Bruno Pontiroli |
Fragmento extraído de ¿Qué es la hegemonía?
Les
communards - 30/03/2013
El artífice principal de
la teoría de la hegemonía es el comunista italiano Antonio
Gramsci.
[...]
Gramsci se percató de
que la clase social dominante (en el capitalismo, la burguesía)
ejerce su dominio no sólo utilizando al Estado para mandar a la
policía a que reprima a los manifestantes o para decretar leyes
contra los huelguistas, sino también mediante la ideología. Ya
había advertido Marx que "las ideas de la clase dominante
son las ideas dominantes en cada época", pero Gramsci
desarrolla el tema de forma mucho más amplia.
Según el italiano, la
clase dominante tiene dos formas de gobernar: bien mediante la fuerza
(mandando a la policía o al ejército), bien mediante la ideología.
Así, a veces el sistema se perpetúa adoctrinando a las clases
dominadas, pero otras se ve
obligado a echar mano de la fuerza. Es entonces cuando vemos a
dirigentes obreros (como el propio Gramsci) encarcelados y a
manifestantes aporreados. Los opresores deben elegir entre difundir
una ideología que les permita oprimir tranquilamente o utilizar la
fuerza física y las leyes represoras. A cada situación le
corresponderá un método distinto.
Es aquí donde entra el
termino clave en este artículo: la hegemonía. La hegemonía
no es otra cosa que un conjunto de ideas extendidas por una clase
social y que pretenden que se haga aceptable el dominio de esta. Por
ejemplo, la burguesía, mediante los medios que tiene a su alcance
(que no son pocos) difunde la idea de que el capitalismo es el único
y mejor sistema posible. La clase social dominante (o la que pretende
serlo) deberá producir un consenso en el pueblo; la gente debe aceptar que ella sea dirigente de la sociedad.
Gramsci, para ilustrar
esta idea, utilizó la metáfora del centauro de Maquiavelo.
Así, el poder establecido sería como un centauro: con una mitad
humana y agradable (la ideología, el consenso...) y con otra mitad
animal y salvaje (el uso de la fuerza física). Tal y como hemos
apuntado antes, la clase dominante combina tanto el uso de la
ideología como el uso de la fuerza para mantener el orden
establecido.
Por lo tanto tenemos el
siguiente esquema:
Los intelectuales
Pero esto de crear
hegemonía no es sencillo ni se hace por arte de magia. Imponer a una
sociedad un consenso, es decir, hacer que la población acepte el
dominio de una clase sobre otras, no es tarea fácil. El lector ya
habrá adivinado que deben existir ciertas personas detrás de esta
función.
Gramsci dijo que toda
clase social establece junto a ella una serie de intelectuales que
están a su servicio. Son los llamados intelectuales orgánicos. Para
el marxista italiano algo es orgánico cuando forma parte de una
organización y defiende sus intereses. Los intelectuales orgánicos
pertenecen al entorno de una clase social, ya sea el proletariado
(los trabajadores) o la burguesía (banqueros, grandes empresarios).
Pero en la teoría
gramsciana hay muchos tipos de intelectuales. Por ejemplo, los
capitalistas (o al menos una élite de entre ellos) son intelectuales
en el sentido de que deben tener la capacidad de organizar la
sociedad según los intereses de su clase:
Si no todos los
empresarios, por lo menos una élite de ellos debe tener capacidad
para la organización de la sociedad en general, en todo su complejo
organismo de servicios hasta la misma organización estatal, dada la
necesidad de crear las condiciones más favorables para la expansión
de la propia clase, o como mínimo debe poseer la capacidad para
seleccionar “los encargados” (empleados especializados) a los que
se pueda confiar esa actividad organizativa de las relaciones
generales externas de la empresa.
Gramsci también
considera intelectuales a los que cumplen la tarea represora y
administrativa del Estado y que se posicionan a favor de la clase
dominante. Se trata de diputados, senadores, altos cargos policiales
y militares... Cumplen la función de dirigir
el aparato de coerción
estatal que asegura “legalmente” la disciplina de aquellos grupos
que no “consienten” ni activa ni pasivamente, pero que está
preparado para toda la sociedad en previsión de los momentos de
crisis en el comando y en la dirección, casos en que no se da el
consenso espontáneo.
Recordemos que aunque la
función represora está, en general, poco presente en las
democracias capitalistas, puede utilizarse a gran escala cuando hay
una crisis de régimen y quienes gobiernan pierden la legitimidad
para hacerlo.
Y por último tenemos a
los intelectuales por los cuales nos vamos a interesar: los que
cumplen la función hegemónica. Se trata de cantantes, escritores,
periodistas, maestros de escuela... en definitiva personas presentes
en el mundo de la cultura, entendiendo por cultura los conjuntos de
saberes, creencias y pautas de una sociedad. Estos intelectuales
tampoco son ajenos a los intereses de clase, y extienden siempre una
ideología acorde a los intereses de la clase que defienden (lo sepan
o no).
Una buena introducción a la obra de Gramsci:
ResponderEliminarAntonio Gramsci / Antología
Selección y notas Manuel Sacristán
https://elplomero.files.wordpress.com/2019/04/antologia-antonio-gramsci.pdf
*
Se agradece la aportación, Luis. Que la selección sea de Manuel Sacristán es toda una garantía.
EliminarSalud
Sin olvidar la ultraderecha rosa (Antonio dixit), que hoy en día es tan efectiva o más que la tradicional. Salud inorgánica!
ResponderEliminarUf, esa es la peor y más camaleónica.
EliminarSalud insumisa!
Saludos,
ResponderEliminarEl texto me ha hecho pensar en otra expresión: "House Niggers":
https://www.youtube.com/watch?v=OFXXNzim1Y0
http://ccnmtl.columbia.edu/projects/mmt/mxp/speeches/mxa17.html
Efectivamente, lo que dice Malcom X...
Eliminar"The house Negro usually lived close to his master. He dressed like his master. He wore his master's second-hand clothes. He ate food that his master left on the table."
...guarda estrecha relación con la frase de Marx "las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época".
Saludos, y gracias por los enlaces, Anónimo.
¡Es tan fácil de explicar y tan difícil de difundir!
ResponderEliminarCierto. Lamentablemente, para gran parte de la población alienada, "el rey no va desnudo".
EliminarBuen post, me lo guardo en la recámara. No estoy muy familiarizado con la obra de gramsci, no así con las teorías. El sistema mantiene una parte de la población conforme, y sin ellos los que mantienen la ideología, siendo las personas acomodadas pero inconforme las realmente raras. Se ve que cuando te avisan de que te estas cargando gente y el planeta para mantener tu estilo de vida es más soportable negarlo que reconocerlo.
ResponderEliminarSalud!