14 septiembre, 2024

"Lo que está pasando ahora en Kiev es que las ratas abandonan un barco que se hunde" — Dmitry Orlov

 


Lo que está pasando ahora en Kiev es que las ratas abandonan un barco que se hunde, y la forma en que las ratas abandonan el barco es robando y acumulando el suficiente dinero para comprar su salida. Luego están sus lugartenientes, en un nivel más bajo en la jerarquía, que con el mismo propósito utilizan su autoridad con la esperanza de que quede algo que robar, porque no quieren quedarse atrapados en Kiev cuando todo se derrumbe, y va a derrumbarse. Así que eso es realmente lo que está pasando. Los estadounidenses tienen su idea de lo que quieren hacer, los europeos básicamente hacen lo que los estadounidenses les dictan que hagan, los ucranianos, en cierto modo, simulan que hacen lo que los estadounidenses les dicen que hagan, pero lo que realmente les interesa es robar el dinero que queda, o conseguirlo tal vez vendiendo algunas armas en el mercado negro, como han estado haciendo. Ese es el nivel de actividad que está teniendo lugar allí. Decir que, "existe una política en marcha en Ucrania", bueno, no, no hay política en Ucrania, sólo hay un régimen dictatorial, un régimen títere y que está siendo completamente manejado por los Estados Unidos.


Cuando Zelensky sea asesinado o abandone el país, entonces sabremos que se acabó. Pero nadie puede decir cuándo va a suceder eso porque los rusos hacen lo que hacen sin pedir permiso a nadie ni anunciarlo, no siguen ningún cronograma en particular. Ahora avanzan hacia el río Dniéper, en Donetsk. Lentamente están liberando partes de la región de Harkov. Han cruzado el río Dniéper en Kherson en dos lugares. Probablemente, la idea es recuperar la ciudad de Kherson, situada en la orilla derecha del Dniéper, de la que se retiraron en 2022 para construir una línea defensiva, la línea Surovikin, contra la que los ucranianos se destrozaron durante toda una temporada. Luego está la incursión en Kursk. Los rusos están esperando a que los ucranianos dejen de enviar tropas frescas a Kursk para que las maten. ¿Por qué habrían de interferir en ese hermoso esfuerzo de los ucranianos destinado a agotar completamente su ejército o simplemente desangrarlo? Llegará un momento en que los ucranianos ya no dispondrán de nadie a quien enviar a Kursk, y entonces resultará que hay suficientes tropas rusas y material acumulado en la frontera de la región de Sumy, fronteriza con Kursk, para que los rusos básicamente entren y tomen dicha región. Todo, hasta los confines de Kiev, pasará a formar parte del territorio liberado por los rusos.


Dmitry Orlov – 13/09/2024


https://www.youtube.com/live/xW6wZ0uVqZo?si=bfIfbJaTZAvkrilC



13 septiembre, 2024

El petróleo de Venezuela y la hipocresía facinerosa del imperialismo

 





Vladimir Putin: "Tomaremos las decisiones adecuadas en respuesta a las amenazas que se nos planteen"

 


Presidente de Rusia – 13/09/2024


Respuesta de Vladimir Putin a la pregunta de un periodista.


Pregunta: En los últimos días hemos estado escuchando declaraciones de muy alto nivel en el Reino Unido y los Estados Unidos en el sentido de que se permitirá al régimen de Kiev atacar objetivos en el interior de Rusia utilizando armas occidentales de largo alcance. Al parecer, esta decisión está a punto de tomarse o ya se ha tomado, por lo que sabemos. Esto es realmente algo extraordinario. ¿Podría comentar lo que está sucediendo?


Vladimir Putin: Lo que estamos viendo es un intento de sustituir conceptos. Porque no se trata de si el régimen de Kiev tiene o no permiso para atacar objetivos en territorio ruso. Ya está llevando a cabo ataques con vehículos aéreos no tripulados y otros medios. Pero el uso de armas de precisión de largo alcance de fabricación occidental es una historia completamente diferente.


