Traducción del inglés:
Arrezafe
"He visto a hombres
fuertes colmar el suelo de lágrimas, rogando por un trabajo. Con
algunos de ellos tenemos que emplearnos a fondo para evitar que se
suiciden. Muchos manifiestan que solo quieren morir", dice
Charlie Tarrance, director de una agencia social privada. Su tarea es
lidiar con las crecientes colas de personas desesperadas que buscan
trabajo, vivienda y comida. El lugar es Gadsden, Alabama, pero podría
ser cualquier lugar de los Estados Unidos.
Podría ser Washington
DC, en un supermercado Safeway a apenas una milla de la Casa Blanca,
donde un anciano que sostiene una lata de comida para perros, llora.
Cuando se le pregunta qué le pasa, responde: “Tengo hambre. Tengo
hambre."
Podría ser la ciudad de
Nueva York, donde una mujer grita al propietario que la desaloja de
su casa junto con sus hijos, a los que, para su mayor angustia, la
Oficina de Bienestar Infantil se lleva. Desesperada y sollozando, es
trasladada a un hospital psiquiátrico de Nueva York para ser tratada
por los psiquiatras que todo lo saben y diagnosticada como
"esquizofrénica paranoica".
Cuánta miseria y
crueldad en la tierra. A medida que los líderes estadounidenses
avanzan decididamente hacia su Solución Final de libre mercado,
abundan las historias de hambre, dolor y desesperación. Tales
tragedias existen hace mucho tiempo. La patología social forma parte
de esta sociedad tanto como el crimen y el capitalismo. Para multitud
de personas, la vida se vuelve cada vez más difícil.
"Combate la pobreza, no a los pobres" |
Algunas sombrías
estadísticas
A los conservadores les
gusta proclamar cuán maravillosa, feliz y próspera es nuestra
nación. Lo único que coincide con su amor por el país es la
notable indiferencia que muestran hacia las personas que viven en él.
Para ellos, los gritos angustiados de los desposeídos no son más
que molestos lloriqueos de descontentos. Tildan de "quejicas"
a quienes criticamos las condiciones de vida existentes, que
mostramos cierta preocupación por nuestros conciudadanos. Pero la
sucia verdad es que existe una cantidad alarmante de desigualdades,
dificultades, abusos, aflicciones, enfermedades, violencia y
patologías en este país. Las cifras revelan una lista que alcanza a
millones víctimas. Considerad las siguientes estimaciones de un año
cualquiera:
27.000
estadounidenses se suicidan.
5.000 intentos de
suicidio. Algunas estimaciones son más altas.
23.000 son
asesinados.
85.000 son heridos
por armas de fuego.
38.000 de estos
mueren, incluidos 2.600 niños.
13.000.000 son
víctimas de crímenes que incluyen asalto, violación, robo a mano
armada, hurto e incendio provocado.
135.000 niños
llevan armas a la escuela.
5.500.000 personas
son arrestadas por diversos delitos (sin incluir infracciones de
tráfico).
125.000 mueren
prematuramente por abuso de alcohol.
6.500.000 consumen
heroína, crack, speed, PCP, cocaína o alguna otra droga dura de
forma regular.
37.000.000, uno de
cada seis estadounidenses, consumen regularmente drogas médicas para
controlar su estado de ánimo. Los usuarios son en su mayoría
mujeres, los patrocinadores doctores, los proveedores compañías
farmacéuticas: las ganancias astronómicas.
2.000.000 de
personas no hospitalizadas reciben potentes drogas de control mental,
a veces descritas como "camisas de fuerza químicas".
5.000 mueren por
tratamientos con drogas psicoactivas.
200.000 están
sujetas a tratamientos de descargas eléctricas perjudiciales para el
cerebro y el sistema nervioso.
De 600 a 1.000
personas, en su mayoría mujeres, son lobotomizadas.
25.000.000, o uno
de cada 10 estadounidenses, busca ayuda en fuentes psiquiátricas,
psicoterapéuticas o médicas para afrontar problemas mentales y
emocionales, a un costo de más de 4 mil millones de dólares
anuales.
6.800.000 recurren
a servicios no médicos, como clérigos, agencias de asistencia
social y consejeros sociales, en busca de ayuda para sus problemas
emocionales. En total, unos 80.000.000 han buscado algún tipo
de asesoramiento psicológico en sus vidas.
