22 agosto, 2022

Soldados ucranianos exponen corrupción generalizada

 



THE GRAYZONE - Lindsey Snell & Cory Popp -·18/08/2022

   Traducción del inglés: Arrezafe


"Se roban las armas, se roba la ayuda humanitaria y no tenemos ni idea de adónde han ido a parar los miles de millones enviados a este país", es la queja de un ucraniano a The Grayzone.


En un vídeo enviado a través de Facebook Messenger en julio, se puede ver a Iván* de pie junto a su automóvil, un Mitsubishi SUV modelo de principios de la década de 2010. Sale humo por la ventana trasera. Ivan se ríe y gira la cámara de su teléfono a lo largo del vehículo, señalando los agujeros de bala. "El turbocompresor de mi coche murió", dijo moviendo su teléfono hacia la parte delantera del vehículo. "Mi comandante dice que debo pagar la reparación yo mismo. Así que, para usar mi propio automóvil en la guerra, tengo que comprar un nuevo turbocompresor y pagarlo de mi bolsillo".


Ivan vuelve la cámara hacia su rostro y dice: "Bien, malditos jodidos miembros del parlamento, espero que se jodan entre ustedes. Diablos. Ojalá estuvieseis en nuestro lugar".


El mes pasado, los parlamentarios de Ucrania votaron a favor de un aumento salarial propio del 70 %. Los registros indican que dicho aumento fue permitido y alentado gracias a los miles de millones de dólares y euros de ayuda que han llegado desde Estados Unidos y Europa.


"Nosotros, los soldados ucranianos, no tenemos nada”, dijo Iván. “Todo cuanto se les han dado a los soldados para la guerra vino directamente de voluntarios. La ayuda destinada a nuestro gobierno nunca nos llegará".


Ivan es soldado desde 2014. Actualmente está estacionado en la región de Donbass, donde tiene la misión de operar pequeños drones con el fin de detectar posiciones rusas para la artillería. "Hay tantos problemas en la línea del frente ahora", dijo. "No tenemos conexión a Internet, lo que hace prácticamente imposible nuestro trabajo. Tenemos que conducir en busca de una conexión para nuestros dispositivos móviles. ¿Te imaginas?"


Otro soldado de la unidad de Ivan nos envió un vídeo de sí mismo desde una trinchera, cerca del frente en Donbas. "Según consta en los documentos, el gobierno nos ha construido un búnker aquí", nos dice. "Pero como se puede ver, solo hay unos pocos centímetros de una cubierta de madera sobre nuestras cabezas, y se supone que esto nos protege de los bombardeos de tanques y artillería. Los rusos nos bombardean durante horas sin parar. Cavamos estas trincheras nosotros mismos. Aquí tenemos dos AK-47 para 5 soldados, y se atascan constantemente debido al abundante polvo levantado por los bombardeos".


"Fui a mi comandante y le expliqué la situación. Le dije que era muy difícil mantener esta posición, le dije que comprendía su importancia estratégica, pero que nuestro escuadrón estaba roto y no había relevo para nosotros. En 10 días, 15 soldados murieron aquí, todos por bombardeos y metralla. Le pregunté al comandante si podíamos traer equipo pesado para construir un búnker mejor y se negó porque, según él, los bombardeos rusos podrían dañar el equipo. ¿Acaso no le importa que 15 de nuestros soldados hayan muerto aquí?"


"Si trataras de explicar la situación a la que se enfrentan los soldados ucranianos a un soldado estadounidense, pensaría que estás loco", dijo Ivan. "Imagínate, decirle a un soldado estadounidense que estamos usando nuestros propios coches en la guerra y que también somos responsables de pagar las reparaciones y el combustible que estamos comprando nuestros propios chalecos antibalas y cascos... No tenemos herramientas de observación ni cámaras, tenemos que asomar la cabeza para ver lo que viene, lo que significa que en cualquier momento un cohete o un tanque puede arrancarte la cabeza".


Illya*, un soldado de Kiev de 23 años, dice que su unidad se enfrenta a las mismas condiciones en otra parte de la región de Donbass. Se unió al ejército ucraniano poco después de que comenzara la guerra. Tiene experiencia en TI y sabía que esa experiencia tenía una gran demanda. "Si hubiera sabido cuánto engaño había en este Ejército, y cuál sería nuestra situación, nunca me hubiera alistado", dijo. "Quiero irme a casa, pero si huyo, me enfrento a la cárcel".


Illya y los demás soldados de su unidad carecen de armas y equipo de protección. "En Ucrania, las personas se engañan mutuamente incluso en la guerra", dijo. "He visto cómo nos quitaban los suministros médicos que nos habían donado. Los vehículos que nos llevaron a nuestra posición fueron robados. Y no hemos sido reemplazados en tres meses, aunque ya deberíamos haber sido relevados tres veces".


