29 octubre, 2022

El campo de la comunicación — Francisco Sierra

 



PRENSA ESCRITA – 23/10/2022


España es, hoy por hoy, un campo de golf. Un país dominado por golfos. Insostenible. Sin agua, sabemos que van a morir los caddies de inanición y más pronto que tarde perecerán también los jugadores de las bolas de lo ajeno, una especie en extinción, contrariamente a lo que piensa Moreno Bonilla, que por más que haga honor a su apellido, crece pero no se hace grande sino pendejo, o disimula ser sueco tomando el sol en Marbella, que para el caso es lo mismo. La cuestión es que, en este dislate y espiral del disimulo, la cuenta regresiva no cesa, y la amenaza a la vida nos sitúa ante una disyuntiva ineludible, aunque en la esfera catódica nos muestren lo contrario. Esperemos que, de algún modo, se imponga la razón. Hasta el búnker de la eurocracia cuestiona ya la necesidad de regular el mercado eléctrico. Pero, entre tanto, los medios siguen anclados en el anatema de TODO ES MENTIRA. Los tahúres y macarras de la moral a lo Risto Mejide basculan entre el negacionismo y el discurso cínico, entre la doble moral y la salutación de la estupidez como espectáculo para gloria de sus amos, responsables de la crisis energética que sufrimos. Conviene por ello empezar a exigir responsabilidades al campo de la comunicación que justifica esta golfería, a unos medios incendiarios que arrasan con la fauna y flora del territorio nacional. Tras la vergonzosa actuación durante la Cumbre del Clima de Madrid en el que la campaña de ENDESA dejó en evidencia el juego de espejos que nos quieren vender no ha lugar a más confianza a un sistema informativo tóxico y ambientalmente necropolítico. Las portadas de los diarios envueltas en el lavado de imagen de la compañía eléctrica ilustra quienes son los amos de la información y de algún modo llama la atención sobre la necesidad de una Ecología de la Comunicación o, más concretamente, la urgencia de una política radical contra el nefasto papel del capitalismo informativo, donde empresas como Iberdrola o el Banco de Santander recurren habitualmente a hackers de empresas externalizadas en campañas de promoción verde en pago diferido para conciencias tranquilas e inadecuadamente pudorosas al escrutinio público, como hace la consultora SOULSIGHT, en línea con las políticas de Responsabilidad Social Corporativa y la ética de la comunicación como venta de la mercancía. Puro marketing de ecologismo de reclamo.


Mientras, de la lógica especulativa a la economía circular del crimen organizado y el lavado de dinero en paraísos fiscales a los cárteles de la droga o la industria del éxtasis y del entretenimiento, el sistema informativo hoy dominante contribuye a acelerar la destrucción del medio ambiente y de la voluntad de habitar en común y en paz. El algoritarismo de la cultura digital ha conseguido reforzar, en este proceso, la predisposición de la exposición individual a la cultura del trabajo vivo subsumido al servicio del juicio computerizado de la máquina de producción del consentimiento en la que lo primero es aceptar, antes que nada, que nos espíen, con la renuncia a la autonomía cognitiva y la entrega a los GAFAM primeros actores del expolio de los recursos para SIicon Valley. Vencidos y desarmados, toca ahora por ello una política de reconstrucción de la autonomía y las ecologías de vida contra los golfos del cocodrilo. Pensar la geopolítica y la geofísica de la comunicación que nos quieren ocultar.


Desde el 15M el ciberactivismo ha logrado poner en cuestión en la agenda pública no solo la realidad material del Estado como poder soberano, sino la propia representación y su proyección ideológica en medio el colapso tecnológico del capitalismo. Hoy la crisis de los semiconductores apunta a la necesidad de un cambio de modelo productivo ahora que la industria mundial se ralentiza y tiende a paralizarse por la falta de recursos con los medios de producción privatizados, de manera que la aceleración tecnológica y la digitalización intensiva de la economía puede terminar desconectando el oikos y la vida, apagando el circuito de intercambio y flujos de información y energía. Paradójica realidad ahora que tras la pandemia se exige mayor esfuerzo de mediación tecnológica y una transición de modelo productivo. En juego está la crítica de la deslocalización productiva, la sostenibilidad del sistema de producción material, la soberanía tecnológica y la obsolescencia planificada, la industria local y el proceso de producción mancomunada de lo social. Un nuevo plan u hoja de ruta, una nueva vía de acceso y desarrollo, un plan distinto al que nos han contado los medios charlatanes de lo peor que, pese al empeño de los Mejide de turno, termina por imponerse como una realidad letal. Por ello es hora de vindicar la Ceiba, una comunicación de raíz, que proyecte sombra que cobije, un árbol de la vida con el espíritu de la tierra, el ánfora de oro de la naturaleza que tanto han defendido guaraníes, tikunos, yanomamis y otras tribus indígenas como también el ecosocialismo y el movimiento obrero. Desde la campaña por la Amazonía que promoviéramos la JCM en Madrid, (año 1988, si no mal recuerdo) a nuestros días, la lucha sigue. Y ha de intensificarse en estos días, porque, somos conscientes, que pese a la caja tonta, no hay diversidad cultural posible sin biodiversidad y ello es una cuestión de medios y mediaciones saludables. Esa es toda la verdad de los que solo saben decir que todo es mentira.



