F.
A. I. – 18/04/2020
Las ciencias físicas así
como las sociales tuvieron un momento revelador en el postulado
Ockhaniano que en su principio más elemental sostiene que no se
deben multiplicar las causas sin necesidad. O dicho de otra forma,
cuando para que ocurra un fenómeno se nos ofrecen 2 o más
explicaciones, la que tiene más posibilidades de ser la correcta es
la explicación más completa y simple.
Veamos dos ejemplos de
cómo se viola el principio ockhaniano. No hace mucho –aunque con
la crisis relanzada por la pandemia del coronavirus ya todo parece
lejano– la derecha boliviana respaldada por el ejército lanzaba un
ultimátum al presidente Evo Morales para que renunciara a su cargo,
ocupaba el parlamento colocando la biblia en lugar de la whipala y
emprendía la persecución de los líderes del MAS (Movimiento al
Socialismo) y la represión de los pueblos originarios (que
constituyen más del 60% de la población boliviana), supuestamente
partidarios del presidente Evo. Se suspendían todas las garantías
constitucionales, se colocaba a una presidenta –Jeanine Áñez– que
se autoproclamaba presidenta con el beneplácito del ejército, la
OEA (Organización de Estados Americanos) y los Estados Unidos[1].
Un militar le coloca la banda presidencial a Añez, autoproclamada presidenta sin quórum en el Congreso boliviano. Imagen EFE (tomada de https://www.pagina12.com.ar/230719-sin-quorum-jeanine-anez-se-autoproclamo-presidenta-en-la-paz) |
Para que todo esto
ocurriera sin gran disgusto internacional, los medios de comunicación
masivos –el poder mediático y sus paraperiodistas–
arreciaron con una campaña sin precedentes presentando los
acontecimientos como: crisis política en Bolivia, renuncia de Evo
Morales, dimisiones del vicepresidente Álvaro García Linera y de
los presidentes del Senado y de la cámara de diputados, intento de
Evo Morales por imponerse, fraude electoral, etc.[2] Pero,
significativamente también las críticas de la izquierda
progresista y feminista hacia el gobierno “patriarcal”
del presidente Evo sirvieron de material ideológico para apuntalar
un discurso justificador de un golpe de Estado. Así, aunque hubo
voces que proclamaron la evidencia de un golpe de Estado clásico y
difundieron las pruebas de cómo fue preparado por Estados Unidos,
sus organizaciones internacionales (específicamente la OEA) y las
élites bolivianas, el relato que acabó imponiéndose fue el de una
salida natural y formalmente democrática a una crisis institucional.
Militares bolivianos realizan un control en el municipio de El Alto durante la cuarentena. Martín Alipaz /EFE (Tomada de: https://elpais.com/internacional/2020-04-08/el-gobierno-de-bolivia-recibe-criticas-por-amenazar-la-libertad-de-expresion-durante-la-cuarentena.html) |
Todavía hoy, con la
crisis del COVID-19 las corporaciones mediáticas siguen justificando
el golpe de estado en Bolivia y hablan de "Gabinete interino de
Bolivia" y de "Decreto de la cuarentena que promulgó la
presidenta"; y desvían la atención de la evidencia de una
dictadura hacia alguno de sus síntomas: las limitaciones a la
libertad de expresión.
La explicación más
retorcida y rebuscada, la más difícil de argumentar y sostener: que
en Bolivia hay un gobierno interino, por arte de birlibirloque y en
contra de toda evidencia y análisis científico, se asume como
verdadera, en vez de la explicación más completa y simple: en
Bolivia hubo un golpe de Estado y hoy existe un gobierno totalitario.
El segundo ejemplo
paradigmático de cómo el mundo actual se nos presenta de una forma
y se nos explica de otra, es el de las democracias occidentales.
La crisis de la pandemia
del coronavirus ha desvelado, es decir, ha quitado el velo que
ocultaba la realidad de los sistemas representativos parlamentarios a
los que llamamos democracias. Como ya nos contaba el filósofo
Agamben al inicio del siglo XXI, éstas se aproximaban
inevitablemente a sistemas totalitarios. Puesto que, como ocurrió,
por ejemplo al inicio de la Primera Guerra Mundial en la que los
países beligerantes ya estaban en un estado de excepción
permanente, "la legislación excepcional por vía del decreto
gubernamental (que hoy nos es perfectamente familiar) se vuelve una
práctica corriente en las democracias europeas"[3].