El hecho es que –ya lo he mencionado y cualquier experto, tanto de nuestro país como de Occidente, lo confirmará– el ejército ucraniano no está capacitado para utilizar los sistemas de alta precisión y largo alcance de última generación suministrados por Occidente. No pueden hacerlo. Es imposible utilizar esas armas sin los datos de inteligencia proporcionados por los satélites, de los que Ucrania no dispone. Esto sólo se puede hacer con los satélites de la Unión Europea o de los Estados Unidos, en general, los satélites de la OTAN. Éste es el primer punto.


El segundo punto, quizá el más importante, incluso el más importante, es que sólo el personal militar de la OTAN puede asignar misiones de vuelo a estos sistemas de misiles. Los militares ucranianos no pueden hacerlo.


Por lo tanto, no se trata de permitir o no que el régimen ucraniano ataque a Rusia con esas armas, sino de decidir si los países de la OTAN participan directamente en el conflicto militar o no.


Si se toma esta decisión, no significará nada menos que una participación directa: significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, serán partícipes en la guerra en Ucrania. Esto supondrá su participación directa en el conflicto y, claramente, cambiará radicalmente la esencia misma, la naturaleza misma del conflicto.


Esto significará que los países de la OTAN –Estados Unidos y los países europeos– estarán en guerra con Rusia. Y si así fuera, teniendo en cuenta el cambio esencial del conflicto, tomaremos las decisiones adecuadas en respuesta a las amenazas que se nos planteen.



11 septiembre, 2024

El Estado Mayor de la OTAN existe para vender armas, no para ganar guerras — Evan

 

Fragmento extraído de "The Last Gasps" (DD Geopolitics)


Mientras los ucranianos son derrotados en Kursk, las líneas han sido destruidas en el Donbass, donde las fuerzas rusas toman posiciones otrora inexpugnables en un tiempo récord. Ya se han destruido docenas de piezas de equipo de la OTAN, incluidos algunos de los irreemplazables sistemas de artillería de cohetes M270. En el último mes, se ha confirmado la destrucción de docenas de ellos, la mayoría en el Óblast de Sumy, que limita con Kursk, hay vídeos que así lo prueban.


No era difícil preverlo. A pesar de que los ucranianos y sus amos en Washington intentan convencernos de que el colapso de Rusia es inminente, las fuerzas armadas rusas aún cuentan con reservas considerables, mientras que lo mejor del ejército ucraniano murió como un Banzai cargando a través de un campo minado este verano. Con los genios del Estado Mayor de la OTAN detrás de ellos, es sorprendente que Ucrania haya llegado tan lejos. Una generación entera presa de la industria significa que el Estado Mayor de la OTAN existe para vender armas, no para ganar guerras.





10 septiembre, 2024

Gaza starves as EU helps Israel to fight binge-eating — David Cronin

 

THE ELECTRONIC INTIFADA – 10/09/2024


EU officials are now portraying genocide enabler Ursula von der Leyen as a champion of peace. (Dati Bendo / European Union)


As Gaza starved, the European Union decided to finance an Israeli project on binge-eating.


That fact says everything about the priorities of the Brussels bureaucracy and how it has continued cooperating with a state carrying out a genocide.


The binge-eating project is coordinated by the Weizmann Institute of Science. It is among the recipients of more than 150 grants to Israel which Brussels officials have signed since the exterminationist war on Gaza was declared in October last year.


I have found details of these grants by sifting through a database on EU research funding.


Binge-eating disorder is a serious problem that warrants careful research. Yet it is abhorrent that the EU should approve an Israeli project on overconsumption at a time when Israel had cut off the supply of food and water to Gaza’s inhabitants.


The grant to the binge-eating project reminded me of an 1890 cartoon captioned "Ireland wrestles with famine, while Mr. Balfour plays golf."


Arthur James Balfour headed Britain’s colonial administration in Ireland during a period of mass hardship and considerable unrest. He would later ink the 1917 Balfour Declaration, through which Britain offered its support for the colonization of Palestine by the Zionist movement.


