15 enero, 2015

Desigualdad global y devastación


Silvia Ribeiro, Alainet  14 de enero de 2015 


A principios de 2014, un informe de Oxfam resumió gráficamente la desigualdad que impera en el mundo: 85 individuos concentran más riqueza que los 3500 millones de habitantes más pobres en el planeta, la mitad de la población mundial. El informe, llamado “Gobernar para las élites: secuestro económico y desigualdad económica”, indicaba ya desde el título que la situación se mantiene porque las políticas gubernamentales se hacen para favorecer a los más ricos. Lo cual no sorprende, en la vasta mayoría de los casos los gobiernos y legisladores llegan a sus cargos apoyados en las “contribuciones”, por decirlo así, de esas élites del poder económico. En un año, los 85 más ricos aumentaron su fortuna en un 14 por ciento, que se tradujo, en conjunto, en unas ganancias de 668 millones de dólares diarios, casi medio millón de dólares por minuto.

En octubre 2014, el banco Credit Suisse publicó un informe sobre la riqueza mundial, en el que resaltaba la preocupación por los niveles de desigualdad que siguen aumentando, lo que considera un factor de riesgo. La riqueza mundial pasó de 117,000 billones en el año 2000 a 262,000 billones de dólares en 2014.

El 1 por ciento más rico de la población mundial tiene actualmente casi la mitad de la riqueza global (48.5 por ciento). Al mismo tiempo, el 50 por ciento de la población más pobre tiene menos del 1 por ciento de los ingresos y de ellos, el 90 por ciento vive en países del Sur. Si estas cifras son difíciles de digerir, casi lo es más saber que el 70 por ciento de la población mundial, tiene en conjunto ¡menos del 3 por ciento de los ingresos!

La región con mayor índice de desigualdad en el mundo es América Latina y el Caribe, pese a que en los últimos años, algunos países, como Uruguay y Venezuela, han contribuido a bajar el promedio continental. México y Chile son los países con mayor desigualdad de todos los miembros de la OCDE, e integran los 10 más desiguales de la región, junto a Honduras, Brasil y Colombia, entre otros. En el último año el número de mil-millonarios en la región aumentó 38 por ciento.

La desigualdad global creció particularmente en las últimas tres décadas, pero la brecha se hizo mayor a partir de las crisis de 2007-2008. Según Credit Suisse, los países donde aumentó más la desigualdad son China e India, donde ahora se encuentran algunas de las mayores fortunas y corporaciones del planeta. Estados Unidos sigue siendo el país que, con distancia, concentra la mayor parte de los ingresos. Allí radica el 49 por ciento de los individuos llamados ultra-ricos, con una fortuna mayor a los 50 millones de dólares.

Esos no son los que sufrieron con la crisis financiera que ellos mismos provocaron. Por el contrario, el 1 por ciento más rico de Estados Unidos se apropió del 95 por ciento del crecimiento y ganancias posteriores a 2009, mientras el 90 por ciento de la población se hizo más pobre. Y esto sin tener en cuenta las sumas ingentes de dinero público que se gastaron para “rescatar” a instituciones financieras en crisis, de las cuales esos mismos ricos son propietarios total o parcialmente.

A estos análisis, es necesario superponerle la enorme concentración corporativa que tomó vuelo en la década de 1990, en la que las fusiones y adquisiciones empresariales crecieron 757 por ciento y siguieron en ritmo ascendente, aunque más lento, hasta el 2007. Con las crisis financieras, económicas y alimentarias de 2007-2008, bajó el porcentaje de fusiones y adquisiciones, pero la concentración empresarial ya establecida nunca volvió a bajar del nivel alcanzado en el 2000, e incluso subió en algunos años del siglo XXI. Según el estudio publicado en 2011 The network of Global Corporate Control (La red de control corporativo global) de los investigadores Vitali, Glattfelder y Battiston, 1328 corporaciones trasnacionales tienen el 60 por ciento de los ingresos globales y están interconectadas entre sí, por 2 o más relaciones mutuas, con un promedio de 20 interconexiones. En esta telaraña de relaciones que tienen atrapado al mundo, el estudio identificó una “super-entidad” corporativa, como una araña en la red, integrada por 147 corporaciones que detentan el 40 por ciento de los ingresos de todas las transnacionales y que tienen un enorme poder de decisión sobre toda la red corporativa mundial. Tres cuartas partes de éstas son instituciones financieras, que a su vez están estrechamente ligadas con las mayores transnacionales de sectores claves de la economía, como energía, petroquímica y química, comunicaciones, construcción, minería, alimentación y agricultura, etc.

Son los intereses de lucro de esta extraordinariamente ínfima minoría de ricos, los que modelan regulaciones nacionales e internacionales para mantener sus privilegios, las que empujan los modelos industriales de producción y consumo masivos, y los responsables de la devastación social, ambiental y las crisis planetarias. Apenas un ejemplo: sólo 90 empresas, la mayoría privadas, de petróleo, carbón, gas y cemento son responsables de dos terceras partes de las emisiones de gases que han provocado el cambio climático.

Hay muchos factores que se imponen para mantener la desigualdad, incluyendo un amplio aparato bélico y represivo, en general pagado con fondos públicos. Pero también hay muchos y diversos focos de resistencia y construcción colectiva desde abajo, sin duda lo que sigue haciendo el mundo habitable y en definitiva las únicas alternativas reales a estas nuevas formas de esclavitud global.

6 comentarios :

  1. Un artículo muy bien escogido. Nunca antes en nuestra historia como especie ha habido tanta desigualdad como ahora, y a pesar de ese hecho tan raro, apenas mueve a la reflexión, y mucho menos a la acción. No hay mayor tortura que conocer el mal y no poder hacer gran cosa para evitarlo. Vivir así es como contener una furia perpetua que hay que saber canalizar :P

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    1. Exploramos Marte, pero somos incapaces de erradicar el hambre. Hay quienes dicen que esto es demagogia, pero no lo es. En lo que a la inteligencia concierne, establecer prioridades es una de sus principales facultades, y ya vemos cuales son las prioridades y cuales los resultados.

      Salud!

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  2. ante estos datos, se parten las estrellas, ellos pondrán todo de su mano para que todo siga en su mano, y sólo una violenta revuelta que vaya a la raíz y ponga esa usura y privilegios de unos sobre los otros, por los aires, podrá dignificarnos..... el capitalismo tiene que morir, para que sobreviva lo humano.

    ...abrazo Loam y salud y que se quemen todas sus sillas!!!!!!!

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    1. Abrazo Mareva. Y a escoñar los escaños!

      Salud!

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  3. ¿Y de que se preocupa el pueblo, de eliminar a esa élite?
    -No, de intentar colarse entre ellos, aunque sea sirviéndolos para recoger las migas.
    No hay que olvidar tampoco que estas estadísticas las hacen las organizaciones a sueldo de esta misma gente y en el fondo lo que pretenden es que los que no necesitan dinero porque son autosuficientes, (y también incluye entre esos "pobres" porque prescinden del dinero, que no necesitan), tengan la riqueza imprescindible para contribuir al sistema.

    Salud!

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    1. Poco importa quién elabore las estadísticas si reflejan la realidad. Precisamente, el hecho de que estas hayan sido realizadas por Credit Suisse las hace más eficaces frente a aquellos que niegan esta realidad.
      Tampoco se pude generalizar cuando nos referimos a la pasividad del pueblo, hay mucha gente que se deja el pellejo luchando por cambiar las cosas. Como decía no recuerdo quién: "Es preferible encender una vela a lamentarse de la oscuridad".

      Salud!

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