El 14 de marzo el
gobierno del Estado español decretó el Estado de alarma. La
Constitución española no distingue prácticamente entre estado de
alarma y estado de excepción[4], únicamente por el tiempo que duran
sin necesidad de solicitar al parlamento una prórroga. En el primer
caso 15 días y en el segundo 30. En ambos es el ejecutivo quien
emite el decreto que los desarrolla y sólo tiene que consultar al
parlamento para su prórroga.
En el 2011 con el
movimiento 15M y anteriormente con la invasión y ocupación de Iraq
se decía en las calles: "lo llaman democracia y no lo es".
Ahora, una parte de esos mismos que demandaban una "democracia
real" insisten en convencernos de que esto es una democracia, la
única posible, que el sistema es reformable y la necesidad (o la
emergencia) es el fundamento y la legitimidad de un estado de alarma
que suspende nuestros derechos y garantías más fundamentales (y no
me refiero a salir de casa sino al derecho al trabajo, la
alimentación, la salud, la educación etc.) y deja en manos de los
cuerpos de seguridad la gestión de estos derechos.
Esta situación de
desamparo respecto a nuestros derechos más fundamentales llevaba
tiempo produciéndose. El informe del Relator Especial de NNUU sobre
la extrema pobreza y los derechos humanos en España, Philip Alston,
publicado a finales de enero de este año, antes de que se desatara
la pandemia, ya nos decía que si un español mirara a su país en un
espejo lo que vería sería:
"…una pobreza
generalizada y un alto nivel de desempleo, una crisis de vivienda de
proporciones inquietantes, un sistema de protección social
completamente inadecuado que arrastra deliberadamente a un gran
número de personas a la pobreza, un sistema educativo segregado y
cada vez más anacrónico, un sistema fiscal que brinda muchos más
beneficios a los ricos que a los pobres y una mentalidad burocrática
profundamente arraigada en muchas partes del gobierno que valora los
procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas".
[5]
Pero todavía entonces, a
principios de año, estas palabras resultaban escandalosas igual que
el Informe del Banco de España afirmando que 4,5 millones de hogares
(el 25% del total) subsistían por debajo del umbral de la pobreza
como consecuencia de la inseguridad laboral, el empleo inestable y
los bajos salarios. Nadie en ese momento –excepto tal vez los
neofranquistas de Vox– justificaba esa realidad, y pocos pensaban que
medidas reformistas pudieran revertirla. Tampoco se justificaba,
desde los sectores de izquierda, la famosa ley mordaza ni la
posibilidad que ésta convirtiera de hecho a los policías en jueces
al poder sancionar y multar a cualquier ciudadano que consideraran
que había violado alguna norma real o imaginaria.
Así, aunque la situación
actual se nos presenta como “Estado de alarma para la gestión de
una crisis sanitaria”, y poder abordar la situación extrema de la
población, dos son las evidencias que nos permiten decir que esto no
parece un estado de alarma sino un Estado de excepción; y que este
país ya venía caminando hacia él.
La primera evidencia es
la actuación de los cuerpos de seguridad y la aceptación por parte
de la mayoría de la población de esta actuación, es decir, la
normalización de la actuación de la policía y el ejército. La
segunda es la imposibilidad de cualquier tipo de crítica y/o
resistencia ya que automáticamente provoca la condena, la represión
y la acusación de alianza con el discurso fascista. Aparentemente
porque, en España, un gobierno de coalición PSOE-UP, autoproclamado
de izquierdas no puede ser cuestionado pues este gobierno se
considera la encarnación en la tierra de la democracia misma. Pero
como diría también Agamben en relación al fin de la República de
Weimar que: "… una "democracia protegida" no es una
democracia, y que el paradigma de la dictadura constitucional
funciona sobre todo como una fase de transición que conduce
fatalmente a la instauración de un régimen totalitario"[6]
En la ley orgánica que
regula el Estado de alarma deja en manos del ejecutivo (a través del
Decreto) el ámbito territorial y el alcance. En el decreto del 14 de
marzo por el que se declaró el estado de alarma en España[7] se
declara como única autoridad competente al Gobierno, el ámbito
territorial es todo el territorio nacional y las primeras autoridades
competentes delegadas son la ministra de Defensa y el ministro del
interior, después el Ministro de transportes, movilidad y Agenda
urbana, y finalmente el de Sanidad. Uno de los aspectos más
significativos del decreto es el que establece que las "autoridades
competentes delegadas podrán requerir la actuación de las Fuerzas
armadas". En las ruedas de prensa del gobierno sobre el COVID-19
suele estar el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el General Miguel
Villarroya.