The colonization drive not only continues in 2024 but has become more brutal than ever. Despite professing varying degrees of concern about the brutality, the US, the European Union and Britain are all accommodating it.


Balfour was lampooned for not allowing the misery caused by Britain’s policies to put him off his hobbies. Today, the West’s decision-makers are so unperturbed by the horrors visited on Gaza that they maintain a business as usual approach toward Israel.


Memory hole


By compiling a list of recent EU grants to Israel, I found out that a few colleges have benefited considerably from them. They include Hebrew University of Jerusalem, the Technion in Haifa and the aforementioned Weizmann Institute in Rehovot.


In her book Towers of Ivory and Steel, Maya Wind writes that those three institutions were "established to advance the scientific and technological development of Israel as a Jewish state in historic Palestine." During the period leading to the Nakba – the ethnic cleansing of Palestine between 1947 and 1949 – they were "directly recruited to support the violent dispossession required for Zionist territorial expansion."


The universities helped sustain the forces which attacked Palestinian towns and villages, as well as developing arms for them. They still perform such a function.


A "science park" operated by the Weizmann Institute, for example, undertakes joint research with some of Israel’s main weapons makers. A subsidiary of Elbit Systems – Israel’s largest arms firm – is even based in that "park."


The Weizmann Institute, lest it be forgotten, is named after Chaim Weizmann. A leading figure in the Zionist movement (who became Israel’s first president), he lobbied heavily for Britain both to issue the Balfour Declaration and deliver on the commitments contained in it.


The EU’s willingness to shower Israel with subsidies as it carries out a genocide offers tangible proof that something is very wrong in Brussels.


The truth is that the EU has been facilitating Israel’s crimes for a long time. Although that truth is not difficult to establish, there is a sizable number of people within the Brussels bureaucracy prepared to accept the illusion that the EU is committed to peace and justice.


After Ursula von der Leyen, president of the European Commission, gave her unconditional backing to Israel as the Gaza genocide got underway in October last, some Brussels officials expressed their displeasure by organizing protests. The protests were subsequently met with threats that those taking part could be punished.


The protests have continued but the message they are sending out is now misleading.


A flier circulated among EU staff


A flier for recent demonstrations stresses "our loyalty to the [EU] institution." Offering support for "our leaders in their fight to end the war," it quotes von der Leyen saying "the bloodshed in Gaza must stop now."


Any calls that von der Leyen has made for an end to the bloodshed do not erase her extremely recent history of greenlighting the bloodshed.


The protests were a direct response to her green light. Rather than demanding that von der Leyen be held accountable, the protesters are pushing her complicity down a memory hole.



09 septiembre, 2024

‘Britain is the US’ LAPDOG, Gaza Genocide is a Reflection of Western Imperialism’ (Fiona Lali)

 


08 septiembre, 2024

Genocidio en Palestina. Cómo evitar la siguiente fase — Ilan Pappe

 

Bandera humana de Palestina desplegada en Zaragoza 
contra el genocidio de Israel / Miguel Ángel Gracia


THE PALESTINE CHRONICLE – 07/09/2024

   Traducción del inglés: Arrezafe


De manera similar a lo que ocurrió en 1948, los líderes del movimiento sionista creen que la historia les ha ofrecido una oportunidad única de lograr, mediante una gran operación, lo que durante años sólo pudieron lograr parcialmente.


Como muchos de nosotros habíamos advertido, once meses después del genocidio de Gaza, Israel se centra ahora en el genocidio de Cisjordania.


En este caso, se trata de una política más cautelosa, ya que Israel no puede encontrar pretextos fáciles como los que utilizó para justificar su ataque y genocidio en Gaza. Sin embargo, el relato que Israel está utilizando es esencialmente el mismo. De hecho, es más que un relato, es un mito que los partidarios de Israel en todo el mundo siguen adoptando y repitiendo.


El mito es el siguiente: el ataque de Israel a Gaza fue una operación militar de represalia, mientras que el actual ataque a Cisjordania es un ataque preventivo contra los representantes de Irán en la región.


