Foto: Micah Albert - Kenia 2012 |
Fragmento extraído del libro Blackshirts
an Reds: rational fascism and the overthrow of communism
(1997) de Michael Parenti
Traducción del inglés: Arrezafe
CUALQUIER COSA MENOS
CLASE: EVITANDO EL TÉRMINO 'CLASE'
"Clase" es un
concepto que los escritores convencionales y muchos de la izquierda
evitan a toda costa. Cuando ciertas palabras son eliminadas del
discurso público, también lo son ciertos pensamientos. Las ideas
disidentes se vuelven aún más difíciles de exponer cuando no hay
palabras para expresarlas. "Clase" se suele descartar como
una noción marxista obsoleta, sin relevancia para la sociedad
contemporánea. Es una palabra de cinco letras que se trata como una
sucia de seis.
Con la palabra clase
fuera del camino, es fácil deshacerse de otros conceptos
políticamente inaceptables, como privilegio de clase, poder de
clase, explotación de clase, interés de clase y lucha de clases.
Estos también se consideran ya no relevantes, si alguna vez lo
fueron, en una sociedad consistente en la fluida interacción
supuestamente plural de diversos grupos.
La clase denegada de
clase
Quienes ocupan los
círculos superiores de riqueza y poder son muy conscientes de sus
propios intereses. Si bien a veces difieren seriamente entre sí en
temas específicos, exhiben una cohesión impresionante cuando se
trata de proteger el sistema de clase existente, de poder
corporativo, propiedad, privilegio y lucro.
Al mismo tiempo, se
cuidan mucho de oscurecer la conciencia pública sobre el poder de
clase que ejercen. Evitan la palabra clase, especialmente
cuando se usa en referencia a sí mismos como "clase
propietaria", "clase alta” o "clase adinerada".
Y les gusta menos cuando los elementos políticamente activos de la
clase propietaria son denominados "clase dominante".
La clase dominante en
este país ha trabajado mucho para dar la impresión de que no
existe, que no posee la mayor parte de casi todo y que no ejerce una
influencia enormemente desproporcionada sobre los asuntos de la
nación. Tales precauciones son en sí mismas sintomáticas de una
aguda conciencia de sus intereses de clase.
Sin embargo, los miembros
de la clase dominante están lejos de ser invisibles. Sus posiciones
de mando en el mundo corporativo, su control de las finanzas
internacionales y la industria, su propiedad de los principales
medios de comunicación y su influencia sobre el poder estatal y el
proceso político son asuntos de dominio público, limitado solo
hasta cierto punto. Si bien parecería una cuestión simple aplicar
la palabra clase a quienes ocupan las más altas esferas de
poder, la ideología de clase dominante la descarta como un elemento
de la "teoría de la conspiración".
La palabra clase
también es tabú cuando se aplica a los millones que hacen el
trabajo de la sociedad por un mísero salario: la "clase
trabajadora", un término que se descarta como jerga marxista. Y
es proscrito referirse a las "clases explotadoras y explotadas",
porque entonces se habla de la esencia misma del sistema capitalista:
la acumulación de riqueza corporativa a expensas del trabajo.
La palabra clase
es un término aceptable cuando está precedido por el sedante
adjetivo "media". Todos los políticos, publicistas y
expertos comentarán sobre la clase media, el objeto de su sincera
preocupación. La clase media, muy admirada y compadecida, está
supuestamente compuesta por personas virtuosamente autosuficientes,
libres de la presunta profanación de quienes habitan los peldaños
más bajos de la sociedad. Al incluir a casi todos, la "clase
media" sirve como un concepto convenientemente amorfo que
enmascara la explotación y la desigualdad de las relaciones
sociales. Es una etiqueta de clase que niega la actualidad del poder
de clase.
La palabra clase
es permisible cuando se aplica a otro grupo, el grupo desesperado que
vive en el peldaño más bajo de la sociedad, que obtiene la menor
cantidad de todo mientras es regularmente culpado de su propia
victimización: la "subclase". Las referencias a las
presuntas deficiencias de las personas de la clase baja son
aceptables porque refuerzan la jerarquía social existente y
justifican el trato injusto otorgado a los elementos más vulnerables
de la sociedad.
La realidad de clase está
oscurecida por una ideología cuyos principios pueden resumirse y
refutarse de la siguiente manera:
Credo: No
hay divisiones de clase reales en esta sociedad. Salvo para algunos
ricos y pobres, casi todos somos de clase media.
Respuesta:
La riqueza se concentra enormemente en manos de relativamente pocos
en este país, mientras que decenas de millones trabajan por salarios
de bajo nivel, cuando se tiene trabajo. La brecha entre ricos y
pobres siempre ha sido grande y ha ido creciendo desde finales de los
años setenta.
Aquellos en el medio
también han estado soportando una creciente injusticia económica e
inseguridad.
Credo:
Nuestras instituciones sociales y culturales son entidades autónomas
dentro de una sociedad plural y libre, en gran parte, de las
influencias de la riqueza y el poder de clase. Pensar lo contrario es
alimentar teorías de la conspiración.
