Haití arde mientras el
mundo lo ignora — Varon Rojas
ContagioRadio - 13/02/2019
Haití es conocido
mundialmente por ser el país con los índices de desigualdad más
altos de América Latina y el Caribe; también ha sido tema de
conversación los últimos días debido a las publicaciones en prensa
internacional y a las reacciones en redes sociales producto de las
fuertes manifestaciones que vienen desarrollándose desde el pasado
jueves en la capital y en distintas zonas del país.
Si nos proponemos por dos
minutos tejer algo de memoria sobre este lugar, que parece ajeno para
muchos en el mundo, podemos mencionar que fue la primera y única
nación de esclavos negros que logró liberarse; que el kreyol o
criollo haitiano (lengua materna y herencia de la revolución) es uno
de sus idiomas oficiales además del francés, y aproximadamente un
99% de la población lo conoce y/o habla.
También podemos decir,
que históricamente su lectura de la religión, de la espiritualidad,
del arte, de la música y de la cultura han sido señaladas,
estigmatizadas y juzgadas debido a que configuran una cosmovisión
del mundo distinta a las convencionales y/o a las occidentales, por
involucrar y reconocer el medio ambiente, la música, los tambores y
los orígenes en la ancestralidad africana.
UN POCO DE CONTEXTO
NECESARIO
El 7 de febrero de 1986,
Jean Claude Duvalier dictador haitiano conocido como “Baby Doc”
fue derrocado por una revuelta popular dando fin a su atroz
dictadura, a las constantes violaciones de derechos humanos y a los
numerosos casos de corrupción que se vivieron durante su mandato.
Paradójicamente, en esta misma fecha en 2017, Jovenel Moise, se
posicionó como presidente de Haití.
2 años más tarde, es
decir el pasado jueves 7 de febrero, iniciaron las fuertes
manifestaciones en Puerto Príncipe y en distintas zonas del país
reclamando la renuncia del mandatario, luego de que el Tribunal
Superior de Cuentas emitiera un informe de auditoría que evidencia
una infinidad de irregularidades, la terrible gestión de recursos y
las posibles desviaciones de fondos prestados por Venezuela en 2008
para ayudar y potenciar el desarrollo económico y social de Haití
con el programa de PetroCaribe.
El informe revela además
la participación en este grave escándalo de corrupción de 15
exministros y altos funcionarios del gobierno, entre ellos el actual
presidente Jovenel Moise, quien apareció como responsable de una
empresa que se benefició de dichos fondos para la construcción de
una carretera, por medio de un proyecto en el que no se encontraron
contratos o procesos legales oficiales, y quien además siempre había
defendido su inocencia en declaraciones pasadas cuando se referían a
este caso.
Es importante señalar,
que esta situación sale a la luz pública en un momento de tensión,
ya que el pasado 5 de febrero, el Gobierno declaró el país en
urgencia económica, lo que se ha visto traducido en la devaluación
de la moneda local frente al dólar de manera exponencial las últimas
semanas, una inflación cercana al 15% acumulada en 2 años, la
escasez de combustible en el país que también resulta en una de
crisis de electricidad y en general la imposibilidad de garantizar el
acceso a alimentos básicos para suplir una canasta familiar.
7 DÍAS DE FUERTES
MANIFESTACIONES - PEYI A LOCK
Hoy las calles amanecen
con un ambiente de incertidumbre en el séptimo día de
manifestaciones convocadas por la oposición y diferentes sectores
sociales reclamando la renuncia inmediata de Jovenel y el gobierno
aún permanece en silencio; el único pronunciamiento lo hizo el
secretario de gobierno Eddy Jackson Alexis el lunes 11 de febrero a
través de un comunicado de prensa, en el cual rechaza la violencia y
llama al diálogo entre la oposición y el gabinete del actual
mandatario. La comunidad internacional y el sector económico
nacional también emitieron un comunicado a través del Core Group
llamando al diálogo entre ambas partes, no obstante, las protestas
continúan en Puerto Príncipe y en el resto del país.
La situación es de tal
urgencia que el día de ayer al menos 78 prisioneros de la cárcel
civil en la comunidad de Aquin, escaparon en medio de las
manifestaciones; la embajada estadounidense recomendó a mujeres,
niños y personas no esenciales abandonar el país, y se percibe un
ambiente de tensión e incertidumbre por una posible crisis
migratoria.