Hay otra capa agregada al mito, y es la afirmación de que Irán está motivado por los mismos objetivos que inspiraron el genocidio nazi de los judíos.


Por supuesto, no se trata de una nueva modalidad de propaganda. Los académicos, diplomáticos y políticos israelíes han intentado nazificar a los palestinos desde 1948. Lo más absurdo de dicho intento fue la afirmación del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que el Mufti había persuadido a Hitler para que cometiera el genocidio de los judíos en Europa.


Este viejo-nuevo mito condujo a la siniestra comparación entre los soldados y ciudadanos asesinados el 7 de octubre de 2023 y los seis millones de judíos masacrados por los nazis.


Esta comparación es un abuso total de la memoria del Holocausto y, más importante aún, un intento de demonizar la resistencia anticolonialista palestina, que comenzó en la década de 1920 y continuará hasta que Palestina sea liberada.


No es necesario dedicar demasiado tiempo a refutar este tipo de mentiras. Lo que importa es que todavía proporcionan inmunidad en los medios de comunicación y la política occidentales a las continuas políticas genocidas de Israel en la Franja de Gaza y Cisjordania.


Los lectores del Palestine Chronicle no necesitan convencerse de que las acciones israelíes en la Franja de Gaza constituyen un genocidio. Pero lo que ha ocurrido en el último mes es que el genocidio no sólo consiste en el asesinato masasivo de palestinos, sino que forma parte de un proyecto más amplio de exterminio de los palestinos de su tierra.


Esta estrategia condujo a la destrucción total de las universidades y bibliotecas de la Franja de Gaza en los últimos once meses. Un acto bárbaro destinado a eliminar la identidad, el patrimonio cultural y el capital humano palestino.


Este es también el motivo detrás de las acciones de Israel en Cisjordania, disfrazadas como un ataque preventivo contra posibles ataques “terroristas” a Israel.


El actual gobierno israelí, mesiánico y neosionista, cree que se le ha brindado una oportunidad histórica única que le otorga el poder de expulsar a los palestinos de su tierra. En este contexto, todos los medios, incluido el genocidio, están justificados a los ojos de estos políticos y sus electores.


De manera similar a lo que ocurrió en 1948, los líderes del movimiento sionista creen que la historia les ofrece hoy una oportunidad única de lograr, a través de una gran operación, lo que en el pasado sólo pudieron lograr a lo largo de los años mediante una acción paulatina.


Este es un doloroso recordatorio de los dos relojes de la historia que funcionan a ritmos diferentes. Uno, que funciona muy lentamente, es el que mide la creciente solidaridad con el pueblo palestino en Occidente, junto a campañas de desinversión y boicot a Israel. El otro, que lamentablemente avanza a un ritmo aterrador, mide la destrucción sobre el terreno en la Palestina histórica.


Por lo tanto, la misión principal del movimiento de solidaridad sigue siendo la misma: tratar de seguir el ritmo incidiendo sobre la cambiante reacción global y regional a las políticas de Israel para que estas se materialicen sobre el terreno.


El esoantoso espectáculo que fue la convención del Partido Demócrata en Chicago el pasado agosto –donde la candidata presidencial Kamala Harris reiteró su apoyo incondicional y sin tapujos a Israel– fue otro doloroso recordatorio de la complicidad estadounidense en el genocidio, pero también indicó la falta de una alternativa significativa en la política estadounidense que pudiera darnos alguna esperanza de un cambio radical en el futuro cercano.


Cualquiera que sea el resultado de las elecciones estadounidenses, es más razonable trabajar para limitar la intervención estadounidense en Palestina, así como en Oriente Medio, que esperar que la nueva administración estadounidense adopte una política que nunca se ha aplicado desde la creación del Estado de Israel.


Cuanto menos intervenga Estados Unidos, más posibilidades habrá de un futuro mejor. Sin embargo, por desgracia, existe un escollo.


