Miren como sonríen los
presidentes
cuando le hacen promesas
al inocente
Miren como le ofrecen al
sindicato
este mundo y el otro los
candidatos
Miren como redoblan los
juramentos
pero después del voto,
doble tormento
Miren el hervidero de
vigilantes
para rociarle flores
al estudiante
Miren como relumbra el carabinero
para ofrecerle premios
a los obreros
Miren como se visten cabo
y sargento
para teñir de rojo los
pavimentos
Miren como profanan la
sacristía
con pieles y sombreros de
hipocresía
Miren como blanquearon
mes de María
y al pobre le negaron la luz
del día
Miren como le muestran
una escopeta
para quitarle al pobre su
marraqueta
Miren como se empolvan
los funcionarios
para contar las hojas del
calendario
Miren como gestionan los
secretarios
las páginas amables de
cada diario
Miren como sonríen
angelicales
Miren como se olvidan que
son mortales
jajaja miren como dejan de sonreir en cuanto se queden sin grasa. Con el nuevo ciclo recesivo no sufre el pueblo, sufre el que tiene que mantener su status.
ResponderEliminarSalud!
Tienen las armas, todas las armas. Con eso te digo casi todo.
EliminarSalud!
A veces se les hiela la sonrisa en la cara, suele ser demasiado tarde.
ResponderEliminarMás de una vez, su sonrisa ha acabado en un cesto.
Eliminar¿Quién te dijo a ti
ResponderEliminarque te hicieras carabinero,
Juan Antillanca?
Tú que naciste a la orilla del mar
y que jugaste en las playas sin dueño,
que naciste sabiendo
que la vida no necesita ley
porque allí nunca ocurre nada;
a más de una ola y otra ola,
un transitar de espuma,
dos fantasmas de viento
y una gaviota borracha de cielos…
¿Y qué más pasa, Juan Antillanca?
Cuando llegaste de uniforme verde
y te pusiste rígido,
¡parecías un atado de “colloi”!
¡cómo te gozaban los chiquillos,
casi te empelotaron la primera vez!
Tus ojos que eran mansos y risueños,
tuviste que endurecerlos;
y aquel gesto tuyo que era como un amanecer,
lo transformaste en grito duro,
en amenaza negra,
en noche desconfiada…
¿Te acuerdas cómo se las arreglaban
para tener algo de comer
cuando tú eras niño?
¿Y ahora, Juan, tú andas buscando
a los que roban ovejas
porque tienen hambre
y no tiene trabajo?
¿Cómo murió tu padre, recuerdas?
¿En qué cuartel amaneció muerto?
A ti te han escogido para esto
porque hablas “mapu dugun”
y porque conoces
todos los escondites de la costa.
Te vimos esa tarde cuando llegaste al Mauleo:
tú ibas más asustado que él,
pasaste avergonzado frente a nosotros.
Ese día, Juan, nos dio una pena grande.
Alguien dijo:
- Antillanca se hizo carabinero
para ganarse el pan pescando presos a sus hermanos.
¿Qué gusto tiene ese pan Antillanca?
Pedro Alonzo Retamal
¡Tremendo! No conocía el poema ni al autor, de modo que, muchas gracias,.Chiloé, por tan valiosa aportación.
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