28 septiembre, 2019

27 septiembre, 2019

ANIVERSARIO DEL FUSILAMIENTO DE CINCO HEROICOS ANTIFACISTAS






Expropiación, fundamento del capital




Divulgación Marxista 21/06/2019

Dice Marx que el capital viene al mundo “chorreando lodo y sangre” (cap. 24 de El Capital) y muestra una historia de violencia que fue desatada porque era necesaria para cumplir un fin, el fin último de la clase capitalista, que es la ganancia. Y la ganancia sólo puede producirse cuando una masa de desesperados se agolpa ante las puertas de las fábricas rogando que por piedad se les permita vender su capacidad de trabajo, para soñar con vivir al menos un día más... en el mundo de la igualdad de derechos y oportunidades.

Porque un hombre que tiene su propia tierra va a emplear su fuerza de trabajo para su propio provecho y no requiere del permiso de nadie para trabajar. ¡Un hombre así es libre, verdaderamente libre!

El hombre verdaderamente libre no le sirve al capitalista. Éste necesita hombres disminuidos, temerosos, que no tengan derecho a trabajar por su cuenta, en definitiva, hombres que no puedan ejercer la libertad que está impresa en las inútiles Constituciones. El hombre libre no necesita al capitalista, pero el capitalista necesita hombres que lo necesiten… entonces ¿qué hace? Convierte a los hombres orgullosos y dueños de sí mismos, en hombres despojados, castigados por la amenaza de un hambre que no pueden saciar por sus propios medios. Donde ayer bastaba el rudo esfuerzo para sobrevivir, ahora es necesario pedir permiso…

Esta fue la tarea en que se ocupó la burguesía desde que el mundo la parió. Primero fueron, en tanto campesinos acomodados de aldea, serviles cómplices de los señores feudales para ayudar a explotar a quienes eran sus compadres, los campesinos más pobres. En cuanto la presión de los tributos feudales se hizo demasiado pesada para estos pobres campesinos, fueron perdiendo tierras y ya no pudieron ser autosuficientes. ¡Acá empezó la fiesta! Se había separado al hombre de aquello que lo hacía autónomo, se lo había desposeído.

Ahora los campesinos acomodados podían venir “al rescate”. Ahora el hombre orgulloso necesita al capitalista. El que no tiene medios de producción necesita al que sí tiene medios de producción. El campesino acomodado por fin puede adueñarse de la capacidad de trabajar del hombre despojado, y se convierte plenamente en capitalista. Ahora puede pagar un salario lo suficientemente bajo como para extraer una ganancia de la relación asalariada, de la diferencia entre lo que paga al trabajador y el valor del trabajo que obtiene. De la explotación.


Y lo que empezó en el pequeño mundo feudal se universalizó con la expansión europea, con la conquista del mundo. Y a cada parte del planeta que el capitalismo quería transformar a su imagen y semejanza, la revolucionaba de la misma manera, “liberaba” a los hombres de su relación directa con la naturaleza, y aniquilaba las bases de su autonomía y de su verdadera libertad. Ningún país desarrolló un proletariado hasta que no se limitó y cercenó el acceso a la tierra, y miles y millones de campesinos fueron expulsados. Las oleadas de hombres buscando trabajo surgían de este proceso mundial de desposesión.

Marx explica todo esto en el cap. 24, y luego en el capítulo siguiente (cap. 25) presenta la prueba irrefutable de la contradicción entre el capitalismo y el trabajo personal autónomo: estudia el proceso paralelo que necesariamente debe ocurrir en los territorios en donde el capitalismo se va expandiendo y forma colonias con personas que han podido adquirir tierras propias. Es el caso de colonias como Estados Unidos, Australia, etc. En algún momento el capitalismo necesita, para despegar y desarrollarse plenamente, primero: que se agote la disponibilidad de tierras, y segundo: que las tierras ya ocupadas por pequeños granjeros independientes sean expropiadas progresivamente, en un proceso de concentración de la tierra que a lo largo de décadas va liquidando al campesinado. Esto es lo que ocurrió en los casos mencionados y está ilustrado en el gran libro de Steinbeck “Las uvas de la ira” (de cuya película extraigo las imágenes). También es lo que vemos en nuestros días en China y en India, donde millones de campesinos son expulsados de sus tierras para pasar a formar la gigantesca reserva proletaria que el capitalismo mundial necesita.


25 septiembre, 2019

Tiempo de elecciones. Encuentro entre pastores, perros y manada en los predios del amo - José Iglesias Fernández


Chumy Chúmez

El capitalismo es barbarie y, como tal, muestra sus diversas políticas de crueldad exigidas por la lógica de acumulación que su transmutación le impone en cada etapa: reproducirse en base al expolio de la naturaleza y la explotación del ser humano. Amparado siempre por su férreo control del Estado, son muy conocidos los ropajes político-económicos con los que se ha revestido a lo largo de los tiempos: conservadurismo, liberalismo, colonialismo, imperialismo, fascismo/nazismo, neoliberalismo y, ya muy pronto, la generalización por todo el planeta del capitalismo distópico. [1] Ya con el Estado moderno implantado, el capitalismo siempre se vale del amparo de los poderes considerados tradicionales para defender sus privilegios, especialmente los que se derivan del control y gestión de la propiedad privada. De aquí que moldea e influye [2] en el legislativo, el ejecutivo y el judicial; a la vez que las instituciones tradicionales integradas en el aparato administrativo, como la policía, los jueces, las cárceles, el ejército; [3] o mecanismos ideológicos, cómo la religión, el patriarcado, el racismo, el nacionalismo y el patriotismo, [4] etc. Y, según el grado que alcance las diferentes formas de opresión sobre los diversos grupos oprimidos, el nivel de gravedad en la confrontación entre las clases opresoras y la clases oprimidas, [5] las instituciones estatales podrán funcionar en régimen de democracia o dictadura, militar o civil, según convenga al momento y la geografía.