A corto plazo, para detener el genocidio que se está cometiendo en Gaza y el que se está gestando en Cisjordania, la presión sobre el futuro presidente debe aumentar significativamente.


Con suerte, en los próximos 60 días, el Uncommitted National Movement convencerá a Harris de que detener el genocidio podría ayudarla a ganar en los estados clave, donde los votos de la izquierda y de los árabes estadounidenses son de gran importancia.


Luego tenemos a la Unión Europea y el gobierno británico, que hasta hoy han adoptado posiciones vergonzosas ante el genocidio.


Hasta ahora, el regreso del Laborismo al poder y la victoria de la alianza de izquierda en Francia no han supuesto un cambio serio en las políticas de ambos países.


Y, aunque las posiciones de Noruega, España y Bélgica sobre el reconocimiento del Estado de Palestina son alentadoras, no se trata de un objetivo urgente en este momento, y el genocidio en Gaza continúa, expandiéndose a Cisjordania y tal vez, en el futuro, a los 1,9 millones de ciudadanos palestinos dentro de Israel.


Siempre he sido muy cuidadoso y no he hecho predicciones apocalípticas ni alarmistas sobre el destino de esta comunidad en particular, en medio de la cual he pasado la mayor parte de mi tiempo.


Pero ahora temo que ellos también estén afrontando un peligro existencial como víctimas potenciales de la tercera fase. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para evitar el siguiente paso.


El año académico en el norte global y en los EEUU está a punto de comenzar y es de esperar que los campamentos y las protestas regresen con energía renovada y formas redobladas de protesta.


También es alentador ver que cada vez más sindicatos y empresas están desinvirtiendo en Israel, mientras que varias universidades decidieron cortar sus vínculos oficiales con el mundo académico israelí.


No hay necesidad de decirles a los palestinos cómo deben elaborar sus estrategias y con qué fin. Lo que se necesita es un movimiento solidario que tenga confianza en sí mismo y crea estar haciendo todo lo posible para presionar a los gobiernos nacionales y frenar a Israel.


Hay que impedir que el mesianismo neosionista aproveche lo que sus gurús consideran una inusual oportunidad histórica para destruir al pueblo palestino, algo que sus predecesores no han podido hacer en más de un siglo de opresión colonial.


Sabemos que no tendrán éxito: los palestinos no desaparecerán, y Palestina tampoco, pero debemos hacer todo lo posible para limitar la carnicería y la destrucción que están causando en toda la Palestina histórica.



M A T O N E S

 


En una reunión con Zelensky, el senador estadounidense Lindsey Graham describió las ventajas para Estados Unidos de la guerra en Ucrania:


"Están tratando de detener a los rusos para que nosotros no tengamos que luchar contra ellos. Ellos (los ucranianos) no quieren tropas estadounidenses, sólo quieren armas para liberar a su país de una terrible invasión. Están sentados sobre minerales valorados en billones de dólares que podrían ser útiles para nuestra economía. Por eso quiero seguir ayudando a nuestros amigos en Ucrania", dijo Graham.


Obscenamente claro. Un infame vejestorio estadounidense manifestando sin tapujos por qué están enterrando a cientos de miles de ucranianos.




07 septiembre, 2024

DURO GOLPE A LA OTAN

 

SIMPLICIUS  07/09/2024


La prueba más evidente de la eficacia del ataque ruso con misiles a Poltava fue el enjambre de aviones médicos de la OTAN (EEUU, Alemania, Polonia, Rumanía).




En ellos se evacuaban tanto a los instructores heridos como a los cadáveres. En ciudades como Berlín, la policía custodiaba convoyes de ambulancias que llegaban a los hospitales al anochecer. (Según testimonios)


Al tiempo que comenzaron los trámites legales sobre los muertos del personal de la OTAN, el teniente coronel del ejército estadounidense Joshua Kamara murió repentinamente en Polonia.


En el futuro nos esperan muchos "accidentes" inesperados de helicópteros, yates, aviones privados o incidentes de senderismo en todo el mundo, involucrando la muerte inesperada de personal de la OTAN.


