"A mí el criterio de verdad de
la tradición del sentido común y de la filosofía me importa. Yo no estoy
dispuesto a sustituir las palabras “verdadero” y “falso” por las palabras
“válido” / “no válido”, “coherente” / “incoherente”, “consistente / “inconsistente”. No; para mí las palabras
buenas son “verdadero” y “falso”, como en la lengua popular, como en la
tradición de la ciencia. Igual en Pero Grullo y en boca del pueblo que en
Aristóteles. Los del ”válido” / ”no válido” son los intelectuales, los tíos que
no van en serio".
"La negativa a aceptar que los hombres son lo que y como son, y que ya con lo que son y como son hay bastante para luchar contra tiranías y aberraciones, es la base de todos las memeces y todas los desvaríos de los ideólogos progresistas".
"Ningún individuo ni pueblo tiene más sentido que el de vivir,
incluyendo en el vivir la muerte. Todo lo demás, todas las
vestimentas patriotas son ideología encubridora de dominio".
"El estalinismo ha sido una tiranía sobre la población soviética,
una tiranía asesina sobre el proletariado soviético y conservar la
nostalgia de eso es estúpido y criminal".
"La
democracia es una forma de organización política, es decir, una
forma de Estado, en sentido estricto, y a mí me parece que el
socialismo radical, el socialismo en serio, tiene que conservar
suficiente parentesco con el anarquismo, como para no considerar
bien absoluto ninguna forma de Estado político, de Estado en
sentido estricto".
"La tesis que identifica la clase obrera con su estado -tesis tan
cómoda para los burócratas y tan atractiva para el dogmatismo de
izquierda o de derecha- es, por su falta de análisis previo, mera
mística (izquierdista o derechista) o mera hipocresía (burocrática),
ausencia de todo ejercicio de las categorías de la reflexión. No hay
identidad metafísica entre el proletariado y su estado. Si la hubiera,
no se ve por qué habría que desear la extinción del estado
proletario. Y como no hay tal identidad, la clase ha de ponerle bozal
a su propia Bestia: ha de imponerle la legalidad socialista. El poder
político -según la teoría marxista- es un mal, aquí y donde sea.
Mientras hay Estado, el desprecio de la juridicidad socialista,
aunque se crea revolucionario, es en realidad, a la corta o a la
larga, complicidad con la Bestia".
Demasiado marxista para mi, el pavo este.
ResponderEliminarNo sabía que fueras experto en marxismo...¡!
Eliminarcon todo mi respeto, o sin ninguno, dos minudencias, añadir que el stalinismo ha sido asesino de la clase obrera y del anarquismo y los anarquistas, valiéndose de ellos, históricamente, hasta dejar de necesitarlos y empezar a temerlos,
ResponderEliminary que la práctica ideológica de estos señores, sin desmerecerlos, ha sido siempre (hoy tenemos muestras evidentes), utilizar merchandising (palabrería, modos, formas), anarquista para sus fines,
y a mi humilde entender Manuel Sacristán no era menos (situarlo en su contexto histórico es verlo mas claro),
Bidal. Disculpa mi torpeza intelectiva, pero no llego a comprender del todo tu comentario ni qué relación guarda con esta publicación.
EliminarSalud!
estimado Loam, tu de torpeza intelectiva no tienes nada, a tener en cuenta que soy de una generación mas militante que teórica (no leímos demasiado, hicimos de corazón, aprendimos con la experiencia),
Eliminarmis comentarios no tienen relación directa con el articulo en cuestión, que es genial no cabe duda, sino que son anotaciones al margen, una sobre las actuaciones del comunismo asesino stalinista, y del camaleón comunista, y otra en particular de Manuel SAcristán, de evidente línea pecera en su época ....., sin restarle la enorme importancia intelectual que tuvo,
hoy y siempre las adaptaciones del comunismo autoritario para su puesta en escena, han hecho proselitismo directo de mentes inquietas, libertarias,
esas quizá no tan instruidas como la mía, la de tantas,
Aclarado queda, estimado Bidal. Deduzco de tu comentario que debes tener más o menos mi edad (yo tengo 68). Ciertamente, sin praxis, la teoría por sí sola no convierte al comunista en comunista, ni al libertario en anarquista. Pero sin teoría la praxis carece de brújula. Ambas son necesarias. Fue precisamente en la praxis, en la militancia y en tiempos en los que ejercerla era más que arriesgado, que conocí militantes comunistas, luchadores honestos, generosos y abnegados a los que, aun siendo yo comunista libertario, siempre les deberé respeto y gratitud.
