Versos extraídos de El
payador perseguido,
de Atahualpa Yupanqui
Los piones forman versos
con sus antiguos dolores.
Después viene los
señores
con un cuaderno en la
mano,
copian el canto paisano
y presumen de escritores.
La vanidá es yuyo malo
que envenena toda la
huerta,
es preciso estar alerta
manejando el azadón,
pero no falta el varón
que la riega hasta en su
puerta.
Aunque canto en todo
rumbo
tengo un rumbo preferido,
siempre canté
estremecido
las penas del paisanaje,
la explotación y el
ultraje
de mis hermanos queridos.
Debe trazar bien su melga
quien se tenga por
cantor,
porque sólo el impostor
se acomoda en toda
huella.
Que elija una sola
estrella
quien quiera ser
sembrador.
El cantor debe ser libre
pa desarrollar su cencia,
sin buscar la convenencia
ni alistarse con
padrinos.
De esos oscuros caminos
yo ya tengo la
experiencia.
Yo no canto a los tiranos
ni por orden del patrón.
El pillo y el trapalón
que se arreglen por su
lado
con payadores comprados
y cantores de salón.
El estanciero presume
de gauchismo y
arrogancia,
él cree que es
extravagancia
que su peón viva mejor,
más, no sabe ese señor
que por su peón tiene
estancia.
La arena es un puñadito,
ResponderEliminarpero hay montañas de arena.
Gracias, Loam.
"Eppur si muove"
EliminarUn abrazo, Conrado.
Cantos alegres para tiempos más heróicos. A nuestros abuelos no les tosía, les tuvieron que hacer una guerra para domarlos. A nosotros, con cuatro pantallas, aquí nos tienen; Cantando shakira.
ResponderEliminarSalud!
Alegres no sé, pero combativos desde luego.
EliminarA causa de su afiliación al Partido Comunista, Yupanqui sufrió la censura durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Fue detenido y encarcelado varias veces.
"En tiempos de Perón estuve varios años sin poder trabajar en la Argentina... Me acusaban de todo, hasta del crimen de la semana que viene. Desde esa época tengo el índice de la mano derecha quebrado. Una vez más pusieron sobre mi mano una máquina de escribir y luego se sentaban arriba, otros saltaban. Buscaban deshacerme la mano pero no se percataron de un detalle: me dañaron la mano derecha y yo, para tocar la guitarra, soy zurdo. Todavía hoy, a varios años de ese hecho, hay tonos como el si menor que me cuesta hacerlos. Los puedo ejecutar porque uso el oficio, la maña; pero realmente me cuestan".
Atahualpa Yupanqui
Salud!
Peor acabó Victor Jara, o el propio Lorca. Pero lucharon, no como nosotros que nos sentamos como pasmarotes.
EliminarSalud!
Yo me alegro de que Yupanqui no acabara como los poetas que mencionas, tal vez porque se exilió "a tiempo". A quienes hoy como ayer luchan el sistema los ningunea y persigue, pero existir existen, mal que le pese al sistema.
EliminarSalud!