 

 

TRANSCRIPCIÓN: "Por favor, compartid este vídeo lo más posible. Cuando Poltaba fue impactada por un misil, había más de 2.000 personas en el edificio. Hoy ha sido confirmado que más 500 personas han muerto y más de 300 heridas. Nuestro gobierno [de Ucrania] guarda silencio. No permanezcamos en silencio, digamos la verdad. Que la gente sepa. Porque nuestro gobierno está podrido. Que todo el mundo disfrute de un cielo en paz".

 

El ejército ruso avanza imparable




05 septiembre, 2024

DECLARAR LA GUERRA A CISJORDANIA SÓLO HUNDIRÁ MÁS A ISRAEL — Khalil Harb.

 


Observatorio crítico – 05/09/2024

Fuente original: The Cradle – 02/09/2024


La agresiva expansión de Israel en Cisjordania, que se hace eco de la devastación en Gaza, revela una estrategia más amplia para aplastar a la resistencia palestina, ejercer un mayor control y remodelar la región, aunque lo único que consigue es acelerar el colapso del marco de Oslo y de la colaborativa Autoridad Palestina.


La actual invasión israelí de la ya ocupada Cisjordania ha puesto al descubierto la cruda realidad de Israel y su ocupación de Palestina durante décadas: el alcance del extremismo en el seno de su gobierno, las tácticas repetitivas e ineficaces de su ejército, la menguante "autoridad" de Mahmud Abbas, la obsolescencia de los Acuerdos de Oslo, el aumento de la presión sobre la monarquía jordana y la innegable complicidad de Estados Unidos en estas atrocidades cotidianas.


Esta gran ofensiva en Cisjordania, la mayor del Estado de ocupación desde la Segunda Intifada, tiene profundas implicaciones. Mientras el gobierno israelí continúa su undécimo mes de guerra contra la Franja de Gaza, ha expandido su campaña genocida a otra parte de la Palestina histórica, señalando una nueva fase del conflicto similar a una ‘Gaza 2.0’.


Gaza 2.0


Al atacar Cisjordania, Israel ha dejado claro que sus acciones contra Gaza no fueron únicamente una reacción a la operación de resistencia del año pasado dirigida por Hamás, Al-Aqsa Flood, sino que forman parte de una estrategia más amplia para "judaizar" toda Palestina, como han afirmado continuamente los grupos de resistencia palestinos desde que estalló la última guerra.


Durante la última sesión de la reunión semanal del gobierno israelí, el ministro israelí de Protección del Medio Ambiente, Idit Silman, situó las ciudades de Yenín y Nablús en la misma categoría que la frontera entre Gaza y Egipto y reiteró el derecho de Israel a toda Palestina, declarando:


"En el Corredor de Filadelfia, en Yenín y Nablús, debemos atacar para heredar la tierra. [Heredar] es el término que debe utilizarse, no el de “ocupación” de la tierra".


El mismo día, la ministra de Asentamientos y Misiones Nacionales, Orit Strook, pidió al Secretario Militar y al gabinete de seguridad de Israel que "declararan el estado de guerra en Cisjordania".


De hecho, los factores que impulsan la actual explosión en Cisjordania son un reflejo de los que encendieron Gaza. Desde que comenzó la guerra contra Gaza, Israel ha intensificado sus brutales tácticas en Cisjordania: han muerto más de 650 palestinos, entre ellos más de 150 niños.


Las fuerzas de ocupación han llevado a cabo más de 10.300 operaciones, acompañadas de un aumento de la actividad de los asentamientos y de la distribución de decenas de miles de armas a las bandas de colonos, lo que ha intensificado aún más los ataques contra las comunidades palestinas autóctonas.


Incluso Ronen Bar, jefe de la propia agencia de seguridad israelí, el Shin Bet, ha advertido del aumento del "terrorismo judío", advirtiendo de que tal extremismo podría dañar aún más la posición internacional y las alianzas regionales de Tel Aviv.