EliminarSalud!
agradecido pues por tu respuesta, Loam
Eliminarestamos a la par, de acuerdo en todo,
también te digo que igual, a solas dentro de mi pienso que hicimos menos de lo que debíamos (e hicimos mucho), hoy se hace bastante menos de lo que se debe (y de lo que se puede),
salud y anarquía
La bisoñez de entonces no es una disculpa, pero explica algunos de nuestros indudables errores. En todo caso, yo hablaría más de éstos (y de las traiciones, ¡que las hubo!) que de lo mucho o poco que pudimos hacer. ¿Qué más se les puede pedir a cuantos lo pagaron con largos años de cárcel e incluso con su vida?
EliminarGracias por tus comentarios, compañero.
Salud y anarquía!
En vez de verdadero y falso le metemos una probabilidad, del 95% o así, y chispún. O aún mejor, da igual que las cosas sean verdaderas o falsas en el mundo de la postverdad, lo llamamos bueno y malo, como los curas que llevan dando guerra 2000 años y chispiripún!
ResponderEliminarSalud!
Fuzzy logic, ¿tendrá algo que ver con la tensión entre polos opuestos?
EliminarEl Señor M Sacristán merece todo mi respeto.
ResponderEliminarUno de mis mejores profesores, cátedro en teoría Económica, y con el que mantengo actualmente una relación de amistad, fue su discípulo.
Tengo muchos apuntes originales de M.S. y creo que fue unos de los mejores ideólogos que ha tenido esta triste España.
salut
Estoy de acuerdo contigo, Tot.
EliminarSalut!
Aunque soy ignorante, casi me atrevo a decir que Sacristán ha sido el primer marxista de España. Pero a Marx, a Sacristán y al mismísimo Stalin hay que entenderlos en su contexto y al calor de los problemas que se plantearon y de las situaciones que afrontaron. Y querría dejar clarísimo que esto es independiente de los juicios morales que puedan merecer estos y otros personajes.
ResponderEliminarSobre el Estado, coincido con el anarquismo (¡y con el marxismo tal y como lo entiendo!) en que necesariamente es un mecanismo opresor. Lo que pienso es que hay una enorme dificultad es sustituirlo por algún tipo de organización que no lo sea en alguna medida. El Estado puede ser enorme, como China, o pequeño, como Andorra. Una empresa encierra en sí un Estado más o menos reducido (o enorme). Las cooperativas son en alguna medida opresivas con sus miembros, aunque el interés común (y un control que en el mejor caso es colectivo y transparente) logren el acuerdo de sus miembros.
La dificultad mayor es la coordinación entre las unidades autónomas que necesariamente han de coexistir e interrelacionarse, y que fácilmente conducen a "individualismos grupales".
Por eso lo primero es entender que no hay Estado sin uso de la fuerza, que no hay Estados gloriosamente buenos, y que su deseable extinción no es cosa de un día ni de un buen deseo.
Agradezco mucho tu comentario, que no denota precisamente ignorancia. Yo, desde luego, no lo hubiera expuesto mejor. Si, para comprenderle, ya es difícil ponerse en el lugar del coetáneo, más difícil aún es comprender a aquellos situados en el pasado.
EliminarRespecto al Estado, es muy significativo que los anarquistas que han leído a Marx no sean tan beligerantes con sus tesis como lo son aquellos que no lo han leído. Marx era un encarnizado enemigo del Estado.
La auto-organización de una población que excede ya los 7000 millones de habitantes es, a mi entender, el más arduo y complejo desafío al que se enfrentado la humanidad nunca. Si ya es de por sí difícil teorizar sobre ello, no digamos en la práctica.
Sean cuales sean las organizaciones presentes y futuras que nos demos, es no sólo deseable, como bien dices, sino necesario que el uso coercitivo de la fuerza no esté presente en ellas. Pero, efectivamente, "no es cosa de un día ni de un buen deseo".
Gracias, una vez más, por tu comentario. Salud!