1.300.000 sufren
algún tipo de lesión relacionada con el tratamiento en los
hospitales.
2.000.000 se
someten a operaciones quirúrgicas innecesarias, 10.000 de las
cuales mueren a consecuencia de las mismas.
180.000 mueren por
reacciones adversas a los tratamientos médicos, más de las que
mueren por accidentes aéreos y automotrices sumados.
Más de 14.000
personas mueren por sobredosis de medicamentos legalmente recetados.
45.000 mueren en
accidentes automovilísticos. Sin embargo, aumenta el número de
automóviles y autopistas mientras se reduce la financiación
destinada a formas más seguras de transporte colectivo.
De las 1.800.000
víctimas que sufren lesiones no fatales por accidentes
automovilísticos, 150.000 padecen discapacidades permanentes.
126.000 niños
nacen con taras importantes, principalmente debido a una atención
prenatal insuficiente, deficiencia nutricional, toxicidad ambiental o
adicción a las drogas por parte de la madre.
2.900.000 niños
son objeto de negligencia o abuso graves, incluida la tortura física
y el hambre deliberada.
5.000 niños son
asesinados por sus padres o abuelos.
Más de 30.000
niños quedan permanentemente discapacitados físicamente por abuso o
negligencia. El abuso infantil en los Estados Unidos afecta a más
niños cada año que la leucemia, los accidentes automovilísticos y
las enfermedades infecciosas juntas. Los casos de abuso por parte de
padres desempleados aumentan dramáticamente.
1.000.000 de niños
huyen de su hogar, principalmente debido a malos tratos, incluido
abuso sexual, de padres y otros adultos. El 83 por ciento de los
niños fugitivos abusados sexualmente proviene de familias blancas.
150.000 niños son
denunciados como desaparecidos.
50.000 de estos
simplemente desaparecen. Sus edades oscilan entre el año y los 15.
Según el New York Times, "Algunos de estos niños están
muertos, quizás la mitad de ellos, enterrados anualmente en este
país, son niños no identificados".
900.000 niños,
algunos de apenas siete años de edad, se dedican al trabajo infantil
en los Estados Unidos, sirviendo como trabajadores agrícolas mal
pagados, lavaplatos, lavandería y trabajos domésticos de hasta
diez horas al día en violación de las leyes de trabajo infantil.
De 2.000.000 a
4.000.000 de mujeres son maltratadas. La violencia doméstica
es la principal causa de lesiones y la segunda causa de muerte de las
mujeres estadounidenses.
700.000 mujeres
son violadas, una cada 45 segundos.
5.000.000
trabajadores resultan heridos en el trabajo, de los cuales 150.000
sufren discapacidades permanentes relacionadas con el trabajo,
incluyendo mutilaciones, parálisis, problemas de visión, audición
dañada y esterilidad.
100.000 enferman
gravemente debido a enfermedades relacionadas con el trabajo,
incluidos el pulmón negro, el pulmón marrón, el cáncer y la
tuberculosis.
14.000 son
asesinados en el trabajo, alrededor del 90 por ciento son hombres.
100.000 mueren
prematuramente debido a enfermedades relacionadas con el trabajo.
60.000 mueren a
causa de contaminantes ambientales tóxicos o a los alimentos, el
agua o el aire contaminados.
4.000 mueren por
comer carne contaminada.
Otros 20.000
sufren envenenamiento por E. coli 0157-H7, la bacteria mutante que se
encuentra en la carne contaminada y que generalmente genera problemas
de salud física y mental de por vida. Una inspección más
exhaustiva de la carne con nuevas tecnologías podría eliminar la
mayoría de los casos de contaminación.
Actualmente:
5.100.000 están
tras las rejas o en libertad condicional, de los
cuales 2.700.000 están encerrados en prisiones del condado,
estatales o federales o bajo supervisión legal. Cada semana, 1.600
personas van a la cárcel, más que las que la abandonan. La
población carcelaria se ha disparado más del 200 por ciento desde
1980. Más del 40 por ciento de los reclusos están encarcelados por
delitos no violentos relacionados con drogas. Los afroamericanos
constituyen el 13 por ciento de los consumidores, pero el 35 por
ciento de los arrestos por drogas, el 55 por ciento de las condenas y
el 74 por ciento de las penas de prisión. Respecto a los delitos no
relacionados con drogas, los afroamericanos sufren penas de prisión
de aproximadamente un 10 por ciento más que los blancos por delitos
similares.
