01 enero, 2021

Los escuadrones de la muerte de Biden y la CIA —— Finian Cunningham

El marine Jeremy Morlock levanta la cabeza de un muchacho de 15 años
asesinado en Afganistán. (De Rolling Stone)  

Information Clearing House – 31/12/2020

Traducción del inglés: Arrezafe


Los escuadrones de la muerte respaldados por la CIA están fuera de control en Afganistán, asesinando a civiles y aterrorizando a la población. Cuando dentro de tres semanas Joe Biden se convierta en presidente, debería priorizar el fin de este "Asesinatos S.A."

Un informe de investigación recientemente publicado ha descubierto un programa de asesinatos sistemáticos llevado a cabo por la CIA en varias provincias de Afganistán.

Durante 2019, en un período de sólo seis meses, se encontró que más de 50 civiles, incluidos mujeres y niños, fueron asesinados en 10 masacres separadas y planificadas, según el autor Andrew Quilty. Una muestra de los asesinatos perpetrados solamente en la provincia de Wardak.

El escuadrón de la muerte, conocido como "Unidad 01", está compuesto por afganos reclutados localmente, pero entrenados, equipados y dirigidos por agentes estadounidenses.

No hay duda de que las operaciones clandestinas de la CIA tienen autorización de alto nivel de la Casa Blanca. Se llevan a cabo bajo el código militar y el llamado “Título 50”, que protege a los operativos del enjuiciamiento por crímenes de guerra. Sólo el presidente puede aprobar ese nivel de autorización.

Joe Biden, el presidente electo demócrata entrante, se ha quejado de que la actual administración Trump le ha negado el acceso a informes clasificados de seguridad nacional. Pues bien, Biden pronto tendrá acceso completo tras su toma de posesión el 20 de enero. Así pues, el nuevo presidente será inevitablemente informado de las "operaciones antiterroristas" afganas y sus escuadrones de la muerte, y en consecuencia deberá enfrentarse a la decisión sobre finalizar el programa o continuarlo.

La evidencia de las operaciones criminales de la CIA es abrumadora. Líderes comunidades afganas y oficiales de seguridad testificaron que, en otras provincias, la "Unidad 01" y sus secuaces están dirigidas por oscuros oficiales estadounidenses que acompañan a los escuadrones de la muerte durante sus redadas en aldeas y granjas. También decenas de residentes afganos y supervivientes de los ataques describen las operaciones dirigidas por Estados Unidos.

Además, los escuadrones de la muerte cuentan con el apoyo de helicópteros de transporte Chinook, aviones de combate, cañoneras y drones estadounidenses.

La posición oficial estadounidense es que sus fuerzas militares tienen la tarea de derrotar a los militantes talibanes que se oponen al régimen de Kabul respaldado por Estados Unidos. Pero los asesinatos llevados a cabo por los escuadrones liderados por la CIA tienen como objetivo a civiles, en lo que parece ser una contundente política de terrorismo e intimidación. En la mayoría de las atrocidades investigadas no había vínculos entre las víctimas y los talibanes.

A finales de 2017, bajo la presidencia de Donald Trump y el entonces jefe de la CIA, Mike Pompeo, quien luego se convirtió en secretario de Estado, las operaciones militares estadounidenses en Afganistán cambiaron, poniendo más énfasis en las operaciones clandestinas y la relajación de las reglas de enfrentamiento.

Durante el mandato de Trump, ha habido un gran aumento de muertes de civiles en Afganistán, en parte por el aumento de los ataques aéreos, pero también por los enloquecidos escuadrones de la muerte de la CIA. Al mismo tiempo, sin embargo, Trump se ha jactado de retirar las tropas convencionales de Afganistán en virtud de un supuesto acuerdo de paz con los talibanes. Esto le ha permitido al presidente republicano afirmar que está cumpliendo las promesas electorales de poner fin a las guerras en el exterior, como la de Afganistán, que con dos décadas de duración es la guerra exterior más larga jamás librada por Estados Unidos.

Queda por ver qué hará Joe Biden al respecto, pero los indicios no son buenos. Para empezar, casi todos los presidentes estadounidenses han firmado programas criminales de la CIA: en Guatemala e Irán en la década de los 50, en Cuba y Vietnam en la década de los 60, en El Salvador y Nicaragua en las décadas de 1970 y 1980, y en muchos, muchos más. Forma parte rutinaria del sucio negocio de ser presidente de Estados Unidos.

Por eso es tan despreciable y absurdo que Biden y otros hayan criticado a Trump basándose en informes infundados de los medios estadounidenses, los cuales acusan a Rusia de supuestos planes para matar tropas estadounidenses en Afganistan mediante mercenarios. Nunca hubo evidencia de tal fábula, e incluso el Pentágono se vio obligado a descartarla por infundada. Y, como de costumbre, el furor mediático se evaporó tan rápidamente como el infundio fue desmentido, dejando en entredicho, una vez más, su credibilidad.

Mientras tanto, se desvela que bajo la supervisión de Trump, los estadounidenses han estado llevando a cabo asesinatos sistemáticos de civiles afganos con escuadrones de la muerte de la CIA. ¿Dónde están las condenas de Biden?

Biden está asociado con la política de instar al ex presidente Barack Obama a adoptar una línea militar más agresiva en Afganistán cuando era vicepresidente (2008-2016). Biden favoreció las redadas nocturnas de "patear puertas abajo" de las fuerzas especiales. Por tanto, es muy poco probable que repudie la “Asesinatos.SA” que Trump ha desatado en Afganistán.

Lo que Biden aporta al nuevo régimen de la Casa Blanca es una capa adicional de corrupción moral e hipocresía bajo la apariencia de ser un "demócrata liberal".

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