02 julio, 2019

Farsa parlamentaria





«Agitar el espantajo del fascismo esperpéntico oculta la inacción absoluta del nuevo reformismo agónico ante el fascismo real, reflejada en la imposibilidad de utilizar las desmochadas herramientas de la democracia burguesa para contener siquiera el embate del capital contra las condiciones de vida de la clase trabajadora. Esa farsa parlamentaria es el caldo de cultivo en el que la demagogia obscena de la extrema derecha se siente a sus anchas y la mediocridad de la esfera política campa por sus respetos. Si el estado ha quedado desmochado por el vaciamiento de soberanía provocado por el hegemón financiero, la excusa de utilizar a las fuerzas reformistas para al menos contener al fascismo rampante carece de fundamento. El capital no necesita ya –al contrario de los años 30– el brazo armado del fascismo clásico para imponer su égida. Le basta con las camisas de fuerza de la deuda a muerte y el potro de tortura neoliberal para consagrar –incluso en la carta magna, véase la reforma manu militari del artículo 135 en agosto de 2011, perpetrada por el ‘bambi’ Zapatero– su hegemonía sobre los títeres de los hemiciclos». 


7 comentarios :

  1. Mil gracias por la publicación. Me ha hecho mucha ilusión

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Eres Alfredo Apilánez? Pues entonces soy yo quien ha de darte las gracias por tus excelentes artículos. Un placer leerte por aquí.

      Eliminar
    2. No, el agradecido soy yo por tus atenciones. Y aprovecho para felicitarte también por tu selección de textos que leo casi siempre. Un honor estar incluido. Salud

      Eliminar
  2. No se puede salvar ni a uno, los partidos políticos, la partitocracia, son el cáncer de la democracia. La anomalía.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni representan la cacareada soberanía popular, ni tan siquiera lo intentan, están mansamente entregados al capital.

      Eliminar
  3. Hasta el fascismo de vovox es de chichinabo. Da igual que agiten banderas o lleven pulseritas, el dinero ni les va a sostener ni a volver a ayudar. Tal vez un par de millones y la atención de los medios puedan ser llamativos, pero lo único que hacen es engordar a sus líderes, debilitando el movimiento. El único poder hoy día es el ejército, y su hermano menor, la policía...y solo hasta que alcance el dinero, que esta por ver.
    Salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como el Titanic, pero con una orquesta mucho peor y sin hielo (¡qué calor!).

      Salud!

      Eliminar