En este marco de control de poderes y defensa de intereses de la clase dominante, se realizan elecciones frecuentemente en los países bautizados con el mantra de democráticos, en los que siempre el electorado tiene que enfrentarse a elegir entre dos únicas opciones: decidir qué partido ocupará la gestión del leal gobierno del sistema y el partido que representará el papel de ejercer de leal oposición al leal gobierno del sistema. El capitalismo como tal jamás es cuestionado; en el caso que sea necesario, lo que denuncia la oposición son las políticas del gobierno de turno, que, dado el nivel de corrupción que está apareciendo en países como el estado español, la respuesta siempre es debido, no a la naturaleza sistémica del capitalismo, sino a la aparición de ovejas negras o ranas malcriadas, amparadas por sus cargos dentro de las instituciones administrativas, incluso partidos y sindicatos. Desde la segunda guerra mundial, esta alternancia de lealtades, unas veces en el gobierno y otras en la oposición, fue ejercida en los principales países europeos por lo que en su día Karl Marx clasificó de socialismo reaccionario y socialismo conservador o burgués, más popularmente conocidos como socialdemócratas. [6] Los poderes del sistema capitalista aceptaron de buen grado la entrada de estas corrientes en el sistema del amo, por dos objetivos: 1) para bien y para mal, representan a la izquierda dentro de la casa del amo; se encargan de domesticar a la izquierda anticapitalista; y 2) dan legitimidad a la democracia burguesa; cuando los conservadores hacen de gobierno los socialistas hacen de oposición, pero ambas corrientes políticas (partidos) mantienen a las ovejas dentro del redil (votantes); cuando los socialistas entran al gobierno, los conservadores intercambien los papeles. [7] Y es que reunión de pastores, entre los del gobierno y los de la oposición, ovejas muertas.[8]

Con el paso del tiempo, la costumbre de vivir en los rediles y rumiar en los pastos del amo, ha llevado a esa izquierda reaccionaria/conservadora a interpretar y a adaptarse a cualquier papel dentro de las instituciones del establisment que el amo crea conveniente y oportuno instaurar en cada momento: funcionaria, burócrata, académica, represora, integradora, domadora, compasiva y limosnera, sedante y legitimadora, patriótica, monárquica, demócrata, europea, etc. Este maridaje tóxico de los representantes del movimiento obrero (partidos, sindicatos, mutuas, cooperativas, académicos) con el sistema, y de pasarse la vida aprendiendo y respirando los valores del amo, ha ayudado a que la cultura de clase, el antagonismo de clase que representaba se diluyese, se volviese líquido. Ya algún autor se adelantaba a esta conclusión y advertía sobre la idea de que había que despedirse de la clase obrera e ir pensando en la no-clase. [9] Así mismo, otro autor decía recientemente que las luchas sociales tendrían que pensarse entre las personas precarias, la clase social emergente, y los rentistas, como si la producción mundial no estuviese realizada bajo la explotación de miles de millones de obreros y apropiada por un pequeño número de capitalistas. [10]

En la fase actual del capitalismo, neoliberalismo en transmutación hacia lo distópico, hay quien argumenta que las poblaciones explotadas/alienadas no tienen apenas capacidad de generar conflicto al capitalismo, debido a que el sistema las ha convertido en sujetos de rendimiento para consumir y en sujetos de consumo para rendir. [11] Otro análisis establece que, “el arte de esclavizar se ha ido refinando a lo largo de la historia, alcanzado su punto cumbre con el establecimiento de las clases sociales. Bajo apariencia de libertad se ha instaurado un nuevo modelo de esclavitud que ha reorganizado los sentimientos de resignación y rebeldía, generando legiones de zombis emocionales”. [12] Cierto que hemos de constatar que la izquierda establishment/burócrata ha representado el papel de leal oposición desde el final de la segunda guerra mundial, cerca de 75 años, en la mayoría de países democráticos occidentales; pero también es la responsable de que, en las contadas veces que estuvo en el poder, ejerció el gobierno para legislar en contra de las clases oprimidas, incluidas ahora los millones de personas reducidas a unas relaciones sociales con el capital en situación de pobreza y que rebautizamos como precarias: los pobres de antes trabajaban en situación de precario, sin derechos, y los precarios de hoy trabajan en situación de pobreza, sin derechos. Por tanto, hay que recordar a estos autores que la agenda progresista que tuvo la socialdemocracia contenía programas sociales dentro del sistema, para un capitalismo ético, pero no en contra del sistema.[13] Por tanto, a los gestores del capitalismo, y más a los propios capitalistas, les viene bien esto tipo de análisis, en los que constatan la muerte de la clase obrera, la defunción de las clases trabajadoras, pues ahuyentan toda tentación por parte de los oprimidos de asumir su propio proyecto de clase y cambiar el sistema. Recordemos una vez más lo que dijo hace poco uno de los grandes magnates del capitalismo: las clases existen y los ricos estamos ganando la batalla.[14] Lo que nos oculta este maligno personaje es que la clase capitalista juega el torneo siempre en casa, las reglas del encuentro las legisla su clase y los árbitros los nombran ellos; si en algún lugar pierden, llaman a la policía y a los militares para que cambien el resultado. Es decir, los miembros del leal gobierno y de la leal oposición (eso que se llama alternancia democrática) salen de las caballerizas y porquerizas que controlan ellos.