A pesar de estas advertencias, el Estado de ocupación ha aprendido poco de su corto pasado. La actual campaña de Israel en Cisjordania sigue empleando tácticas conocidas pero inútiles –asesinatos (el más reciente y notable, el de Abu Shujaa de Tulkarem), destrucción (especialmente en Yenín y Tulkarem), encarcelamiento, intimidación, confiscación de tierras y demolición de viviendas e infraestructuras–, todo ello en un vano intento de desarraigar la resistencia palestina, que ha ido desarrollando sus capacidades a pesar de las duras condiciones represivas.


La agresión actual, impulsada por las facciones ultranacionalistas del gobierno israelí, es una maniobra calculada para ejercer el control sobre Cisjordania, similar a sus brutales tácticas en Gaza. Como declaró el ministro de Asuntos Exteriores Israel Katz:


"Debemos hacer frente a la amenaza igual que hacemos con la infraestructura terrorista de Gaza, incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos y las medidas que sean necesarias. Ésta es una guerra por todo y debemos ganarla".


Al menos a corto plazo, Israel se ha visto envalentonado por unas condiciones favorables: el apoyo generalizado de la opinión pública israelí a las acciones agresivas, la necesidad del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu de reivindicar una "victoria" interna y una sensación de impunidad reforzada por la falta de disuasión efectiva estadounidense o árabe.


Abrir las compuertas de la resistencia


La mayor incursión del Estado de ocupación en Cisjordania desde 2002 revela que su estrategia no es sólo una reacción a hechos aislados, sino una campaña más amplia para desmantelar la sociedad y la resistencia palestinas y negar su derecho a la autodeterminación y la autonomía.


La invasión no es una mera continuación de la respuesta al diluvio de Al-Aqsa, sino que forma parte de un esfuerzo mayor para atacar a los palestinos dondequiera que estén y quebrantar su moral. Las tácticas empleadas en Gaza -destrucción, devastación y muerte- se están reproduciendo, aunque en menor grado, en Cisjordania, a pesar del fracaso en Gaza y de la resistencia que ha fomentado.


Cisjordania ha sido testigo no sólo de un aumento de las operaciones de resistencia convencionales (coordinadas por Hamás y la Yihad Islámica Palestina), como tiroteos, apuñalamientos, emboscadas y ataques con embestidas, sino también del regreso de las operaciones de martirio y los coches bomba y de la aparición por primera vez del uso de proyectiles RPG.


Los dirigentes israelíes y las facciones ultranacionalistas abogan desde hace tiempo por infligir un dolor intenso a los palestinos, y Netanyahu ve ahora la oportunidad de conseguirlo mediante una nueva ola de violencia en ciudades clave de Cisjordania como Yenín, Tulkarem, Tubas, Nablús, Ramala y, más recientemente, Hebrón.


Yenín, en particular, punto focal de la batalla de 2002 (y de la más reciente «Batalla de la Furia de Yenín» en julio de 2023), se considera una amenaza persistente para la entidad ocupante, debido sobre todo a que los residentes del campo muestran una fuerte cohesión social, que, "A diferencia de muchas otras ciudades y pueblos de Cisjordania, el campo no se caracteriza por divisiones políticas".


La "autoridad" de Abbas pende de un hilo


Sin embargo, es posible que Netanyahu no haya evaluado plenamente los riesgos. La situación en 2024 no es la misma que en 2002; Israel ya está comprometida en distintos frentes a medida que asciende por la escalera de la escalada. Si Cisjordania se ve sometida a un escenario "Gaza 2.0" –con destrucción sistemática, ataques coordinados y desplazamientos masivos–, la frágil Autoridad Palestina (AP) de Abbas podría derrumbarse, enterrando indefinidamente los Acuerdos de Oslo y erosionando aún más cualquier perspectiva de la llamada solución de dos Estados.


Abbas se enfrenta a desafíos sin precedentes. Está asediado por la ira de los palestinos de Cisjordania, frustrados por el continuo sufrimiento de sus hermanos de Gaza, por el estrangulamiento financiero impuesto por Israel y por la implacable expansión de los asentamientos.


