España, un país donde la Justicia se abstiene si un general expresa su deseo de fusilar a 26 millones de españoles, pero que actúa con extraordinaria contundencia, vulnerando la libertad de expresión, cuando alguien expone la corrupción de la Casa Real, del Estado y de la Iglesia.
Pablo Hasél Willy Toledo
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¿Quién los jueces con pasión,
ResponderEliminarsin ser ungüento, hace humanos,
pues untándoles las manos
los ablanda el corazón?
¿Quién gasta su opilación
con oro, y no con acero.
El dinero.
Quevedo. Salud!
No hay persona que hablar deje
Eliminaral necesitado en plaza;
todo el mundo le es mordaza
aunque él por señas se queje;
que tiene cara de hereje,
y aun fe la necesidad:
¡verdad!
Góngora. -Salud!
(Dicen que estos dos no se llevaban muy bien, pero ¡cómo se complementan!)
Me recuerda a cuando en el SXVI era el estado el único que podía imprimir libros en Hispania era la imprenta real y el resto de libros e imprentas estaban prohibidos. Hasta la enciclopedia lo estuvo. Esto va para largo.
ResponderEliminarSalud!
La enciclopedia difundía el conocimiento, y eso significaba un peligro para la dogmática Iglesia y sus privilegios. En España aún quedan rescoldos muy activos de aquellas inquisitoriales hogueras.
EliminarSalud!
Tenemos lo que nos merecemos, por cobardes.
ResponderEliminarUn abrazo y a seguir.
"Pues amarga la verdad
Eliminarquiero echarla de la boca
y si al alma su hiel toca
esconderla es necedad".
Un abrazo.