Lo dicho es funesto para las clases oprimidas. Cómo ejemplo y aplicación de ambos objetivos, todavía leemos a un conocido académico que envía el siguiente mensaje culpándonos a los antisistema de la degradación de los niveles de vida en el capitalismo: “a no ser que estos u otros partidos […] contestatarios anti establishment, y que han cambiado sus alianzas electorales como consecuencia de su desencanto con los partidos de izquierdas o centroizquierda tradicionales, […] el futuro será muy difícil, abocándonos a una situación que debería ser considerada inaceptable por la gran mayoría de la población de estos países”. [15] Es decir, a juicio de este académico, los responsables de la avaricia imparable del capitalismo son los antisistema (partidos o votantes), y no la exigencia sistémica de las leyes de explotación capitalistas. Es obvio que este profesor está por la socialdemocracia, corriente tan reaccionaria/conservadora como el neoliberalismo, y pretende convencernos, con sus argumentos, que no es un problema del capitalismo, sino de saber distinguir entre los buenos y los malos pastores, entre los que nos conducirán a los buenos pastos que existen dentro del redil del amo, o a la hecatombe.

Juega un papel destacado en la reproducción de las poblaciones segmentadas, domesticadas, alienadas, zombis, precarias, la industria de los medios de comunicación: genera beneficios inmensos y poder para reproducir en las poblaciones esa condición de oveja/zombi/precaria en fase de rendimiento. Los periodistas, así mismo sujetos de rendimiento y alienados por la dictadura del capitalismo que llevamos dentro, ya no cuestionan al capitalismo; segmentados, zombis, precarios, también se han convertido en esbirros del mismo; sólo se alarman si consideran que la democracia capitalista está en peligro. Carentes de la capacidad de autocrítica, las elecciones de mayo del 2017 a la presidencia de Francia confirman la condición ovina/bobina/caprina de estos "profesionales"; de hecho, por sus opiniones, parece que ya se comportan como robots, repitiendo la voz del amo que llevan dentro incorporada. [16] Dos ejemplos justo antes de las elecciones:

1. “Macron defiende una Francia abierta al mundo y a la inmigración, Le Pen proteccionismo comercial y cierre de fronteras. Dos posturas irreconciliables, reflejo de una profunda fractura del país, y que chocan como trenes cuando el asunto a tratar es Europa. Él firme europeísta, ella partidaria de abandonar el euro”.[17] Esta periodista, ¿no está condicionando el voto? Este medio, por seleccionar esta opinión, ¿no está defendiendo una opción de sociedad?
2. “¿Cómo alguien puede definirse de izquierdas y propugnar a la vez una abstención [18] en las elecciones francesas cuando se trata de una lucha antifascista?”. Entiendo que una persona que expresa esta opinión tan conservadora nos lance inmediatamente ya la respuesta: “situados en la encrucijada y por más que el «pragmatismo» laboral que defiende el líder de ¡En Marcha! sea muy preocupante, la alternativa (y este domingo no hay otra) es el fascismo”. [19] Y apela, para convencernos de que es más conveniente votar a un liberal, defensor del capitalismo financiero, que a una neofascista, defensora del capitalismo populista, a la opinión de la izquierda establisment expresada por Yanis Varoufakis: “soy antiglobalización y antineoliberal, pero por encima de todo, antifascista”. Lo dice una persona a sabiendas de que, desde dentro de las instituciones del amo, poco o nada se puede hacer; él mismo ha admitido que “los políticos electos tienen poco poder; Wall Street y una red de fondos de riesgo, multimillonarios y dueños de medios de comunicación tienen el poder real, y el arte de la política es reconocer esto como un hecho de la vida y lograr lo que pueda, sin entorpecer el sistema”.[20]

Menos mal que todavía queda alguna periodista que no tiene esa visión tan corporativista y admite que “es difícil tener y defender ideas propias cuando te la juegas”; [21] consciente de que el amo te despide por tenerlas y expresarlas: leemos el caso reciente de una famosa presentadora que, después de 30 años de actividad con la misma entidad radiofónica, la empresa la pone en la calle. [22] Por eso, lo que ya me cuesta aceptar, es que dada su condición de periodistas, cometan la estupidez y hagan el papelón de ignorar la existencia del capitalismo y sus reglas; estos asalariados de la noticia, en esta manera de informar, no les veo que tengan diferencias ideológicas con la de los candidatos a la presidencia francesa que señala Todd; este mismo autor añade que lo preocupante en este momento es comprobar cómo se está radicalizando el sistema, no las poblaciones, no los partidos, y menos los periodistas. [23] Así mismo de explícito y contundente, Gregorio Morán nos preguntaba y aportaba su opinión: “¿Qué es más peligroso para tu futuro como ciudadano, que te gobierne un banquero o una neofascista? La lucha de clases en su estado más diáfano. Lo mismo pero con diferentes métodos. Yo no votaría nunca a una neofascista, pero tampoco a un banquero, porque las diferencias entre uno y otro exigen la precisión de un cirujano analítico […] En España ese problema es inexistente. Ni hay intelectuales que soporten una polémica que comprometa sus emolumentos, y además el neofascismo se disolvió tras cuarenta años de dictadura; se fue reintegrando en la banca y las instituciones, y aquí no pasó nada. Como me decía un banquero, “yo no me meto en política, yo la hago”. [24]

Ahora bien, para la ciudadanía, la cuestión no debiera de quedar en saber a quién vota, sino en el por qué ha de votar. Así mismo, en mi caso, que me niego a pertenecer a ninguna especie de rebaño, ni tampoco seguir al pastor, ¿por qué tengo que adaptar mi compromiso político, o mi condición de persona, a las reglas decretadas por el sistema propietario/capitalista? Después de todo, la democracia representativa que nos gobierna, y la industria de los medios de comunicación que funcionan con estos códigos, [25] no es más que un montón de decretos y reglamentos legislados para que los amos mantengan la propiedad privada de los campos donde las poblaciones estamos obligadas, unas a pacer, y otras a pasar miseria viendo cómo estas pastan, pero todas domesticadas por los divulgadores de la ideología del capitalismo. De hecho, las corrientes de izquierda antisistema/anticapitalistas tomamos la decisión de que no hay que entrar en la casa del amo ni seguir su juego. Comportamientos y experiencias como las que se describen en acerca de dónde y cómo las gastan los llamados amos y sus instituciones capitalistas necesitan ser reconsideradas y debatidas. Así mismo, y porque siempre están apareciendo nuevas generaciones, no nos cansaremos de recordar y explicar el consejo que la experiencia le dictaba a Audre Lorde. Decía: “hay que abastecerse de unos valores e instrumentos que no podrán ser los del amo. [Porque los valores y] las herramientas del amo nunca desmontan la casa del amo. Quizá nos permitan obtener una victoria pasajera siguiendo las reglas del juego, pero nunca nos valdrán para efectuar un auténtico cambio”. [26] Ha pasado más de un centenar de años que la izquierda mainstream está instalada en la casa del amo, pero sigue sorda y ciega ante la realidad que contiene esta lección. Es la izquierda que asumió el rol político (y policial) de mantener la ficción de que existe una alternativa de cambio dentro de la casa del amo.