El papel de las fuerzas
armadas y los cuerpos de seguridad del Estado está siendo tan
relevante en estos momentos y los discursos aludiendo a la "guerra
contra el Coronavirus" son tan frecuentes, no solo en España, que
cuesta creer que se trate sólo de una medida temporal y de una
metáfora para describir la emergencia sanitaria. En la revista
infodefensa.com se señalaba en titulares que "La respuesta militar
en España ante el COVID-19 despierta el interés de Europa" [8].
Nótese que no despierta el interés nuestra respuesta sanitaria ni
la solidaridad de la población ni siquiera la respuesta del gobierno
sino la del ejército. Y es que, nuestra larga experiencia
totalitaria, va desde la eficacia con la que se ha disciplinado a las
clases trabajadoras mediante sus sindicatos de masas hasta el control
y gestión de la emigración con vallas, Centros de Internamiento,
devoluciones en caliente y disparos de pelotas de goma, o la
actuación de la Guardia Civil.
Casualidad o no, el mismo
periódico señalaba poco antes que Bolivia había desplegado 47.000
militares ante la emergencia sanitaria.
Agentes de la Policía Nacional realizan un control de tráfico con motivo del confinamiento decretado por el Estado de Alerta en la carretera de Valldemossa de Palma de Mallorca este lunes. En vídeo, declaraciones del general de brigada de la Guardia Civil, José Manuel Santiago. (FOTO: EFE | VÍDEO: EP Fuente: https://elpais.com/espana/2020-03-30/multas-penas-de-prision-y-encarcelamientos-preventivos-por-saltarse-la-cuarentena.html) |
Detención en Almería el pasado sábado de un ciclista por incumplir las medidas de confinamiento del estado de alarma. Carlos Barba / EFE (Fuente: https://elpais.com/espana/2020-03-19/primeras-condenas-por-saltarse-el-confinamiento-del-estado-de-alarma.html?rel=mas) |
La revista El salto, una
revista de izquierdas, en un artículo de análisis jurídico sobre
las detenciones bajo el paraguas del Decreto, se hacía eco del
"trato poco correcto por parte de algunos agentes de las fuerzas y
cuerpos de seguridad del Estado"[9], no sin antes alabar las
medidas del gobierno para proteger la salud individual y colectiva de
los ciudadanos.
El tratamiento benévolo
hacia los cuerpos de seguridad del Estado, y subrayo "Estado", es
generalizado entre los medios de comunicación masiva, y la campaña
de propaganda ha sido tal que se ha conseguido extender los aplausos
al personal sanitario de las 8 de la tarde, hacia los cuerpos de
seguridad. Hecho al que se ha añadido un nuevo despliegue de
banderas españolas en los balcones y el himno nacional, incluso
pendones negros y crucifijos, todos ellos, exhibidos de esa forma,
recrean la tradición franquista.
Foto de la autora, tomada el 4 de abril de 2020 |
Finalmente, pareciera que
el objetivo de los estados de excepción que se despliegan hoy a lo
largo y ancho del planeta tuvieran como único objetivo preservar la
necesidad histórica de la economía y no de la salud, es decir, del
capitalismo, de continuar con la apropiación de valor y por tanto
aumentar el nivel de la explotación conjurando cualquier atisbo de
rebelión y/o revuelta. Esto es así porque las medidas más claras y
evidentes que están tomando todos los Estados y los organismos
internacionales para “gestionar la crisis” se dirigen a salvar la
economía no a la gente. Y las medidas que dicen ser para ayudar a la
gente también son económicas, asistenciales y temporales (ingreso
mínimo vital para la población vulnerable)[10]
Pero como ya planteó
Marx en 1842 en su famoso artículo sobre el robo de la leña,
denunciando una ley de la Dieta que prohibía a los trabajadores
recolectar las ramas secas caídas de los árboles para calentarse,
si la gente no ve delito donde no hay ninguno se conseguirá que el
propio delito se transforme en un hecho justo: "si el pueblo ve la
pena y no ve delito, y puesto que ve la pena donde no hay delito no
verá ningún delito donde haya una pena"[11]. Las leyes de las
democracias que devengan estados de excepción encubiertos no se
percibirán como justas, una vez finalizado el tiempo del COVID-19, y
por tanto las penas que se impongan tampoco serán vistas como
justas.
