada en las relaciones exteriores. Por supuesto, teóricamente el equipo de Biden podría revertir muchas de las irracionales decisiones de Pompeo, pero debido a la complejidad burocrática, podría llevar meses hacerlo. Cuando se queman puentes, lleva tiempo reconstruirlos y recuperar la confianza.


No hay duda de que el nefasto objetivo es dañar las relaciones con Rusia y China, tan gravemente que a Biden le resultará políticamente difícil repararlas, incluso si quiere. Porque si Biden anula los últimos movimientos de Pompeo, estará arriesgándose a ser vilipendiado por “ablandarse” con Moscú o Beijing.


Es deplorable que la política exterior de Estados Unidos esté sujeta mentalidades y comportamientos como la del matón Pompeo, que en una ocasión, siendo jefe de la CIA, se jactó de que su lema operativo era “hacer trampa, mentir y robar”. En los últimos días de su reinado en el Departamento de Estado, vemos que dicho lema se pone en práctica con imprudencia espantosa.


No es de extrañar que esta semana Pompeo tuviera que cancelar un viaje de despedida a Europa, cuando se supo que los ministros de Asuntos Exteriores europeos se negaban a reunirse con él. Parece que incluso los políticos europeos, normalmente obsequiosos, no pudieron soportar más al odioso diplomático estadounidense.


Pompeo personifica la administración saliente de Trump: mezquina, criminal y absolutamente ignorante.


Buen viaje Mike: cuidado, no te golpees con la puerta al salir.

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2 comentarios :

  1. Me parece mal la ligereza con la que el autor habla sobre las actuaciones de Pompeo. Estas motivaciones según el lugar atienden a los intereses a veces estratégicos militares, a veces económicos de alguna corporación, políticos y partidistas, favores entre mandatarios, pero siempre tienen un motivo. La incoherencia existe fruto del choque de intereses, y a veces hasta les hace tomar decisiones beneficiosas en un sentido pero catastróficas en otro. El crimen es inherente al cargo. Pero la ignorancia es la del autor, incapaz de ver esta trama.
    Salud!

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    1. Al lector se le supone al tanto de que, como responsable de la política exterior estadounidense, Pompeo encarna los intereses y valores del sistema corporativo que representa. La crítica a Pompeo es pues la crítica a ese sistema. No veo ligereza alguna en la crítica de Cunningham.

      Salud!

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