Por tanto, siempre estamos en el momento de replantear la lucha contra la opresión capitalista en sus diferentes expresiones. Por una parte, y según postula la autora Himani Bannerji, “los movimientos antirrepresivos podrán avanzar únicamente en la medida en que persigan objetivos comunes de justicia de clase-género-raza, y superen la lógica de la coalición por objetivos puntuales, que en muchos casos acaban diluyéndose en coaliciones efímeras por definición. La lucha anticapitalista debe ser una lucha feminista, antirracista y antiimperialista, y viceversa. Estas formas de poder deben abordarse frontalmente, todas ellas al mismo tiempo, de manera que una reivindicación feminista sea al mismo tiempo una reivindicación anticapitalista, que una reivindicación anticapitalista sea siempre una reivindicación antirracista y así consecutivamente” [27]; también es una buena ocasión para recordar e incluir la lucha contra otras formas de opresión, como es la religiosa, la militarista y la xenófoba, frecuentemente olvidadas cuando se analizan parcialmente estas tiranías. Por otra parte, la aglutinación de todas las propuestas de lucha contra la barbarie, contra todas las formas de opresión dentro del sistema capitalista, ha de tener como punto de arranque el que se inicie y mantenga desde fuera de la casa del amo (anti institucional), sin pastores ni perros que la vigilen y la repriman (anti representativa, horizontal y desde abajo), ni condicionada por las normas y decretos allí preestablecidos (anti burócrata); comprobamos como unos y otras intoxican, desorientan, desvían, dispersan, diluyen, individualizan, fragmentan, amaestran, domestican, etc., de forma que la lucha anticapitalista vuelve de nuevo a pacer en los pastos, y descansar en los rediles, del amo. Combinando ambos aspectos, quizá sea el momento de recordar que el compromiso anticapitalista es siempre una lucha conjunta contra la opresión de clase, de género, de raza, religiosa, xenófoba y militarista, a la vez que el de proponer modelos de sociedades comunales, [28] donde las instituciones y los valores del amo no intervengan en el proceso de cambio.

Notas
1 José Iglesias Fernández.  
2 Léase los lobbies, las puertas giratorias, las fundaciones, las donaciones, etc.
3 Recordemos el papel nefasto que juegan las “cloacas del estado”.
4 Ferrán Monegal dice que “la patria es la pasta; y el paraíso el lugar donde la esconden”. El Periódico de Cataluña, 14 mayo del 2017.
5 Estos periodistas hablan, no de conflicto de clase, sino de “ola de descontento general”.
6 Karl Marx. El manifiesto comunista. Fontana, 1998.
7 Uno de los muchos pastos y rediles que tiene el amo capitalista en el planeta es el Salón del Automóvil de Barcelona (Automobile Barcelona). La foto muestra el momento en que los muy honorables pastores de supuestas diferentes ideologías y gobiernos (central, autonómico de Cataluña, ayuntamiento de Barcelona, empresarios) se encuentran y saludan amigablemente. 12 mayo del 2017.
8 Hombre refranero. 
9 André Gorz. Adiós al proletariado. Más allá del socialismo. El Viejo Topo, 1981.
10 Guy Standing. ¿Quién servirá de voz al precariado que está surgiendo? Sin permiso, 5 junio del 2011. 
11 Byung-chul Han. Psicopolítica. Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Herder, 2014.
12 Agustín Franco. “La maldición de Ícaro: clases sociales y zombis emocionales”. Público, 12 mayo del 2007.
13 Hay que hacer una excepción en los países nórdicos que, durante los diez años "dorados" del capitalismo, el sistema cedió a implementar un estado de bienestar aceptable. Con la llegada del neoliberalismo, y sus crisis recurrentes, las nefastas reformas laborales, y los recortes sociales, son aplicadas por gobiernos socialdemócratas: léase Grecia, España, Portugal, Italia, Irlanda, etc.
14 Warren Buffet. “La lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando”.
15 Vicenç Navarro. El futuro será peor que el pasado a no ser que las políticas gubernamentales cambien. 
http://www.vnavarro.org/?p=14088
16 Ver comentario de Ferrán Monegal. “Un androide presentará las noticias”. El Periódico de Cataluña, 7 mayo del 2017.
17 Marta López. “Francia libra el nuevo combate mundial contra el populismo”. El Periódico de Cataluña, 7 mayo del 2017.
18 A mí me hubieran mandado a galeras por escribir “Manifiesto en defensa del voto por la abstención”. El Viejo Topo, nº 193, mayo del 2004. 
Ver también 
http://www.rentabasica.net/otras_obras/manifiesto_abstencion/manifiesto_...
19 Neus Tomàs. “Vestrynge y el fascismo”. El Periódico de Cataluña, 6 mayo del 2017.
20 Michael Roberts. “Las memorias de un marxista errático”. Sin permiso, 12 mayo del 2017.
21 Llucia Ramis. La Vanguardia, 14 mayo del 2017.
22 Gemma Nierga recibe miles de tuits de solidaridad de sus compañeros, pero ni ella ni nadie nos dice las causas por las que los propietarios tomaron esta decisión. Como decimos, son asalariados y tienen miedo a las represalias de los amos. Cómo nos pasó a los demás.
23 Emmanuel Todd. “Lo que más me preocupa en Francia es la radicalización de los poderosos”. Sin permiso, 12 mayo del 2017.
24 Gregorio Morán. “Fábula de banquero y neofascista”. La Vanguardia, 6 mayo del 2017. 
http://www.lavanguardia.com/opinion/20170506/422318301414/fabula-de-banq...
25 La industria de la "educación" (guarderías, escuelas, institutos, universidades, etc.) cumple y repite las mismas funciones alienantes que la de la industria "informativa".
26 Mercedes Jabardo (ed.). Feminismos negros. Una antología, p. 33. Traficantes de sueños, 2012.
27 Jonathan Martineau. Intersección, articulación: el álgebra feminista. 
28 José Iglesias Fernández. La sociedad comunal como una alternativa al capitalismo, 2014. 
http://www.rentabasica.net/comunalismo/La_sociedad_comunal_como_alternat... y Común. Más allá de la propiedad, el poder y el capitalismo, 2016. 