Ahora veamos en qué
lugar tiene los ojos el mundo, veamos en donde centra su dolor
selectivo, pues en este país, el Estado además de estar
absolutamente ausente, también es represor y violento con los
manifestantes: desde que iniciaron las protestas el número de
muertos supera los 16 y hasta el día de hoy, según reportes no
oficiales, la cantidad de heridos es desconocida (el reporte oficial
de la PNH es de 4 muertos).
Veamos si su nivel de
indignación permanece intacto cuando muchos de los muertos han sido
consecuencia de la violencia policial y la imposibilidad del Estado
por responder a las demandas de los manifestantes; o porque el acceso
a salud y a educación es limitado y casi nulo; o en general, por las
condiciones de vida en las que viven la mayoría de los haitianos que
no suplen muchas de sus necesidades básicas.
En Haití no hay
petróleo, y Estados Unidos ya vino “a salvarlo”, o mejor a
intervenirlo (siempre luego de algún momento de desestabilidad
política o algún fenómeno natural como el terremoto de 2010 o el
Huracán Jeann en 2004), a través de la “donación” de casi 60
mil sacos de semillas híbridas de maíz y otros vegetales
provenientes de MONSANTO, alterando la agricultura local y afectando
la semilla nativa, porque nunca se explicaron los efectos futuros
sobre el suelo y las posibles consecuencias de su uso en el medio
ambiente y en la salud de las personas.
Organismos como la ONU ya
se han pronunciado y la comunidad internacional también, de hecho,
su presencia en el territorio haitiano ya tiene varios años; sin
embargo, es de vital importancia señalar que la descomunal ayuda
humanitaria y los mecanismos de control eran y/o siguen siendo el
motor del fenómeno de corrupción que agobia este país. Un ejemplo
de ello fue el despliegue militar que hubo con los llamados cascos
azules que vinieron a “impartir orden y a traer la paz a las calles
haitianas” en 2004 a través de la llamada Misión de
Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), no
obstante, olvidaron mencionar que fueron dichos cuerpos de seguridad
quienes también trajeron el cólera, violaron y dejaron a muchas
mujeres haitianas en embarazo antes de retornar a sus países, entre
otras graves vulneraciones a los derechos humanos.
El daño que le ha hecho
la “ayuda humanitaria” a Haití, la sobre intervención de
organizaciones no gubernamentales, los altos montos de dinero que le
pagan a extranjeros en las organizaciones de “expertos” cuando en
la realidad ni siquiera se les exige hablar criollo haitiano o hacer
contacto con la gente en la cotidianidad, o con la cultura local. El
complejo modelo de Estado, la centralización del poder en Puerto
Príncipe y a su vez la gobernabilidad desdibujada ha resultado en la
opción de desarrollo del país a manos de organismos internacionales
sin una adecuada regulación por el Estado haitiano.
Lo anterior, es sólo una
opinión que me permito construir luego de vivir dos años en este
país y trabajar con comunidades; es un llamado a analizar y a
reflexionar cómo EEUU salva los países, con qué criterios, con qué
objetivos, y sobre todo a repensar hacia dónde están dirigidas nuestras
preocupaciones, nuestra indignación, nuestro dolor y también
nuestra indiferencia.
____________________________________________________________
Ni Haití ni Yemen: las situaciones dramáticas, en las dictaduras cubana y venezolana.
ResponderEliminarCuando oigo al Trompa decir esas cosas (y otras parecidas a Alfonsito Guerra) "echo mano a la pistola (metafórica, por supuesto)".
El Trompa, sosteniendo un cartelón, catálogo de armamento, sentado en el despacho oval junto al sanguinario príncipe saudí, al que elogia de manera obscena porque "nos han comprado armamento por valor de 600.000 millones de $".
EliminarA menudo nos faltan palabras para describir y adjetivar tan infame realidad.
Gran post, no estaba al tanto de la situación de Haití. Es agradable observar los efectos secundarios generados por este tipo de eventos. Haití sin el petróleo venezolano, sin poder pagar el americano, sin recursos propios, solo tiene un camino: revolución expropiatoria o muerte de hambre por bloqueo no declarado. Confio en los haitianos, es una población joven.
ResponderEliminarSalud!
El Caribe está calentito... y no precisamente por el sol. Allí se está jugando el futuro de América Latina. Como ya sucedió otras veces.
EliminarSalud!