"Todo el mundo miente": médico estadounidense describe la tremenda corrupción


Samantha Morris*, una doctora de Maine, viajó a Ucrania en mayo para tratar de ayudar brindando capacitación médica a los soldados. "La primera vez que crucé la frontera desde Polonia tuve que esconder mis suministros médicos bajo colchones y pañales para evitar que me los robaran", dijo. "Los guardias fronterizos del lado ucraniano simplemente toman las cosas y te dicen, 'necesitamos esto para nuestra guerra', pero en realidad simplemente roban los artículos y los revenden. La verdad es que si no entregan personalmente las donaciones a sus destinatarios, los artículos nunca llegarán a ellos".


Morris y algunos otros profesionales médicos estadounidenses comenzaron a realizar cursos de capacitación en Sumy, una ciudad de tamaño medio en el noreste de Ucrania. "Elaboramos un contrato con el gobernador en Sumy, aunque todo lo que nos proporcionaron fue comida y alojamiento, un lugar donde dormir en la misma universidad pública en la que realizamos nuestros cursos de capacitación", dijo. "El gobernador de Sumy tenía un amigo, un empresario local, y exigió que este empresario se añadiera al contrato como 'enlace' entre nosotros y la ciudad de Sumy. Dicho empresario obtendría. como 'enlace', un porcentaje del contrato. Nuestros abogados trataron de negociar la salida del contrato del empresario, pero el gobernador de Sumy se negó. Finalmente, firmamos el contrato para poder realizar nuestro entrenamiento".


En los dos meses que pasó en Ucrania, Morris nos dice que se encontró con robos y corrupción más veces de las que podía contar. "El director médico de la base militar en Sumy ha pedido suministros médicos de y para los militares en diferentes momentos, y ha hecho desaparecer por completo 15 camiones de suministros", dijo. Le robaron los botiquines militares de primeros auxilios que tenía intención de dar a los soldados una vez que se graduaran. Ella misma vio los mismos botiquines a la venta en un mercado local días después.


"Recibí una llamada de una enfermera en un hospital militar en [la ciudad ucraniana de] Dnipro", recordó Morris. "Me dijo que el director del hospital había robado todos los analgésicos para revenderlos, y que los soldados heridos que estaban siendo tratados allí carecían de analgésicos. Nos rogó que le entregáramos en mano medicamentos para el dolor, que ella los escondería para que llegaran a los soldados. ¿Pero en quién puedes confiar? ¿El director del hospital estaba realmente robando los medicamentos, o esta mujer trataba de engañarnos para que le diéramos medicamentos y venderlos o usarlos personalmente? Quién sabe. Todo el mundo está mintiendo".


El equipo militar de protección donado y los suministros médicos de combate han inundado los mercados en línea de Ucrania. Los vendedores tienen cuidado de ocultar sus identidades, a menudo crean nuevas cuentas para cada venta y están dispuestos a cumplir con los pedidos exclusivamente por correo. "Hemos encontrado cascos blindados entregados como ayuda por parte de los estadounidenses a la venta en sitios web", dice Ivan. "Ya sabes, dentro del casco está escrita la clase de protección y la marca. Vimos esta marca antes y nos dimos cuenta de que los cascos formaban parte de la ayuda. Algunos de nosotros tratamos de contactar a los vendedores para programar una reunión, para que pudiéramos probar que estaban vendiendo ayuda robada, pero sospecharon y dejaron de respondernos".


Iván dice que ha oído hablar del robo de armas donadas por países occidentales, mientras que varios soldados de su unidad comparten un solo AK-74. "No sabría decir cómo están robando las armas, porque en primer lugar, nunca llegan a la tropa", dijo.


No creo que quieran que ganemos”: los ucranianos se burlan de la ayuda occidental


Ivan no es optimista sobre las posibilidades de Ucrania de ganar la guerra. "No quedará un Donbass", dijo. "Los rusos lo destruirán, o lo controlarán todo, y luego se trasladarán al sur. Y ahora, tal como están las cosas, yo diría que el 80% de los civiles que se han quedado en Donbas apoyan a Rusia y les filtran toda la información sobre nosotros y nuestra ubicación".


Preguntado si pensaba que Estados Unidos y los países europeos realmente querían que Ucrania ganara la guerra, Ivan se rió y respondió: "No, no creo que quieran que ganemos. Occidente podría darnos armas que nos hicieran más fuertes que los rusos, pero no lo hacen. Sabemos que Polonia y los países bálticos quieren que ganemos al 100 %, pero su apoyo no es suficiente".


"Es obvio que EEUU no quiere que Ucrania gane la guerra", dijo Andrey*, un periodista ucraniano residente en Mykolayiv. "Solo quieren debilitar a Rusia. Nadie ganará esta guerra, pero los países que EEUU está utilizando como patio de recreo perderán. Y la corrupción relacionada con la ayuda de guerra es alucinante. Se roban las armas, se roba la ayuda humanitaria y no tenemos idea de adónde han ido los miles de millones enviados a este país".


Andrey está especialmente consternado por la falta de servicios que se brindan a los ucranianos desplazados internamente. "Realmente no es un misterio por qué todos quieren ir a Europa”, dijo. “Hay un centro de refugiados cerca de Dnipro, por ejemplo, y las personas desplazadas solo pueden permanecer allí durante tres días. Y son 45 o 50 personas en una habitación grande y abierta con un baño y una cocina diminuta. Condiciones horribles. Entonces, después de los tres días, si no tienen dinero, ni ropa, nada, los echan y no tienen más remedio que regresar a sus hogares en zonas peligrosas. Debemos preguntarle a nuestro gobierno a dónde ha ido a parar todo el dinero de la ayuda, cuando nuestros soldados no tienen lo que necesitan y nuestros civiles no tienen lugares seguros donde quedarse".