23 septiembre, 2019

"A veces nos preguntamos por qué corren los conejos adentro de la jaula"



Del libro Caza de conejos, de Mario Levrero

XII

Quisiera vivir entre gentes que fueran más buenas, más felices que yo. Así les envidiaría su suerte o su bondad. Pero todos los cazadores son desgraciados, estúpidos e infinitamente perversos. Así, me veo obligado a envidiarles sus pobres bienes materiales. Les tiendo trampas. Cuando alguien me ve fabricando una trampa muy compleja y muy sólida se ríe, porque cree que exagero; por lo general se siente impulsado a explicarme el tamaño y la fuerza reales de un conejo. Yo dejo que me expliquen. No saben, ellos, que es una trampa para cazadores. Los mato y les robo el dinero, las ropas, las armas y algún adorno —collares de dientes de tigre, relojitos antiguos, anillos de compromiso, plumas de colores, billeteras de cuero de cocodrilo—. Los cazadores gustan de adornarse, y a menudo el colorido de estos adornos es su perdición: es fácil distinguirlos entre el follaje y tomarlos por sorpresa.



XCII


Hemos equipado el castillo con luz eléctrica, heladera, lavarropas, televisión y otros inapreciables artefactos, gracias a los conejos.

En efecto: como no hay ningún río cercano, hemos fabricado una gran jaula circular, del mismo tipo de las que se fabrican para las graciosas ardillitas, pero mucho más grande. La fuerza que desarrollan los conejos al tratar de huir, y que hace girar la jaula sobre su eje central, es aprovechada por nosotros, transformada en energía eléctrica y almacenada en un acumulador que surte las instalaciones del castillo. Y no tenemos ningún gasto: no hace falta siquiera alimentar a los conejos. Dada su asombrosa fertilidad, cuando alguno se muere de hambre y fatiga es rápidamente repuesto por otro, que traemos del bosque.

A veces nos preguntamos por qué corren los conejos adentro de la jaula. Nos respondemos, siempre: porque son irremediablemente imbéciles.


21 septiembre, 2019

● PARIS 21 SEPTIEMBRE ●



Información exhaustiva en → Borroka garaia da!

"La ley me la paso por los huevos" - Explotación laboral en el campo andaluz [Video]




El dueño de las tierras a punto de agredir a un trabajador que pidió cobrar lo que establecía el contrato



La histórica situación de superexplotación que viven los jornaleros, y especialmente aquellos que son trabajadores inmigrantes, es suficientemente conocida.

En este contexto, aún más que en otros urbanos, la disyuntiva planteada por los dueños de las tierras a cultivar, incluso cuando infringen flagrantemente las leyes, es tajante. "Si no te gustan estas condiciones, ya puedes irte por donde has venido".

Así se puede apreciar, con toda crudeza, en estas imágenes obtenidas con cámara oculta, por un trabajador de un campo de Almería y compartidas por el grupo político Interbrigadas. En ellas, se puede ver y oír cómo el trabajador denuncia a uno de sus superiores que se le quiera pagar un salario muy inferior al establecido por la ley.

Tras recordar que él ha trabado una jornadas completas, y dado que el salario mínimo interprofesional es 6,90 euros, el jornalero reclama los 55,20 euros brutos por jornada que le corresponden, y se niega a firmar por la recepción de tan solo 36 euros.

"Sí, pone que se paga 55,20 euros, porque esto es lo que obliga a poner la gestoría, pero Antonio paga 36", si no quieres 36 euros búscate a otro jefe", le responde indignada una mujer, encargada de tratar con los empleados.

Poco después aparece el presunto jefe «Antonio», quien ante las quejas del trabajador por lo que le pagan, monta en cólera y acaba reconociendo que él "la ley se la pasa por los huevos".

Ante la creciente agresividad del empleador, el jornalero reclama, recordando que está en su derecho de quejarse por el salario. «Yo sólo estoy pidiendo mi derecho, no he pedido nada más» - le constesta.

"Eres muy sinvergüenza! ¡Me cago en la madre que me parió, vete de aquí!», le contesta "Antonio" golpeando los canastos, antes de que otros trabajadores le separen del jornalero para evitar una inminente agresión física.


LAS BASES



20 septiembre, 2019

GOBIERNO INVISIBLE / CIA CRIMINAL




Nuestro gobierno invisible - Chris Hedges

truthdig - 17/09/2019
Traducción del inglés: Arrezafe

Existen dos formas de gobierno en los Estados Unidos: un gobierno visible, la Casa Blanca, el Congreso, los tribunales, las legislaturas estatales y las gobernaciones; y un gobierno invisible o estado profundo, donde tecnócratas anónimos, agentes de inteligencia, generales, banqueros, corporaciones y cabilderos manejan la política exterior e interna independientemente de qué partido político tenga mayoría.

