11 mayo, 2017

La huelga de hambre de los presos palestinos y la bancarrota moral de Israel - María Landi

El 17 de abril, Día Internacional de las y los Presos Políticos Palestinos, más de 1.500 prisioneros iniciaron una huelga de hambre colectiva. Se trata de la medida más numerosa y plural llevada adelante en las cárceles de la ocupación colonial israelí en muchos años, y ha recibido la adhesión de todos los partidos políticos palestinos: nacionalistas, marxistas e islamistas.
Un joven palestino de 30 años, Mazan al Maghrebi, falleció el 1 de Mayo de una enfermedad renal tras participar en la huelga de hambre.
Bajo la consigna “Libertad y Dignidad”, los presos no piden otra cosa que respetar sus derechos fundamentales establecidos en el derecho internacional. Por un lado, exigen cambios en las condiciones de reclusión: acceso a lectura y estudios universitarios, dos visitas mensuales de una hora de duración (actualmente es una sola de 45 minutos), condiciones humanas en los traslados, atención médica adecuada y liberación de enfermos terminales o discapacitados; y por otro, poner fin a las inhumanas políticas de detención: la tortura, el régimen de aislamiento prolongado, la detención ‘administrativa’ (sin juicio y por tiempo indefinido) y el traslado de los detenidos a Israel −en violación de la IV Convención de Ginebra−, lo que dificulta severamente las posibilidades de visitas familiares.
Según la organización Addamir, hay unos 6.300 presos y presas, incluyendo 500 en detención ‘administrativa’, 300 menores de edad, 61 mujeres y niñas, 13 parlamentarios y 28 periodistas. Al menos 1.000 tienen prohibido recibir visitas por “motivos de seguridad” (sobre todo los de Gaza), y entre 15 y 20 permanecen en total aislamiento. En 50 años desde la ocupación de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, más de 800.000 personas han sido detenidas por Israel, lo que equivale al 40 por ciento de la población masculina palestina.
(…)
LA MEDIDA SE EXTIENDE Y CRECE EL APOYO POPULAR




El apoyo a la huelga de hambre continúa creciendo dentro y fuera de Palestina, y cada día más presos y prisiones se suman a la medida. Hasta ahora son siete las presas que se unieron a la protesta desde la cárcel de Hasharon. La huelga general convocada para el jueves 27 de abril en los territorios ocupados tuvo prácticamente un 100 por ciento de acatamiento, incluso en Jerusalén y en comunidades palestinas de Israel. El viernes 28, la población convocó a un ‘día de ira’, con numerosas protestas que fueron brutalmente reprimidas por las fuerzas israelíes; se reportaron decenas de manifestantes heridos o detenidos. Las protestas generalizadas y la respuesta represiva se repitieron el viernes 5 de mayo en todas las ciudades de Cisjordania. En las principales universidades y plazas palestinas se han levantado carpas de solidaridad, y grupos de familiares y estudiantes se han sumado al ayuno. Uno de los hijos de Marwan Barghouti convocó por las redes sociales al desafío de beber agua y sal en apoyo a los presos políticos, generando respuestas individuales y colectivas en todo el mundo. 
El 1º de mayo, la Federación Sindical Mundial emitió una declaración de apoyo a los presos palestinos, a la cual se unió la Confederación Sindical Internacional. El mismo día los sindicatos palestinos llamaron a unirse al movimiento BDS, boicoteando las empresas israelíes e internacionales que son cómplices de la ocupación, el colonialismo y el apartheid, y presionando a los gobiernos para que corten relaciones militares y comerciales con Israel. “Reiteramos nuestro llamado al boicot contra Histadrut, el sindicato oficial israelí, por su complicidad con las violaciones del derecho internacional y su negativa a tomar una postura clara de apoyo a los derechos del pueblo palestino”, agregaron.
Desde las prisiones de Ramle y Ramon, también enviaron mensajes a la clase trabajadora los dirigentes del FPLP en huelga de hambre Kamil Abu Hanish y Ahmad Saadat. “Hoy les llamamos (…) a redoblar su apoyo a nuestra lucha, al pueblo palestino y a los prisioneros. Les instamos a que actúen para aislar al Estado ocupante y hacerlo responsable por 70 años de crímenes contra el pueblo palestino. Les instamos a intensificar el movimiento de boicot, desinversión y sanciones contra el Estado ocupante y contra corporaciones como Hewlett-Packard y G4S que lucran con el encarcelamiento, el apartheid y el colonialismo. Los movimientos (…) de los oprimidos pueden y deben participar en esta batalla en todo el mundo, como parte integral de la lucha contra el racismo, el imperialismo y el capitalismo.”, escribió Abu Hanish. Saadat también llamó a “enfrentar las fuerzas salvajes del capitalismo, la ocupación, el colonialismo y el racismo. (…) Una de las tareas comunes es defender los derechos de las personas refugiadas y migrantes, y de las clases empobrecidas, en cualquier parte del mundo”. 
El jueves 4, al entrar en el 18º día de huelga de hambre, más prisioneros se sumaron a la protesta, incluyendo a líderes de primer nivel de todos los partidos palestinos: el secretario general del marxista FPLP, Ahmad Saadat y su compañero Ahed Abu Ghoulmeh; los líderes de Hamas: Abbas el-Sayyed, Ibrahim Hamed y Hasan Salameh; el líder de la Yihad Islámica Ziad Bseiso. También se participan en la huelga el líder del FDLP: Wajdi Jawdat, el líder del Partido del Pueblo (comunista) Bassam Kandakji, y los presos palestinos más antiguos: Nael Barghouthi y Karim Younes. El compromiso de unidad se anunció en conferencias de prensa simultáneas en Gaza y Ramala, y fue recibido con manifestaciones populares masivas en ambos territorios ocupados. Ante miles de personas congregadas ante la estatua de Mandela en Ramala, Fadwa Barghouti leyó un mensaje de su esposo desde la cárcel: 
“Israel no puede silenciarnos, ni aislarnos, ni rompernos. Nuestra voluntad es sólida e inquebrantable; la ocupación lo probó una y otra vez y fue incapaz de someternos o subyugarnos: continuamos rebelándonos contra nuestro cautiverio y los intentos de humillarnos (…)
Confiamos en que la fidelidad de los prisioneros a su pueblo y a su país será recibida con lealtad, y que esta batalla sea parte integrante de la batalla de nuestro pueblo por la libertad y la dignidad. Nos encontraremos pronto, en libertad.”