Más de 15.000
tienen tuberculosis, y el número crece rápidamente. 10.000.000
o más son portadores del bacilo de la tuberculosis, la mayoría
personas económicamente desfavorecidas o adictas.
10.000.000 de
personas tienen serios problemas con la bebida; El alcoholismo va en
aumento.
16.000.000 padecen
diabetes, en comparación con los 11.000.000 de 1983.
160.000 morirán
de diabetes este año.
280.000 están
diagnosticados por enfermedad o retraso mental y en muchos casos
obligados a tomar grandes dosis de drogas para su control.
255.000 enfermos
mentales han sido dados de alta y abandonados a su suerte en los
últimos años. Muchos de los cuales están ahora en casas de reposo
o simplemente deambulando por las calles.
3.000.000 o más
sufren discapacidades cerebrales y físicas que incluyen parálisis,
sordera, ceguera y discapacidades menores. La mayoría de ellos son
pobres. Muchas de estas discapacidades podrían haberse corregido con
un tratamiento temprano o prevenidas con mejores condiciones de vida.
2.400.000 sufren
de una variedad de síndrome de fatiga crónica grave e
incapacitante.
Más de 10.000.000
sufren de asma sintomática, un aumento del 145 por ciento entre 1990
y 1995, en gran parte debido a la calidad cada vez más contaminada
del aire que respiramos.
40.000.000 o más
carecen de seguro médico o protección sanitaria.
1.800.000 personas
mayores que viven con sus familias son objeto de abusos graves, como
confinamiento forzoso, alimentación insuficiente y palizas. El
maltrato a las personas mayores por parte de sus hijos y otros
parientes cercanos crece dramáticamente a medida que las condiciones
económicas empeoran.
1.126.000 de los
ancianos viven en residencias., en las que gran parte de ellos
soporta condiciones de negligencia extrema, suciedad y abuso.
1.000.000 de niños
se hayan en orfanatos, reformatorios y cárceles para adultos. La
mayoría han sido arrestados por transgresiones menores o no han
cometido ningún delito y están encarcelados sin el debido proceso.
La mayoría de origen pobre. Muchos de ellos son víctimas de
palizas, asalto sexual, aislamiento prolongado, drogas de control
mental y, en algunos casos, psicocirugía.
Cada año 950.000
niños en edad escolar son tratados con potentes drogas para
controlar la "hiperactividad", con efectos secundarios como
pérdida de peso, retraso del crecimiento y psicosis aguda.
4.000.000 de niños
desatendidos con discapacidades de aprendizaje.
Más de 4.500.000
de niños –o más de la mitad de los 9.000.000 que reciben
asistencia social– sufren desnutrición. Muchos de estos sufren
daños cerebrales causados por desnutrición prenatal e infantil.
Se estima que 40.000.000
de personas, una de cada cuatro mujeres y más de uno de cada diez
hombres, han sido abusadas sexualmente de niños, la mayoría de las
veces entre las edades de 9 y 12 años, generalmente por familiares
cercanos o conocidos familiares.
7.000.000 a
12.000.000 están desempleados; los números varían con el
ciclo económico. Un número cada vez mayor de desempleados crónicos
muestra signos de estrés y depresión.
6.000.000 tienen
trabajos temporales.
15.000.000 o más
son trabajadores “contratados” a tiempo parcial.
3.000.000 más de
trabajadores están desempleados, pero no cuentan porque sus
prestaciones por desempleo se agotaron, o nunca porque nunca la
obtuvieron, o dejaron de buscar trabajo, o se unieron a las fuerzas
armadas porque no pudieron encontrar trabajo.
80.000.000
malviven de unos ingresos estimados por el Departamento de Trabajo de
los Estados Unidos como por debajo de una "ingresos adecuados",
35.000.000 de los cuales sobreviven por debajo del nivel de
pobreza.
12.000.000 de
pobres sufren hambre crónica y desnutrición.
2.000.000 o más
carecen de hogar, y están obligados a vivir en las calles o en
refugios improvisados.
160.000.000 están
endeudados, un fuerte aumento de los 100 millones de hace menos de
una década. La mayoría indica que ha solicitado prestamos, no para
lujos, sino para necesidades básicas. Las crecientes deudas amenazan
con una represión económica en más y más familias.