Los órganos más poderosos e importantes del gobierno invisible son las enormes e impenetrables agencias de inteligencia nacionales, verdaderas vanguardias del gobierno invisible, supervisoras de un vasto "mundo negro" encargadas de mantener el poder oculto del gobierno. Espían y difaman a críticos nacionales y extranjeros, amañan elecciones, sobornan, extorsionan, torturan, asesinan e inundan las ondas mediáticas con propaganda negra. Son inmunes al caos y la destrucción que dejan a su paso. Desastres, trastornos sociales, colapsos económicos, sufrimiento masivo, muerte y un extremo antiamericanismo han surgido del derrocamiento de gobiernos democráticamente elegidos, en Irán, Guatemala y Chile y de las guerras que patrocinaron en Vietnam, Afganistán, Irak, Libia y Siria. Los Estados Unidos y el resto del mundo estarían mucho más seguros si nuestros autodenominados guerreros en la sombra –que no pudieron prever la revolución iraní, el colapso de la Unión Soviética, los ataques del 11 de septiembre o la ausencia de armas de destrucción masiva en Iraq, y cuyo uso generalizado de la tortura los convierte en los más potentes reclutadores del yihadismo radical– se hicieran responsables ante el público y el estado de derecho.

Hay periódicos vislumbres de la miseria moral y la ineptitud que definen este mundo en la sombra, como los proporcionados por las audiencias de los años 70 dirigidas por el senador Frank Church y la filtración de fotografías de prisioneros torturados en Abu Ghraib, Iraq. Pero aquellos que intentan desafiar o denunciar este pernicioso funcionamiento interno, incluidos Edward Snowden y Julian Assange, son generalmente desacreditados, perseguidos, silenciados y a veces "desaparecidos". El gobierno invisible justifica su secreto y criminalidad, según su conveniencia, ya sea por las amenazas del comunismo, ya sea por el terrorismo islámico. Los fines siempre justifican los medios. Cualquier cosa está permitida, no importa cuán inmoral o criminal sea.


La mejor ventana que tenemos a este mundo en la sombra son los relatos históricos de sus crímenes, como el libro de Stephen Kinzer, "Envenenador en Jefe: Sidney Gottlieb y la CIA. En busca del control mental". Los sitios negros y las técnicas de tortura iniciadas por la Agencia Central de Inteligencia en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial –técnicas que, aplicadas, propiciaron el secuestro, la tortura y, a menudo, la ejecución de personas– fueron "un eslabón indispensable en esta sombría cadena", escribe Kinzer.

Los experimentos médicos llevados a cabo por los nazis en los campos de concentración y por los japoneses en la región china ocupada de Manchuria provocaron dos respuestas tras la Segunda Guerra Mundial. Había algunos en el gobierno visible que propugnaban responsabilizar a los criminales de guerra. Pero había muchos en el gobierno invisible que querían obtener y explotar los resultados de estos experimentos y reclutar a los criminales de guerra que los habían realizado para trabajar en los servicios de inteligencia y el ejército de los EE.UU.

Los antecedentes de los científicos nazis que habían dirigido proyectos de guerra química y biológica, asesinando a miles de víctimas indefensas, incluidos niños, con agentes como el gas sarín, fueron “blanqueados” por el gobierno invisible en lo que se conoció como Operación Paperclip. Ningún criminal, incluido Kurt Blome, que había dirigido la investigación llevada a cabo por los nazis sobre la guerra biológica, fue demasiado atroz o sádico como para que los Estados Unidos no lo aceptara y empleara.

"Cada vez que un científico al que codiciaban resultaba tener manchado su historial, modificaban su biografía", escribe Kinzer. “Las referencias a la pertenencia a las SS, la colaboración con la Gestapo, el abuso de los trabajadores esclavos y los experimentos con seres humanos, datos por los que los solicitantes habían sido calificados por sus interrogadores como "nazis vehementes", fueron reclasificados como "no nazis vehementes", agregándose referencias a sus ejemplares vidas familiares. Una vez "blanqueadas" sus biografías, se convirtieron en candidatos adecuados para los contratos de Paperclip".

Shiro Ishii, que entre 1936 y 1942 ejecutó a unos 12.000 soldados chinos capturados, partisanos antijaponeses, coreanos, mongoles, prisioneros, pacientes mentales y, según informes, prisioneros de guerra estadounidenses mediante experimentos médicos en nombre del gobierno japonés era un activo muy valioso para el gobierno invisible.

Ishii dirigió un complejo de cuatro millas cuadradas, llamado Escuadrón 731, que albergaba a 3.000 científicos y otros empleados. Kinzer escribe que las víctimas:

"fueron expuestas al gas venenoso para que luego se pudieran extraer y estudiar sus pulmones; lentamente asadas por la electricidad para determinar los voltajes necesarios para producir la muerte; colgadas boca abajo para estudiar el progreso de la asfixia natural; encerradas en cámaras de alta presión hasta que sus ojos salían de sus órbitas; aplastadas en centrifugadoras; infectadas con ántrax, sífilis, peste, cólera y otras enfermedades; preñadas por la fuerza para proporcionar bebés para la vivisección; amarradas a estacas para ser incineradas por soldados que probaban lanzallamas; y lentamente congeladas para observar el progreso de la hipotermia. Se inyectó aire en las venas de las víctimas para provocar embolias; Se inyectó sangre animal para ver qué efecto tendría. Algunos fueron disecados vivos, o les amputaron extremidades para que los asistentes pudieran controlar sus lentas muertes por sangrado y gangrena. Según un informe del ejército de los EE.UU., posteriormente desclasificado, grupos de hombres, mujeres y niños fueron atados a estacas para que "sus piernas y glúteos quedaran al descubierto y expuestos a la metralla de las bombas de ántrax que explotaban a unos metros de distancia", siendo luego monitoreados para ver cuánto tiempo sobrevivían, que nunca fue más de una semana. Ishii requería un flujo constante de órganos humanos, lo que significa una necesidad constante de 'registros' [eufemismo para las víctimas]”.