LA RECETA ISRAELÍ: MÁS REPRESIÓN

Mientras el apoyo popular a la protesta crece en Palestina y en el mundo, las autoridades israelíes han respondido con la única arma que conocen: la violencia represiva, dentro y fuera de las cárceles. Los líderes de la protesta fueron puestos bajo total aislamiento y están siendo trasladados de una prisión a otra. A los huelguistas les han confiscado pertenencias personales (en algunas prisiones incluso la sal que ingieren con agua), les han prohibido ver las noticias o comunicarse y han suspendido las visitas, tanto familiares como legales. Por este motivo, los defensores de presos boicotearon los tribunales militares, negándose a asistir a las audiencias. Sólo integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja han sido autorizados, en algunas prisiones, a visitar a los presos en huelga de hambre.

A su vez, la amenaza de alimentación forzada se cierne sobre los huelguistas: el Ministerio de Salud Pública de Israel ha coordinado con la Policía y el Servicio de Prisiones el eventual traslado de presos a hospitales militares. Se busca así evitar que sean transferidos a centros públicos, donde el personal médico se ha negado a aplicar la ley de 2015 que permite la alimentación forzada (ratificada por la Corte Suprema), ya que viola el código de ética y es considerada tortura en las declaraciones de Malta y de Tokio de la Asociación Médica Internacional. Previendo estas dificultades, el gobierno israelí está considerando la posibilidad de traer médicos extranjeros para alimentar por la fuerza a los huelguistas.

El 4 de mayo un tribunal israelí accedió a la solicitud de organizaciones de derechos humanos y autorizó que los huelguistas pudieran recibir visitas de sus abogados -aunque no de las familias. Sin embargo, al día siguiente las abogadas de Addamir denunciaron que se les había prohibido visitar a los huelguistas, desconociendo la resolución judicial; sólo pudieron ver a otros presos que no están ayunando y obtener información indirecta a través de ellos. Los prisioneros confirmaron el aumento del hostigamiento y las agresiones de las autoridades penitenciarias contra los huelguistas: penosos traslados de una prisión a otra, requisas nocturnas, despojo de pertenencias y provocaciones constantes. Los huelguistas, cuya salud se deteriora aceleradamente, se encuentran recluidos en total aislamiento, sin comunicación alguna con el exterior, sin otra ropa que el uniforme penitenciario, sin ningún material de lectura, teniendo que tomar agua del grifo, y hasta se les ha prohibido hacer las oraciones diarias.