Quédate en casa haciendo
teletrabajo, quédate en casa educándote con la escuela y la
universidad virtuales, quédate en casa para recibir las ayudas de
emergencia, no te manifiestes, no te concentres, no te reúnas,
mantén una distancia social… o de lo contrario serás sancionado o
serás delatado por tus vecinos. El estado de excepción ya está
funcionando como un dispositivo de control naturalizado en un país
con escasa o nula tradición democrática. Pero también se da la
circunstancia de que, de forma desigual según las zonas, hay gentes
en esta francocracia que no se han acostumbrado a ver delito
en lo que consideran justo.
La única garantía que
tiene este gobierno, cualquier gobierno, tras el COVID-19 para
mantener el orden y la distancia social, será la prolongación de lo
que vengo llamando la francocracia española. Esto es, unas
instituciones y una población, predispuestas al totalitarismo, que
durante los últimos años han ido creciendo al calor del
consentimiento tanto de la izquierda como de la derecha política
ante el temor de la revuelta social, ya sea nacionalista, laboral, o
simplemente humanitaria.
Notas:
1. En 15 de enero
Mauricio Claver Carone, Director Senior del Consejo Nacional de
Seguridad para Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU, visitó
Bolivia para transmitir el respaldo de la administración Trump al
gobierno de
Añez.(https://cnnespanol.cnn.com/2020/01/15/alerta-bolivia-funcionario-de-trump-visito-bolivia-y-transmitio-respaldo-de-ee-uu-a-gobierno-interino-de-jeanine-anez/)
2. Son evidencias
muy significativas la cantidad de entrevistas que se hicieron en los
medios como la BBC a la autroplocamada presidenta
(https://www.youtube.com/watch?v=aI0x5b8nOcc)
3. G. Agamben,
Estado de excepción. Homo sacer, I,II, pág. 41
4. Constitución
Española, Título V, artículo 116 “De las relaciones entre el
gobierno y las Cortes generales”. La Constitución deja el
desarrollo de este artículo a la ley orgánica que entró en vigor
el 6 de junio de 1981,
https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1981-12774
5. Declaración
del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y
los Derechos Humanos,Philip Alston,sobre la conclusión de su visita
oficial a España, 27 de enero-7 de febrero de 2020
https://www.ohchr.org/SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=25524&LangID=S
6. Ibídem, pág.
46
7. Real decreto
463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma
para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada
por el COVID-19, https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2020-3692
8. Foto:
https://www.infodefensa.com/es/2020/03/20/noticia-respuesta-militar-espana-covid19-despierte-interes-entre-paises.html.
9. Se trata de una
revista de izquierdas. El salto, Multas y detenciones en tiempos de
coronavirus: una mirada jurídica”,
https://www.elsaltodiario.com/conquista-derecho/multas-detenciones-coronavirus
10. La Vanguardia,
“El gobierno acelerará una renta mínima de emergencia ante la
pandemia”, 16/4/2020,
https://www.lavanguardia.com/economia/20200415/48545657354/gobierno-acelerara-renta-minima-emergencia-pandemia.html
11. K. Marx,
Artículos de la Gaceta Renana, 1842-43, pág. 208
Blanco y en botella.salud!
ResponderEliminarSalud, Conrado.
EliminarViene a decir lo que todas pensamos. Si no articulan algún colchón social la situación estallará sin duda, como ya lo hace en muchas partes. Ya se están dando prisa con la renta universal. La gente soporta las restricciones o que le roben, pero no pasar hambre.
ResponderEliminarPor mucho que quieran evitarlo el ibex ya esta afectado, las instituciones están afectadas y el dinero no es infinito. O controlan bien la demolición y tienen en cuenta las necesidades ecológicas y reproductivas o para finales de año ya veremos las tanquetas en las calles como pasó con el 15M.
Salud!
El PIB se contraerá, pero la llamada economía sumergida (incluido el tráfico de drogas) y la corrupción van a crecer de lo lindo. Este verano vamos a experimentar las consecuencias de nuestra dependencia del turismo.
EliminarSalud!
Empiezo con Bolivia, Por supuesto fue un golpe de estado en toda regla, pero Evo ha sido un asesino de los pueblos indigenas, una cosa no quita la otra.