Después de cada experimento, "los microbiólogos de Ishii extraían meticulosamente muestras de tejido y las depositaban en soportes para su estudio", escribe Kinzer. “En su investigación, los técnicos utilizaron chocolate y chicle envenenados, así como horquillas para el cabello, plumas estilográficas y agujas recubiertas de toxinas para su uso en asesinatos. En laboratorios a escala industrial, criaron pulgas infestadas de peste y fabricaron toneladas de ántrax que fueron colocadas en las carcasas de las bombas utilizadas para matar a miles de civiles chinos".

El gobierno invisible de Estados Unidos hizo todo lo posible para reclutar a Ishii y obtener los cuantiosos registros y diapositivas de sus aterradores experimentos. La CIA pronto reproduciría este tipo de experimentos en un programa de alto secreto, MK-ULTRA, con la ayuda de Ishii y una variedad de ex nazis.

Kinzer construye su libro alrededor de Sidney Gottlieb, un agente esquivo, peculiar y poderoso de la CIA que en su búsqueda del control mental –algo que él y otros agentes de la CIA estaban convencidos de que los soviéticos habían logrado dominar– supervisó los experimentos médicos originados por su colaboradores alemanes y japoneses. Estos experimentos fueron codificados con el nombre de Bluebird y más tarde Artichoke, que Kinzer describe como "uno de los proyectos más violentamente abusivos jamás patrocinados por una agencia del gobierno de los Estados Unidos". Las sesiones de tortura a menudo destrozaban para siempre las mentes de sus víctimas, que eran secuestradas (más tarde esto se denominaría "entregas extraordinarias") y enviadas a centros clandestinos de todo el mundo, los ahora conocidos como "black sites" [sitios negros], o eran extraídas de la población carcelaria, tanto en el extranjero como en el propio país. Los forzados a participar en estos experimentos incluían afroamericanos pobres del Centro de Investigación de Adicciones en Lexington, Kentuky. Muchas de las víctimas fueron etiquetadas como "prescindibles", lo que significa que podrían ser asesinadas después de los experimentos y desaparecer. Los cadáveres solían incinerarse. Los niños con discapacidad mental en la Escuela Estatal Walter E. Fernald en Massachusetts, por ejemplo, fueron alimentados con cereales mezclados con uranio y calcio radioactivo y sus enfermedades inducidas monitoreadas. Gottlieb supervisó la administración de LSD y otras drogas para inducir a estados psicóticos en la prisión federal de Atlanta y en un centro correccional para jóvenes en Bordentown, New Jersey. Ninguno de los sujetos sometidos a esta prácticas consintió voluntariamente ser un conejillo de indias humano, y muchos acarrearon problemas psicológicos de por vida. Al gángster de Boston James "Whitey" Bolger, recluido en la prisión de Atlanta, le dijeron que formaría parte de un experimento para curar la esquizofrenia, pero luego le suministraron LSD de forma subrepticia casi todos los días durante 15 meses. Los científicos de la CIA también realizaron experimentos con pacientes con enfermedades terminales en un anexo del Hospital de la Universidad de Georgetown en Washington DC.

Gottlieb buscó durante años un cóctel de drogas que, en palabras de Kinzer, privaría a los "prisioneros de sus identidades, los induciría a revelar secretos y, tal vez, incluso los programaría para cometer actos contra su voluntad". Fue una búsqueda vana, pero con cada fracaso, él y la CIA se volvían cada vez más entusiastas, trabajando estrechamente con el ex general alemán Walter Schreiber, cirujano general del ejército nazi que había "aprobado experimentos en los campos de concentración de Auschwitz, Ravensbrück y Dachau en los que los reclusos fueron congelados, inyectados con mescalina y otras drogas, y sajados para que el progreso de la gangrena en sus huesos pudiera ser monitoreado". Kinzer agrega que, según un investigador estadounidense, “generalmente, los experimentos desembocaban en una lenta y mortal agonía".

Gottlieb tenía la costumbre de mezclar secretamente las bebidas de colegas con LSD para ver su reacción. Algunos nunca se recuperaron. Una de sus víctimas fue Frank Olson, un científico de la CIA que, horrorizado por los brutales interrogatorios que presenció, se planteó renunciar a la CIA. Gottlieb y su criminal grupo secreto de torturadores estaban aterrorizados de que Olson pudiera hacer público cuanto sabía. Olson fue encontrado muerto en 1953, en una acera en Manhattan después de que, presuntamente, se arrojase por la ventana de un hotel. Su hijo Eric exhumó el cuerpo de su padre en 1994 y se lo entregó a James Starrs, un patólogo forense en la Universidad George Washington en el Distrito de Columbia. "Starrs no había encontrado fragmentos de vidrio en la cabeza o el cuello de la víctima, como era de esperar si se hubiera arrojado por una ventana", escribe Kinzer. "Lo más sospechoso es que, aunque según los informes Olson había aterrizado sobre su espalda, el cráneo sobre su ojo izquierdo estaba desfigurado".

"Me atrevería a decir que este hematoma es una prueba singular de la posibilidad de que el Dr. Olson haya recibido un golpe tremendo en la cabeza propinado por alguien antes de salir por la ventana de la habitación 1018A", concluyó Starrs.

Más tarde, Starrs fue más enfático: "Creo que Frank Olson fue intencionadamente, deliberadamente y con malicia premeditada, arrojado por esa ventana".

Gottlieb también dirigió la producción de una serie de venenos destinados a ser utilizados contra líderes y otros considerados hostiles a los Estados Unidos, incluidos Patrice Lumumba y Fidel Castro. Gottlieb y la CIA acometieron insólitos planes, incluido el supuesto hallazgo de una sustancia química que haría caer la barba de Castro, dejando al líder cubano, según la mentalidad de los agentes de la CIA, expuesto a ridículo tal que propiciaría su derrocamiento.