5 comentarios :

  1. Se ve que después de la pandemia y la guerra nos hemos quedao acarajotaos y nos da igual 8 que 80. La gente prefiere atiborrarse a pastillas o directamente suicidarse que cambiar su forma de vida y afiliarse, ya no digo a un sindicato, a cualquier colectivo que proteja sus derechos. Pues na, hasta que pete. Salud!

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    1. Los "miedos de desinformación" no se hacen eco de ello, pero ya son varios los países de Europa donde la población se ha lanzado a las calles en protesta. La crisis no ha hecho más que empezar. Así que, ya veremos si aquí, en Marzo, sigue dando igual 8 que 80, cada vez veo más pobreza por doquier.

      Salud!

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    2. Yo pensaba que este iba a ser un invierno caliente, sin embargo, está siendo más tranquilo que de costumbre. Aquí no llega el general invierno. Europa está agotada. Nada que hacer. Salud!

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  2. Tres citas que probablemente vienen a cuento:

    Fidel Castro (finales del siglo XX): “No es lo mismo estar desinformado que perder la capacidad de pensar”.

    Günther Anders (1956): «Las imágenes pueden convertirse en aparatos de entontecimiento, porque, en cuanto imágenes y a diferencia de los textos, en el fondo no dejan ver ningún contexto, sino siempre únicamente trozos de mundo… o sea que mostrando el mundo, lo velan»

    «El hombre es hecho "pasivo" mediante la televisión y "educado" para que confunda sistemáticamente ser y apariencia »


    “Los condenados a muerte pueden decidir
    libremente si quieren que les sirvan las alubias
    dulces o ácidas en su última comida”
    (DE UNA NOTICIA PERIODISTICA)


    “…Porque ya se ha dispuesto de nosotros, los que tomamos esta libre resolución, porque ya se ha decidido sobre nuestra libre elección. En efecto, ya está decidido que nosotros hemos de tomar la resolución como consumidores de radio o televisión: es decir, como seres, que estamos condenados a contentarnos con fantasmas del mundo en vez de experimentar el mundo y que ya apenas deseamos otra cosa, incluidas otras formas de libertad de elección, o quizás ya no podemos imaginarlas.”


    Edward Snowden (2022): "Claro, ríete de la caída de las acciones de Zuckerberg, pero recuerda que en cinco años él será el dueño de tus globos oculares y pausará los anuncios cada vez que parpadees",


    No quiero dejar de señalar, lo curioso que resulta leer ¡¡HOY!! en Francisco Sierra:

    “España es, hoy por hoy, un campo de golf. Un país dominado por golfos. Insostenible. Sin agua, sabemos que van a morir los caddies de inanición y más pronto que tarde perecerán también los jugadores de las bolas de lo ajeno, una especie en extinción, contrariamente a lo que piensa Moreno Bonilla, que por más que haga honor a su apellido, crece pero no se hace grande sino pendejo, o disimula ser sueco tomando el sol en Marbella, que para el caso es lo mismo. La cuestión es que, en este dislate y espiral del disimulo, la cuenta regresiva no cesa, y la amenaza a la vida nos sitúa ante una disyuntiva ineludible, aunque en la esfera catódica nos muestren lo contrario. Esperemos que, de algún modo, se imponga la razón.”

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    Del mismo modo que los yanquis nos pretenden hacer creer que la guerra de Ucrania empezó en febrero de 2022, Serra intenta que creamos que los campos de golf andaluces son obra del muñeco del PP que preside la Junta de Andalucía o que el problema de la información tóxica viene de los Hackers que contrata la Botín… en fin, le falta añadir que esto sólo se arregla: «¡¡Esperemos [‘mirando la tele o la pantalla del móvil?] que, de algún modo, se imponga la razón!!» con un gobierno de su líder, Yolanda Díaz, la misma que hace apología de la obra de Felipe Gal, Zapatero violador de la Constitución o Sánchez traidor del pueblo sarahui y otanista hasta las cachas…

    Salud y comunismo

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    1. Más allá de provincianas disputas, burdas escenificaciones destinadas a legitimar el toco mocho democrático resultante de la modélica transición, cualquier persona mínimamente informada sabe que Madrid Corte y Confección es, hoy por hoy, una sucursal de la sastrería Langley. Quien a malsabiendas o por desconocimiento lo ignore, no podrá situarse en el punto de partida de cualquier análisis que pretenda desvelar la realidad.

      Salud y comunismo

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