Las críticas a Abbas han alcanzado un crescendo en toda Cisjordania, poniendo de relieve la desilusión ante la incapacidad de la AP para proteger los derechos palestinos o detener las repetidas incursiones israelíes, así como su inquebrantable coordinación en materia de seguridad con la ocupación.


El colapso de los Acuerdos de Oslo tendría consecuencias de gran alcance. La inversión de la comunidad internacional en la AP como alternativa a la lucha armada quedaría inutilizada.


Sería cada vez más difícil convencer a cualquier palestino o árabe de que la paz es posible con la actual dirección israelí, marcada por su postura ultranacionalista y militarista.


La guerra más allá de Cisjordania


La crisis no se limita a los territorios palestinos. En Jordania, el rey Abdullah II se enfrenta a crecientes desafíos, pues la invasión israelí de Cisjordania amenaza con desestabilizar su reino.


Ammán, como Ramala, está atrapada en una red de presiones contradictorias: incapaz de romper los lazos con Israel o de alinearse plenamente con la resistencia palestina, y ahora enfrentándose potencialmente a una crisis de refugiados si los palestinos son desplazados en masa de Cisjordania.


Es fácil imaginar al rey jordano envuelto en una ola de indignación pública si se desarrolla este escenario. No se trata de meras especulaciones. El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, por ejemplo, ha subrayado la importancia estratégica de las acciones de Israel en Cisjordania afirmando que Irán está intentando establecer allí un "frente terrorista", similar a los de Gaza y Líbano.


Armar a la resistencia de Cisjordania es una vieja ambición de la República Islámica, que al parecer ha estado llevando a cabo una operación encubierta de contrabando durante los dos últimos años.


Otras naciones árabes que han firmado tratados de paz o normalizado lazos con Israel -es decir, Egipto, EAU, Marruecos, Bahréin- pueden encontrarse en una posición similar a la de Ammán si continúa la embestida israelí en Cisjordania, ya que las acciones de Tel Aviv son una afrenta directa a la Iniciativa Árabe de Paz de 2002, ratificada por la Liga Árabe en fecha tan reciente como 2017.


Esta iniciativa, que Arabia Saudí ha situado en el centro de un acuerdo de normalización de Israel largamente buscado, exige la retirada total del ejército israelí de los territorios ocupados (incluidos Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán y Líbano), una «solución justa» de la crisis de los refugiados palestinos basada en la Resolución 194 de la ONU y el establecimiento de un Estado palestino con Jerusalén Este como capital.


En lugar de ello, el número de colonos judíos en Cisjordania se ha disparado, pasando de unos 70.000 en 2002 a 800.000 en 2024, sin dejar espacio para el «Estado palestino» por el que tanto se esfuerzan los países árabes normalizadores.


Lo que Netanyahu está haciendo ahora no sirve más que de catalizador para el inevitable final de Israel, y así lo demuestra su verdadero deseo de enterrar la idea de un Estado palestino prometido, como se demuestra a través de las acciones de Israel tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza.


A medida que Israel avanza en su agresiva agenda, la postura de Estados Unidos también se ha hecho más patente.


Con importantes despliegues militares en la región y un apoyo continuado a las acciones israelíes, la aprobación tácita de Washington –quienquiera que acabe en la Casa Blanca– da a Netanyahu margen para intensificar aún más el conflicto, potencialmente a expensas de la estabilidad regional.


La búsqueda de poder por parte de Netanyahu a través de medios contundentes corre el riesgo de provocar un terremoto regional similar a las secuelas de la Nakba de 1948, que podría desestabilizar a los autócratas respaldados por Estados Unidos y desencadenar nuevas oleadas de resistencia no sólo en Cisjordania, sino en toda Asia Occidental.


La violencia actual en Cisjordania no es sólo un episodio más de esta batalla; es una peligrosa escalada que podría remodelar el orden geopolítico de la región.


Traducción: Observatorio crítico.