ResponderEliminarAquí yo siempre empiezo insistiendo en que además, la epidemia es una farsa para justificar este golpe de estado mundial, pero la cosa va mucho más lejos de una cuestión económica, se trata de un ataque real a la propia humanidad mediante la imposición de un nuevo sistema de gobierno mundial totalitario (y algo más).
Para mi lo peor, los policías de balcón, los subnormales que colaboran con los sicarios, a pesar de sufrir ellos mismos las consecuencias. PArece que sean tan imbéciles que no comprenden que los que se atreven a plantar cara a la situación, podrían ser su única esperanza y tendrían que apoyarlos, ya que su cobardía no les permite actuar, pero en vez de eso, les atacan.
Parece que la sociedad está tan destruida que se van a contentar con que los dejen malvivir, cuando el estado decida que la paranoia puede suavizarse.
Salud!
¿Qué raro, no? Miles de "víctimas" saliendo en masa a defender a su "verdugo".
EliminarBolivia:
"Miles de indígenas se han movilizado en Bolivia para rechazar el “golpe de Estado” de la oposición boliviana contra Evo Morales, 12 de noviembre de 2019.
Los indígenas marcharon hacia La Paz, capital boliviana, para expresar su apoyo incondicional al dimisionario mandatario boliviano, Evo Morales, quien renunció el domingo bajo presiones militares y violentas manifestaciones opositoras.
Los indignados rechazaron el golpe fascista de la oposición, que, según ellos, está orquestada por EE.UU. Consideraron a Morales como el único legítimo presidente constitucional del país e indicaron que no permitirán a los golpistas que tomen el control del gobierno con sus actos vandálicos".
https://www.hispantv.com/noticias/fotos/442177/bolivia-marcha-indigenas-golpe-morales
Que el mundo esta plagado de farsas y de farsantes no es nada nuevo, como tampoco lo es que vivimos bajo la dictadura del capital. Pero la pandemia es tan real como las tragedias que está provocando y las farsas y bulos que irresponsablemente se tejen en torno a ella.
Respecto a la "policía de balcón" que mencionas, la autora del artículo deja bien claro de qué sector social se trata y cuales son los fines que dicho sector persigue:
"El tratamiento benévolo hacia los cuerpos de seguridad del Estado, y subrayo "Estado", es generalizado entre los medios de comunicación masiva, y la campaña de propaganda ha sido tal que se ha conseguido extender los aplausos al personal sanitario de las 8 de la tarde, hacia los cuerpos de seguridad. Hecho al que se ha añadido un nuevo despliegue de banderas españolas en los balcones y el himno nacional, incluso pendones negros y crucifijos, todos ellos, exhibidos de esa forma, recrean la tradición franquista".
"Respaldado por los rapaces del Wall Street Journal, Donald Trump prosiguió (24 de marzo) su campaña contra la cuarentena. Sacrificó el confinamiento general en el tabernáculo de la “destrucción” económica del país y de la amenaza de una “grave recesión”. El tendal de muertos y contagios se agranda cada día: más de 600 mil casos y 26 mil fallecidos. En Gran Bretaña, sordo ante los reclamos de la comunidad científica, el bufón del Brexit, Boris Johnson, recién decretó la cuarentena el 23 de marzo. El 26, el jefe del Ejecutivo y su ministro de Sanidad, Matt Hancock, empezaron a sentir los primeros síntomas de la enfermedad. Ingresado en un hospital el 5 de abril, Johnson habrá favorecido la propagación del coronavirus y el saldo de muertos diarios (12.000 hasta hoy). En Brasil, Jair Bolsonaro propuso plegarias, misas en los templos evangélicos y se enclaustró en un enfermizo negacionismo de la cuarentena. Trump/Johnson/Bolsonaro configuran el eje viral de la política internacional. Hay otros personajes insólitos, pero por la dimensión de sus países y la gravitación mundial y regional de su poderío ocupan el podio de la irresponsabilidad. Tienen, a su vez, aliados políticos dispuestos a derramar odio y división, a promover conciertos de cacerolas o chantajes institucionales para sacar provecho político del caos y el dolor humano. La derecha argentina, sectores de Cambiemos, Vox en España o la ultraderecha francesa (el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen) han ido a buscar al fango sus dardos críticos. Son comandos suicidas al acecho de un barco repleto de heridos".
Eliminarhttps://www.pagina12.com.ar/259706-trump-bolsonaro-y-johnson-el-eje-viral