Respuesta:
Las grandes concentraciones de riqueza ejercen una influencia a
menudo dominante en todos los aspectos de la vida. Nuestras
instituciones sociales y culturales son administradas por juntas
directivas (o fideicomisarios o regentes) provenientes en gran medida
de élites corporativas interrelacionadas, no elegidas y
auto-seleccionadas. Ellos y sus fieles asalariados ocupan la mayoría
de los puestos de mando del estado ejecutivo y otros organismos de
formulación de políticas, y manifiestan una gran conciencia de sus
intereses de clase al configurar las políticas nacionales e
internacionales. Esto incluye políticas tales como el Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), diseñado para
eludir cualquier soberanía democrática que aún pueda existir
dentro de las naciones.
Credo: Las
diferencias entre ricos y pobres son un hecho natural, no causalmente
vinculado. El comportamiento humano individual, no la clase,
determina el desempeño humano y las posibilidades de vida. Los
acuerdos sociales existentes son un reflejo natural de las tendencias
humanas en gran medida innatas.
Respuesta:
Todas las ideologías conservadoras justifican las iniquidades
existentes como el orden natural de las cosas, como resultados
inevitables de la naturaleza humana. Pero, si los muy ricos son
naturalmente mucho más capaces que el resto de nosotros, ¿por
qué se les debe proporcionar tantos privilegios artificiales al
amparo de la ley, tantos rescates, subsidios y otras consideraciones
especiales a nuestro cargo? Sus "talentos naturalmente
superiores" incluyen subterfugios ilegales carentes de
principios, como la fijación de precios, la manipulación de
acciones, el uso de información privilegiada, el fraude, la evasión
fiscal, la aplicación legal de la competencia desleal, el despojo
ecológico, los productos nocivos y las condiciones de trabajo
inseguras. Uno podría esperar que las personas "naturalmente
superiores" no actúen de manera tan rapaz y deshonesta. Las
diferencias de talento y capacidad que puedan existir entre las
personas no excusan los crímenes e injusticias, que son endémicas
del sistema empresarial corporativo.
El lenguaje no es inocente. Más a menudo es indecente.
ResponderEliminarY casi siempre, mediáticamente tóxico.
EliminarDemocracy dor the few
ResponderEliminarGran libro del mismo autor quese puede ubicar en el enlace adjunto
http://libcom.org/library/links-pdfs-96-left-wing-books
Saludos, Anónimo, y gracias por tu valiosa aportación.
EliminarSaludos, soy anonimo otra vez.
ResponderEliminarGracias a ti, Loam, por compartir tan grandes textos.
Democracy para unos pocos - Democracy For the few
Me equivoqué escribiendo el título
Parenti tiene buenos audios en TUC Radio:
https://tucradio.org/?s=michael+parenti&submit=Search
También en New World Notes Blog:
https://newworldnotes.blogspot.com/search?q=parenti
En Greanville Post este el enlace donde se le compara con Chomski:
https://www.greanvillepost.com/2018/10/06/the-mainstream-and-the-margins-noam-chomsky-vs-michael-parenti/
Enlace al libro "Black and Red Shirts":
https://eastsidemarxism.files.wordpress.com/2017/04/michael-parenti-blackshirts-and-reds-rational-fascism-and-the-overthrow-of-communism.pdf
Su pagina web es
michaelparenti.org
Y una cita, quizas, valida para los tiempos de Coronavid-19:
“The guiding principle of ruling elites was--and still is: When change threatens to rule, then the rules are changed.”
http://www.michaelparenti.org/quotes.html
Deduzco que eres el mismo "Anónimo" (a veces con otros nombre) que tantas y tan valiosas aportaciones has hecho a este blog, De hecho y si no me equivoco, conocí a Parenti gracias a ti. De modo que estoy en deuda contigo.
EliminarGracias, una vez más, por tus siempre esperados y bienvenidos comentarios.
Salud!
"In short, the differences in Chomsky versus Parenti’s positions makes for a useful case study in what ideas genuinely make one a candidate for marginalization, versus what ideas are actually quite acceptable despite their transgressive veneers."
EliminarTotalmente de acuerdo.
Algunas de las formas de dividirnos han sido claramente planificadas, pero otroas han provenido del desarrollo de los acontecimientos. Lo que debes mirar es el origen común de ambos. Si por una parte tienes unas estructuras del estado dependientes de un grupo de oligarcas que controlan los medios de comunicación, al servicio de los intereses de dominio. Del otro lado vemos la mercadotécnia desplegada entorno a la mercancía y todo el sistema de monitorización y segmentación basados en técnicas puramente psicológicas para venderte productos. Productos de los mismos mismos oligarcas. Ping ping, sonó la campana. En españa manda el ibex, que se establece sobre la propiedad privada.
ResponderEliminarSalud!
La división social en clases es algo inherente al sistema capitalista, su abolición es la esencia misma del comunismo (libertario o no). La lucha de clases y la abolición de las mismas es necesaria e inevitable si lo que se pretende es superar este sistema inhumano y caduco.
EliminarSalud!