Todo esto explica por qué
muchos de nosotros estadounidenses encontramos pocos motivos para
regocijarnos por América la Bella. No es que no amemos a nuestro
país, al contrario. No amamos una abstracción llamada "los
EE.UU.", sino a las personas que viven en ella. Y creemos que el
orgullo de una nación no debe utilizarse para ocultar un desorden
social y económico que es su vergüenza. El sueño americano se ha
convertido en una pesadilla para muchos. La preocupación por la
mejora colectiva, por poner fin a los abusos y al saqueo del libre
mercado, es de suma importancia. “El pueblo antes que las
ganancias” no es solo un eslogan, es nuestra única esperanza.
Tremebundo. "La solución final del capitalismo", una verdad desoladora. Salud!
ResponderEliminarSeguramente la culpa es de Cuba, de Venezuela, de Rusia y de los comunistas.
EliminarSalud!
No es de extrañar que los "gobierne" un oligofrénico loco, en nombre de otros locos.
ResponderEliminarCuanto más exacerbado el capitalismo, más corruptos e incompetentes sus líderes.
EliminarConversación con Simone Weil
ResponderEliminar-los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
–el hombre es un extraño animal.
En la mayor parte del mundo
la mitad de los niños se van a la cama
hambrientos.
¿Renuncia el ángel a sus plumas, al iris,
a la gravedad y la gracia?
¿Se acabo para nosotros la esperanza de
ser mejores ahora?
La vida es de otros.
Ilusiones y yerros
La palabra fatigada.
Ya ni te atreves a comerte un durazno.
Para algo cerré la puerta,
di la espalda
y entré la rabia y el sueño olvide
muchas cosas.
La mitad de los niños se van a la cama
hambrientos.
–los niños, el océano, la vida silvestre Bach.
–el hombre es un extraño animal.
Los sabios en quien depositamos nuestra
confianza
nos traicionan.
–los niños se van a la cama hambrientos
–los viejos se van a la muerte hambrientos.
El verbo no alimenta. Las cifras no sacian.
Me acuerdo ¿Me acuerdo?
Me acuerdo mal, reconozco a tientas. Me equivoco.
Viene una niña de lejos. Doy la espalda.
Me olvido de la razón y el tiempo.
Y todo debe ser mentira
porque no estoy en el sitio de mi alma.
No me quejo de la buena manera.
La poesía me harta.
Cierro la puerta
Orino tristemente sobre el mezquino fuego
de la gracia.
–los niños se van a la cama hambrientos.
–los viejos se van a la muerte hambrientos.
El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian.
–el hombre es un extraño animal.
Blanca Varela
"Desaparezca el hambre y no el hombre”. Fidel Castro
Eliminarla caída del imperio americano es ya un hecho. ¿Has visto la película Idiocracia? si no lo has hecho, búscala, verás el futuro de los EUA.
ResponderEliminarOscar Wilde dijo que “Estados Unidos es el único país que pasó de la barbarie a la decadencia sin pasar por la civilización”. Esperemos que, en su caída, sus bélicos escombros no nos alcancen.
EliminarLas cifras pueden ser abultadas, pero en crudo pierden la perspectiva. Para ello lo deberíamos comparar con otros países similares. Mientras que tienen sus particularidades Rusia tiene más suicidios, España más indigentes, y así todo. También compararlo consigo misma en el pasado. Por eso se indican indicadores, que son cifras ponderadas y comparables.
ResponderEliminarEn cuanto a las cifras en sí los indicadores empeoran, sobre todo los de desigualdad,lo que indican que la fragmentación social avanza. Todos sabemos que al sistema le quedan cuatro días, y ahora está dando coletazos como los peces cuando se les pesca.
Salud!
Las cifras, como el mismo Parenti indica al final del artículo, se solapan y es lógico. Muchas de las personas contabilizadas como pobres, se encuentran a su vez entre las que sufren paro, adicciones, deudas, etc.
EliminarEste artículo está escrito mucho antes de la pandemia, de modo que, es de suponer que las cosas hayan empeorado. Lo que la prensa canalla no dice es que, en EEUU, ya hay comunidades que empiezan a organizarse al margen del gobierno, sobre todo afros y latinoamericanos.