Periodistas extranjeros encubren la cruda realidad con delirios triunfalistas


Antes de que comenzara la guerra, Andrey pasó varios años informando sobre la corrupción y los políticos corruptos en Ucrania. Tras la investigación a un funcionario del gobierno en Odesa se produjeron amenazas de muerte contra su esposa y su hija pequeña, Andrey las envió a vivir con familiares en Francia. "Ucrania es una democracia, ¿verdad? Así que el gobierno no te presionará de manera oficial. Primero, recibes llamadas telefónicas que te advierten que pares. Luego, te ofrecen dinero para que lo dejes. Y luego, si te niegas a ser comprado, debes estar preparado para un ataque".


"El verdadero periodismo es peligroso aquí", continuó. "Verás, desde que comenzó la guerra tenemos todos estos nuevos reporteros estrella que diariamente escriben que 'Putin es malo, que los soldados rusos se comportan muy mal, que hoy el ejército ucraniano mató a 1.000 rusos y destruyó 500 tanques. Obtienen un millón de seguidores en Twitter porque mienten, no informan sobre la realidad. Pero si escribes sobre la corrupción en las Fuerzas Armadas y muestras ejemplos reales… no serás famoso y estarás en problemas".


Andrey ha estado consiguiendo trabajo extra como reparador, organizando entrevistas y traduciendo para periodistas extranjeros que cubren la guerra. “He trabajado con una docena de periodistas de diferentes países de Europa”, nos dice. "Todos ellos quedaron impactados. Salieron de Ucrania conmocionados. Dijeron que no podían creer la situación aquí. Pero el impacto no llegó a ninguno de sus artículos sobre la guerra. Sus artículos decían que Ucrania va camino de la victoria, lo cual no es cierto".


Soldados y voluntarios ucranianos confirman que las Fuerzas Armadas de Ucrania ponen en peligro a los civiles


En julio, pasamos la noche en un hotel en Kramatorsk y nos preocupó ver que entre los huéspedes del hotel había soldados neonazis del batallón Azov. El 4 de agosto, Amnistía Internacional publicó un informe en el que se revela que desde el comienzo de la guerra en febrero, las fuerzas ucranianas han puesto en peligro a los civiles al establecer bases en escuelas y hospitales, y operar sistemas de armas en áreas civiles, lo cual es una violación del derecho internacional.


Ahora, Amnistía Internacional planea “revaluar” dicho informe, en respuesta a una masiva protesta pública tras su publicación, pero los soldados ucranianos y los voluntarios extranjeros han confirmado que las fuerzas armadas ucranianas mantienen una fuerte presencia en áreas civiles. "Nuestras bases se construyeron principalmente en la época soviética", dijo Ivan. "Así que ahora, Rusia las conoce por dentro y por fuera. Es necesario distribuir los soldados y las armas a otros lugares".


Un exmilitar estadounidense que se hace llamar "Benjamin Velcro" fue un combatiente voluntario de la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, la unidad oficial de las Fuerzas Armadas de Ucrania para voluntarios extranjeros. Pasó cinco meses en varias zonas de Ucrania y confiesa que los soldados estacionados en áreas civiles era algo común.


"Cada vez que escucho que Rusia bombardeó una escuela, simplemente me encojo de hombros", dice el estadounidense. "Porque yo mismo me acuartelé dentro de una escuela. Eso es un hecho. No había niños en ella, de modo que no estábamos poniendo en peligro a los niños. Aún así, todo lo que se necesita es que Ucrania diga: '¡Ah! ¡Alcanzaron una escuela!' Y eso alimenta una facilona narrativa mediática".


Al igual que Iván, Velcro también es pesimista sobre las posibilidades de Ucrania de ganar la guerra. "Hombre, yo quiero con todas mis fuerzas que Ucrania gane esta guerra. Quiero que Ucrania recupere sus fronteras anteriores a 2014. Pero, ¿lo creo posible? No. No se puede sostener una guerra a largo plazo mediante crowdfunding".


* Varios sujetos de la entrevista solicitaron ser citados con nombres falsos para protegerse de un peligro potencial.



4 comentarios :

  1. Las personas se engañan mutuamente no solo en Ucrania, sino en todo el llamado Occidente. Se engañan, se autoengañan, nos engañan. Todo es engaño y corrupción criminal. Salud!

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    1. Hay que cambiar, y cambiaremos, el rumbo y los timoneles.

      Salud!

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  2. Nos sorprenderemos dentro de unos años cuando conozcamos los datos exactos de muertos en la guerra. Sin embargo aún queda lejos el sueño dorado de desnazificar Ucrania. Salud!

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    1. Seguirá habiendo nazis (y no sólo en Ucrania) mientras haya capitalismo, cuyas crisis extremas los engendra.

      Salud!

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