La CIA también experimentó con la implantación de electrodos en el cerebro para controlar el comportamiento. “Un equipo de la Agencia voló a Saigón en julio de 1968; entre ellos había un neurocirujano y un neurólogo... '', dice Kinzer citando un estudio de la inteligencia estadounidense. “En un anexo cerrado del Hospital Bien Hoa, el equipo de la Agencia se puso a trabajar. Tres prisioneros del Vietcong habían sido seleccionados por el mando local. Cómo o por qué fueron elegidos sigue siendo una incógnita. Tras ser anestesiados, a cada hombre se le insertó una placa en sus cráneos y el neurocirujano implantó pequeños electrodos en sus cerebros. Cuando los prisioneros recuperaron la conciencia, los conductistas se pusieron a trabajar. ... Los prisioneros fueron llevados a una habitación y se les proporcionó cuchillos. Los conductistas intentaron despertar violencia en los sujetos de su experimento presionando los botones de sus controles remotos, pero no pasó nada. Durante toda una semana, los médicos trataron de hacer que los hombres se atacaran entre sí. Desconcertado por su falta de éxito, el equipo voló de regreso a Washington. Según lo dispuesto previamente en caso de experimento fallido y mientras los médicos aún estaban en vuelo hacia su destino, los prisioneros fueron ejecutados por Boinas Verdes y sus cuerpos incinerados."

Es impresionante la profundidad de la miseria moral y la criminalidad que pueden alcanzar aquellos que cuentan con recursos ilimitados, sin supervisión ni responsabilidad pública y en secreto total. Gottlieb y la CIA atrajeron a víctimas vulnerables y desorientadas de la ciudad de Nueva York a una "casa segura" en Bedford Street y les suministraron bebidas mezcladas con LSD. Los agentes de la CIA dirigidos por el matón George Hunter White supervisaron los efectos.

"White utilizó regularmente drogas ilegales, guardando para sí una parte de lo que él mismo confiscaba", escribe Kinzer. "Su consumo de alcohol, a menudo una botella entera de ginebra con la cena, era legendario. Su otro apetito era el fetiche sexual, especialmente el sadomasoquismo".

[...]

White, quien como oficial de narcóticos había perseguido y a menudo acosado a músicos de jazz, incluida Billie Holiday, fue más tarde trasladado a una "casa segura" en San Francisco que funcionaba como burdel de la CIA. Gottlieb, escribe Kinzer, "quería sistematizar el estudio de cómo el sexo, especialmente en combinación con las drogas, podía aflojar la lengua de los hombres". La CIA contrató prostitutas para atraer clientes al burdel, en cuyas habitaciones, decoradas con fotos de mujeres con medias negras, esposas y dogales de cuero con tachuelas, disponían de bebida, LSD y otras drogas.

"Mientras sus prostitutas y sus clientes tenían relaciones sexuales, White miraba a través de un espejo unidireccional, sentado en su inodoro portátil", escribe Kinzer. En visitas a la "casa segura", Gottlieb exigió que las mujeres tuvieran sexo con él como si fueran parte de su harén personal.

A White se le proporcionó una segunda "casa segura" en el condado de Marin, a las afueras de San Francisco, donde utilizó a sus prostitutas, no sólo para drogar a los hombres, sino para probar una serie de dispositivos, Little Shop-of-Horrors [pequeño taller de horrores], en sus víctimas.

Tras el abandono de la larga búsqueda de una droga de control mental, la CIA destruyó la mayoría de los registros de sus experimentos. White, en carta de agradecimiento a Gottlieb por contratarlo, escribió: “¿Dónde más podría un joven super-macho estadounidense mentir, matar, engañar, robar, violar y saquear con la legitimación y la bendición del Altísimo? ¡Qué bien, colega!” Ese sería un lema mucho más apropiado para la CIA que el pasaje bíblico de Juan 8:32 tallado en las paredes de su cuartel general original en Langley, Virginia: "Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres".

Finalmente, la CIA llegó a la conclusión de que los prisioneros se rompen mejor mediante aislamiento extremo y privación sensorial. Estas técnicas, cuya investigación fue iniciada y financiada por la CIA en la Universidad McGillen de Canadá, se presentaron en un manual de 1964 titulado "Interrogatorio de Contrainteligencia de KUBARK". KUBARK es el criptónimo de la CIA para dicho manual, de 128 páginas, que no se desclasificó por completo hasta 2014. Fue el principal recurso utilizado por los interrogadores de la CIA en la década de los '60, incluso en Vietnam, donde al menos 20.000 vietnamitas capturados fueron asesinados, a menudo después de ser torturados. En 1983 salió una versión actualizada del manual llamado "Human Resource Exploitation Training Manual". Estas formas de tortura, que incluyen grilletes, privación del sueño, electrochoque, humillación sexual y física, encierro prolongado en espacios estrechos, capuchas para la desorientación y privación sensorial, se convirtieron en rutina tras el 11 de septiembre en los sitios negros de la inteligencia estadounidense, dentro del propio país y en el extranjero. Los psicólogos de la CIA, como anteriormente el grupo establecido por científicos trastornados y torturadores de Gottlieb, supervisaron y perfeccionan estas técnicas para garantizar un colapso psicológico completo así como una dependencia infantil del interrogador.

Sería ingenuo relegar el comportamiento de Gottlieb y la CIA al pasado, sobre todo porque, una vez más, el gobierno invisible ha ocultado las actividades de la CIA a la supervisión del Congreso o al escrutinio público, situando a un defensor de la tortura, Gina Haspel, a la cabeza de la agencia.

La '' telaraña '' global de detenciones secretas y "entregas" ilegales de la CIA
























__________________________________________________________________________

EEUU. Imperio del bolsillo, su trastorno vital y su fracaso.