Por otro lado, varios dirigentes de la huelga denunciaron intentos divisionistas de negociar con ellos excluyendo a Marwan Barghouti, a lo cual todos se negaron categóricamente. Ahmad Saadat, el respetado secretario general del FPLP, rechazó dialogar con las autoridades y les remitió a Marwan Barghouti, líder de la huelga. Abdel Mayid Shadid, dirigente de Fatah, denunció que las autoridades del Servicio de Prisiones habrían ofrecido un acuerdo sólo a los huelguistas de las cárceles de Nafha y Ramon -que también fue rechazado por los presos.

(…)

¿HASTA CUÁNDO? 
Israel pretende desacreditar al movimiento de prisioneros y a su líder acusándoles de “terroristas”. Dejando de lado que la mayoría de quienes han pasado por las cárceles jamás tomó un arma, o que cada año 700 niños palestinos son juzgados en tribunales militares por tirar piedras, quienes vivimos bajo dictaduras y conocimos los tribunales militares sabemos que la distinción entre unos presos políticos y otros es fútil. ¿Con qué autoridad se puede condenar la resistencia de un pueblo que viene soportando un régimen colonial por 69 años y una ocupación militar por 50? En una reciente entrevista con el Washington Post, la parlamentaria y ex presa palestina Jalida Yarrar afirmó: “El problema no son las acciones del pueblo ocupado, sino la ocupación misma. La gente sólo está reaccionando contra ella. Hay que conocer mejor lo que sufre el pueblo palestino a diario por falta de libertad, por los checkpoints, por las colonias, por no poder acceder a sus tierras, a su agua… ¿Qué esperan que haga un pueblo que soporta todo esto?” El propio Marwan Barghouti, quien en su momento censuró los atentados contra civiles israelíes, afirmó no obstante en su juicio que “no habrá paz ni seguridad sin el fin de la ocupación”.

Una verdad demasiado obvia, que sin embargo parece necesario recordar a los gobiernos occidentales que repiten como un mantra el dogma de la propaganda sionista para justificar décadas de atrocidades contra el pueblo palestino: “Israel tiene derecho a defenderse”.
(…)
Cincuenta años parece demasiado tiempo para seguir tolerando la impunidad de israelí. Y menos aún sus vanas justificaciones. Los presos palestinos están diciendo BASTA con la única arma que tienen: sus estómagos vacíos.

https://borrokagaraia.wordpress.com/2017/05/09/tercera-semana-de-huelga-de-hambre-de-los-presos-y-presas-politicas-palestinas/

Enlace relacionado:
http://www.palestinaliberation.com/2017/05/israel-tortura-los-presos-palestinos-en.html
 

5 comentarios :

  1. http://www.palestinaliberation.com/2017/05/israel-tortura-los-presos-palestinos-en.html

    Si aquí está mal la cosa y hacen barrabasadas, en un país invadido por una fuerza de terroristas fascistas ultra fanatizados, debe ser bastante peor.

    Salud!

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    1. Gracias por la aportación, Piedra. Incluyo el enlace en el artículo.

      Salud!

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  2. Un estado, apoyado el 100% en USA, que se gasta la mitad del presupuesto en seguridad no es un estado, es un cuartel.
    A las cárceles declaradas hay que sumarles las secretas, como el Camp X. La impunidad es la norma.
    Los palestinos están juntos en la lucha pero divididos por la política. Y no concretamente por política, sino por el liderazgo. Estas son dos condiciones que vuelven la situación crítica.
    Salud!

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  3. Una noticia curiosa, supongo que la habrás visto:
    Pizza Hut se burla de la huelga de palestinos presos en Israel
    http://kaosenlared.net/pizza-hut-se-burla-de-la-huelga-de-palestinos-presos-en-israel/
    Solo un ejémplo de por dónde van los tiros. Están todos conectados por las acciones empresariales, lobbies y el apoyo a políticos.
    Salud!

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    1. No he comido en mi vida esa Hut-basura, donde se ponga un buen arroz a la cubana...

      Salud!

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